Un hombre siguió las instrucciones de una voz misteriosa de recoger piedras en el desierto. Al día siguiente, las piedras se habían convertido en diamantes y piedras preciosas. Aunque se sintió feliz por haber recogido las piedras, también se sintió triste por no haber recogido más. De manera similar, la educación puede traer tanto felicidad como arrepentimiento.