La economía mundial se está desacelerando debido a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como a la incertidumbre política en Europa. El crecimiento global se estima en un 2.9% para 2019, una desaceleración con respecto al 3.6% del año pasado. Además, los precios de las materias primas se han debilitado, lo que afecta a los países exportadores de estas commodities.