Samuel solía tirar basura a la calle sin darse cuenta de que era malo para el medio ambiente. Un día, Samanta lo vio y le dijo que no lo hiciera porque incluso un papel causa contaminación y daña el futuro. Samuel se disculpó y aprendió a ser más responsable con la basura, y Samanta se sintió bien por haber podido enseñarle a ser más consciente del medio ambiente.