5. Nacimientos del teatro.
El teatro surgió cuando comenzó la
decadencia de la poesía lírica, un género
propio de la aristocracia, cuyos poemas se
recitaban o se cantaban en pequeños
círculos. Frente a esto, la el teatro se
representaba ante todo el pueblo. Es, por
tanto, un género popular enmarcado dentro
de la polis. El fin de la polis supuso también
la desaparición de este género.
9. Edad Media
El corrupto espectáculo romano dio paso a una
nueva versión, pero antes tuvo que sufrir una
época de silencio…
Bizancio todavía permanecerá en pie hasta el
siglo X, al contrario que su hermana de occidente,
hecho que da comienzo a la Edad Media.
10. Pero con el paso del tiempo el telón se
volvió a abrir. Tirando de las cuerdas para
correrlo estaba la Iglesia, su enemiga desde
hace tanto tiempo. La distorsión romana fue
ignorada y la tradición griega tomada como
base, los monasterios restauraron la gran
tragedia griega, pero con temática cristiana.
El pueblo era analfabeto y las historias de la
Biblia debían ser difundidas, para eso el
teatro era el mejor medio.
12. * Los autores dramáticos deben contar una historia en un
lapso de tiempo bastante limitado, con lo que no se
pueden permitir demoras innecesarias.
* El teatro es una mezcla de recursos lingüísticos y
espectaculares, o lo que es lo mismo, el texto literario se
suma, como un elemento más, a los elementos
escénicos pertinentes para conseguir un espectáculo
completo
* Aunque podamos leer una obra de teatro, los personajes
.
que intervienen en ella han sido concebidos por el autor para
ser encarnados por actores sobre un escenario.
13. * La acción se ve determinada por el diálogo y, a través
de él, se establece el conflicto central de la obra.
* El autor queda oculto detrás del argumento y los
personajes. Si leemos una obra teatral, observaremos
que de vez en cuando aparecen indicaciones sobre
cómo debe ser el escenario o cómo deben actuar los
personajes. Estas instrucciones se denominan
acotaciones. Por lo demás, los sentimientos del autor,
sus ideas y opiniones se
encuentran diluidos en la amalgama de personajes y
ambientes que forman una obra de teatro.