El documento describe cómo en la era moderna tenemos más bienes materiales pero menos bienestar emocional y espiritual. Tenemos casas más grandes pero familias más pequeñas, más conocimiento pero menos juicio, y pasamos más tiempo trabajando para ganarnos la vida en lugar de vivirla plenamente. Nos enfocamos demasiado en los logros externos y descuidamos las relaciones humanas y el tiempo de calidad con nuestros seres queridos.