1. Una Visita Con Disloque
Papeles:
Manu: Hijo(Ropa: Camiseta roja, pantalones de chándal y gorra, deportivas)
Narrador
Julio : Tío(Ropa: Camisa, corbata, pantalón marrón y chaqueta, zapatos marones)
Sandra: Madre(Jersey, pantalón vaquero y delantal zapatillas de casa)
Mario: Padre(Camisa, corbata y pantalón negro, zapatos negros)
Amanda: Hija(Camiseta verde, pantalón de chándal, deportivas.)
Lola: Tía(Camiseta azul, pantalones vaqueros y botas)
Estrella: Tía, mujer de Julio.(Jersey morado, pantalón vaquero y zapatos marrones)
Camareros: Mario y Lola: Pantalón negro, zapatos negros y camisa blanca.
Don Gruñón( Fernando):Camiseta de color a elegir, pantalones vaqueros, zapatillas de color a elegir y gorra.
ACTO 1
Narrador -Hola, me llamo Manu y os voy a contar la historia de una historia que ocurrió hace tres años.
Íbamos a recibir la inesperada visita de nuestro tío Julio, porque lo habían despedido como chef del palacio de
Cuenca y venía en un trasatlántico, y, para darle una buena bienvenida hicimos una cena especial. Todo
empezó así:
Mi madre estaba limpiando en el salón y Manu jugando con la consola (sala con una mesa redonda, un
sillón, una tele, una consola, unas cortinas verdes y la pintura de la habitación ocre.) y de pronto sonó el
teléfono:
Julio-¿Eres tú, Sandra?
Sandra-Sí, ¿con quién hablo?
Julio-Con tu hermano, Julio.
Sandra-Aaaaah... Julio.
Julio-Tengo que decirte una cosa importante.
Sandra-¿Y qué es?
Julio- Es que me han despedido del trabajo…Luego, si quieres voy a tu casa y os lo contaré, pero es muy
larga la historia...
Sandra-Vale, si puedes venir esta noche para contárnoslo sería perfecto.
Julio-O.K
Sandra-Bueno, pues a las nueve y media vienes ¿vale?
Julio-Sí, allí estaré.
(Sandra se pone muy nerviosa y prepara la cena. Son las ocho de la tarde.)
Sandra-Anda Manu, deja la consola y avisa a papa para ayudarme.
Manu-Vale.
Manu (Con voces desde la puerta)-Papá, mamá está preparando la cena, pregúntale si tienes que hacer algo
para ayudar.
Mario -Vale, Manu. (entra en el salón)
2. Sandra -A buenas horas vienes, que te tenga que decir un niño que me ayudes es vergonzoso. Anda y ve llama
a Lola para que venga y nos ayude. Y tú Manu dile que baje a Amanda.
Manu -Sí, mama.(Manu llama a Amanda y Amanda baja.)
Mario -Voy inmediatamente, con tal de no hacer nada soy capaz hasta de comerme un zapato.Pero oye,
espera… ¿Por qué tanto jaleo?
Sandra- Porque han despedido del trabajo a Julio…
Mario- Y tú dices que es un cocinero prestigioso…
Mario- (Sale por la izquierda)Bueno voy ya a por Lola
Al rato mi padre vino con Lola, y dijo:
Mario -Pues mira, querida a mí no me haría falta llamar a mi hermana para hacer una cena.
Sandra -Claro que sí, si tú no sabes ni freír un huevo-dijo con tono de burla.
Mario -Bueno pero al menos no me paso las horas cocinando, y cocinando y cocinando…
Manu -Pues no sé que decirte papá, pero a ti lo de no hacer nada se te da muy bien…-dijo con algo de tono de
burla.
Mario -Anda calla y quita la consola del salón y arréglalo.( él va y la quita)
A la hora y media:
Sandra-Entonces (visiblemente nerviosa)-comenzó mamá- yo me ocuparé de la comida. Tú-señaló a papá- te
enterarás de a qué hora viene el trasatlántico. Tú- señaló a la tía Lola- pondrás las flores en los floreros y
pondrás los tapetes. Tú- me señaló a mí- recogerás tus juguetes. Yo- se señaló a sí misma- empiezo: comida y
dulces
Mario -Vamos, Sandra, cariño, ¿por qué te molestas en cocinar?¿No dejas que cocine Julio?¿Acaso has
olvidado que también hizo de cocinero?
Sandra -Cocinero o no, es un invitado. ¿Cómo vamos a ponerle a cocinar? Se nos caería la cara. Además, no
era cocinero, como tú insinúas. Era chef en palacio.
Mario -¡Esto ya es lo último! ¡Vamos! Dice lo que le da la gana. No le cuesta dinero…
Manu -¿De verdad, mamá?, ¿en palacio?, ¿del rey?
Sandra -De verdad, en palacio. Pero no le interesa a tu señor padre oírlo…
Sandra -Solo Dios sabe, mi niño, cómo se encontró dentro de palacio, porque cómo se encontró fuera lo
sabemos bien. No hablemos ahora…
Sandra -¡Mario! (Mamá se mordió los labios). Mario¡Qué vergüenza! Tú-señaló con segundas a papá- no
sabes freír ni un huevo. Por eso te burlas de él. ¿Recuerdas el año en que lo intentaste con la ensalada?
¿Cuándo decías que tú también podías hacerlo?[…]
Mario- ¿ Y que pasó contigo el primer día con el microondas?
Sandra- Eso fue por que no me leí el manual
Mario- Pues por eso te cargaste el microondas de 100€
Sandra- Pues anda, que tú, cuando ves el fútbol con tus amigos no podemos ver la tele ni los niños ni yo, y
encima dejas la casa perdida, llena de patatas fritas, cerveza…
Mario- Bueno, me da igual, a palabras necias oídos sordos, ladra, chucho, que no te escucho. Blabalablabala
(Se cierra el telón)
ACTO 2
Julio -Hola, ¿cómo os va por aquí?
Mario -Muy bien, ¿y a ti?
3. Julio -Pues bien, mi mujer también trabajaba así que tenemos un sueldo con que pagar las cosas. Oíd, quería
comentaros una cosa con relación a vuestro trabajo.
Sandra -Sí, Julio.
Julio -Pues era que si os gusta vuestro trabajo.
Mario y Sandra ( A coro)-Sí, ¿por qué lo preguntas?
Julio-Pues es que quiero montar un negocio, un restaurante, para ser exactos.
Sandra-Sí, ¿y?
Julio-Pues quería preguntaros si estaríais dispuestos a dejar vuestro trabajo para ser los cocineros.
Mario -Pues yo, de cocinero no sirvo, ¿qué tal de camarero?
Julio -Perfecto.
Sandra -¿Y cuánto nos pagarías?
Julio -Unos 1000 € al mes a cada uno.
Mario-Vale, porque si sumamos los sueldos son 2000 €, y si sumamos los que teníamos antes eran 1750 €.
Julio-Pues entonces vale, el local lo tengo comprado, sólo faltan los muebles y utensilios de cocina… etc. Si
estáis de acuerdo firmad aquí.(Mario, Lola y Sandra firman los contratos)
Julio-Bien, pues todo resuelto.
Julio-Mañana iremos a ver los muebles y todo lo demás para verlos y comprarlos. Vosotros mientras iréis a
decírselo a vuestro jefe.
Mario-O.K
Sandra-Vale.
Narrador: Al día siguiente, mis padres firmaron el finiquito y fueron con Julio a comprar los muebles. Fue
agotador, después de 3 horas metidos en Merkamueble e Hipercocinas S.A.
ACTO 3
Narrador: Después de comprarlos, comimos con él y fuimos a poner los muebles al local, el siguiente paso
sería comprar lo necesario para los primeros clientes. Además, al primer cliente le descontarían un plato a
elegir, al segundo un plato al 75 % y al tercero un 50%. Eso iba a atraer clientela. Ah, y me olvidaba, había
que hacer publicidad para que viniera la gente al restaurante.
Julio-En total serán 5000 € entre los tres, tocaríamos a… 1666 €.
Mario-Vale.
Sandra-Vale
Lola-Vale.
Julio-Pues, Sandra, tú iras al Carrefour y comprarás los alimentos; Lola, tú irás a comprar los utensilios de
cocina; Mario, tu vendrás conmigo a montar los muebles y ponerlos. Y los niños que se queden en casa y
descansen.
Narrador: A las 5 horas…
Sandra-Bien, pues ya he terminado la compra
Narrador: Por otro lado…
Julio-Los muebles ya están listos.
Narrador: Y por último…
Lola -Ya compré los utensilios.
Narrador: La noche llegó y todo estaba listo. Julio y su mujer cenaron con nosotros y de pronto Julio dijo:
-“Mi mujer también trabajará en el restaurante. Y ahora voy a decir los cargos de cada uno: Mario, tú serás
camarero; Lola, tú serás camarera; Sandra, cocinera; y yo cocinero. Ah, y los niños nos ayudarán a comprar lo
que nos falte en el supermercado.
4. Así, con todos los cargos de cada uno designados y todo preparado, se acostaron en sus respectivas camas y
casas.
DESPEDIDA
Narrador:
Al día siguiente todos estaban preparados, e inauguramos el restaurante, en el primer día recaudamos nada
más y nada menos que 350 €. El negocio iba muy bien y la verdad que fue buena opción cambiar cada uno su
trabajo por este. Cada uno estaba contento y estaba trabajando, tenía un sueldo… ¿Qué más se le puede pedir
a un negocio familiar? Como veis las cosas hay que pensarlas a lo grande. Años después, mi hermana, mis
primos y yo heredamos este restaurante, y será la herencia de cada uno de nuestros hijos.
¡Ah! Que se me olvidó contároslo... Hubo un gran revuelo cuando vino un señor llamado Fernando y
conocido como Don Gruñón:
Cuando el día 7 de agosto vino Fernando a comer al restaurante, pidió una ensalada mixta, una cerveza y un
filete de pollo con patatas. Y ocurrió lo siguiente:
Don Gruñón- ¡¿Pero qué es esto!? Este plato es pequeñísimo.
Cliente-Pues es imposible que te echen más...
Don Gruñón- Bueno, pues dadme la hoja de reclamaciones, que este plato sólo lleva un filete y muy pocas
patatas.
Mario- No, señor, espere, le compensaremos, se lo diré al jefe.
Mario- Julio, hay un señor que dice que el plato tiene muy poca comida, y le he dicho que le compensaremos,
podemos darle a elegir otro plato gratis.
Julio- Vale, haremos eso.
Narrador:
Al final, todo fue bien y no pasó nada.