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HUMOR CON HUMOR SE PAGA                                                                     PRESENTACIÓN

CORREO DEL ORINOCO
  Alcabala a Urapal, Edificio Dimase, La Candelaria,
  Caracas-Venezuela
             www.correodelorinoco.gob.ve




                                                                                             VOLVIERON. VOLVIERON. VOLVIERON.


                                                                                               En el año 2002, cuando los empresarios de Fede-
                                                                                            cámaras, los dueños de los medios de comunicación,
                                                                                            la Central de Trabajadores de Venezuela, la jerarquía
                                                                                            de la Iglesia y un grupo de militares decidieron dar un
                                                                                            golpe de estado, y una vez que el pueblo y las Fuerzas
                                                                                            Armadas de lealtad al país y a la Constitución de la Re-
                                                                                            pública Bolivariana de Venezuela decidieron retomar
Directorio                                                                                  el poder y volver a colocar al Presidente constitucional
Hugo Rafael Chávez Frías
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela                                         Hugo Chávez en Miraflores, un grupo de humoristas
Andrés Izarra                                                                               decidió publicar un libro: Contragolpe del Humor,
Ministro del Poder Popular para la Comunicación y la Información
                                                                                            donde con alegría y fe y confianza en el proceso re-
Alejandro Boscán
Viceministro de Estrategia Comunicacional                                                   volucionario que está viviendo el país dejaron allí su
Lídice Altuve                                                                               visión acerca lo que sucedió.
Viceministra de Gestión Comunicacional
                                                                                              En ese libro participaron: Luis Britto García, Au-
Edición y corrección: Francisco Ávila, Michel Bonnefoy                                      gusto Hernández, Earle Herrera, Clodovaldo Hernán-
Diseño y diagramación: Ingrid Rodríguez
Portada: Arturo Cazal                                                                       dez, Roberto Hernández Montoya, Régulo Pérez y Ro-
                                                                                            berto Malaver.
Depósito legal: lfi26920113203523
Rif: G-20009059-6
Octubre, 2011.
Impreso en la República Bolivariana de Venezuela en la Imprenta Nacional y Gaceta Oficial
Ahora vuelven, pero vuelven con nuevos compañeros
de viaje; vuelven con Carola Chávez, con William Osuna,
con Iván Lira y con Omar Cruz. Y vuelven a asumir la
alegría. La fe. La vida. Y a punta de humor, porque sólo el
humor salva, quieren brindarle sus textos y caricaturas a
la gente que confía y cree y lucha a favor de esta revolu-
ción, entre ellos, está Hugo Chávez Frías, quien ha sido
el líder de este proceso.
   Constantemente el Presidente Hugo Chávez cita la fra-
se del apóstol José Martí: “Amor con amor se paga”; por             Carola Chávez
eso este libro también quiere recoger esas palabras, pero
haciendo un juego más cercano, más jodedor, más alegre.              Earle Herrera
  Así, han dado en llamar esta recopilación de solidari-
                                                                       Iván Lira
dad con la vida: HUMOR CON HUMOR SE PAGA.
                                                                  Augusto Hernández

                                                                   Luis Britto García

                                                                      Omar Cruz

                                                              Roberto Hernández Montoya

                                                                Clodovaldo Hernández

                                                                    Régulo Pérez

                                                                    William Osuna

                                                                   Roberto Malaver
Carola Chávez
O sea, me choca
el comunismo
—
­
­­­­­­ —————————————————
Carola Chávez • Premio Aníbal Nazoa, 2011.
Mención Especial del premio de periodismo
Fabricio Ojeda, en la Alcaldía de Caracas,
en 2007. Premio Oesterheld, en Argentina,
2008. Autora del libro ¡Qué pena con ese señor!
Humor con humor se paga




Chávez y Chávez y besos y besos


T   enía que pasar: Chávez me voló un beso y yo le volé
    diez mil. Pero eso debe ir en el octavo o noveno pá-
rrafo de mi relato, así que empecemos por el principio,
sabiendo, eso sí, que hubo besos, declaraciones de amor y
rodillas temblorosas…
   Todo sucedió ayer, el día más psicodélico que recuer-
do haber vivido. Nos citamos en la Calle del Hambre de
Porlamar a las doce del mediodía. Yo, siempre ansiosa,
llegué a las nueve y media de la mañana y sin haber desa-
yunado. Allí debía hacer el contacto con quien me acer-
caría a una distancia propicia para poder lanzar besos,
de esos que llegan.
    Mi contacto no podía imaginar que jugaba a la Celesti-
na en esta historia de amor al viento; su misión ese día era
otra: velar por la seguridad de mi Presi. Yo tampoco pensé
que tendría la ocasión de que él se fijara en mis colitas
moradas en medio de aquella multitud donde el rojo era
el color de etiqueta.



                             9
Carola Chávez                                             Humor con humor se paga



   Pero me tocó estar ahí, a menos de diez metros, tal vez    cuenta de cuán cerca estaba del lugar donde mi Presi ha-
cinco, ya no lo puedo precisar. Ahí, tan cerquita que los     blaría cuando escuché un griterío que se hacía más fuerte
guardaespaldas de mi Presi me pedían que diera un pasito      en la medida en que el yip de mi Presi, milagrosamente,
para atrás, por favor…                                        avanzaba entre la multitud sin despachurrar a nadie.
  Estaba donde suelen ir los periodistas. Tan cerca que          Yo empecé a saltar a ver si lo veía y lo vi llegar entre
mi barbilla se podía posar en la tarima.                      saltos. Mis gritos se mezclaron con todos los gritos hasta
                                                              que no pude gritar más, porque una cosa, como una papa
   Pero eso pasó después, porque antes tuve que esperar
                                                              o un nudo, se atoró en mi garganta.
varias horas bajo un sol achicharrante que aproveché para
que mi piel pareciera la piel de quien en verdad vive en         No vas a llorar aquí, Carola, me dije y casi que me res-
una isla.                                                     pondo que sí, pero no tuve tiempo porque mi Presi precio-
                                                              so saltó, cual paracaidista, del yip y se dirigió hacia la tari-
   Mientras me bronceaba observé a toda una fauna de
                                                              ma donde yo, desmayada de amor, posaría mi barbilla.
políticos de toda calaña: candidatos a alcaldes repitientes
con estuchitos para celular Gucci, aspirantes a diputados        Subió saludando a la gente que le gritaba. Saludaba
regionales que no deberían aspirar a nada, modestos can-      a la gente en los balcones cercanos, a los que estuvieron
didatos primerizos que si no ganan perdemos todos, y yo       chamuscándose durante horas solo para poder verlo, a los
ahí, incomodando a algunos con mis miradas de escritora       discapacitados que, a diferencia de los aspirantes a burgo-
que quiere contar una historia.                               maestre, lo esperaban de pie y con muletas, sin quejarse
                                                              ni un poquito.
   Los alcaldes repitientes, acostumbrados a ser alcaldes y
no pueblo, estaban molestos porque no los dejaban pasar          Yo lo miraba todo como en cámara lenta y en cámara
de primeritos, les molestaba el sol de su isla, les quemaba   lenta saltaba, mientras le volaba besos a mi Presi precioso.
su piel acostumbrada al aire acondicionado, les fastidiaba    No recuerdo qué le decía, pero sé que le decía algo entre
no poder mandar porque allí mandaba una mujer que sí          besos y besos que iban volando. Mis colitas al sol debieron
sabía mandar, y los mandó a callar, a quedarse donde les      encandilarlo, eso o mis gritos siempre estridentes, pero el
dijo, a riesgo de quedarse fuera si no obedecían.             hecho es que entre las miles de cabezas que le gritaban él
                                                              se fijó en la mía. Claro, debemos tener en cuenta que yo
   Molestos estuvieron hasta que pudieron pasar. Yo pasé
                                                              estaba allí cerquita, donde entran solo algunos pocos que
un poco después y pude verlos ya ocupando sus lugares de
                                                              tienen mucha suerte y yo ayer la tuve y mucho.
honor. Su molestia se había tornado en sonrisa de candi-
dato de afiche electoral.                                        Como les iba contando, mis colitas moradas captura-
                                                              ron la atención de mi Presi y yo, en ese segundo, le mandé
  Ahora sí, ubiquémonos en el lugar donde mi barbilla
                                                              doscientos besos. Él, atolondrado de tanto amor, me retri-
puede posarse en la tarima. Apenas tuve tiempo de darme


                            10                                                              11
Carola Chávez                                             Humor con humor se paga



buyó con uno solo, pero lo acompañó de un golpecito en          hasta que llegué al Wendy’s y, ¡Oh, my God!, el sol ya me
el corazón, de esos que se usan ahora para decir te quiero.     había ganado, estaba alucinando: en la puerta de tan grin-
Yo, cual King Kong enardecido, me golpeaba el pecho con         go lugar, un gringo, como esos que salen en las películas;
ambos puños y le gritaba, por si no entendía el gesto, que      esos que fuman recostados de la pared de una bomba de
lo amaba, que lo amaba… que lo amo tanto...                     gasolina de carretera. Así, con una bota de leñador en el
                                                                suelo y la otra contra la pared, con una gorra de béisbol
   Mis rodillas parecían de majarete y ahí, majaretosa, se
                                                                gastada, unos lentes pasados de moda, un cowboy de
me cruzó por el frente el jovencísimo ministro Héctor Ro-
                                                                nuestros tiempos en el medio de Porlamar. Rodeado de
dríguez. Yo era toda amor en esos momentos así que le
                                                                gente de rojo, mirando a la gente que no lo miraba, estaba
dije: “¡Hola, Héctor!”. Y él me dijo: “¡Hola!”, con la misma
                                                                Sean Penn.
sonrisa linda de su mamá Jazmín. Entonces, plasmé un
beso en su cachete de pavo ministro y él me dio uno en mi           Yo no quise interrumpir el placer que podía estar sin-
cachete de cuarentona insolada.                                 tiendo tan reconocido personaje al no ser reconocido, ha-
                                                                bría sido mezquina al tomarle una foto, habría sido imbé-
   Y así, besucona y al borde de un colapso de calor, me
                                                                cil al pedirle un autógrafo, así que solo atiné a pasarle por
fui a buscar al ministro Izarra, Andrés de los ojos bonitos.
                                                                el lado, porque estaba en la puerta que me separaba de
Me acerqué a un soldado y le dije que le informara al mi-
                                                                la vida, Coca-Cola is life, creo que decía un anuncio, y, al
nistro que lo buscaba Marifer Popof.
                                                                pasar, le dije, sin mirarlo y sin detener mi marcha: “Sean
   Acudió presto el ministro ante tan glamoroso llamado.        Penn, this is the weirdest day I’ve ever had”.
Le dije alguna cosilla, él me dijo otras a mí, y como fue tan
                                                                   ¿Y dónde está la política?—, se preguntarán mis con-
amable, ¿qué más podía hacer sino darle un beso?
                                                                fundidos lectores.
   Al ministro Ramírez no le di besos porque es muy alto y
                                                                   En los días psicodélicos, la política pasa a un segundo
yo no alcanzo. Además, que si me quedaba un minuto más
                                                                plano.
repartiendo besos, me iba a dar un yeyo porque el calor
me estaba matando.
   Eran casi las cinco de la tarde cuando salí de la con-
centración; mientras escuchaba todavía a mi Presi, salí
buscando una burbujeante y capitalista Coca-Cola que me
diera un toque de frío y un poco de azúcar para mi cuerpo
en ayunas.
   Caminé por la Calle del Hambre muerta de sed. Cami-
né entre mucha gente, muchos soldados, mucho ruido,


                             12                                                              13
Carola Chávez                                            Humor con humor se paga



Pancho no quiere chicle                                        paña. Su pueblo, siempre polvoroso, no conoce el silencio,
                                                               cada Pancho un acorde cada acorde un tiroteo, un ay ay
                                                               ay, un sí señor.

L   os gringos son una especie de Rey Midas de los este-
    reotipos. Todo lo que miran lo reinterpretan, lo sinte-
tizan y luego lo escupen para que nosotros creamos que
                                                                  Cuando Pancho duerme, María lava la ropa en el río,
                                                               mientras miles de Pepitos corren medio desnudos por las
                                                               calles de tierra del pueblo detrás de un perro flaco.
somos lo que ellos dicen y no lo que realmente somos.
                                                                   En el pueblo hay una iglesia, una cantina, que siempre
   Para ellos un “latino” es un personaje morenito, baji-
                                                               se llama Cantina, y un mercado que es destrozado cada día
to, que usa un sombrero grande con madroños en el ala,
                                                               cuando Pancho pelea con Pancho, haciéndole más daño a
un poncho al hombro, pantalones blancos percudidos, al-
                                                               los tomates y piñas —nunca faltan las piñas— que al bri-
pargatas, chalequito de torero, bigotito que no termina de
                                                               bón que se ganó la golpiza por decir no se qué cosa de la
germinar, ojos invariablemente achinados, portador eter-
                                                               madrecita santa de Pancho que también se llama María.
no de una sonrisa tonta, porque un tonto no sabe sonreír
de otra manera. Es dormilón nuestro ‘‘latino’’, duerme            Siempre hay un gringo extraviado que aparece en el
porque es muy flojo y cuando no lo hace, además de son-        pueblo para remediar lo irremediable. Con su ingenio in-
reír como tonto, dice: “Sí, señor; sí, señor”, a todo lo que   nato, inventa una bomba para sacar agua de un pozo que
le pregunten.                                                  él mismo excava con el viril sudor de su frente. Cuando
                                                               suda Jack, no suda, se pone más guapo, es como si se pu-
   A veces baila Pancho, porque siempre se llama Pancho.
                                                               siera gomina, su pelo se despeina bonito, cae el mechón
Cuando Pancho baila, muerde obligatoriamente un clavel.
                                                               indómito justo sobre el ojo azul cielo del hombre que co-
Se para como un torero y da un taconazo al piso con la sue-
                                                               noce la libertad.
la de su alpargata. Toma a María en sus brazos y baila un
jarabe tapatío dando largos pasos de un tango sintético,          Como él usa Colgate, sus dientes son tan blancos que
gringo, de brazos estirados. La música le llega al cuerpo      ya no parecen dientes, parecen chicles de menta. Y es eso
de nuestro Pancho desalmado, y siente una urgencia de          lo que atrae a los Pepitos harapientos que en coro desafi-
lanzar a María, de un empujón, al otro lado de una pista       nado gritan: “¡Señor, señor chicle, por favor!”.
de tierra, donde por alguna razón siempre hay una gallina         Conocen el chicle de forma ancestral. En tiempos in-
que huye aleteando alarmada. Zapatea Panchito emocio-          memorables, un Billy estuvo en el pueblo y dejó siete viu-
nado, como lo haría un imaginario e imposible andaluz,         das, doce hijos, un Ford modelo T y una primitiva caja de
mientras grita: “¡Ándale, ándale, ipa, ipa y olé!”.            chicles. El abuelo Pancho cuenta, en las noches de luna,
   Pancho sufre de un mal común entre los Panchos: cada        las aventuras de aquel gringo valiente que salvó al pueblo
vez que aparece en escena un acorde de guitarra lo acom-       de sí mismo cuando él sólo era un Pepito.



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Carola Chávez                                            Humor con humor se paga



   El pueblo de Pancho se llama, indistintamente, Tijua-      levisión, la Coca-Cola. Ignorantes personajes que deben
na, Río de Janeiro, Buenos Aires, Bogotá o Madrid. Tiene      ser educados a punta de Paris Hilton, Warner Brothers y
un aeropuerto donde aterrizan modernos aviones entre          American Express. “Cambiou espejitou por orou”—, dice
cochinos, ovejas, cabras y gallinas que viven en todas par-   Sam con sus dientes Oral B, su pelo Head & Shoulders y
tes, menos en un corral. Custodian, a modo de pastorci-       su actitud Monroe, América para los americanos, es decir,
tos, al rebaño y a la patria, Panchos vestidos de soldados    para ellos porque nosotros somos Panchos y Marías.
represores, malvados, corruptos, dispuestos a desplumar
                                                                 En la medida que nos sintetizan, nos fragmentan en
tanto a las gallinas como a los gringos que pasen por su
                                                              mil Tijuanas. Vaya paradoja, nos dicen que no somos her-
jurisdicción.
                                                              manos, que tenemos fronteras, que el vecino es raro, no
   Dentro de una oficina de paredes sucias, que no han        existe, o es una amenaza, pero a la vez somos todos Pan-
visto una mano de pintura desde que Bobby pasó por ahí        chos y Marías, lo vi en el cine mientras comía cotufas, lo
un día y las pintó, un bombillo intermitente y solitario      veo en la tele cada día. Señores, qué confusión...
cuelga del techo como un ahorcado que se niega a morir.
                                                                 No se salvan ni ellos mismos de esa manía reinvencio-
Una mesa compartida por sellos, botellas de tequila vacías
                                                              nista. Se dibujan a sí mismos como musculosos salvado-
y María de la Mala Vida, quien le soba los pies al sargento
                                                              res irremediablemente guapos, capaces de dar la vida por
Pancho que, sin botas, sin camisa, pero con la pistola al
                                                              defender su causa en lugares remotos y hostiles. Son hijos
cinto, extiende la mano, sin levantar la mirada, y con voz
                                                              de la tierra de la libertad, the land of the free, the home of
pastosa dice: ‘‘Dólar, señor’’.
                                                              the brave. Son todos ricos y poderosos aun cuando Billy
   El presidente Pancho, vestido de general condecora-        Bob viva en un trailer de latón. Tienen negros malos, Pan-
dísimo, habla inglés como Ricardo Montalbán. Recibe a         chos flojos, pero siempre ganan ellos: los buenos, rubios,
Jimmy, un emisario del valiente George, con una sonrisa       hombres tan templados que son capaces de besar a Jenny
cínica, un buenos días burlón, y un desayuno ranchero en      en medio de una cinematográfica explosión, y que no les
un patio andaluz opulento, pletórico de aves meridiona-       tiembla la voz ante un cañón de Magnum apuntándole la
les —según palabras rebuscadas de Pancho Presidente—          nariz: “Go a head, make my day’’.
y gallinas no tan exóticas que, como ya sabemos, son los
                                                                Se pintan tan maravillosos, nos pintan tan imbéciles,
únicos seres que gozan de libertad por estos lados.
                                                              que no les cuesta creerse su propia mentira. Dejan de verse
    Pobres Panchos ricos en diamantes, oro, petróleo, ma-     mientras se miran en la pantalla gigante de su vanidad.
dera, ríos, mares. Lo que la naturaleza tenía que repar-
                                                                 Pero como yo me llamo Carola y no uso faldas de flores
tir por todo el mundo cayó sobre ese pueblo polvoriento.
                                                              y faralaos, ni parí ocho pepitos, no me lo creo. Jamás es-
Panchos brutos, incapaces de manejar sus recursos y sus
                                                              quivé a una gallina en un aeropuerto. Sí vi algún soldado
destinos, Panchos que recién descubren los carros, la te-
                                                              con cara de maluco alguna vez, pero he visto otros con


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Carola Chávez                                              Humor con humor se paga



caras de Robertos normales y corrientes. Nunca he sido           tista de los cuentos, pretenden atraernos con su música a
arrojada, por hombre alguno, al otro lado de la pista de         ritmo de barras y estrellas, pero tenemos ojos grandes y
baile de un apasionado empujón. Yo no me lo creí, ni yo,         vemos mas allá, y por muchas estrellas que nos ofrezcan,
ni la mayoría de quienes vivimos al sur del Río Grande.          nosotros solo miramos las barras detrás de las cuales nos
                                                                 quieren encerrar.
   Claro que siempre hay un desubicado que al ver que
no se parece a Pancho ni María que, por el contrario, es            Entonces, se descolocan cuando les miramos a los ojos,
blanco, tiene carro y habla inglés, se cree que es un gringo     sin sombreros con madroños de por medio, y les decimos de-
con mala suerte, que le tocó nacer en Caracas y no en la         cididos: “No, señor; no, señor; váyase a la mierda, señor...”.
Mayami de sus anhelos.
   Se sienten como un Mike atrapado en el cuerpo de un
Alberto, viven una vida limitada por un pasaporte que no
los representa. Desean desesperadamente una interven-
ción de esas que los militares llaman quirúrgicas, de esas
que los civiles blancos creen que no los afectan. Se consi-
deran inmunes a las bombas inteligentes que no distin-
guen a un Pancho de un Alberto, porque fue un Andrew
quien la inventó.
   “Mission accomplished”, dijo Georgie un día vestido de
piloto de combate con un traje que le quedaba apretado y
hacía que su andar fuera extraño porque se le quemaba el
arroz. No solo calculó mal la talla de su disfraz de héroe, se
equivocó, como solo lo puede hacer un idiota que se traga
sus propias mentiras, al calcular la talla de su adversario.
   ¿Misión cumplida, George? ¿Really?...
   Sobre esa montaña de mentiras definen sus estrategias
y así no hay cálculo posible. No hay flecha que dé en el
blanco si se apunta a un espejismo.
   Usando a sus Panchos útiles intentan en vano que-
brantar nuestro espíritu con tarjetas Mi Negra, limosnas
que no queremos, sueños que no soñamos. Como el flau-


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Carola Chávez                                             Humor con humor se paga



Exilio con “taima”                                              men como que recurrió a la santería cubana para soste-
                                                                ner una obra insostenible hecha por un gobierno que no
                                                                ha hecho nada. 

E    xtraña esta malvada dictadura que padecemos los
     venezolanos, extraña y desconcertante. Imaginen un
rrrégimen represivo de tal calibre que se gana, casi a dia-
                                                                   Vuelven y miran el Metro Cable, sin verlo, porque eso
                                                                no puede estar ahí. Como nunca vieron el Cardiológico In-
                                                                fantil, ni los CDI, ni el Salvador Allende que les queda en
rio, horrendos titulares en la prensa mundial. Un terro-
                                                                las narices, porque ver más allá de sus narices sería dolo-
rífico gobierno que viola constantemente los privilegios
                                                                roso para unos ojos ciegos de mezquindad. 
humanos, que expulsa a sus detractores a un raro, nove-
doso y voluntario tipo de exilio: uno que hace taima en             Claro que no irán al bulevar de Sabana Grande y mori-
vacaciones.                                                     rían antes de pisar la plaza Bolívar y el centro de Caracas,
                                                                que no puede estar bien bonito, porque sólo los centros de
   “¡Taima, taima!”, dicen a los esbirros en Maiquetía
                                                                las ciudades europeas tienen derecho a ser preservados.
medio millón de sonrientes y oprimidos viajeros que zar-
                                                                El de Caracas tiene que estar cundido de dudosos nego-
pan de vacaciones. ¡Taima, taima!, y regresan los exilia-
                                                                cios, de edificios históricos ultrajados por la indolencia y
dos trayendo modestos detallitos para sus parientes que
                                                                la codicia, caos, suciedad, ruido… Caracas, para estos exi-
viven como reyes en este cruel comunismo. Detallitos,
                                                                liados, no merece nada mejor.
nada muy rififí porque la cosa allá, tú sabes, los bancos, la
burbuja inmobiliaria, el desempleo galopante, los recor-           Pero vuelven por un rato al lugar donde su forma de
tes presupuestarios, pues como que la masa no está para         hablar no levanta sospechas, donde el color de su piel
empanada gallega.                                               no los acusa, donde no hay que disimular. Vuelven al co-
                                                                munismo a darse la vida que el primer mundo les niega,
   Pero regresan sin tapujos, y ahí está el meollo de esta
                                                                mientras calientan sus huesos fríos de ausencia.
historia, a la dictadura que los hizo huir a países con bri-
llantes futuros de cartón piedra mojado. Vuelven para             Y al final retornan al exilio, eso sí, con un bronceado
encontrar sopotocientos nuevos restaurantes súper cool          envidiable, varias cajas de Toronto y dispuestos a luchar
que no te puedes perder, amigui, y no sé cuántos centros        por el retorno de la democracia con sus vidas —perdón—,
comerciales atiborrados de compradores imposibles, por-         con sus twitters y a larga distancia.
que este país está quebrado.                                       Au revoir
   Vuelven y suben de La Guaira a Caracas por el mismo
viaducto que juraron jamás transitar cuando vieron en
Globovisión a los fallidos expertos de siempre afirmar
sin pudor que alé limón, alé limón... Pero no: el rrrégi-


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Carola Chávez                                             Humor con humor se paga



Cuento de Navidad                                               bía raro. ¡Mira, ahora tengo la lengua verde fosforescente!
que parece de Halloween                                         Help Lo que falta es que me enferme y me quieras llevar a
                                                                Barrio Adentro. 


E    n un apartamento atiborrado de hijos, tías, sobrinos,         Ahí está: así nos envenena el tirano: lanza su anzuelo a
     hermanos, abuelos y lucecitas titilantes, sentados jun-    ver quien pica y la idiota de tu madre sale a morder como
to a un frondoso y decorado cadáver de pino canadiense,         un cachalote famélico, como si uno no tuviera real para
campaneando un escocés con edad de merecer; envueltos           comprarse su cochino, ¡carajo! Y lo peor es que me metí
por el aroma de hallacas, pan de jamón, turrones, y otras       un atracón. Por ahí se empieza: primero, abrir una cuenta
cosas deliciosas; entre los restos de papeles de regalos con    en el Banco de Venezuela para que nos devuelvan los rea-
lazos dorados, verdes, azules, nunca rojos por más que          les del Federal, ahora el pernil… ¿Qué viene luego? ¿Reci-
Santa vista de aquel nefasto color; con la barriga llena y el   bir las llaves del apartamento de El Encantado de manos
corazón ausente; así celebran algunos la Navidad.               del tirano y en cadena nacional? ¡Deja de twittear con ese
                                                                aparatico, muchacho pendejo! ¿No ves que Chávez prohi-
   Todos hablan a la vez y de lo mismo, como siempre. Les       bió el internet?
da sentido de pertenencia, les sirve para drenar la rabia y
el miedo sembrado con esmero, día a día, como veneno               ¡Uh, ah! 
en gotas, por Nitu, Carla y Kiko, Leopoldo Castillo, con su        ¿Qué, fue eso, Miguel Alfonso, un eructo en la mesa?
estridente y pavloviana “¡otra llamada másssss!”.               Es lo que me faltaba, como si no hubiésemos pagado un
                                                                realero en colegios privados, mijito...
   Sí, niña, no te imaginas lo que es vivir en comunismo:
cuando ya tenía el guiso de las hallacas listo, anunciaron         ¡Uh, ah!
un cacerolazo, así que lo boté, caceroleé, y tuve que empe-        ¿Será que el pernil ese te cayó mal? 
zar tooodo de nuevo. Horrible, tía, muérete que se agota-          ¡Uh ah! ¡Feliz Chavidad! ¡Jajaja!
ron los BB y de vaina pude comprarme un iPhone. ¡Qué               Se dice: Ho, ho, ho, gafo… ¡Agárrenme, que me da un
bolas!, uno tiene que hacer colas y maromas para com-           yeyo! Mi bebé adoctrinado... Te lo dije: ese pernil tiene
prar un teléfono mientras que el rrrégimen regala, con el       burundanga. Ven acá, mi niño: Jingle bells, jingle bells…
dinero de todos, unas compus súper cuchis a los chamos          ¡No funciona!… Corre, Ana Gabi: pon “Navidad con Nitu”,
pobres como si ellos supieran cómo se maneja esa vaina.         a ver si se le pasa…
¿Navidad en Mayami? No, mi amor, si en agosto ya no
quedaban cupos. Pásame un pedazo de pavo, Gorda, que
ni de vaina como ese pernil, ¿Acaso crees que no vi las
bolsas de PDVAL que escondiste bajo el asiento del carro?
¡Guácalas, mamá! O sea, ¡qué niche!, con razón me sa-


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Carola Chávez                                             Humor con humor se paga



Estornudus interruptus                                         viva el sabotaje, que viva el paro que con esto sí que cae… 
                                                               Que hubo fraude, que ya viene Ramos Allup con la prue-
                                                               bas ahhh... ahhh... ahhh… ¿Uh? Como no vienen los ma-

E    sa terrible sensación de un estornudo que amenaza,
     y uno arruga la nariz, se aparta por si acaso, busca el
sol para apurar lo que parece inevitable y ahhh… ahhh…
                                                               rines, que vengan los paracos o, en su defecto, que nos
                                                               invada Colombia, que el supercomputador de Reyes dice
                                                               de todo, que la ETA, las FARC, qué lástima que Uribe se
ahhh… ¿Uh? Y no pasa nada: el estornudo no llegó.              fue. Que se hunda el país conmigo a bordo, que no im-
   Eso es lo malo de los estornudos: que, a veces, uno está    porta con tal de salir de esta pesadilla que nunca cuaja...
convencido de que ya vienen, que ya están aquí, pero no,       ahhh... ahhh... ahhh...
nos dejan con piel de gallina y una morisqueta en la cara,        Lograr uno de esos imposibles estornudos nos produ-
y, en cierta forma, haciendo el tonto ridículo de haber        ce el pequeño y extraño placer de una tonta certeza cum-
anunciado con certeza, y con mucha exageración, la inevi-      plida. Ese “te lo dije” que nos hace sentir sabios, impor-
table llegada de algo que nunca llegó.                         tantes, capaces de ver lo que creemos que nadie supo ver
   Como esos estornudus interruptus son las angustias          —aunque todo el mundo lo haya visto—.
opositoras: que nos van a quitar a los niños, que ya vie-          Con esa ingenua arrogancia esperan nuestros oposito-
nen, que el año pasado no se atrevieron, pero, después de      res el terrible estornudo que antecede a una peste mortal.
las elecciones, sé —y de muy buena fuente— que se los          Lo desean porque creen que si sus miedos y deseos se cris-
van a llevar... ahhh... ahhh... ahhh… ¿Uh? Que vienen por      talizan, si les quitaran a sus hijos, llegarían los marines
nuestra propiedad privada, que primero el apartamento          que tanto han invocado y se acabaría Chávez y la revolu-
en la playa y luego una familia cubana en cada cuarto de       ción. Lo desean sin que sus cabecitas de gente pensante de
nuestra casa en la ciudad. Que los colegios privados se van    este país les adviertan que si sus estornudos interruptus
a convertir en centros de adoctrinamiento con burundan-        dejaran de serlo y estornudaran, no habría placer porque
ga. Que van a prohibir la minifalda, el rimmel y el botox.     no quedaría un alma a quien decirle: “¿Viste? Te lo dije”.
Que van a prohibir el internet, que lo dijo Julio Borges en
2001 ahhh... ahhh... 2002... ahhh... 2006... ahhh... 2007,
2008, 2009, 2010... ahhh… ahhh... ahhh… ¡twit! ¿Uh?
   Y como estornudus interruptus son también sus de-
seos: “Bush, help us. Chávez is a killer”, que vengan los
marines y nos salven de este comunismo, que abajo la
voluntad popular en nombre de nuestra democracia, que
estrellen esos barcos petroleros contra el puente, que


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Carola Chávez                                             Humor con humor se paga



La oscura vida de Clara                                        ingeniosa que descubrió el colegio para contrarrestar la
                                                               medida del gobierno, que tuvo el tupé de congelar las ma-
                                                               trículas escolares para que la educación de calidad que

C   ada mañana, Clara se levanta y, antes de colar el café,
    antes de cepillarse los dientes y lavarse la cara, antes
de besar a su pareja y a los niños, enciende el televisor
                                                               reciben sus niños, como todo en este país, termine de des-
                                                               moronarse.
                                                                  Aunque tenga que comer mierda —piensa Clara con re-
para sintonizarse con el captor de sus ideas.
                                                               beldía, mientras paga en efectivo para no dejar rastros de
   En lugar de ver un sol radiante al despertar, Clara se      su patriótico acto de desobediencia civil.
desayuna con un buenos días que, más que un saludo,
                                                                  Una vez en su oficina, Clara recibe una noticia que no
parece un escupitajo. Una locutora, como sacada de un
                                                               esperaba, hoy no va a cobrar su sueldo de siempre, desde
casting para la novia de Drácula, se encarga de ensom-
                                                               ahora será un poco más pobre por el bien de la empresa.
brecer un día que podría ser precioso, con un panorama
                                                               “Este gobierno nos está ahorcando —explica el jefe—. Ya
aterrador.
                                                               no es rentable hacer lo que hacemos, por lo que pido que
   Las noticias más que hechos son amenazas, los análisis      nos apretemos los cinturones para que esta gran familia
son augurios apocalípticos, las tertulias, rosarios grotes-    que somos pueda seguir de pie y unida”. Una vez dicho
cos de mentiras y burlas. Veinticuatro horas de agresiones     esto se sube el pez gordo en un avión rumbo a Saint Mar-
que Clara acepta como una realidad inevitable, sin darse       teen, mientras Clara se pregunta cómo va a hacer con la
cuenta que Globovisión y otros canales secuestraron su         donación obligatoria, con la póliza de salud, con la ropa de
tranquilidad hace años.                                        los niños y las piñatas que cuestan un ojo de la cara.
   Con el desayuno atragantado, se despide de su marido           Clara necesita despejarse, por lo que va al centro co-
para siempre, como cada mañana. Con los ojos maléficos         mercial a comprar cualquier tontería que, a modo de Alka
de Aymara Lorenzo en la mente, no nota que su pequeña          Seltzer, le proporcione alivio instantáneo. Compra una
va al cole con los ojitos llenos de lagañas.                   pintura de labios igualita a una que compró hace tres me-
   Salen tempranito, porque a Clara le toca su “pico y pla-    ses en Mayami. Allá pago ocho dólares por ese tubito em-
ca”, como cada miércoles. Sube los niños al carro y sinto-     bellecedor. Aquí le cobran diez veces más por el mismo
niza la radio en cualquier estación que le recuerde que su     producto, pero ella lo paga, porque no es culpa del comer-
vida está a un paso de convertirse en pesadilla. Los niños,    ciante, sino de Chávez y su control de cambio.
atrás, escuchan cómo su futuro será negro, mientras ma-           No hay leche. Aunque Clara tiene diez latas de leche en
tan bichitos en su gameboy.                                    polvo en su despensa, trata de conseguir un poco más por
   Clara llega al colegio y se dirige a la administración      si acaso. Es increíble —dice indignada a otra señora que
para pagar su donación obligatoria, es una manera muy          busca lo mismo sin éxito— la regulación afecta el margen


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Carola Chávez                                             Humor con humor se paga



de ganancia de los empresarios y comerciantes. ¿Cómo va            Ya lo habían advertido en el “Aló, ciudadano”, ya nos
a haber leche? ¿Es que acaso pretenden que esa gente tra-       avisaron cómo nos van a ir desangrando estos comunistas.
baje como burros para ganar tres centavos?
                                                                   Clara vive una vida oscura, es el jamón de un sandwich
   No hay leche, ni carne, ni huevos, ni pollo, ni arroz, ni    amargo. Se encuentra defendiendo intereses que atentan
azúcar, no hay ninguno de los productos que están some-         contra los suyos sólo por evitar el peligro que se cierne
tidos al yugo caprichoso de Chávez. Pero hay productos          sobre ella y su familia: la nube roja, violenta y devastadora
lácteos que no están regulados, leche en polvo con sabor a      del comunismo.
vainilla, hay queso, yogur, hay ketchup picante y light, hay
                                                                   “Que me rebajen el sueldo, que me vendan capuccinos
postres ricos en las panaderías, toditos llenos de huevo y
                                                                con leche que no es leche porque tiene vainilla, que re-
azúcar, hay todo lo que no hay, pero disfrazado de otra
                                                                gresen los créditos indexados, que regrese Lusinchi con
cosa. Eso es culpa de Chávez.
                                                                todo y barragana, quiero que La Bicha me amargue mi
   Al final de la tarde, Clara recoge a los niños en el cole.   café en señal abierta, quiero marchar y marchar hasta
Al menor lo castigaron tres días sin recreo por gritarle a      que se gasten mis zapatos, que se vaya Chávez, que lo
la maestra ‘’¿Por qué no te callas?’’. “Mami, no te pon-        saquen como sea…”.
gas brava —dice el chico— si te vi aplaudiendo como loca
                                                                    Hiperventila en la cama, Clara, pero no porque su ma-
cuando el rey le dijo así a Chávez”.
                                                                rido la esté sobando. Ni ella ni él están para esas cosas, no
   Al llegar a casa, descubre que el vigilante no está.         vaya a ser que tengan otro niño que en cualquier momen-
   Lo botamos por chavista—, dice la presidenta del            to les vayan a quitar.
condominio.                                                        A través de sus ojos abiertos y secos por un sueño que
    Menos mal que se dieron cuenta—, respira alivia-           nunca llega, entran nuevas amenazas, nuevas certezas de
da nuestra oscura Clara, que esta noche no pegará un ojo        que el final está cerca. Recuerda aquella frase tan graciosa
pensando en esa puerta sin vigilancia y en ese ex vigilante     de su no lejana juventud: “A tirar, a tirar, que el mundo
chavista.                                                       se va a acabar”. Pero nada, no se acaba el mundo, solo se
                                                                acaba su país.
   Clara está aturdida porque no viene más la señora de
servicio. Resulta que la muy traidora, después de todo              Más allá, cruzando el pavoroso Caribe, pasando sobre
lo que he hecho por ella, después de haberle abierto las        la isla innombrable, allá arribita está la civilización. Allí
puertas de mi casa para que la limpiara, le ha dado por         todos tiran seguramente, pero no porque el mundo se
meterse en la misión no sé qué cosa para luego trabajar en      vaya a acabar, sino porque son felices.
una cooperativa. A este ritmo no va a haber quien quiera           Kiko y Carla se ríen y Clara llora. Viene el himno y Cla-
trabajar de verdad verdad.                                      ra tiembla de pavor.


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Carola Chávez                                             Humor con humor se paga



   “Abajo cadenas”, grita Clara como el señor, cagándose       En 140 gotas
en el pobre en su choza que libertad pidió.
   En la mañana la veo salir con sus ojeras oscuras como
su vida. Clara —le digo— no crees que sería bueno que no
vieras más Globovisión, que escuches a tus niños en el
                                                               E    n medio de otra crisis de delirio de superioridad, re-
                                                                    forzada con una sobredosis de Globovisión intraveno-
                                                               so, Clara, la de la vida oscura, reafirma su glamour desde
carro en lugar de oír a Marta Colomina, que no te sigan
                                                               su Black Berry, destilando, sin pudor alguno, veneno en
envenenando, que no dejes que sigan secuestrando tus
                                                               140 gotas —perdón— caracteres. Es que para Clara y sus
ilusiones, tus ideas, tu alegría.
                                                               amigas del Twitter, la mezquindad es chic y la solidari-
   Una mirada furiosa hizo que sus ojos cobraran vida por      dad, así cruda y desinteresada, es un síntoma inequívoco
un momento. Fue entonces cuando supe que tanto tiempo          de comunismo a la cubana. 
en cautiverio solo podía dar paso al síndrome de Estocolmo.
                                                                  ¡Me puedo morir! Ahí están metiéndose en hoteles a
    ¿Sabes qué es eso, Clara?                                 cuenta de que perdieron unos ranchos que ahora quieren
  No —respondió— pero, si viene de ti, es otra mentira         hacernos creer que eran casas (tuít). Abusadores disfru-
chavista.                                                      tando comodidades cinco estrellas sin pagar un centavo,
                                                               mientras que a nosotros, hacer lo mismo, nos cuesta un
   Y se subió en su camioneta, la vi alejarse con sus dos      realero (tuít). Deberían ponerse a pasar coleto para ga-
NO pintados en los cristales, con su tortícolis crónica, con   narse su estadía. ¿Quién va a pagar por todo eso, la gente
esa vida de mierda por la que está dispuesta a morir, con      decente de este país? (tuít).
su terror aumentado porque los chavistas habíamos agre-
gado un nuevo elemento a su lista de horrores: el síndro-         Y qué decir de los colegios: los niños sin clases, aun-
me de Estocolmo.                                               que los míos iban a faltar porque nos vamos a Mayami
                                                               mañana, pero esa es una causa mayor (tuít), no las del
   ¿Qué carajo será eso?...                                    gobierno: que si las elecciones, que si una inundación
                                                               que ni rozó al colegio de mis hijos, que bien caro que me
                                                               cuesta (tuít). Si sus simulacros de escuelas públicas se les
                                                               llenaron de gente porque, y que sus casas están mojadas,
                                                               allá ellos (tuít)… O sea, que sus casas se mojan y pagamos
                                                               justos por pecadores (tuít).
                                                                  Y hablando de pecadores: Bravo por el cardenal Uro-
                                                               sa frente a los herejes que claman porque las iglesias den
                                                               refugio a los damnificados (tuít), como si la Casa de Dios
                                                               fuera para esas cosas (tuít). Pretenden estos comunistas

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Carola Chávez                                               Humor con humor se paga



adoradores de Satán interrumpir la paz de nuestras bodas,        O sea, me choca el comunismo
bautizos y otros eventos sociales, con el llanto insoporta-
ble de sus mocosos marginales, portadores de horribles y
extraños microbios que solo esa gente es capaz de portar,
plenos de enfermedades tercermundistas contra las cua-
les nuestros civilizados sistemas inmunológicos son inca-
                                                                 K    iki pensaba en voz alta...
                                                                         Lo que más me choca del comunismo es la igual-
                                                                 dad, o sea. Uno pasa años en un colegio de monjas súper
paces de luchar (tuít) (tuít) (tuít) (atchísss).                 nice, tu papá pagando un dineral para que conozcas a cha-
   ¿Y quién bombardeó cubanamente las nubes en enero?            mas chic como tú, y a sus hermanos, of course, porque
Que le salió mal y llovió después, claro, ¿acaso alguna vez      es con los hermanos de tus amigas súper chic con quien
le salió algo bien? (tuít). Estamos a merced de la dema-         te vas a empatar y luego casar, si no te pones gordísima
gogia del populista culpable de la lluvia que ahora quiere       como la gorda Sofía que sería solterona si no fuera por los
interferir con el libre curso de la selección natural (tuít).    millones que tiene su papá en Mayami, o sea...
   ¡Ay!, tan bello Henrique, eso sí es un gobernador (tuít):        Entonces mi papá, que no es el papá de la gorda Sofía,
con el agua a la cintura, una cinematográfica barba de           pero yo soy flaca y me operé las lolas, o sea, mi papá se
dos días, y una foto para los medios, mientras defiende          mata toda la vida haciendo negocios para pagar el club de
con valentía la propiedad privada y el sagrado derecho           golf en Caracas, el club de playa en la playa, el colegio, o
de admisión de nuestra industria hotelera. Hay que ver           sea, ese ya lo dije, las clases de flamenco, modelaje y pro-
el espectáculo deprimente del comedor de un resort en            tocolo, el gimnasio y la universidad carísima, o sea, que
Higuerote lleno de gente que come omelets creyendo que           cada semestre que raspo mi papá me mira con odio, o sea,
son huevos revueltos. De solo pensarlo se me atraganta el        como si fuera culpa mía que los profesores no quieran dar
Special K (tuít) (tuít) (tuít) (tuít) (tuít)…                    clases en el cafetín...
                                                                    O sea, todo eso que hace mi papi, más el esfuerzo que
                                                                 hago yo, o sea, porque hay estar al día, porque no me van
                                                                 a decir que uno puede llegar al cafetín con unos zapatos
                                                                 pasados de moda, o sea, y qué raya, o sea, que cada sema-
                                                                 na hay que ver como veinte revistas de moda y todas la
                                                                 series de Sony, o sea, y después comprar todo, o sea, y que
                                                                 sea de la marca original, si quieres ser alguien en la vida,
                                                                 o sea, que no es fácil porque si fuera fácil no sería difícil, o
                                                                 sea, porque si no todos serían iguales y entonces seríamos
                                                                 comunistas como ahora…


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Carola Chávez                                            Humor con humor se paga



   Porque uno va a la universidad para ser mejor que los      Coordenadas no es cool
demás, porque los demás no tienen plata para ir a la uni-
                                                              Otra emocionante aventura de Kiki Aranguren
versidad, ¿no? Pero ahora viene el comunismo, o sea, y
hace universidades en todos lados, o sea, dicen que es el
quinto país en el mundo con más estudiantes universita-
rios, o sea, que van a querer ser igual de mejores que yo,
o sea, Kiki Aranguren somos todos, y yo que he dedica-
                                                              O    sea, fue horrible, o sea.
                                                                   O sea, que yo estaba tan tranquila en Margarita y
do mi vida a ser diferente… Embuste, o sea, diferente a       prendo la tele y zuas! Oh, my god! O sea, qué pena con el
los niches pero igual a Paris Hilton, o sea, porque todo el   mundo después de lo que dijo ese señor en la tele sobre
mundo quiere ser como Paris.                                  los guerrilleros comiendo cochino en mi bello y destruido
                                                              país. O sea que no les basta con ser guerrilleros y venirse
   O sea, que el comunismo es como un halloween que           para acá con los chavistas, sino que también comen co-
no se acaba, o sea, porque en cualquier momento vienen        sas súper guácatelas como ese cochino clavado en un palo
los comunistas y hacen esas cosas horribles que hacen los     como los que salen en los Picapiedras.
comunistas, o sea, tú entiendes, o sea y nos despertamos
un día y toda la ropa está sin planchar porque la seño-          O sea que apenas terminé de ver a ese señor tan nice,
ra que plancha ya no plancha porque fue a la universidad      con ojos azules y todo, llamé a mis amiguis con mi BB
y ahora es igual, o sea, ¡qué pesadilla! Arrugados todos      y les dije: Amiguis, amiguis, no sé si morirme del susto
por Caracas, o sea, a menos que las arrugas se pongan de      de las guácatelas. Amiguis, tenemos que salvar a nuestro
moda, cosa que dudo… ¿Y quién va a cocinar en mi casa?        país porque estos FARCs van a querer que todos coma-
Porque si la cocinera se convierte en doctora y quiere ser    mos cochino de ese en vez de mi combo de nuggets, o sea
igual a mi mamá no va a saber cocinar, nos vamos a morir      ¡No es NO!
de hambre, porque eso es el comunismo: ropa arrugada y           Así fue como hicimos una marcha, bueno, marcha en
hambre... O sea, qué horrible…                                rústicos para ese lugar superniche que dijo el señor que se
                                                              llama Coordenadas.
                                                                 O sea, fue horrible porque el GPS de mi BB nos dijo que
                                                              Coordenadas estaba, o sea, del otro lado de Venezuela, o
                                                              sea. Never in my life, te lo juro, o sea. Pasamos por pue-
                                                              blos, o sea, que qué mal gusto, unas cosas con nombres
                                                              súper, o sea, súper que no sé a quién se le ocurre: y que
                                                              Tinaco, Barquisimeto, Coro Coro, Llaracui, y uno de lo úl-
                                                              timo que se llama Bachaqueros, que yo ni me bajé de la ca-
                                                              mioneta de Lucho porque le tengo terror a los bachacos.

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Carola Chávez                                             Humor con humor se paga



   O sea que esa viajadera y nada que llegábamos a Coor-           Lo peor que lo deporten a uno es que nos entregaron,
denadas, o sea, y yo muerta de hambre porque hace fore-         o sea, no sé cómo decirlo sin que me dé más guácatelas,
ver que ni un Mc Donalds ni un Sambil, y las Oreos se nos       o sea, a los soldados de la Guardia Nacional, o sea, esos
acabaron apenas salimos de Puerto La Cruz.                      soldados chavistas!!! Los del garrapiño, ¿se acuerdan? O
                                                                sea, ¡me podía morir!
   De repente, el GPS nos dice ¡bip bip! Como que esta-
mos cerca, pero yo miré para todos lados y no vi ningún            O sea, que me puse a llorar como loca y a gritar EEEEES-
cochino ni nada. Lo que había era un peladero, y luego          TU-DIANTES!!!!! LI-BER-TAD!!!! Clap clap clap!!! Y yo,
unos árboles y unos señores con motosierras que parece          o sea, que me dolía la garganta de gritar por la democracia
que eran leñadores o algo. O sea, y yo muerta del susto         de mi país, o sea.
porque estábamos a punto de llegar a Coordenadas y yo
                                                                   Entonces, se asustaron porque, típico, que no tenían
me estaba reventando de ganas de hacer pipí, o sea, que
                                                                ni el camión que echa agua ni el garrapiño, o sea, porque
qué horrible porque no había baños.
                                                                en este gobierno nada funciona, así que nos llevaron a
   De repente, salen unos terroristas y nos atrapan y nos       Caracas y, o sea, qué tristeza regresar y no ver la bola de
llevan con todo y camionetas. O sea, que los terroristas        Pepsi, o sea.
son súper brutos o qué, porque ese que me agarró se em-
peñaba en decirme Veneca y Veneca. Y yo que no, que me
llamo Kiki, y el tipo sordo, o sea.
   Nos llevaron presos porque y que estábamos en Colom-
bia y ellos eran policías de allá, como si yo fuera gafa y me
iba a creer ese cuento, si yo he visto las propagandas de
Colombia en Sony Televisión y eso de que te vas a querer
quedar y, te lo juro, chama, que eso no era Colombia por-
que era horrible y superniche y yo no me quería quedar.
Además que el GPS de mi BB me dijo que eso era Coorde-
nadas y Coordenadas queda en Venezuela como lo dijo el
señor de la tele, o sea, a mí no me van a engañar.
   Entonces, ese policía horrible, nos dijo que nos iban
a deportar, como si estuviéramos en Mayami, qué risa, o
sea… y nos deportó, o sea, ¡qué raya!




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Carola Chávez                                           Humor con humor se paga



El proyecto está en proyecto                                 asistentas, gorras, franelas y panfletos informativos acer-
                                                             ca de la necesidad de ahorrar el preciado líquido, y cuyo
Entrevista exclusiva a Escarlatina Rojas Bermellón
                                                             objetivo principal será la formación del hombre nuevo: un
                                                             hombre conservador de los recursos naturales, forjador
                                                             de sueños, artífice de un mundo multipolar…
A    l entrar al despacho nos encontramos con la flaman-
     te plurifuncionaria policambural, Escarlatina Rojas
Bermellón, viceministra, directora, coordinadora, voce-
                                                                 ¿Y mientras, el agua corriendo?
                                                                 Ya veo venir tu actitud burguesa y contrarrevolucio-
ra, delegada y presidenta de condominio, entre otras,
                                                             naria. Ya te dije que el proyecto está en proyecto, que tra-
pero a quien hoy entrevistaremos en calidad de asesora
                                                             bajamos en las áreas estratégicas del desarrollo endógeno
del asesor del subdespacho de conservación del agua y
                                                             y que, como dijo el Che: “Nunca es tarde cuando la dicha
otros preciados líquidos. Escarlatina nos recibe con un
                                                             es buena”. Está claro como el agua.
cordial saludo, extendiendo sus dedos coronados por
larguísimas uñas salpicadas de diminutas estrellitas ro-         ¿Agua blanca o negra?
jas, por supuesto, a juego con su camisa, cuyo cocodrilo        (La entrevista terminó abruptamente cuando las
francés bordado en el pecho dio pie a nuestra primera y      uñas estrelladas intentaron clavarse en mis ojos a modo
malintencionada pregunta:                                    de despedida).
   El cocodrilo que reposa sobre su silicona izquierda,
¿qué representa?
    Este no es un cocodrilo, se trata de una baba del
Orinoco, en peligro de extinción, y que llevo en mi pecho
como llevo a todos los seres cuya existencia esté amenaza-
da por el capitalismo salvaje.
    Entiendo, pero vamos al grano: el bote de agua en la
esquina del Mango hoy cumple un mes, mientras nuestro
Presidente llama a ahorr...
    Nos reunimos con los consejos comunales de la zona
para atender esta problemática que atenta contra la so-
beranía hidrológica y la nueva geometría del poder. A la
espera de soluciones promovemos el fortalecimiento del
Poder Popular a través del Primer Encuentro Comunal de
Botes de Agua, en el cual se repartirá a los asistentes y

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Carola Chávez                                            Humor con humor se paga



Yo soy la revolución                                               Poder popular, algo tan sencillo: míreme a mí, yo soy
                                                              el ejemplo perfecto: he inundado esta región con mi cara y
Otra entrevista exclusiva a Escarlatina Rojas Bermellón
                                                              mi nombre, en vallas, afiches, franelas y hasta autobuses.
                                                              Todo el mundo me conoce, si eso no es ser popular… y en
                                                              cuanto al poder, ¿le parecen pocos dos viceministerios, la
L   a primera vez que entrevisté a Escarlatina Rojas Ber-
    mellón prometía ser la última, pero la vida es larga y
las campañas electorales vuelven y con ellas, la imperio-
                                                              dirección de tres instituciones nacionales y regionales, la
                                                              presidencia de cuatro comisiones del partido, más la voce-
sa necesidad de figurar de nuestra conocida multifuncio-      ría regional, además del reinado de Carnaval de 2010…?
naria pluricambural, siempre optando a un nuevo cargo,            Clarísimo… y ¿qué me dice de la democracia parti-
esta vez uno de elección popular.                             cipativa?
   Sin sorpresas, vestida de estricto rojo, nos recibió           Que participo en todo, que no hay cargo que no pelee y
sentada, escudándose detrás de una solitaria pero con-        arrebate con uñas acrílicas y dientes blanqueados con láser.
tundente foto que reposa sobre su escritorio, en la que
                                                                  Recuerdo que hace poco, en el congreso extraordi-
nuestra entrevistada aparece, según sus propias palabras,
                                                              nario, el Presidente, clamando ver caras nuevas, la mandó
“fundida en un abrazo revolucionario con el Comandante
                                                              de regresó a casa…
Presidente”, lo que dio pie a mi primera pregunta:
                                                                  ¡Calumnias! El Comandante Presidente consideró
    Señora Rojas Bermellón
                                                              que yo merecía un breve descanso porque reconoce mi in-
    Mis amigas me llaman Escarlatina—, dijo con son-
                                                              valuable labor en todos los ámbitos de la política nacional.
risa de afiche.
    Por eso digo: Señora Rojas Bermellón, en esta foto           Y esa compulsión participativa, ¿a qué se debe?
no parecen coincidir las sombras de su cara y la del Presi-       A que soy, como dijo, por orden mía, aquel publicis-
dente, ¿se trata de un foto montaje con photoshop?            ta que contraté para diseñar mis campañas instituciona-
    Usted siempre con sus preguntas tontas en momen-         les, “la revolución hecha mujer”.
tos en los que nos estamos jugando el futuro de América
Latina, ¡alerta, alerta, alerta que camina…! Cuando los           Si usted es la revolución, ¿el pueblo qué es?
verdaderos revolucionarios nos enfrentamos al demonio             El pueblo soy yo.
mismo del capitalismo, dando el todo por el todo en esta
                                                                  ¿Y qué opina el pueblo al respecto?
lucha por establecer la nueva geometría del poder y un
mundo multipolar…                                                 El pueblo necesita formación ideológica, tenemos
                                                              un largo camino por recorrer…
   Ya veo: photoshop. Pero hablemos de otra cosa, el
poder popular…                                                   Por fin coincido con usted: tenemos un largo camino
                                                              por recorrer…

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Carola Chávez                                           Humor con humor se paga



Connie de su Mack                                             mueve cual habilísimo prestidigitador y derroca gobier-
                                                              nos por allí, mientras envía tropas a países cansados de
                                                              guerras eternas por allá, instala bases militares que vio-

E   sta semana el congresista republicano Connie Mack
    introdujo una petición para que el Congreso de su
país incluyera a Venezuela en la lista de países que cola-
                                                              lan y amenazan la soberanía de los pueblos más acá, pro-
                                                              mueve conflictos entre hermanos justo aquí, todo esto
                                                              mientras encandila al espectador con su blanca sonrisa
boran con el terrorismo; cosa que aplauden emocionados        de esperanza negra.
muchos de nuestros amigos opositores, cuyos cerebritos
                                                                 He ahí el verdadero connie e’ mack: un vendedor de
globotizados les dicen: “Nos declaran terroristas, nos
                                                              promesas falsas que aceptó un premio que no pretende
bombardean, sacan a Chávez y ya… qué alivio”
                                                              merecer jamás.
   Cuando leí la noticia de Connie y sus viles intenciones,
no pude evitar que brotara de mis labios un indignado
‘‘Connie de su Mack’’. Porque hay que ser bien connie e’
mack para acusar de terrorista a un pueblo sólo porque
pretenda ser libre y soberano. Pero a Connie lo conoce-
mos desde los tiempos del connie mayor: el que invadió
Afganistán buscando a Bin Laden para luego decir que
no fue Osama sino Saddam, que al final es lo mismo, solo
que hay que bombardear más allá, ahí mismito, donde no
tienen las armas de destrucción masiva que no vamos a
encontrar. Decía que cada año Connie Mack hace la mis-
ma solicitud cuyo único fin es generar titulares que hacen
pensar al lector, acostumbrado a que piensen por él, que
Venezuela es terrorista y ¡qué pena con ese señor!
   El problema no es Connie, pues ya sabemos quién es y
qué hace. El problema es un simpático y prometedor pre-
sidente. Tan prometedor que ganó un Premio Nobel de la
Paz por adelantado, sin haber movido un dedo, según los
más optimistas, para arreglar los entuertos que su país ha
ido regando y manteniendo por el mundo.
  Según los pesimistas, entre quienes me cuento, el
Nobel, no es que no ha movido un dedo, sino que los

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Carola Chávez                                            Humor con humor se paga



Caminito que el tiempo                                        arriesgando sus vidas, las de sus familias, lanzándose por
                                                              el puente aún a sabiendas de que la muerte acechaba, por-
ha borrado...                                                 que si algo hicimos y con insistencia fue advertirles que no
Alerta del frente de damas indignadas                         iba a durar más de dos meses en pie. Ese viaducto era una
por todo lo que haga el gobierno                              bomba de tiempo y el tiempo pasó y la bomba… Bueno, no
                                                              les voy a contar lo que ya saben.
                                                                  Un año ha pasado desde aquel nublado día, cuando
H   ace unos días el rrrégimen celebraba a soto voce el
    primer aniversario de ese esperpento que ellos lla-
man viaducto.
                                                              cortando una cinta de bandera, una de esas a las que le
                                                              sobra una estrella, se inauguró el viaducto dejándonos, a
                                                              la gente decente de este país, sumidos en la más profunda
   ¿Y por qué a soto voce? Se preguntarán mis indignadas      indignación.
compañeras amantes de la haute couture. Pues, para eso
estoy aquí, para responderles y denunciar el último atro-        Pero erraron en sus cálculos estos engendros castro-
pello de este desgobierno tiránico y depravado.               narco-computador de Raúl Reyes avalado por la Interpol-
                                                              chavistas. Erraron como suelen errar quienes se creen sus
   Resulta, mis conmocionadas amigas, que como resul-         propias mentiras y, otra vez, por tratar de engañar a mu-
tado de esa obra de infraestructura mucha gente quedó         chos con esos espejismos de progreso, olvidaron al señor
viviendo en condiciones infrahumanas. Me refiero a los        que vendía chicharrón (después les explico qué es eso)
habitantes de la carretera vieja de La Guaira.                allá en la carretera vieja.
   Ya sé que nos importa un pepino esa gente de baja ralea,      Juan Gómez se llama el infortunado, un hombre que
pero es que de algo tenemos que colgarnos si queremos de-     hoy ve cómo su sueño de pequeño empresario de la gas-
rrocar al inquilino de Miraflores y su corte de aduladores.   tronomía criolla se le escapa de las manos. Nuestra cá-
   Durante los días de gloria, cuando se desplomó el via-     mara fija no fue capaz de filmar entonces esa tragedia en
ducto, en medio del regocijo, aprovechamos para bom-          desarrollo, no fuimos capaces de adelantarnos al futuro
bardear al desgobierno mientras cantábamos Alé limón.         ominoso que acechaba al chicharronero.
Recuerdo aún, con lágrimas en los ojos, aquella trocha           Pero ahora lo tenemos enfocado con un gran angular.
que tanto nos dio de qué hablar. Aquella cámara fija de       Por lo tanto, desde hoy, amigas mías, Juan Gómez somos
Globovisión que mandamos a instalar para transmitir, en       todas, y yo digas ni pío, Ana Julia, porque estamos hacien-
vivo y directo, una tragedia que no llegó a suceder.          do patria.
   Luego, la construcción atropellada de ese puente de           Ya basta de ser cómodos, ya basta de querer llegar a
campaña que, dicen, será indestructible, aquel valiente       La Guaira en veinticinco minutos; es hora de sacrificarnos
reportero contando tornillos faltantes, la gente ignorante    como nunca antes lo hemos hecho. Marchad, mis admi-

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Carola Chávez                                                  Humor con humor se paga



rables y bien conservadas damas, comed chicharrones de              ¡(bip)! Chávez dijo mierda
Juan Gómez y cuanta fritura asquerosa vendan por esos
lares, tomad, eso sí, sobredosis de Alka Selzer Ultra Plus;
soportad con estoicismo los estragos de una indigestión
segura que la patria pide a gritos nuestro máximo sacrifi-
cio. Gritad vuestras consignas a los cuatro vientos: ¡Con mi
                                                                    Q    ue (bip) tiene el (bip) de su madre ese, decir semejan-
                                                                         te vulgaridad en televisión y en horario restringido.
                                                                        Yo soy madre de familia y tiemblo de la (bip) con la
chicharrón no te metas! ¡Ni una autopista más! ¡Chávez,             falta de respeto del (bip) que habita en Miraflores. Es que
devuélveme mi trocha y mi país! Y no os preocupéis, mis             con las madres, solo se meten los (bip) de madres de su
esbeltas damas, por la ingesta excesiva de carbohidratos y          calaña.
grasas saturadas, que marcharemos tanto y tan arriba que
no habrá chicharrón, ni celulitis, ni dictadorzuelo tropical           Un (bip), eso es lo que es, con el perdón de los (bip),
que pueda con nosotras. Claro, que una vez logrado el ob-           claro. Justo ahorita que nos tragamos el asco que él y su
jetivo nuestro primer decreto será prohibir el chicharrón.          séquito de (bip) nos producen y hablábamos de reconci-
                                                                    liación. Me (bip) en su alma y en su revolución de (bip).
                                                                    Es que no deja de recordarme al chiste graciosísimo que
   		          Atentamente,                                         siempre cuenta Pipo sobre el negro que tenía diarrea y
                                                Marifer Popof       creyó que se estaba derritiendo.
                       Presidenta del frente de damas indignadas
                                con todo lo que haga el gobierno.      Miren como estaré de (bip) con ese (bip) que les aca-
                                                                    bo de contar mi chiste favorito y ni siquiera pude sonreír.
                                                                    ¡Convulsiono de la ira!
                                                                       Ya me imagino a la cuerda de (bip) que tiene por minis-
                                                                    tros tratando de justificar a su jefe a toda costa. Cuerda de
                                                                    lambe (bip) todos, lambe (bip) y jala (bip).
                                                                       Yo, como madre, exijo respeto a las familias decentes
                                                                    de este país, a nosotros, los ciudadanos honestos que so-
                                                                    mos incapaces de pronunciar semejantes (bip) sin que su-
                                                                    framos una indigestión aguda.
                                                                       No vamos a tolerar que un (bip) de (bip) empañe nues-
                                                                    tra dignidad patria, usando ese tipo de términos para re-
                                                                    ferirse a nuestra victoria. Victoria, por demás, gloriosa y
                                                                    contundente, de un pueblo que se niega a ser cubano, a


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Carola Chávez                                                Humor con humor se paga



menos que nos den visas de residentes en Mayami. Un              Con mi rectoscopia no te metas
pueblo que no se va a calar más cada (bip) que le pase por
la cabeza a ese gran (bip).
   NO, NO Y NO!!!
   Dijimos NO, ¿escuchaste cabeza de (bip)? O ¿es que
                                                                 S   uenan todas las alarmas, se declara una emergencia sanita-
                                                                     ria. No es la gripe del pollo, no es la fiebre amarilla, ni reu-
                                                                 ma, ni tos ferina. No hay epidemia alguna, pero la habrá, se los
te tenemos que patear el (bip) hasta dejártelo cuadrado?         aseguro. Chávez esparció el virus del pánico al estornudar ayer
Agárrate las (bip), si es que las tienes, que la gente decente   y sin taparse la boca. Ahora pretende regular los precios de los
y educada de este país ya está hasta el (bip) de este (bip).     servicios médicos privados. Con mi rectoscopia no te metas.
   Por nuestros hijos, te lo juro: si de tu boca sale otra          ¿Dónde están las libertades que tanto amamos? ¿Hacia
palabra como esa, que mi boca se niega a pronunciar, me          dónde nos quiere llevar ese señor? ¿Es que acaso nos ve-
voy a (bip) en ti y en toda tu descendencia.                     remos obligados a enfermarnos sin tener que hipotecar el
   Y que le dé gracias a Dios que estoy apurada porque           futuro de nuestros hijos? ¿Tendrán que aprender los más
tengo una misa de reconciliación a las siete, porque de lo       viejos, y loro viejo no aprende a hablar, a vivir sin el terror
contrario me pasaría todo el día pegada a la computadora         que les produce una muy posible y cercana enfermedad?
poniéndote en tu sitio. ¡(bip)!                                     La salud barata es una aberración, como todo lo barato.
                                                                 ¿Qué médico que se considere honorable va a cobrar un pre-
                                                                 cio razonable por una intervención? Y el caché de las clínicas,
                                                                 ¿dónde queda? ¿Cómo vamos a diferenciar una clínica cinco
                                                                 estrellas de una de medio palo si todas cuestan lo mismo?
                                                                    Con las clínicas va a pasar como pasó con el Sambil, le
                                                                 pusieron el Metro al lado y se hizo accesible a las hordas
                                                                 de niches que ahora invaden sus pasillos, convirtiendo lo
                                                                 que debía ser el mall más popof de Caracas en una me-
                                                                 rienda de negros con tiendas caras.
                                                                     No quiero ni pensar en las lujosas y cómodas salas de
                                                                 espera de la Clínica Ávila, llenas de mujeres con bebés semi-
                                                                 desnudos pegados a la teta, viejos sin dientes y con tos, gen-
                                                                 te vestida de poliéster con bollitos y hediondos a pachulí.
                                                                    No cualquiera puede ser doctor, eso hay que recono-
                                                                 cerlo y la mejor manera de hacerlo es pagándole lo que
                                                                 valen. Dedicaron su juventud a quemarse las pestañas,
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Carola Chávez                                                Humor con humor se paga



trabajan como burros con aire acondicionado, y al fin y al
                                                                 Earle Herrera
                                                                 Al Presidente
cabo tienen nuestras vidas en sus manos. ¿Acaso eso tiene
un precio que pueda ser regulado?


                                                                 con humor
   Y ¿qué será de la calidad del servicio? Porque esa gente
tiene que comer, pagar la camioneta, el condominio, las
cuotas del club, el colegio de los chamos, el viaje a Disney     —
                                                                 ­
                                                                 ­­­­­­ ————————————————
World, comprar ropa que los represente, porque no pue-           Earle Herrera • Escritor. Poeta. Periodista.
                                                                 Premio Nacional de Periodismo, mención
den ir como unos percusios.                                      investigación, por su libro Ficción y realidad
                                                                 en el Caracazo, 2011. Otros libros publicados
   Te imaginas que si ganando lo que ganan, de vez en            son: Hay líbidos que matan, Piedra derramada.
cuando meten la pata, ¿cómo será cuando una operación            A la muerte le gusta jugar a los espejos.
no les dé para recorrer Europa?
    ¿Qué va a pasar con todos esos doctorcitos recién gradua-
dos que aspiran a un futuro mejor? No me van a venir ahora
con el cuento de que el capitalismo salvaje campea en esos
sagrados templos de salud. Que si hay canibalismo gremial,
que si el médico explota al médico. Hay quien dice, válgame
Dios, que los doctores adinerados “apadrinan” a jóvenes y
talentosos médicos pelabolas. Que les ponen frente a los ojos
la zanahoria de una posible futura sociedad, el acceso impo-
sible a un mundo que no se habían atrevido a soñar.
   El prestigio que les otorga curar a prestigiosos pacientes
en prestigiosos quirófanos se paga con trabajo subpagado.
Con domingos y madrugadas, con hijos que nunca ven a sus
papás. ¿Qué mientras tanto el doctor en jefe toma piña cola-
da con sombrillita en alguna playa del Caribe? Si, es él quien
se vació el bolsillo para comprar la acción. No serán tan ma-
lagradecidos de pensar que esto es injusto, no irán a morder
la mano del amo que los alimenta, aunque sea con sardinas.
   Yo propongo hacer clínicas clandestinas donde po-
damos ser desplumados en paz. Es nuestro derecho, es
nuestro culo el que está siendo hurgado por el dedo de la
especulación y en mi culo mando yo.
                             50                                                                  51
Humor con humor se paga




Oncólogos de otoño


A   hora a todo el mundo le dio por la oncología. No
    existe país en el universo donde sus criaturas se-
pan más de tumores y sus derivados que en Venezuela.
A raíz de la enfermedad que se encaprichó o ensañó con
nuestro Presidente, hasta el más corto de mente se hizo
experto en cáncer. Y aquel que por pura falsa modestia
reconoce que no sabe una papa de células malignas, de
inmediato agrega que, no obstante, tiene una prima se-
gunda cuya hermana es casada con un médico con post-
grado en el Padre Machado, además del PhD (como lo
leen) en el mismo Memorial Hospital for Cancer de New
York… y así sucesivamente.
   Años atrás, entre 2002 y 2004, la nota era ser militaró-
logo, una especialidad con una sola especialista en Vene-
zuela y cuidado si en América: la señora San Miguel, cuyo
campo de conocimiento últimamente se ha visto invadido
por unos cuantos aficionados, asomados y diletantes que
no saben nada de la cosa. Por los días de la Carmonada,
todo el mundo tenía una cuñada que tenía una prima y


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así hasta llegar a un nexo de consanguinidad en segundo       fermo en nada ayuda a la ciencia y es típica, rezongan en
grado con algún mayor de Casa Militar o un sexagenario        la MUD, del autoritarismo de Chávez. Una prueba más,
coronel de las milicias.                                      pues, de que vivimos en una tiranía, por si a alguien le
                                                              quedaba duda.
   Los militarólogos pertenecen a la etapa de la Coordina-
dora Democrática, pese a que enterrada esa difunta, cada          Estos súbitos oncólogos, en su ejercicio ilegal de la pro-
cierta tarde alguno asoma por allí su cadáver insepulto de    fesión, leen la semiótica de la enfermedad en los gestos y
experto en cuestiones marciales, esto es, en golpes y aso-    paramensajes del paciente. Si Chávez habla con seriedad
nadas o como diría la especialista citada supra: en coup      de su mal, gritan que eso evidencia la fase terminal, que
d’État. Los oncólogos, en cambio, son de más acá, de esta     se está muriendo, exigen un parte médico, le piden la re-
etapa brumosa de la oposición denominada de la Mesa           nuncia ya, ahorita mismo y hasta le exigen a la MUD que
de la Unidad, abreviada por unos como MUD y por otros         prepare la hoja de ruta para la transición. En cambio, si
como MUS, o sea, Mesa de los United States, dicho así de      el Presidente hace humor de su cáncer, chillan que es un
lo más spanglish.                                             mentiroso, que no tiene nada y todo es un montaje para
                                                              recuperar la popularidad perdida porque apenas la tiene
   La esquizofrenia mediática que hasta ayer no más pre-
                                                              en un ridículo 60 por ciento. Si por el contrario el coman-
gonaba que nuestros hospitales no servían para nada, hoy
                                                              dante ni habla ni ríe, entonces lo acusan de someterlos a
informan que son los mejores del mundo en materia de
                                                              la insufrible dictadura del silencio, una práctica propia de
cáncer, por lo que exigen al Presidente atenderse aquí en
                                                              la más descarnada convalecencia totalitaria.
lugar de hacerlo en Cuba, donde arriesga su vida al poner-
la en manos de la dogmática quimioterapia marxista le-
ninista. ¡Vean, pues, los medios preocupados por la salud
(y sobre todo por la vida) del comandante Chávez! Cosas
veredes, paramédico Sancho.
   Los columnistas de la gran prensa y los impenitentes
opinadores de la televisión hacen pulso y gala de sus enci-
clopédicos conocimientos oncológicos. El país ha podido
leer y oír pasmado sus diagnósticos devastadores y pro-
nósticos lapidarios. No se quedan allí, los tipos recetan.
Los más impacientes hablaron incluso de un desenlace
que el paciente, de puro terco, cada día contradice. Y por
los vientos que soplan, no parece dispuesto a complacer-
los. Para estos oncólogos mediáticos, esa actitud del en-


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Al Presidente con humor                                        que el humorista respondió: “Sí, lo que pasa es que yo no
                                                               estoy enfermo del semblante”.
                                                                  Un compinche de Kotepa, Francisco Pimentel, conoci-

E    star enfermo no significa (ni es para) echarse a morir.
     Esto es lo más contraindicado desde el aceite de tárta-
go y la emulsión de Scott hasta los antibióticos de última
                                                               do en los altos fondos del humor como Job Pim (el Jobo),
                                                               se vio todo maltrecho en su salud de tantos carcelazos que
                                                               le metió la dictadura de Gómez. Los médicos de la UCV
generación. Fue precisamente Hipócrates, el papá de la
                                                               no le dieron esperanzas y, sin embargo, él empezó a re-
medicina, quien precisó que el cuerpo humano está for-
                                                               cuperarse. Esto le preocupó pues, si no moría, quedarían
mado por cuatro humores en perfecto equilibrio. Si esa
                                                               muy mal los galenos de una institución que el Jobo quería
proporción se rompe, nos enfermamos y nos quiebra el
                                                               mucho. El humorista, de ninguna manera, iba a permitir
mal humor. De allí que una vieja revista yanqui se copiara
                                                               este desprestigio universitario. Entonces escribió su sone-
de los antiguos griegos para decirnos, con razón, que la
                                                               to titulado “Desahuciado”, donde dice:
risa es “remedio infalible”.
   Con base en la abundante bibliografía científica so-
                                                                        Me han visto nueve médicos. Los nueve,
bre la materia, les propuse a los Robertos, los mismos
                                                                        de nuestra Facultad ornato y gala.
del programita ese titulado “Como ustedes pueden ver”,
                                                                        Los nueve encuentran mi salud tan mala,
montar una obra con el nombre que encabeza esta de-
                                                                        que debo morir en plazo breve.
plorable crónica. Los tipos se asustaron. ¡A quién se le
                                                                        Congestión en el hígado, y no leve;
ocurre hacer humor con algo tan serio como el cáncer!
                                                                        bronquitis, de la tisis antesala;
Estos amigos, maestros en la materia con varios libros
                                                                        un riñón de su puesto se resbala
sobre el tema, saben la diferencia entre humorismo y co-
                                                                        y el colon no funciona como debe.
micidad, pero no era hora de teorizar. Les pedí que lo
                                                                        Yo morir no me siento… Pero ¿cómo
pensaran y me respondieron que eso era muy difícil para
                                                                        nueve sabios así de tomo y lomo
ellos. Les creo.
                                                                        se van a equivocar sobre mi suerte?
   Recordé varios pacientes célebres que antes de la apli-              ¿Que me debo morir? ¡Venga la muerte!
cación postmoderna y postraumática de la risoterapia,                   ¡Todo antes que dejar en la berlina
una práctica recomendada por la médica Ana Elisa Oso-                   a media Facultad de Medicina!
rio, derrotaron la enfermedad que los aquejaba a punta de
buen humor. Estaba en cama el brillante periodista Kote-          Otro genio del humor, Aquiles Nazoa, se burla de su
pa Delgado, fundador de Últimas Noticias y La Pava Ma-         flaca figura en su “Retrato 1940”, y de sus futuras enfer-
cha, cuando la amiga que lo visitaba le dijo al observarlo:    medades en “Balada del pesimista”, que finaliza de lo más
“Estás mejorando, Kotepa, se te ve mejor semblante”. A lo      optimista cuando pide:


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Earle Herrera                                          Humor con humor se paga



        Más no lloréis la muerte mía                          Durísimo vivir sin Chávez
        porque, ¡quién quita!, a lo mejor
        yo resucito al tercer día
        sin ser ningún Nuestro Señor.
                                                              L   os antichavistas no pueden vivir sin Chávez. Es un
                                                                  fenómeno cada vez más preocupante que sobrepasa
                                                              lo que pareciera un retruécano. En la medida en que el
   El presidente Chávez ha asumido su muy seria enfer-
                                                              enfermo —porque se trata de una enfermedad— es más
medad con gallardía y entereza. Al “show macabro” de la
                                                              “culto” o tiene más estudios, aumenta la gravedad de la
oposición ha respondido con humor: “pronto estaré calvo
                                                              patología. Ansiedad, incertidumbre, sudoración, gastritis
como Yul Brynner; seré Yul Chávez”, bromeó. Cuando los
                                                              y extravíos mentales son algunos de los síntomas que aco-
impacientes medios escuálidos empezaron a especular con
                                                              gotan a las pobres víctimas del antichavismo crónico.
temas como la transición y los posibles sucesores, el co-
mandante puso a su hermano en el blanco de su chanza:            Cada vez que el comandante Chávez sale del país, la
                                                              oposición entra en crisis. Lo mismo le pasa cuando es sus-
    Adán, estás afeitadito, ¿te estás preparando para la
                                                              pendido el programa “Aló, Presidente”. La azota algo así
sucesión?
                                                              como un inmanejable síndrome de abstinencia, con unos
   A la derecha mal humorada y cejijunta le revienta que      medios de comunicación sin norte y sin pauta posible. Un
el Presidente no se eche a morir. Al contrario, frente a la   viejo periodista de mis afectos, escuálido en ejercicio, me
gravedad de la situación, siempre ha tenido un chiste a       decía que cuando no hay “Aló”, el domingo es un infinito
flor de labio, una canción, un dicho popular. Es el ejemplo   caliche y el lunes un refrito, cual insufrible bostezo de un
que deben seguir los Robertos, pero los tipos están tan       retrato (Alberto Nolia dixit).
asustados que, como ustedes pueden ver, el paciente no
                                                                 El viaje que mantiene al presidente en Cuba ha gene-
logra contagiarles su buen ánimo.
                                                              rado una alharaca de señor y padre nuestro. Algunos nos-
                                                              tálgicos de la carmonada, con la originalidad de la desme-
                                                              moria, han vociferado que estamos frente a un “vacío de
                                                              poder”. La frase les ha parado los pelos a los picados de
                                                              culebra, que somos unos cuantos desde aquel 11-A. Gente
                                                              que hasta ayer criticaba al vicepresidente Elías Jaua, hoy
                                                              pide a gritos que lo juramentemos de una vez, ya, sin pér-
                                                              dida de tiempo, antes de que “el otro” regrese. Los más
                                                              leguleyos exprimen el libro azul para demostrar lo que
                                                              todos sabemos: que el “absceso pélvico” no aparece en la



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Chávez y Chávez: besos al viento

  • 1.
  • 2.
  • 3. HUMOR CON HUMOR SE PAGA PRESENTACIÓN CORREO DEL ORINOCO Alcabala a Urapal, Edificio Dimase, La Candelaria, Caracas-Venezuela www.correodelorinoco.gob.ve VOLVIERON. VOLVIERON. VOLVIERON. En el año 2002, cuando los empresarios de Fede- cámaras, los dueños de los medios de comunicación, la Central de Trabajadores de Venezuela, la jerarquía de la Iglesia y un grupo de militares decidieron dar un golpe de estado, y una vez que el pueblo y las Fuerzas Armadas de lealtad al país y a la Constitución de la Re- pública Bolivariana de Venezuela decidieron retomar Directorio el poder y volver a colocar al Presidente constitucional Hugo Rafael Chávez Frías Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez en Miraflores, un grupo de humoristas Andrés Izarra decidió publicar un libro: Contragolpe del Humor, Ministro del Poder Popular para la Comunicación y la Información donde con alegría y fe y confianza en el proceso re- Alejandro Boscán Viceministro de Estrategia Comunicacional volucionario que está viviendo el país dejaron allí su Lídice Altuve visión acerca lo que sucedió. Viceministra de Gestión Comunicacional En ese libro participaron: Luis Britto García, Au- Edición y corrección: Francisco Ávila, Michel Bonnefoy gusto Hernández, Earle Herrera, Clodovaldo Hernán- Diseño y diagramación: Ingrid Rodríguez Portada: Arturo Cazal dez, Roberto Hernández Montoya, Régulo Pérez y Ro- berto Malaver. Depósito legal: lfi26920113203523 Rif: G-20009059-6 Octubre, 2011. Impreso en la República Bolivariana de Venezuela en la Imprenta Nacional y Gaceta Oficial
  • 4. Ahora vuelven, pero vuelven con nuevos compañeros de viaje; vuelven con Carola Chávez, con William Osuna, con Iván Lira y con Omar Cruz. Y vuelven a asumir la alegría. La fe. La vida. Y a punta de humor, porque sólo el humor salva, quieren brindarle sus textos y caricaturas a la gente que confía y cree y lucha a favor de esta revolu- ción, entre ellos, está Hugo Chávez Frías, quien ha sido el líder de este proceso. Constantemente el Presidente Hugo Chávez cita la fra- se del apóstol José Martí: “Amor con amor se paga”; por Carola Chávez eso este libro también quiere recoger esas palabras, pero haciendo un juego más cercano, más jodedor, más alegre. Earle Herrera Así, han dado en llamar esta recopilación de solidari- Iván Lira dad con la vida: HUMOR CON HUMOR SE PAGA. Augusto Hernández Luis Britto García Omar Cruz Roberto Hernández Montoya Clodovaldo Hernández Régulo Pérez William Osuna Roberto Malaver
  • 5. Carola Chávez O sea, me choca el comunismo — ­ ­­­­­­ ————————————————— Carola Chávez • Premio Aníbal Nazoa, 2011. Mención Especial del premio de periodismo Fabricio Ojeda, en la Alcaldía de Caracas, en 2007. Premio Oesterheld, en Argentina, 2008. Autora del libro ¡Qué pena con ese señor!
  • 6. Humor con humor se paga Chávez y Chávez y besos y besos T enía que pasar: Chávez me voló un beso y yo le volé diez mil. Pero eso debe ir en el octavo o noveno pá- rrafo de mi relato, así que empecemos por el principio, sabiendo, eso sí, que hubo besos, declaraciones de amor y rodillas temblorosas… Todo sucedió ayer, el día más psicodélico que recuer- do haber vivido. Nos citamos en la Calle del Hambre de Porlamar a las doce del mediodía. Yo, siempre ansiosa, llegué a las nueve y media de la mañana y sin haber desa- yunado. Allí debía hacer el contacto con quien me acer- caría a una distancia propicia para poder lanzar besos, de esos que llegan. Mi contacto no podía imaginar que jugaba a la Celesti- na en esta historia de amor al viento; su misión ese día era otra: velar por la seguridad de mi Presi. Yo tampoco pensé que tendría la ocasión de que él se fijara en mis colitas moradas en medio de aquella multitud donde el rojo era el color de etiqueta. 9
  • 7. Carola Chávez Humor con humor se paga Pero me tocó estar ahí, a menos de diez metros, tal vez cuenta de cuán cerca estaba del lugar donde mi Presi ha- cinco, ya no lo puedo precisar. Ahí, tan cerquita que los blaría cuando escuché un griterío que se hacía más fuerte guardaespaldas de mi Presi me pedían que diera un pasito en la medida en que el yip de mi Presi, milagrosamente, para atrás, por favor… avanzaba entre la multitud sin despachurrar a nadie. Estaba donde suelen ir los periodistas. Tan cerca que Yo empecé a saltar a ver si lo veía y lo vi llegar entre mi barbilla se podía posar en la tarima. saltos. Mis gritos se mezclaron con todos los gritos hasta que no pude gritar más, porque una cosa, como una papa Pero eso pasó después, porque antes tuve que esperar o un nudo, se atoró en mi garganta. varias horas bajo un sol achicharrante que aproveché para que mi piel pareciera la piel de quien en verdad vive en No vas a llorar aquí, Carola, me dije y casi que me res- una isla. pondo que sí, pero no tuve tiempo porque mi Presi precio- so saltó, cual paracaidista, del yip y se dirigió hacia la tari- Mientras me bronceaba observé a toda una fauna de ma donde yo, desmayada de amor, posaría mi barbilla. políticos de toda calaña: candidatos a alcaldes repitientes con estuchitos para celular Gucci, aspirantes a diputados Subió saludando a la gente que le gritaba. Saludaba regionales que no deberían aspirar a nada, modestos can- a la gente en los balcones cercanos, a los que estuvieron didatos primerizos que si no ganan perdemos todos, y yo chamuscándose durante horas solo para poder verlo, a los ahí, incomodando a algunos con mis miradas de escritora discapacitados que, a diferencia de los aspirantes a burgo- que quiere contar una historia. maestre, lo esperaban de pie y con muletas, sin quejarse ni un poquito. Los alcaldes repitientes, acostumbrados a ser alcaldes y no pueblo, estaban molestos porque no los dejaban pasar Yo lo miraba todo como en cámara lenta y en cámara de primeritos, les molestaba el sol de su isla, les quemaba lenta saltaba, mientras le volaba besos a mi Presi precioso. su piel acostumbrada al aire acondicionado, les fastidiaba No recuerdo qué le decía, pero sé que le decía algo entre no poder mandar porque allí mandaba una mujer que sí besos y besos que iban volando. Mis colitas al sol debieron sabía mandar, y los mandó a callar, a quedarse donde les encandilarlo, eso o mis gritos siempre estridentes, pero el dijo, a riesgo de quedarse fuera si no obedecían. hecho es que entre las miles de cabezas que le gritaban él se fijó en la mía. Claro, debemos tener en cuenta que yo Molestos estuvieron hasta que pudieron pasar. Yo pasé estaba allí cerquita, donde entran solo algunos pocos que un poco después y pude verlos ya ocupando sus lugares de tienen mucha suerte y yo ayer la tuve y mucho. honor. Su molestia se había tornado en sonrisa de candi- dato de afiche electoral. Como les iba contando, mis colitas moradas captura- ron la atención de mi Presi y yo, en ese segundo, le mandé Ahora sí, ubiquémonos en el lugar donde mi barbilla doscientos besos. Él, atolondrado de tanto amor, me retri- puede posarse en la tarima. Apenas tuve tiempo de darme 10 11
  • 8. Carola Chávez Humor con humor se paga buyó con uno solo, pero lo acompañó de un golpecito en hasta que llegué al Wendy’s y, ¡Oh, my God!, el sol ya me el corazón, de esos que se usan ahora para decir te quiero. había ganado, estaba alucinando: en la puerta de tan grin- Yo, cual King Kong enardecido, me golpeaba el pecho con go lugar, un gringo, como esos que salen en las películas; ambos puños y le gritaba, por si no entendía el gesto, que esos que fuman recostados de la pared de una bomba de lo amaba, que lo amaba… que lo amo tanto... gasolina de carretera. Así, con una bota de leñador en el suelo y la otra contra la pared, con una gorra de béisbol Mis rodillas parecían de majarete y ahí, majaretosa, se gastada, unos lentes pasados de moda, un cowboy de me cruzó por el frente el jovencísimo ministro Héctor Ro- nuestros tiempos en el medio de Porlamar. Rodeado de dríguez. Yo era toda amor en esos momentos así que le gente de rojo, mirando a la gente que no lo miraba, estaba dije: “¡Hola, Héctor!”. Y él me dijo: “¡Hola!”, con la misma Sean Penn. sonrisa linda de su mamá Jazmín. Entonces, plasmé un beso en su cachete de pavo ministro y él me dio uno en mi Yo no quise interrumpir el placer que podía estar sin- cachete de cuarentona insolada. tiendo tan reconocido personaje al no ser reconocido, ha- bría sido mezquina al tomarle una foto, habría sido imbé- Y así, besucona y al borde de un colapso de calor, me cil al pedirle un autógrafo, así que solo atiné a pasarle por fui a buscar al ministro Izarra, Andrés de los ojos bonitos. el lado, porque estaba en la puerta que me separaba de Me acerqué a un soldado y le dije que le informara al mi- la vida, Coca-Cola is life, creo que decía un anuncio, y, al nistro que lo buscaba Marifer Popof. pasar, le dije, sin mirarlo y sin detener mi marcha: “Sean Acudió presto el ministro ante tan glamoroso llamado. Penn, this is the weirdest day I’ve ever had”. Le dije alguna cosilla, él me dijo otras a mí, y como fue tan ¿Y dónde está la política?—, se preguntarán mis con- amable, ¿qué más podía hacer sino darle un beso? fundidos lectores. Al ministro Ramírez no le di besos porque es muy alto y En los días psicodélicos, la política pasa a un segundo yo no alcanzo. Además, que si me quedaba un minuto más plano. repartiendo besos, me iba a dar un yeyo porque el calor me estaba matando. Eran casi las cinco de la tarde cuando salí de la con- centración; mientras escuchaba todavía a mi Presi, salí buscando una burbujeante y capitalista Coca-Cola que me diera un toque de frío y un poco de azúcar para mi cuerpo en ayunas. Caminé por la Calle del Hambre muerta de sed. Cami- né entre mucha gente, muchos soldados, mucho ruido, 12 13
  • 9. Carola Chávez Humor con humor se paga Pancho no quiere chicle paña. Su pueblo, siempre polvoroso, no conoce el silencio, cada Pancho un acorde cada acorde un tiroteo, un ay ay ay, un sí señor. L os gringos son una especie de Rey Midas de los este- reotipos. Todo lo que miran lo reinterpretan, lo sinte- tizan y luego lo escupen para que nosotros creamos que Cuando Pancho duerme, María lava la ropa en el río, mientras miles de Pepitos corren medio desnudos por las calles de tierra del pueblo detrás de un perro flaco. somos lo que ellos dicen y no lo que realmente somos. En el pueblo hay una iglesia, una cantina, que siempre Para ellos un “latino” es un personaje morenito, baji- se llama Cantina, y un mercado que es destrozado cada día to, que usa un sombrero grande con madroños en el ala, cuando Pancho pelea con Pancho, haciéndole más daño a un poncho al hombro, pantalones blancos percudidos, al- los tomates y piñas —nunca faltan las piñas— que al bri- pargatas, chalequito de torero, bigotito que no termina de bón que se ganó la golpiza por decir no se qué cosa de la germinar, ojos invariablemente achinados, portador eter- madrecita santa de Pancho que también se llama María. no de una sonrisa tonta, porque un tonto no sabe sonreír de otra manera. Es dormilón nuestro ‘‘latino’’, duerme Siempre hay un gringo extraviado que aparece en el porque es muy flojo y cuando no lo hace, además de son- pueblo para remediar lo irremediable. Con su ingenio in- reír como tonto, dice: “Sí, señor; sí, señor”, a todo lo que nato, inventa una bomba para sacar agua de un pozo que le pregunten. él mismo excava con el viril sudor de su frente. Cuando suda Jack, no suda, se pone más guapo, es como si se pu- A veces baila Pancho, porque siempre se llama Pancho. siera gomina, su pelo se despeina bonito, cae el mechón Cuando Pancho baila, muerde obligatoriamente un clavel. indómito justo sobre el ojo azul cielo del hombre que co- Se para como un torero y da un taconazo al piso con la sue- noce la libertad. la de su alpargata. Toma a María en sus brazos y baila un jarabe tapatío dando largos pasos de un tango sintético, Como él usa Colgate, sus dientes son tan blancos que gringo, de brazos estirados. La música le llega al cuerpo ya no parecen dientes, parecen chicles de menta. Y es eso de nuestro Pancho desalmado, y siente una urgencia de lo que atrae a los Pepitos harapientos que en coro desafi- lanzar a María, de un empujón, al otro lado de una pista nado gritan: “¡Señor, señor chicle, por favor!”. de tierra, donde por alguna razón siempre hay una gallina Conocen el chicle de forma ancestral. En tiempos in- que huye aleteando alarmada. Zapatea Panchito emocio- memorables, un Billy estuvo en el pueblo y dejó siete viu- nado, como lo haría un imaginario e imposible andaluz, das, doce hijos, un Ford modelo T y una primitiva caja de mientras grita: “¡Ándale, ándale, ipa, ipa y olé!”. chicles. El abuelo Pancho cuenta, en las noches de luna, Pancho sufre de un mal común entre los Panchos: cada las aventuras de aquel gringo valiente que salvó al pueblo vez que aparece en escena un acorde de guitarra lo acom- de sí mismo cuando él sólo era un Pepito. 14 15
  • 10. Carola Chávez Humor con humor se paga El pueblo de Pancho se llama, indistintamente, Tijua- levisión, la Coca-Cola. Ignorantes personajes que deben na, Río de Janeiro, Buenos Aires, Bogotá o Madrid. Tiene ser educados a punta de Paris Hilton, Warner Brothers y un aeropuerto donde aterrizan modernos aviones entre American Express. “Cambiou espejitou por orou”—, dice cochinos, ovejas, cabras y gallinas que viven en todas par- Sam con sus dientes Oral B, su pelo Head & Shoulders y tes, menos en un corral. Custodian, a modo de pastorci- su actitud Monroe, América para los americanos, es decir, tos, al rebaño y a la patria, Panchos vestidos de soldados para ellos porque nosotros somos Panchos y Marías. represores, malvados, corruptos, dispuestos a desplumar En la medida que nos sintetizan, nos fragmentan en tanto a las gallinas como a los gringos que pasen por su mil Tijuanas. Vaya paradoja, nos dicen que no somos her- jurisdicción. manos, que tenemos fronteras, que el vecino es raro, no Dentro de una oficina de paredes sucias, que no han existe, o es una amenaza, pero a la vez somos todos Pan- visto una mano de pintura desde que Bobby pasó por ahí chos y Marías, lo vi en el cine mientras comía cotufas, lo un día y las pintó, un bombillo intermitente y solitario veo en la tele cada día. Señores, qué confusión... cuelga del techo como un ahorcado que se niega a morir. No se salvan ni ellos mismos de esa manía reinvencio- Una mesa compartida por sellos, botellas de tequila vacías nista. Se dibujan a sí mismos como musculosos salvado- y María de la Mala Vida, quien le soba los pies al sargento res irremediablemente guapos, capaces de dar la vida por Pancho que, sin botas, sin camisa, pero con la pistola al defender su causa en lugares remotos y hostiles. Son hijos cinto, extiende la mano, sin levantar la mirada, y con voz de la tierra de la libertad, the land of the free, the home of pastosa dice: ‘‘Dólar, señor’’. the brave. Son todos ricos y poderosos aun cuando Billy El presidente Pancho, vestido de general condecora- Bob viva en un trailer de latón. Tienen negros malos, Pan- dísimo, habla inglés como Ricardo Montalbán. Recibe a chos flojos, pero siempre ganan ellos: los buenos, rubios, Jimmy, un emisario del valiente George, con una sonrisa hombres tan templados que son capaces de besar a Jenny cínica, un buenos días burlón, y un desayuno ranchero en en medio de una cinematográfica explosión, y que no les un patio andaluz opulento, pletórico de aves meridiona- tiembla la voz ante un cañón de Magnum apuntándole la les —según palabras rebuscadas de Pancho Presidente— nariz: “Go a head, make my day’’. y gallinas no tan exóticas que, como ya sabemos, son los Se pintan tan maravillosos, nos pintan tan imbéciles, únicos seres que gozan de libertad por estos lados. que no les cuesta creerse su propia mentira. Dejan de verse Pobres Panchos ricos en diamantes, oro, petróleo, ma- mientras se miran en la pantalla gigante de su vanidad. dera, ríos, mares. Lo que la naturaleza tenía que repar- Pero como yo me llamo Carola y no uso faldas de flores tir por todo el mundo cayó sobre ese pueblo polvoriento. y faralaos, ni parí ocho pepitos, no me lo creo. Jamás es- Panchos brutos, incapaces de manejar sus recursos y sus quivé a una gallina en un aeropuerto. Sí vi algún soldado destinos, Panchos que recién descubren los carros, la te- con cara de maluco alguna vez, pero he visto otros con 16 17
  • 11. Carola Chávez Humor con humor se paga caras de Robertos normales y corrientes. Nunca he sido tista de los cuentos, pretenden atraernos con su música a arrojada, por hombre alguno, al otro lado de la pista de ritmo de barras y estrellas, pero tenemos ojos grandes y baile de un apasionado empujón. Yo no me lo creí, ni yo, vemos mas allá, y por muchas estrellas que nos ofrezcan, ni la mayoría de quienes vivimos al sur del Río Grande. nosotros solo miramos las barras detrás de las cuales nos quieren encerrar. Claro que siempre hay un desubicado que al ver que no se parece a Pancho ni María que, por el contrario, es Entonces, se descolocan cuando les miramos a los ojos, blanco, tiene carro y habla inglés, se cree que es un gringo sin sombreros con madroños de por medio, y les decimos de- con mala suerte, que le tocó nacer en Caracas y no en la cididos: “No, señor; no, señor; váyase a la mierda, señor...”. Mayami de sus anhelos. Se sienten como un Mike atrapado en el cuerpo de un Alberto, viven una vida limitada por un pasaporte que no los representa. Desean desesperadamente una interven- ción de esas que los militares llaman quirúrgicas, de esas que los civiles blancos creen que no los afectan. Se consi- deran inmunes a las bombas inteligentes que no distin- guen a un Pancho de un Alberto, porque fue un Andrew quien la inventó. “Mission accomplished”, dijo Georgie un día vestido de piloto de combate con un traje que le quedaba apretado y hacía que su andar fuera extraño porque se le quemaba el arroz. No solo calculó mal la talla de su disfraz de héroe, se equivocó, como solo lo puede hacer un idiota que se traga sus propias mentiras, al calcular la talla de su adversario. ¿Misión cumplida, George? ¿Really?... Sobre esa montaña de mentiras definen sus estrategias y así no hay cálculo posible. No hay flecha que dé en el blanco si se apunta a un espejismo. Usando a sus Panchos útiles intentan en vano que- brantar nuestro espíritu con tarjetas Mi Negra, limosnas que no queremos, sueños que no soñamos. Como el flau- 18 19
  • 12. Carola Chávez Humor con humor se paga Exilio con “taima” men como que recurrió a la santería cubana para soste- ner una obra insostenible hecha por un gobierno que no ha hecho nada.  E xtraña esta malvada dictadura que padecemos los venezolanos, extraña y desconcertante. Imaginen un rrrégimen represivo de tal calibre que se gana, casi a dia- Vuelven y miran el Metro Cable, sin verlo, porque eso no puede estar ahí. Como nunca vieron el Cardiológico In- fantil, ni los CDI, ni el Salvador Allende que les queda en rio, horrendos titulares en la prensa mundial. Un terro- las narices, porque ver más allá de sus narices sería dolo- rífico gobierno que viola constantemente los privilegios roso para unos ojos ciegos de mezquindad.  humanos, que expulsa a sus detractores a un raro, nove- doso y voluntario tipo de exilio: uno que hace taima en Claro que no irán al bulevar de Sabana Grande y mori- vacaciones. rían antes de pisar la plaza Bolívar y el centro de Caracas, que no puede estar bien bonito, porque sólo los centros de “¡Taima, taima!”, dicen a los esbirros en Maiquetía las ciudades europeas tienen derecho a ser preservados. medio millón de sonrientes y oprimidos viajeros que zar- El de Caracas tiene que estar cundido de dudosos nego- pan de vacaciones. ¡Taima, taima!, y regresan los exilia- cios, de edificios históricos ultrajados por la indolencia y dos trayendo modestos detallitos para sus parientes que la codicia, caos, suciedad, ruido… Caracas, para estos exi- viven como reyes en este cruel comunismo. Detallitos, liados, no merece nada mejor. nada muy rififí porque la cosa allá, tú sabes, los bancos, la burbuja inmobiliaria, el desempleo galopante, los recor- Pero vuelven por un rato al lugar donde su forma de tes presupuestarios, pues como que la masa no está para hablar no levanta sospechas, donde el color de su piel empanada gallega. no los acusa, donde no hay que disimular. Vuelven al co- munismo a darse la vida que el primer mundo les niega, Pero regresan sin tapujos, y ahí está el meollo de esta mientras calientan sus huesos fríos de ausencia. historia, a la dictadura que los hizo huir a países con bri- llantes futuros de cartón piedra mojado. Vuelven para Y al final retornan al exilio, eso sí, con un bronceado encontrar sopotocientos nuevos restaurantes súper cool envidiable, varias cajas de Toronto y dispuestos a luchar que no te puedes perder, amigui, y no sé cuántos centros por el retorno de la democracia con sus vidas —perdón—, comerciales atiborrados de compradores imposibles, por- con sus twitters y a larga distancia. que este país está quebrado. Au revoir Vuelven y suben de La Guaira a Caracas por el mismo viaducto que juraron jamás transitar cuando vieron en Globovisión a los fallidos expertos de siempre afirmar sin pudor que alé limón, alé limón... Pero no: el rrrégi- 20 21
  • 13. Carola Chávez Humor con humor se paga Cuento de Navidad bía raro. ¡Mira, ahora tengo la lengua verde fosforescente! que parece de Halloween Help Lo que falta es que me enferme y me quieras llevar a Barrio Adentro.  E n un apartamento atiborrado de hijos, tías, sobrinos, Ahí está: así nos envenena el tirano: lanza su anzuelo a hermanos, abuelos y lucecitas titilantes, sentados jun- ver quien pica y la idiota de tu madre sale a morder como to a un frondoso y decorado cadáver de pino canadiense, un cachalote famélico, como si uno no tuviera real para campaneando un escocés con edad de merecer; envueltos comprarse su cochino, ¡carajo! Y lo peor es que me metí por el aroma de hallacas, pan de jamón, turrones, y otras un atracón. Por ahí se empieza: primero, abrir una cuenta cosas deliciosas; entre los restos de papeles de regalos con en el Banco de Venezuela para que nos devuelvan los rea- lazos dorados, verdes, azules, nunca rojos por más que les del Federal, ahora el pernil… ¿Qué viene luego? ¿Reci- Santa vista de aquel nefasto color; con la barriga llena y el bir las llaves del apartamento de El Encantado de manos corazón ausente; así celebran algunos la Navidad. del tirano y en cadena nacional? ¡Deja de twittear con ese aparatico, muchacho pendejo! ¿No ves que Chávez prohi- Todos hablan a la vez y de lo mismo, como siempre. Les bió el internet? da sentido de pertenencia, les sirve para drenar la rabia y el miedo sembrado con esmero, día a día, como veneno ¡Uh, ah!  en gotas, por Nitu, Carla y Kiko, Leopoldo Castillo, con su ¿Qué, fue eso, Miguel Alfonso, un eructo en la mesa? estridente y pavloviana “¡otra llamada másssss!”. Es lo que me faltaba, como si no hubiésemos pagado un realero en colegios privados, mijito... Sí, niña, no te imaginas lo que es vivir en comunismo: cuando ya tenía el guiso de las hallacas listo, anunciaron ¡Uh, ah! un cacerolazo, así que lo boté, caceroleé, y tuve que empe- ¿Será que el pernil ese te cayó mal?  zar tooodo de nuevo. Horrible, tía, muérete que se agota- ¡Uh ah! ¡Feliz Chavidad! ¡Jajaja! ron los BB y de vaina pude comprarme un iPhone. ¡Qué Se dice: Ho, ho, ho, gafo… ¡Agárrenme, que me da un bolas!, uno tiene que hacer colas y maromas para com- yeyo! Mi bebé adoctrinado... Te lo dije: ese pernil tiene prar un teléfono mientras que el rrrégimen regala, con el burundanga. Ven acá, mi niño: Jingle bells, jingle bells… dinero de todos, unas compus súper cuchis a los chamos ¡No funciona!… Corre, Ana Gabi: pon “Navidad con Nitu”, pobres como si ellos supieran cómo se maneja esa vaina. a ver si se le pasa… ¿Navidad en Mayami? No, mi amor, si en agosto ya no quedaban cupos. Pásame un pedazo de pavo, Gorda, que ni de vaina como ese pernil, ¿Acaso crees que no vi las bolsas de PDVAL que escondiste bajo el asiento del carro? ¡Guácalas, mamá! O sea, ¡qué niche!, con razón me sa- 22 23
  • 14. Carola Chávez Humor con humor se paga Estornudus interruptus viva el sabotaje, que viva el paro que con esto sí que cae…  Que hubo fraude, que ya viene Ramos Allup con la prue- bas ahhh... ahhh... ahhh… ¿Uh? Como no vienen los ma- E sa terrible sensación de un estornudo que amenaza, y uno arruga la nariz, se aparta por si acaso, busca el sol para apurar lo que parece inevitable y ahhh… ahhh… rines, que vengan los paracos o, en su defecto, que nos invada Colombia, que el supercomputador de Reyes dice de todo, que la ETA, las FARC, qué lástima que Uribe se ahhh… ¿Uh? Y no pasa nada: el estornudo no llegó. fue. Que se hunda el país conmigo a bordo, que no im- Eso es lo malo de los estornudos: que, a veces, uno está porta con tal de salir de esta pesadilla que nunca cuaja... convencido de que ya vienen, que ya están aquí, pero no, ahhh... ahhh... ahhh... nos dejan con piel de gallina y una morisqueta en la cara, Lograr uno de esos imposibles estornudos nos produ- y, en cierta forma, haciendo el tonto ridículo de haber ce el pequeño y extraño placer de una tonta certeza cum- anunciado con certeza, y con mucha exageración, la inevi- plida. Ese “te lo dije” que nos hace sentir sabios, impor- table llegada de algo que nunca llegó. tantes, capaces de ver lo que creemos que nadie supo ver Como esos estornudus interruptus son las angustias —aunque todo el mundo lo haya visto—. opositoras: que nos van a quitar a los niños, que ya vie- Con esa ingenua arrogancia esperan nuestros oposito- nen, que el año pasado no se atrevieron, pero, después de res el terrible estornudo que antecede a una peste mortal. las elecciones, sé —y de muy buena fuente— que se los Lo desean porque creen que si sus miedos y deseos se cris- van a llevar... ahhh... ahhh... ahhh… ¿Uh? Que vienen por talizan, si les quitaran a sus hijos, llegarían los marines nuestra propiedad privada, que primero el apartamento que tanto han invocado y se acabaría Chávez y la revolu- en la playa y luego una familia cubana en cada cuarto de ción. Lo desean sin que sus cabecitas de gente pensante de nuestra casa en la ciudad. Que los colegios privados se van este país les adviertan que si sus estornudos interruptus a convertir en centros de adoctrinamiento con burundan- dejaran de serlo y estornudaran, no habría placer porque ga. Que van a prohibir la minifalda, el rimmel y el botox. no quedaría un alma a quien decirle: “¿Viste? Te lo dije”. Que van a prohibir el internet, que lo dijo Julio Borges en 2001 ahhh... ahhh... 2002... ahhh... 2006... ahhh... 2007, 2008, 2009, 2010... ahhh… ahhh... ahhh… ¡twit! ¿Uh? Y como estornudus interruptus son también sus de- seos: “Bush, help us. Chávez is a killer”, que vengan los marines y nos salven de este comunismo, que abajo la voluntad popular en nombre de nuestra democracia, que estrellen esos barcos petroleros contra el puente, que 24 25
  • 15. Carola Chávez Humor con humor se paga La oscura vida de Clara ingeniosa que descubrió el colegio para contrarrestar la medida del gobierno, que tuvo el tupé de congelar las ma- trículas escolares para que la educación de calidad que C ada mañana, Clara se levanta y, antes de colar el café, antes de cepillarse los dientes y lavarse la cara, antes de besar a su pareja y a los niños, enciende el televisor reciben sus niños, como todo en este país, termine de des- moronarse. Aunque tenga que comer mierda —piensa Clara con re- para sintonizarse con el captor de sus ideas. beldía, mientras paga en efectivo para no dejar rastros de En lugar de ver un sol radiante al despertar, Clara se su patriótico acto de desobediencia civil. desayuna con un buenos días que, más que un saludo, Una vez en su oficina, Clara recibe una noticia que no parece un escupitajo. Una locutora, como sacada de un esperaba, hoy no va a cobrar su sueldo de siempre, desde casting para la novia de Drácula, se encarga de ensom- ahora será un poco más pobre por el bien de la empresa. brecer un día que podría ser precioso, con un panorama “Este gobierno nos está ahorcando —explica el jefe—. Ya aterrador. no es rentable hacer lo que hacemos, por lo que pido que Las noticias más que hechos son amenazas, los análisis nos apretemos los cinturones para que esta gran familia son augurios apocalípticos, las tertulias, rosarios grotes- que somos pueda seguir de pie y unida”. Una vez dicho cos de mentiras y burlas. Veinticuatro horas de agresiones esto se sube el pez gordo en un avión rumbo a Saint Mar- que Clara acepta como una realidad inevitable, sin darse teen, mientras Clara se pregunta cómo va a hacer con la cuenta que Globovisión y otros canales secuestraron su donación obligatoria, con la póliza de salud, con la ropa de tranquilidad hace años. los niños y las piñatas que cuestan un ojo de la cara. Con el desayuno atragantado, se despide de su marido Clara necesita despejarse, por lo que va al centro co- para siempre, como cada mañana. Con los ojos maléficos mercial a comprar cualquier tontería que, a modo de Alka de Aymara Lorenzo en la mente, no nota que su pequeña Seltzer, le proporcione alivio instantáneo. Compra una va al cole con los ojitos llenos de lagañas. pintura de labios igualita a una que compró hace tres me- Salen tempranito, porque a Clara le toca su “pico y pla- ses en Mayami. Allá pago ocho dólares por ese tubito em- ca”, como cada miércoles. Sube los niños al carro y sinto- bellecedor. Aquí le cobran diez veces más por el mismo niza la radio en cualquier estación que le recuerde que su producto, pero ella lo paga, porque no es culpa del comer- vida está a un paso de convertirse en pesadilla. Los niños, ciante, sino de Chávez y su control de cambio. atrás, escuchan cómo su futuro será negro, mientras ma- No hay leche. Aunque Clara tiene diez latas de leche en tan bichitos en su gameboy. polvo en su despensa, trata de conseguir un poco más por Clara llega al colegio y se dirige a la administración si acaso. Es increíble —dice indignada a otra señora que para pagar su donación obligatoria, es una manera muy busca lo mismo sin éxito— la regulación afecta el margen 26 27
  • 16. Carola Chávez Humor con humor se paga de ganancia de los empresarios y comerciantes. ¿Cómo va Ya lo habían advertido en el “Aló, ciudadano”, ya nos a haber leche? ¿Es que acaso pretenden que esa gente tra- avisaron cómo nos van a ir desangrando estos comunistas. baje como burros para ganar tres centavos? Clara vive una vida oscura, es el jamón de un sandwich No hay leche, ni carne, ni huevos, ni pollo, ni arroz, ni amargo. Se encuentra defendiendo intereses que atentan azúcar, no hay ninguno de los productos que están some- contra los suyos sólo por evitar el peligro que se cierne tidos al yugo caprichoso de Chávez. Pero hay productos sobre ella y su familia: la nube roja, violenta y devastadora lácteos que no están regulados, leche en polvo con sabor a del comunismo. vainilla, hay queso, yogur, hay ketchup picante y light, hay “Que me rebajen el sueldo, que me vendan capuccinos postres ricos en las panaderías, toditos llenos de huevo y con leche que no es leche porque tiene vainilla, que re- azúcar, hay todo lo que no hay, pero disfrazado de otra gresen los créditos indexados, que regrese Lusinchi con cosa. Eso es culpa de Chávez. todo y barragana, quiero que La Bicha me amargue mi Al final de la tarde, Clara recoge a los niños en el cole. café en señal abierta, quiero marchar y marchar hasta Al menor lo castigaron tres días sin recreo por gritarle a que se gasten mis zapatos, que se vaya Chávez, que lo la maestra ‘’¿Por qué no te callas?’’. “Mami, no te pon- saquen como sea…”. gas brava —dice el chico— si te vi aplaudiendo como loca Hiperventila en la cama, Clara, pero no porque su ma- cuando el rey le dijo así a Chávez”. rido la esté sobando. Ni ella ni él están para esas cosas, no Al llegar a casa, descubre que el vigilante no está. vaya a ser que tengan otro niño que en cualquier momen-  Lo botamos por chavista—, dice la presidenta del to les vayan a quitar. condominio. A través de sus ojos abiertos y secos por un sueño que  Menos mal que se dieron cuenta—, respira alivia- nunca llega, entran nuevas amenazas, nuevas certezas de da nuestra oscura Clara, que esta noche no pegará un ojo que el final está cerca. Recuerda aquella frase tan graciosa pensando en esa puerta sin vigilancia y en ese ex vigilante de su no lejana juventud: “A tirar, a tirar, que el mundo chavista. se va a acabar”. Pero nada, no se acaba el mundo, solo se acaba su país. Clara está aturdida porque no viene más la señora de servicio. Resulta que la muy traidora, después de todo Más allá, cruzando el pavoroso Caribe, pasando sobre lo que he hecho por ella, después de haberle abierto las la isla innombrable, allá arribita está la civilización. Allí puertas de mi casa para que la limpiara, le ha dado por todos tiran seguramente, pero no porque el mundo se meterse en la misión no sé qué cosa para luego trabajar en vaya a acabar, sino porque son felices. una cooperativa. A este ritmo no va a haber quien quiera Kiko y Carla se ríen y Clara llora. Viene el himno y Cla- trabajar de verdad verdad. ra tiembla de pavor. 28 29
  • 17. Carola Chávez Humor con humor se paga “Abajo cadenas”, grita Clara como el señor, cagándose En 140 gotas en el pobre en su choza que libertad pidió. En la mañana la veo salir con sus ojeras oscuras como su vida. Clara —le digo— no crees que sería bueno que no vieras más Globovisión, que escuches a tus niños en el E n medio de otra crisis de delirio de superioridad, re- forzada con una sobredosis de Globovisión intraveno- so, Clara, la de la vida oscura, reafirma su glamour desde carro en lugar de oír a Marta Colomina, que no te sigan su Black Berry, destilando, sin pudor alguno, veneno en envenenando, que no dejes que sigan secuestrando tus 140 gotas —perdón— caracteres. Es que para Clara y sus ilusiones, tus ideas, tu alegría. amigas del Twitter, la mezquindad es chic y la solidari- Una mirada furiosa hizo que sus ojos cobraran vida por dad, así cruda y desinteresada, es un síntoma inequívoco un momento. Fue entonces cuando supe que tanto tiempo de comunismo a la cubana.  en cautiverio solo podía dar paso al síndrome de Estocolmo. ¡Me puedo morir! Ahí están metiéndose en hoteles a  ¿Sabes qué es eso, Clara? cuenta de que perdieron unos ranchos que ahora quieren No —respondió— pero, si viene de ti, es otra mentira hacernos creer que eran casas (tuít). Abusadores disfru- chavista. tando comodidades cinco estrellas sin pagar un centavo, mientras que a nosotros, hacer lo mismo, nos cuesta un Y se subió en su camioneta, la vi alejarse con sus dos realero (tuít). Deberían ponerse a pasar coleto para ga- NO pintados en los cristales, con su tortícolis crónica, con narse su estadía. ¿Quién va a pagar por todo eso, la gente esa vida de mierda por la que está dispuesta a morir, con decente de este país? (tuít). su terror aumentado porque los chavistas habíamos agre- gado un nuevo elemento a su lista de horrores: el síndro- Y qué decir de los colegios: los niños sin clases, aun- me de Estocolmo. que los míos iban a faltar porque nos vamos a Mayami mañana, pero esa es una causa mayor (tuít), no las del ¿Qué carajo será eso?... gobierno: que si las elecciones, que si una inundación que ni rozó al colegio de mis hijos, que bien caro que me cuesta (tuít). Si sus simulacros de escuelas públicas se les llenaron de gente porque, y que sus casas están mojadas, allá ellos (tuít)… O sea, que sus casas se mojan y pagamos justos por pecadores (tuít). Y hablando de pecadores: Bravo por el cardenal Uro- sa frente a los herejes que claman porque las iglesias den refugio a los damnificados (tuít), como si la Casa de Dios fuera para esas cosas (tuít). Pretenden estos comunistas 30 31
  • 18. Carola Chávez Humor con humor se paga adoradores de Satán interrumpir la paz de nuestras bodas, O sea, me choca el comunismo bautizos y otros eventos sociales, con el llanto insoporta- ble de sus mocosos marginales, portadores de horribles y extraños microbios que solo esa gente es capaz de portar, plenos de enfermedades tercermundistas contra las cua- les nuestros civilizados sistemas inmunológicos son inca- K iki pensaba en voz alta... Lo que más me choca del comunismo es la igual- dad, o sea. Uno pasa años en un colegio de monjas súper paces de luchar (tuít) (tuít) (tuít) (atchísss). nice, tu papá pagando un dineral para que conozcas a cha- ¿Y quién bombardeó cubanamente las nubes en enero? mas chic como tú, y a sus hermanos, of course, porque Que le salió mal y llovió después, claro, ¿acaso alguna vez es con los hermanos de tus amigas súper chic con quien le salió algo bien? (tuít). Estamos a merced de la dema- te vas a empatar y luego casar, si no te pones gordísima gogia del populista culpable de la lluvia que ahora quiere como la gorda Sofía que sería solterona si no fuera por los interferir con el libre curso de la selección natural (tuít).  millones que tiene su papá en Mayami, o sea... ¡Ay!, tan bello Henrique, eso sí es un gobernador (tuít): Entonces mi papá, que no es el papá de la gorda Sofía, con el agua a la cintura, una cinematográfica barba de pero yo soy flaca y me operé las lolas, o sea, mi papá se dos días, y una foto para los medios, mientras defiende mata toda la vida haciendo negocios para pagar el club de con valentía la propiedad privada y el sagrado derecho golf en Caracas, el club de playa en la playa, el colegio, o de admisión de nuestra industria hotelera. Hay que ver sea, ese ya lo dije, las clases de flamenco, modelaje y pro- el espectáculo deprimente del comedor de un resort en tocolo, el gimnasio y la universidad carísima, o sea, que Higuerote lleno de gente que come omelets creyendo que cada semestre que raspo mi papá me mira con odio, o sea, son huevos revueltos. De solo pensarlo se me atraganta el como si fuera culpa mía que los profesores no quieran dar Special K (tuít) (tuít) (tuít) (tuít) (tuít)… clases en el cafetín... O sea, todo eso que hace mi papi, más el esfuerzo que hago yo, o sea, porque hay estar al día, porque no me van a decir que uno puede llegar al cafetín con unos zapatos pasados de moda, o sea, y qué raya, o sea, que cada sema- na hay que ver como veinte revistas de moda y todas la series de Sony, o sea, y después comprar todo, o sea, y que sea de la marca original, si quieres ser alguien en la vida, o sea, que no es fácil porque si fuera fácil no sería difícil, o sea, porque si no todos serían iguales y entonces seríamos comunistas como ahora… 32 33
  • 19. Carola Chávez Humor con humor se paga Porque uno va a la universidad para ser mejor que los Coordenadas no es cool demás, porque los demás no tienen plata para ir a la uni- Otra emocionante aventura de Kiki Aranguren versidad, ¿no? Pero ahora viene el comunismo, o sea, y hace universidades en todos lados, o sea, dicen que es el quinto país en el mundo con más estudiantes universita- rios, o sea, que van a querer ser igual de mejores que yo, o sea, Kiki Aranguren somos todos, y yo que he dedica- O sea, fue horrible, o sea. O sea, que yo estaba tan tranquila en Margarita y do mi vida a ser diferente… Embuste, o sea, diferente a prendo la tele y zuas! Oh, my god! O sea, qué pena con el los niches pero igual a Paris Hilton, o sea, porque todo el mundo después de lo que dijo ese señor en la tele sobre mundo quiere ser como Paris. los guerrilleros comiendo cochino en mi bello y destruido país. O sea que no les basta con ser guerrilleros y venirse O sea, que el comunismo es como un halloween que para acá con los chavistas, sino que también comen co- no se acaba, o sea, porque en cualquier momento vienen sas súper guácatelas como ese cochino clavado en un palo los comunistas y hacen esas cosas horribles que hacen los como los que salen en los Picapiedras. comunistas, o sea, tú entiendes, o sea y nos despertamos un día y toda la ropa está sin planchar porque la seño- O sea que apenas terminé de ver a ese señor tan nice, ra que plancha ya no plancha porque fue a la universidad con ojos azules y todo, llamé a mis amiguis con mi BB y ahora es igual, o sea, ¡qué pesadilla! Arrugados todos y les dije: Amiguis, amiguis, no sé si morirme del susto por Caracas, o sea, a menos que las arrugas se pongan de de las guácatelas. Amiguis, tenemos que salvar a nuestro moda, cosa que dudo… ¿Y quién va a cocinar en mi casa? país porque estos FARCs van a querer que todos coma- Porque si la cocinera se convierte en doctora y quiere ser mos cochino de ese en vez de mi combo de nuggets, o sea igual a mi mamá no va a saber cocinar, nos vamos a morir ¡No es NO! de hambre, porque eso es el comunismo: ropa arrugada y Así fue como hicimos una marcha, bueno, marcha en hambre... O sea, qué horrible… rústicos para ese lugar superniche que dijo el señor que se llama Coordenadas. O sea, fue horrible porque el GPS de mi BB nos dijo que Coordenadas estaba, o sea, del otro lado de Venezuela, o sea. Never in my life, te lo juro, o sea. Pasamos por pue- blos, o sea, que qué mal gusto, unas cosas con nombres súper, o sea, súper que no sé a quién se le ocurre: y que Tinaco, Barquisimeto, Coro Coro, Llaracui, y uno de lo úl- timo que se llama Bachaqueros, que yo ni me bajé de la ca- mioneta de Lucho porque le tengo terror a los bachacos. 34 35
  • 20. Carola Chávez Humor con humor se paga O sea que esa viajadera y nada que llegábamos a Coor- Lo peor que lo deporten a uno es que nos entregaron, denadas, o sea, y yo muerta de hambre porque hace fore- o sea, no sé cómo decirlo sin que me dé más guácatelas, ver que ni un Mc Donalds ni un Sambil, y las Oreos se nos o sea, a los soldados de la Guardia Nacional, o sea, esos acabaron apenas salimos de Puerto La Cruz. soldados chavistas!!! Los del garrapiño, ¿se acuerdan? O sea, ¡me podía morir! De repente, el GPS nos dice ¡bip bip! Como que esta- mos cerca, pero yo miré para todos lados y no vi ningún O sea, que me puse a llorar como loca y a gritar EEEEES- cochino ni nada. Lo que había era un peladero, y luego TU-DIANTES!!!!! LI-BER-TAD!!!! Clap clap clap!!! Y yo, unos árboles y unos señores con motosierras que parece o sea, que me dolía la garganta de gritar por la democracia que eran leñadores o algo. O sea, y yo muerta del susto de mi país, o sea. porque estábamos a punto de llegar a Coordenadas y yo Entonces, se asustaron porque, típico, que no tenían me estaba reventando de ganas de hacer pipí, o sea, que ni el camión que echa agua ni el garrapiño, o sea, porque qué horrible porque no había baños. en este gobierno nada funciona, así que nos llevaron a De repente, salen unos terroristas y nos atrapan y nos Caracas y, o sea, qué tristeza regresar y no ver la bola de llevan con todo y camionetas. O sea, que los terroristas Pepsi, o sea. son súper brutos o qué, porque ese que me agarró se em- peñaba en decirme Veneca y Veneca. Y yo que no, que me llamo Kiki, y el tipo sordo, o sea. Nos llevaron presos porque y que estábamos en Colom- bia y ellos eran policías de allá, como si yo fuera gafa y me iba a creer ese cuento, si yo he visto las propagandas de Colombia en Sony Televisión y eso de que te vas a querer quedar y, te lo juro, chama, que eso no era Colombia por- que era horrible y superniche y yo no me quería quedar. Además que el GPS de mi BB me dijo que eso era Coorde- nadas y Coordenadas queda en Venezuela como lo dijo el señor de la tele, o sea, a mí no me van a engañar. Entonces, ese policía horrible, nos dijo que nos iban a deportar, como si estuviéramos en Mayami, qué risa, o sea… y nos deportó, o sea, ¡qué raya! 36 37
  • 21. Carola Chávez Humor con humor se paga El proyecto está en proyecto asistentas, gorras, franelas y panfletos informativos acer- ca de la necesidad de ahorrar el preciado líquido, y cuyo Entrevista exclusiva a Escarlatina Rojas Bermellón objetivo principal será la formación del hombre nuevo: un hombre conservador de los recursos naturales, forjador de sueños, artífice de un mundo multipolar… A l entrar al despacho nos encontramos con la flaman- te plurifuncionaria policambural, Escarlatina Rojas Bermellón, viceministra, directora, coordinadora, voce-  ¿Y mientras, el agua corriendo?  Ya veo venir tu actitud burguesa y contrarrevolucio- ra, delegada y presidenta de condominio, entre otras, naria. Ya te dije que el proyecto está en proyecto, que tra- pero a quien hoy entrevistaremos en calidad de asesora bajamos en las áreas estratégicas del desarrollo endógeno del asesor del subdespacho de conservación del agua y y que, como dijo el Che: “Nunca es tarde cuando la dicha otros preciados líquidos. Escarlatina nos recibe con un es buena”. Está claro como el agua. cordial saludo, extendiendo sus dedos coronados por larguísimas uñas salpicadas de diminutas estrellitas ro-  ¿Agua blanca o negra? jas, por supuesto, a juego con su camisa, cuyo cocodrilo (La entrevista terminó abruptamente cuando las francés bordado en el pecho dio pie a nuestra primera y uñas estrelladas intentaron clavarse en mis ojos a modo malintencionada pregunta: de despedida).  El cocodrilo que reposa sobre su silicona izquierda, ¿qué representa?  Este no es un cocodrilo, se trata de una baba del Orinoco, en peligro de extinción, y que llevo en mi pecho como llevo a todos los seres cuya existencia esté amenaza- da por el capitalismo salvaje.  Entiendo, pero vamos al grano: el bote de agua en la esquina del Mango hoy cumple un mes, mientras nuestro Presidente llama a ahorr...  Nos reunimos con los consejos comunales de la zona para atender esta problemática que atenta contra la so- beranía hidrológica y la nueva geometría del poder. A la espera de soluciones promovemos el fortalecimiento del Poder Popular a través del Primer Encuentro Comunal de Botes de Agua, en el cual se repartirá a los asistentes y 38 39
  • 22. Carola Chávez Humor con humor se paga Yo soy la revolución  Poder popular, algo tan sencillo: míreme a mí, yo soy el ejemplo perfecto: he inundado esta región con mi cara y Otra entrevista exclusiva a Escarlatina Rojas Bermellón mi nombre, en vallas, afiches, franelas y hasta autobuses. Todo el mundo me conoce, si eso no es ser popular… y en cuanto al poder, ¿le parecen pocos dos viceministerios, la L a primera vez que entrevisté a Escarlatina Rojas Ber- mellón prometía ser la última, pero la vida es larga y las campañas electorales vuelven y con ellas, la imperio- dirección de tres instituciones nacionales y regionales, la presidencia de cuatro comisiones del partido, más la voce- sa necesidad de figurar de nuestra conocida multifuncio- ría regional, además del reinado de Carnaval de 2010…? naria pluricambural, siempre optando a un nuevo cargo,  Clarísimo… y ¿qué me dice de la democracia parti- esta vez uno de elección popular. cipativa? Sin sorpresas, vestida de estricto rojo, nos recibió  Que participo en todo, que no hay cargo que no pelee y sentada, escudándose detrás de una solitaria pero con- arrebate con uñas acrílicas y dientes blanqueados con láser. tundente foto que reposa sobre su escritorio, en la que  Recuerdo que hace poco, en el congreso extraordi- nuestra entrevistada aparece, según sus propias palabras, nario, el Presidente, clamando ver caras nuevas, la mandó “fundida en un abrazo revolucionario con el Comandante de regresó a casa… Presidente”, lo que dio pie a mi primera pregunta:  ¡Calumnias! El Comandante Presidente consideró  Señora Rojas Bermellón que yo merecía un breve descanso porque reconoce mi in-  Mis amigas me llaman Escarlatina—, dijo con son- valuable labor en todos los ámbitos de la política nacional. risa de afiche.  Por eso digo: Señora Rojas Bermellón, en esta foto  Y esa compulsión participativa, ¿a qué se debe? no parecen coincidir las sombras de su cara y la del Presi-  A que soy, como dijo, por orden mía, aquel publicis- dente, ¿se trata de un foto montaje con photoshop? ta que contraté para diseñar mis campañas instituciona-  Usted siempre con sus preguntas tontas en momen- les, “la revolución hecha mujer”. tos en los que nos estamos jugando el futuro de América Latina, ¡alerta, alerta, alerta que camina…! Cuando los  Si usted es la revolución, ¿el pueblo qué es? verdaderos revolucionarios nos enfrentamos al demonio  El pueblo soy yo. mismo del capitalismo, dando el todo por el todo en esta  ¿Y qué opina el pueblo al respecto? lucha por establecer la nueva geometría del poder y un mundo multipolar…  El pueblo necesita formación ideológica, tenemos un largo camino por recorrer…  Ya veo: photoshop. Pero hablemos de otra cosa, el poder popular…  Por fin coincido con usted: tenemos un largo camino por recorrer… 40 41
  • 23. Carola Chávez Humor con humor se paga Connie de su Mack mueve cual habilísimo prestidigitador y derroca gobier- nos por allí, mientras envía tropas a países cansados de guerras eternas por allá, instala bases militares que vio- E sta semana el congresista republicano Connie Mack introdujo una petición para que el Congreso de su país incluyera a Venezuela en la lista de países que cola- lan y amenazan la soberanía de los pueblos más acá, pro- mueve conflictos entre hermanos justo aquí, todo esto mientras encandila al espectador con su blanca sonrisa boran con el terrorismo; cosa que aplauden emocionados de esperanza negra. muchos de nuestros amigos opositores, cuyos cerebritos He ahí el verdadero connie e’ mack: un vendedor de globotizados les dicen: “Nos declaran terroristas, nos promesas falsas que aceptó un premio que no pretende bombardean, sacan a Chávez y ya… qué alivio” merecer jamás. Cuando leí la noticia de Connie y sus viles intenciones, no pude evitar que brotara de mis labios un indignado ‘‘Connie de su Mack’’. Porque hay que ser bien connie e’ mack para acusar de terrorista a un pueblo sólo porque pretenda ser libre y soberano. Pero a Connie lo conoce- mos desde los tiempos del connie mayor: el que invadió Afganistán buscando a Bin Laden para luego decir que no fue Osama sino Saddam, que al final es lo mismo, solo que hay que bombardear más allá, ahí mismito, donde no tienen las armas de destrucción masiva que no vamos a encontrar. Decía que cada año Connie Mack hace la mis- ma solicitud cuyo único fin es generar titulares que hacen pensar al lector, acostumbrado a que piensen por él, que Venezuela es terrorista y ¡qué pena con ese señor! El problema no es Connie, pues ya sabemos quién es y qué hace. El problema es un simpático y prometedor pre- sidente. Tan prometedor que ganó un Premio Nobel de la Paz por adelantado, sin haber movido un dedo, según los más optimistas, para arreglar los entuertos que su país ha ido regando y manteniendo por el mundo. Según los pesimistas, entre quienes me cuento, el Nobel, no es que no ha movido un dedo, sino que los 42 43
  • 24. Carola Chávez Humor con humor se paga Caminito que el tiempo arriesgando sus vidas, las de sus familias, lanzándose por el puente aún a sabiendas de que la muerte acechaba, por- ha borrado... que si algo hicimos y con insistencia fue advertirles que no Alerta del frente de damas indignadas iba a durar más de dos meses en pie. Ese viaducto era una por todo lo que haga el gobierno bomba de tiempo y el tiempo pasó y la bomba… Bueno, no les voy a contar lo que ya saben. Un año ha pasado desde aquel nublado día, cuando H ace unos días el rrrégimen celebraba a soto voce el primer aniversario de ese esperpento que ellos lla- man viaducto. cortando una cinta de bandera, una de esas a las que le sobra una estrella, se inauguró el viaducto dejándonos, a la gente decente de este país, sumidos en la más profunda ¿Y por qué a soto voce? Se preguntarán mis indignadas indignación. compañeras amantes de la haute couture. Pues, para eso estoy aquí, para responderles y denunciar el último atro- Pero erraron en sus cálculos estos engendros castro- pello de este desgobierno tiránico y depravado. narco-computador de Raúl Reyes avalado por la Interpol- chavistas. Erraron como suelen errar quienes se creen sus Resulta, mis conmocionadas amigas, que como resul- propias mentiras y, otra vez, por tratar de engañar a mu- tado de esa obra de infraestructura mucha gente quedó chos con esos espejismos de progreso, olvidaron al señor viviendo en condiciones infrahumanas. Me refiero a los que vendía chicharrón (después les explico qué es eso) habitantes de la carretera vieja de La Guaira. allá en la carretera vieja. Ya sé que nos importa un pepino esa gente de baja ralea, Juan Gómez se llama el infortunado, un hombre que pero es que de algo tenemos que colgarnos si queremos de- hoy ve cómo su sueño de pequeño empresario de la gas- rrocar al inquilino de Miraflores y su corte de aduladores. tronomía criolla se le escapa de las manos. Nuestra cá- Durante los días de gloria, cuando se desplomó el via- mara fija no fue capaz de filmar entonces esa tragedia en ducto, en medio del regocijo, aprovechamos para bom- desarrollo, no fuimos capaces de adelantarnos al futuro bardear al desgobierno mientras cantábamos Alé limón. ominoso que acechaba al chicharronero. Recuerdo aún, con lágrimas en los ojos, aquella trocha Pero ahora lo tenemos enfocado con un gran angular. que tanto nos dio de qué hablar. Aquella cámara fija de Por lo tanto, desde hoy, amigas mías, Juan Gómez somos Globovisión que mandamos a instalar para transmitir, en todas, y yo digas ni pío, Ana Julia, porque estamos hacien- vivo y directo, una tragedia que no llegó a suceder. do patria. Luego, la construcción atropellada de ese puente de Ya basta de ser cómodos, ya basta de querer llegar a campaña que, dicen, será indestructible, aquel valiente La Guaira en veinticinco minutos; es hora de sacrificarnos reportero contando tornillos faltantes, la gente ignorante como nunca antes lo hemos hecho. Marchad, mis admi- 44 45
  • 25. Carola Chávez Humor con humor se paga rables y bien conservadas damas, comed chicharrones de ¡(bip)! Chávez dijo mierda Juan Gómez y cuanta fritura asquerosa vendan por esos lares, tomad, eso sí, sobredosis de Alka Selzer Ultra Plus; soportad con estoicismo los estragos de una indigestión segura que la patria pide a gritos nuestro máximo sacrifi- cio. Gritad vuestras consignas a los cuatro vientos: ¡Con mi Q ue (bip) tiene el (bip) de su madre ese, decir semejan- te vulgaridad en televisión y en horario restringido. Yo soy madre de familia y tiemblo de la (bip) con la chicharrón no te metas! ¡Ni una autopista más! ¡Chávez, falta de respeto del (bip) que habita en Miraflores. Es que devuélveme mi trocha y mi país! Y no os preocupéis, mis con las madres, solo se meten los (bip) de madres de su esbeltas damas, por la ingesta excesiva de carbohidratos y calaña. grasas saturadas, que marcharemos tanto y tan arriba que no habrá chicharrón, ni celulitis, ni dictadorzuelo tropical Un (bip), eso es lo que es, con el perdón de los (bip), que pueda con nosotras. Claro, que una vez logrado el ob- claro. Justo ahorita que nos tragamos el asco que él y su jetivo nuestro primer decreto será prohibir el chicharrón. séquito de (bip) nos producen y hablábamos de reconci- liación. Me (bip) en su alma y en su revolución de (bip). Es que no deja de recordarme al chiste graciosísimo que Atentamente, siempre cuenta Pipo sobre el negro que tenía diarrea y Marifer Popof creyó que se estaba derritiendo. Presidenta del frente de damas indignadas con todo lo que haga el gobierno. Miren como estaré de (bip) con ese (bip) que les aca- bo de contar mi chiste favorito y ni siquiera pude sonreír. ¡Convulsiono de la ira! Ya me imagino a la cuerda de (bip) que tiene por minis- tros tratando de justificar a su jefe a toda costa. Cuerda de lambe (bip) todos, lambe (bip) y jala (bip). Yo, como madre, exijo respeto a las familias decentes de este país, a nosotros, los ciudadanos honestos que so- mos incapaces de pronunciar semejantes (bip) sin que su- framos una indigestión aguda. No vamos a tolerar que un (bip) de (bip) empañe nues- tra dignidad patria, usando ese tipo de términos para re- ferirse a nuestra victoria. Victoria, por demás, gloriosa y contundente, de un pueblo que se niega a ser cubano, a 46 47
  • 26. Carola Chávez Humor con humor se paga menos que nos den visas de residentes en Mayami. Un Con mi rectoscopia no te metas pueblo que no se va a calar más cada (bip) que le pase por la cabeza a ese gran (bip). NO, NO Y NO!!! Dijimos NO, ¿escuchaste cabeza de (bip)? O ¿es que S uenan todas las alarmas, se declara una emergencia sanita- ria. No es la gripe del pollo, no es la fiebre amarilla, ni reu- ma, ni tos ferina. No hay epidemia alguna, pero la habrá, se los te tenemos que patear el (bip) hasta dejártelo cuadrado? aseguro. Chávez esparció el virus del pánico al estornudar ayer Agárrate las (bip), si es que las tienes, que la gente decente y sin taparse la boca. Ahora pretende regular los precios de los y educada de este país ya está hasta el (bip) de este (bip). servicios médicos privados. Con mi rectoscopia no te metas. Por nuestros hijos, te lo juro: si de tu boca sale otra ¿Dónde están las libertades que tanto amamos? ¿Hacia palabra como esa, que mi boca se niega a pronunciar, me dónde nos quiere llevar ese señor? ¿Es que acaso nos ve- voy a (bip) en ti y en toda tu descendencia. remos obligados a enfermarnos sin tener que hipotecar el Y que le dé gracias a Dios que estoy apurada porque futuro de nuestros hijos? ¿Tendrán que aprender los más tengo una misa de reconciliación a las siete, porque de lo viejos, y loro viejo no aprende a hablar, a vivir sin el terror contrario me pasaría todo el día pegada a la computadora que les produce una muy posible y cercana enfermedad? poniéndote en tu sitio. ¡(bip)! La salud barata es una aberración, como todo lo barato. ¿Qué médico que se considere honorable va a cobrar un pre- cio razonable por una intervención? Y el caché de las clínicas, ¿dónde queda? ¿Cómo vamos a diferenciar una clínica cinco estrellas de una de medio palo si todas cuestan lo mismo? Con las clínicas va a pasar como pasó con el Sambil, le pusieron el Metro al lado y se hizo accesible a las hordas de niches que ahora invaden sus pasillos, convirtiendo lo que debía ser el mall más popof de Caracas en una me- rienda de negros con tiendas caras. No quiero ni pensar en las lujosas y cómodas salas de espera de la Clínica Ávila, llenas de mujeres con bebés semi- desnudos pegados a la teta, viejos sin dientes y con tos, gen- te vestida de poliéster con bollitos y hediondos a pachulí. No cualquiera puede ser doctor, eso hay que recono- cerlo y la mejor manera de hacerlo es pagándole lo que valen. Dedicaron su juventud a quemarse las pestañas, 48 49
  • 27. Carola Chávez Humor con humor se paga trabajan como burros con aire acondicionado, y al fin y al Earle Herrera Al Presidente cabo tienen nuestras vidas en sus manos. ¿Acaso eso tiene un precio que pueda ser regulado? con humor Y ¿qué será de la calidad del servicio? Porque esa gente tiene que comer, pagar la camioneta, el condominio, las cuotas del club, el colegio de los chamos, el viaje a Disney — ­ ­­­­­­ ———————————————— World, comprar ropa que los represente, porque no pue- Earle Herrera • Escritor. Poeta. Periodista. Premio Nacional de Periodismo, mención den ir como unos percusios. investigación, por su libro Ficción y realidad en el Caracazo, 2011. Otros libros publicados Te imaginas que si ganando lo que ganan, de vez en son: Hay líbidos que matan, Piedra derramada. cuando meten la pata, ¿cómo será cuando una operación A la muerte le gusta jugar a los espejos. no les dé para recorrer Europa? ¿Qué va a pasar con todos esos doctorcitos recién gradua- dos que aspiran a un futuro mejor? No me van a venir ahora con el cuento de que el capitalismo salvaje campea en esos sagrados templos de salud. Que si hay canibalismo gremial, que si el médico explota al médico. Hay quien dice, válgame Dios, que los doctores adinerados “apadrinan” a jóvenes y talentosos médicos pelabolas. Que les ponen frente a los ojos la zanahoria de una posible futura sociedad, el acceso impo- sible a un mundo que no se habían atrevido a soñar. El prestigio que les otorga curar a prestigiosos pacientes en prestigiosos quirófanos se paga con trabajo subpagado. Con domingos y madrugadas, con hijos que nunca ven a sus papás. ¿Qué mientras tanto el doctor en jefe toma piña cola- da con sombrillita en alguna playa del Caribe? Si, es él quien se vació el bolsillo para comprar la acción. No serán tan ma- lagradecidos de pensar que esto es injusto, no irán a morder la mano del amo que los alimenta, aunque sea con sardinas. Yo propongo hacer clínicas clandestinas donde po- damos ser desplumados en paz. Es nuestro derecho, es nuestro culo el que está siendo hurgado por el dedo de la especulación y en mi culo mando yo. 50 51
  • 28. Humor con humor se paga Oncólogos de otoño A hora a todo el mundo le dio por la oncología. No existe país en el universo donde sus criaturas se- pan más de tumores y sus derivados que en Venezuela. A raíz de la enfermedad que se encaprichó o ensañó con nuestro Presidente, hasta el más corto de mente se hizo experto en cáncer. Y aquel que por pura falsa modestia reconoce que no sabe una papa de células malignas, de inmediato agrega que, no obstante, tiene una prima se- gunda cuya hermana es casada con un médico con post- grado en el Padre Machado, además del PhD (como lo leen) en el mismo Memorial Hospital for Cancer de New York… y así sucesivamente. Años atrás, entre 2002 y 2004, la nota era ser militaró- logo, una especialidad con una sola especialista en Vene- zuela y cuidado si en América: la señora San Miguel, cuyo campo de conocimiento últimamente se ha visto invadido por unos cuantos aficionados, asomados y diletantes que no saben nada de la cosa. Por los días de la Carmonada, todo el mundo tenía una cuñada que tenía una prima y 53
  • 29. Earle Herrera Humor con humor se paga así hasta llegar a un nexo de consanguinidad en segundo fermo en nada ayuda a la ciencia y es típica, rezongan en grado con algún mayor de Casa Militar o un sexagenario la MUD, del autoritarismo de Chávez. Una prueba más, coronel de las milicias. pues, de que vivimos en una tiranía, por si a alguien le quedaba duda. Los militarólogos pertenecen a la etapa de la Coordina- dora Democrática, pese a que enterrada esa difunta, cada Estos súbitos oncólogos, en su ejercicio ilegal de la pro- cierta tarde alguno asoma por allí su cadáver insepulto de fesión, leen la semiótica de la enfermedad en los gestos y experto en cuestiones marciales, esto es, en golpes y aso- paramensajes del paciente. Si Chávez habla con seriedad nadas o como diría la especialista citada supra: en coup de su mal, gritan que eso evidencia la fase terminal, que d’État. Los oncólogos, en cambio, son de más acá, de esta se está muriendo, exigen un parte médico, le piden la re- etapa brumosa de la oposición denominada de la Mesa nuncia ya, ahorita mismo y hasta le exigen a la MUD que de la Unidad, abreviada por unos como MUD y por otros prepare la hoja de ruta para la transición. En cambio, si como MUS, o sea, Mesa de los United States, dicho así de el Presidente hace humor de su cáncer, chillan que es un lo más spanglish. mentiroso, que no tiene nada y todo es un montaje para recuperar la popularidad perdida porque apenas la tiene La esquizofrenia mediática que hasta ayer no más pre- en un ridículo 60 por ciento. Si por el contrario el coman- gonaba que nuestros hospitales no servían para nada, hoy dante ni habla ni ríe, entonces lo acusan de someterlos a informan que son los mejores del mundo en materia de la insufrible dictadura del silencio, una práctica propia de cáncer, por lo que exigen al Presidente atenderse aquí en la más descarnada convalecencia totalitaria. lugar de hacerlo en Cuba, donde arriesga su vida al poner- la en manos de la dogmática quimioterapia marxista le- ninista. ¡Vean, pues, los medios preocupados por la salud (y sobre todo por la vida) del comandante Chávez! Cosas veredes, paramédico Sancho. Los columnistas de la gran prensa y los impenitentes opinadores de la televisión hacen pulso y gala de sus enci- clopédicos conocimientos oncológicos. El país ha podido leer y oír pasmado sus diagnósticos devastadores y pro- nósticos lapidarios. No se quedan allí, los tipos recetan. Los más impacientes hablaron incluso de un desenlace que el paciente, de puro terco, cada día contradice. Y por los vientos que soplan, no parece dispuesto a complacer- los. Para estos oncólogos mediáticos, esa actitud del en- 54 55
  • 30. Earle Herrera Humor con humor se paga Al Presidente con humor que el humorista respondió: “Sí, lo que pasa es que yo no estoy enfermo del semblante”. Un compinche de Kotepa, Francisco Pimentel, conoci- E star enfermo no significa (ni es para) echarse a morir. Esto es lo más contraindicado desde el aceite de tárta- go y la emulsión de Scott hasta los antibióticos de última do en los altos fondos del humor como Job Pim (el Jobo), se vio todo maltrecho en su salud de tantos carcelazos que le metió la dictadura de Gómez. Los médicos de la UCV generación. Fue precisamente Hipócrates, el papá de la no le dieron esperanzas y, sin embargo, él empezó a re- medicina, quien precisó que el cuerpo humano está for- cuperarse. Esto le preocupó pues, si no moría, quedarían mado por cuatro humores en perfecto equilibrio. Si esa muy mal los galenos de una institución que el Jobo quería proporción se rompe, nos enfermamos y nos quiebra el mucho. El humorista, de ninguna manera, iba a permitir mal humor. De allí que una vieja revista yanqui se copiara este desprestigio universitario. Entonces escribió su sone- de los antiguos griegos para decirnos, con razón, que la to titulado “Desahuciado”, donde dice: risa es “remedio infalible”. Con base en la abundante bibliografía científica so- Me han visto nueve médicos. Los nueve, bre la materia, les propuse a los Robertos, los mismos de nuestra Facultad ornato y gala. del programita ese titulado “Como ustedes pueden ver”, Los nueve encuentran mi salud tan mala, montar una obra con el nombre que encabeza esta de- que debo morir en plazo breve. plorable crónica. Los tipos se asustaron. ¡A quién se le Congestión en el hígado, y no leve; ocurre hacer humor con algo tan serio como el cáncer! bronquitis, de la tisis antesala; Estos amigos, maestros en la materia con varios libros un riñón de su puesto se resbala sobre el tema, saben la diferencia entre humorismo y co- y el colon no funciona como debe. micidad, pero no era hora de teorizar. Les pedí que lo Yo morir no me siento… Pero ¿cómo pensaran y me respondieron que eso era muy difícil para nueve sabios así de tomo y lomo ellos. Les creo. se van a equivocar sobre mi suerte? Recordé varios pacientes célebres que antes de la apli- ¿Que me debo morir? ¡Venga la muerte! cación postmoderna y postraumática de la risoterapia, ¡Todo antes que dejar en la berlina una práctica recomendada por la médica Ana Elisa Oso- a media Facultad de Medicina! rio, derrotaron la enfermedad que los aquejaba a punta de buen humor. Estaba en cama el brillante periodista Kote- Otro genio del humor, Aquiles Nazoa, se burla de su pa Delgado, fundador de Últimas Noticias y La Pava Ma- flaca figura en su “Retrato 1940”, y de sus futuras enfer- cha, cuando la amiga que lo visitaba le dijo al observarlo: medades en “Balada del pesimista”, que finaliza de lo más “Estás mejorando, Kotepa, se te ve mejor semblante”. A lo optimista cuando pide: 56 57
  • 31. Earle Herrera Humor con humor se paga Más no lloréis la muerte mía Durísimo vivir sin Chávez porque, ¡quién quita!, a lo mejor yo resucito al tercer día sin ser ningún Nuestro Señor. L os antichavistas no pueden vivir sin Chávez. Es un fenómeno cada vez más preocupante que sobrepasa lo que pareciera un retruécano. En la medida en que el El presidente Chávez ha asumido su muy seria enfer- enfermo —porque se trata de una enfermedad— es más medad con gallardía y entereza. Al “show macabro” de la “culto” o tiene más estudios, aumenta la gravedad de la oposición ha respondido con humor: “pronto estaré calvo patología. Ansiedad, incertidumbre, sudoración, gastritis como Yul Brynner; seré Yul Chávez”, bromeó. Cuando los y extravíos mentales son algunos de los síntomas que aco- impacientes medios escuálidos empezaron a especular con gotan a las pobres víctimas del antichavismo crónico. temas como la transición y los posibles sucesores, el co- mandante puso a su hermano en el blanco de su chanza: Cada vez que el comandante Chávez sale del país, la oposición entra en crisis. Lo mismo le pasa cuando es sus-  Adán, estás afeitadito, ¿te estás preparando para la pendido el programa “Aló, Presidente”. La azota algo así sucesión? como un inmanejable síndrome de abstinencia, con unos A la derecha mal humorada y cejijunta le revienta que medios de comunicación sin norte y sin pauta posible. Un el Presidente no se eche a morir. Al contrario, frente a la viejo periodista de mis afectos, escuálido en ejercicio, me gravedad de la situación, siempre ha tenido un chiste a decía que cuando no hay “Aló”, el domingo es un infinito flor de labio, una canción, un dicho popular. Es el ejemplo caliche y el lunes un refrito, cual insufrible bostezo de un que deben seguir los Robertos, pero los tipos están tan retrato (Alberto Nolia dixit). asustados que, como ustedes pueden ver, el paciente no El viaje que mantiene al presidente en Cuba ha gene- logra contagiarles su buen ánimo. rado una alharaca de señor y padre nuestro. Algunos nos- tálgicos de la carmonada, con la originalidad de la desme- moria, han vociferado que estamos frente a un “vacío de poder”. La frase les ha parado los pelos a los picados de culebra, que somos unos cuantos desde aquel 11-A. Gente que hasta ayer criticaba al vicepresidente Elías Jaua, hoy pide a gritos que lo juramentemos de una vez, ya, sin pér- dida de tiempo, antes de que “el otro” regrese. Los más leguleyos exprimen el libro azul para demostrar lo que todos sabemos: que el “absceso pélvico” no aparece en la 58 59