Francisco Sánchez decidió a los 15 años llamarse Paco de Lucía en homenaje a su madre. A partir de entonces creó su estilo propio, que rompía con la tradición. Abrió la puerta a la dimensión instrumental del flamenco y contribuyó enormemente a la profunda renovación del papel de la guitarra en este género musical. En este documental, por primera vez, el guitarrista abre a las cámaras de televisión las puertas de su casa en México y se muestra en la intimidad. En este lugar, Paco de Lucía vive consagrado enteramente a su familia, a sus amigos, a la música y a la naturaleza: “Yo me alejo de todo lo que me haga recordar a Paco de Lucía. Yo reivindico para mí a Francisco Sánchez, al que le gusta la paz, la tranquilidad, la serenidad, todo eso es incompatible con convivir con Paco de Lucía”, confiesa. “El escenario es donde realmente uno se realiza y dónde ves recompensado todo ese trabajo, esa ansiedad, todas esas frustraciones que uno vive día a día en la composición, en la creación…”, afirma.