1. El privilegio de sufrir por Cristo
1 Pedro 4:
1 Puesto que Cristo ha
padecido por nosotros en la
carne, vosotros también
armaos del mismo
pensamiento; pues quien ha
padecido en la carne, terminó
con el pecado,
2 para no vivir el tiempo que resta
en la carne, conforme a las
concupiscencias de los hombres,
sino conforme a la voluntad de
Dios.
3 Baste ya el tiempo pasado para
haber hecho lo que agrada a los
gentiles, andando en lascivias,
concupiscencias, embriagueces,
orgías, disipación y abominables
idolatrías.
4 A éstos les parece cosa extraña
que vosotros no corráis con ellos
en el mismo desenfreno de
disolución, y os ultrajan;
5 pero ellos darán cuenta al que está
preparado para juzgar a los
vivos y a los muertos.
6 Porque por esto también ha sido
predicado el evangelio a los
muertos, para que sean juzgados
en carne según los hombres,
pero vivan en espíritu según
Dios.
7 Mas el fin de todas las cosas se
acerca; sed, pues, sobrios, y velad
en oración.
8 Y ante todo, tened entre vosotros
ferviente amor; porque el amor
cubrirá multitud de pecados.
9 Hospedaos los unos a los otros sin
murmuraciones.
10 Cada uno según el don que ha
recibido, minístrelo a los otros,
como buenos administradores de la
multiforme gracia de Dios.
11 Si alguno habla, hable conforme a
las palabras de Dios; si alguno
ministra, ministre conforme al
poder que Dios da, para que en
todo sea Dios glorificado por
Jesucristo, a quien pertenecen la
gloria y el imperio por los siglos de
los siglos. Amén.
Instrumento: Pastor Orangel Carrasquillo Peña
2. El padecimiento de Cristo como modelo
Aunque los seres humanos sufrimos a causa de
nuestras debilidades, impotencias y limitaciones,
hay una gran diferencia entre sufrir
inconscientemente y sufrir por amor y la causa de
Jesucristo.
Mateo 10:
38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí,
no es digno de mí.
39 El que halla su vida, la perderá; y el que pierde
su vida por causa de mí, la hallará.
Lucas 6:
22 Bienaventurados seréis cuando los hombres os
aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os
vituperen, y desechen vuestro nombre como
malo, por causa del Hijo del Hombre.
23 Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí
vuestro galardón es grande en los cielos;
porque así hacían sus padres con los profetas.
Hebreos 10:
15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que
no pueda compadecerse de nuestras
debilidades, sino uno que fue tentado
en todo según nuestra semejanza,
pero sin pecado.
16 Acerquémonos, pues, confiadamente al
trono de la gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el oportuno
socorro.
1 Pedro 2:
21 Pues para esto fuisteis llamados; porque
también Cristo padeció por nosotros,
dejándonos ejemplo, para que sigáis
sus pisadas;
22 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño
en su boca;
23 quien cuando le maldecían, no respondía
con maldición; cuando padecía, no
amenazaba, sino encomendaba la causa al
que juzga justamente;
1 Juan 2:
4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus
mandamientos, el tal es mentiroso, y la
verdad no está en él;
5 pero el que guarda su palabra, en éste
verdaderamente el amor de Dios se ha
perfeccionado; por esto sabemos que
estamos en él.
6 El que dice que permanece en él, debe
andar como él anduvo.
3. Lugares subterráneos donde se escondían los cristianos (cuevas)
Puerta principal de las
Catacumbas cristianas en
Éfeso, Turquía. En estos
lugares se refugiaban los
creyentes, huyendo de la
persecución, para adorar y
alabar al Señor
Hebreos 11:
37 Fueron apedreados, aserrados,
puestos a prueba, muertos a filo de
espada; anduvieron de acá para allá
cubiertos de pieles de ovejas y de
cabras, pobres, angustiados,
maltratados;
38 de los cuales el mundo no era digno;
errando por los desiertos, por los
montes, por las cuevas y por las
cavernas de la tierra.
39 Y todos éstos, aunque alcanzaron
buen testimonio mediante la fe, no
recibieron lo prometido;
40 proveyendo Dios alguna cosa mejor
para nosotros, para que no fuesen ellos
perfeccionados aparte de nosotros.
4. 1 Pedro 4:
1 Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la
carne, vosotros también armaos del
mismo pensamiento; pues quien ha
padecido en la carne, terminó con el pecado,
El modelo de Cristo quiere reestructurar y retar
nuestro pensamiento exigiéndonos obediencia y
similitud de comportamiento a través del poder
que se nos a dado mediante el Espíritu Santo
de Dios. (2 Timoteo 1:7)
Filipenses 2:
5 Haya, pues, en vosotros este sentir que
hubo también en Cristo Jesús,
6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser
igual a Dios como cosa a que aferrarse,
7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma
de siervo, hecho semejante a los hombres;
8 y estando en la condición de hombre, se humilló
a sí mismo, haciéndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz.
Romanos 8:
1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que
están en Cristo Jesús, los que no andan
conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu.
2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me
ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era
débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en
semejanza de carne de pecado y a causa del pecado,
condenó al pecado en la carne; (1 Pedro 3:1- 18)
4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros,
que no andamos conforme a la carne, sino conforme
al Espíritu.
5 Porque los que son de la carne piensan en las
cosas de la carne; pero los que son del
Espíritu, en las cosas del Espíritu.
6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el
ocuparse del Espíritu es vida y paz.
7 Por cuanto los designios de la carne son
enemistad contra Dios; porque no se sujetan
a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
8 y los que viven según la carne no pueden
agradar a Dios.
9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el
Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en
vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo,
no es de él.
10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en
verdad está muerto a causa del pecado, mas el
espíritu vive a causa de la justicia.
Reestructurando nuestro ministerio
5. Vivir con calidad de vida
1 Pedro 4:
2 para no vivir el tiempo que
resta en la carne, conforme a
las concupiscencias de los
hombres, sino conforme a la
voluntad de Dios.
3 Baste ya el tiempo pasado
para haber hecho lo que agrada
a los gentiles, andando en
lascivias, concupiscencias,
embriagueces, orgías, disipación
y abominables idolatrías.
(1Corintios. 6:9 – 11, Gálatas
2:20, Gálatas 5:19 – 25, Efesios
4: 25 – 32 y Colosenses 3:5-11)
Concupiscencias G1939
ἐπιθυμία epidsumía; de
G1937; (espec. por lo
prohibido):-codicia,
codiciar, concupiscencia,
desear, deseo desordenado
de placeres , pasión.
Diccionario Strong bíblico y
diccionario de la Real
Academia española
El apóstol Pedro nos marca
en nuestra conversión a
Jesucristo un antes y un
después. (También lo dicen
otros apóstoles )
2 Corintios 5:
17 De modo que si alguno está en
Cristo, nueva criatura es; las
cosas viejas pasaron; he aquí
todas son hechas nuevas.
6. La esperanza para quienes sufren
Padeciendo por ser diferente
1 Pedro 4:
4 A éstos les parece cosa extraña que vosotros no
corráis con ellos en el mismo desenfreno de
disolución, y os ultrajan;
Mateo 24:
9 Entonces os entregarán a tribulación, y os
matarán, y seréis aborrecidos de todas
las gentes por causa de mi nombre.
10 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán
unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.
11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y
engañarán a muchos;
12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor
de muchos se enfriará.
13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será
salvo.
14 Y será predicado este evangelio del reino en
todo el mundo, para testimonio a todas las
naciones; y entonces vendrá el fin.
Santiago 5:
11 He aquí, tenemos por bienaventurados a
los que sufren. Habéis oído de la paciencia
de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el
Señor es muy misericordioso y compasivo.
Cada día que pasa parece ser que se vuelve
mas difícil servirle a Cristo, ya que el mundo
a cambiado y hoy le dice a lo malo bueno y a
lo bueno malo haciendo leyes anti
naturaleza de Dios e inmorales, esto sin
contar con el estado islámico y otros
religiosos en la historia que gusta de matar a
nuestros hermanos por que creen en
Jesucristo. Pero Jesús nos advirtió sobre
eso así que permanezcamos firmes en ÉL.
Isaías 5:
20 ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo
bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y
de las tinieblas luz; que ponen lo amargo
por dulce, y lo dulce por amargo!
1 Juan 3:
13 Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo
os aborrece.
7. El juicio divino contra los victimarios 2 Tesalonicenses 1:6 - 12
1 Pedro 4:
5 pero ellos darán cuenta al que está
preparado para juzgar a los vivos y a
los muertos.
6 Porque por esto también ha sido
predicado el evangelio a los
muertos, para que sean juzgados en
carne según los hombres, pero vivan
en espíritu según Dios.
(Apocalipsis 6:9 – 11)
Nota: El mundo podrá quitarnos la
vida carnal, pero no podrán matar
nuestra alma, ya que esta escondida
en Jesucristo
Mateo 10:
28 Y no temáis a los que matan el
cuerpo, mas el alma no pueden
matar; temed más bien a aquel que
puede destruir el alma y el cuerpo
en el infierno.
Colosenses 3:
1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo,
buscad las cosas de arriba, donde
está Cristo sentado a la diestra de
Dios.
2 Poned la mira en las cosas de arriba,
no en las de la tierra.
3 Porque habéis muerto, y vuestra vida
está escondida con Cristo en Dios.
4 Cuando Cristo, vuestra vida, se
manifieste, entonces vosotros
también seréis manifestados con él
en gloria.
La venganza es de Dios y ellos
darán cuenta a Dios si no se
arrepienten de lo que hicieron al
pueblo de Dios.
Hebreos 10:
30 Pues conocemos al que dijo: Mía es
la venganza, yo daré el pago, dice el
Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a
su pueblo.
31 ¡Horrenda cosa es caer en manos
del Dios vivo! (2 Corintios 5:10)
8. La Práctica piadosa de una vida separada
Cultivar la oración y el amor
1 Pedro 4:
7 Mas el fin de todas las cosas se acerca;
sed, pues, sobrios, y velad en oración.
8 Y ante todo, tened entre vosotros ferviente
amor; porque el amor cubrirá multitud de
pecados.
El apóstol Pedro nos invita a permanecer
firmes hasta el final, sin perder la cordura, ni
desmayar ante la adversidad. Hay que
permanecer en el amor de Jesucristo los unos
con los otros para manteneros lejos del pecado.
Apocalipsis 2:
10 No temas en nada lo que vas a padecer. He
aquí, el diablo echará a algunos de vosotros
en la cárcel, para que seáis probados, y
tendréis tribulación por diez días. Sé
fiel hasta la muerte, y yo te daré la
corona de la vida.
11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice
a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño
de la segunda muerte.
1 Pedro 1:
6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque
ahora por un poco de tiempo, si es
necesario, tengáis que ser afligidos en
diversas pruebas,
7 para que sometida a prueba
vuestra fe, mucho más preciosa
que el oro, el cual aunque perecedero
se prueba con fuego, sea hallada en
alabanza, gloria y honra cuando sea
manifestado Jesucristo,
8 a quien amáis sin haberle visto,
en quien creyendo, aunque
ahora no lo veáis, os alegráis con
gozo inefable y glorioso;
9 obteniendo el fin de vuestra fe,
que es la salvación de vuestras
almas.
9. Ministrar según la gracia dada
1 Pedro 4:
9 Hospedaos los unos a los otros
sin murmuraciones.
10 Cada uno según el don que ha
recibido, minístrelo a los otros,
como buenos administradores
de la multiforme gracia de Dios.
11 Si alguno habla, hable conforme
a las palabras de Dios; si alguno
ministra, ministre conforme al
poder que Dios da, para que en
todo sea Dios glorificado por
Jesucristo, a quien pertenecen la
gloria y el imperio por los siglos
de los siglos. Amén.
El administrar correctamente en el
amor de Dios los dones dado por
nuestro Dios, nos lleva a motivarnos
en el amor unánimes hasta que
Jesucristo Venga.
1 Corintios 13:
13 Y ahora permanecen la fe, la
esperanza y el amor, estos tres;
pero el mayor de ellos es el
amor.
Hebreos 10:
23 Mantengamos firme, sin fluctuar,
la profesión de nuestra esperanza,
porque fiel es el que prometió.
24 Y considerémonos unos a
otros para estimularnos al
amor y a las buenas obras;
25 no dejando de congregarnos, como
algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca.
10. El privilegio de sufrir por Cristo
Filipenses 1:
27 Solamente que os comportéis como es
digno del evangelio de Cristo, para que o
sea que vaya a veros, o que esté ausente,
oiga de vosotros que estáis firmes en un
mismo espíritu, combatiendo
unánimes por la fe del evangelio,
28 y en nada intimidados por los que se
oponen, que para ellos ciertamente es
indicio de perdición, mas para vosotros de
salvación; y esto de Dios.
29 Porque a vosotros os es concedido a
causa de Cristo, no sólo que creáis
en él, sino también que padezcáis
por él,
30 teniendo el mismo conflicto que habéis
visto en mí, y ahora oís que hay en mí.
www.casadejubiloyconsagracion.blogspot.com
Nota: Información del libro de
lecciones de Senda de Vida #12 e
información adicional del pastor
Orangel