Este documento describe las características de una alabanza agradable a Dios según el relato bíblico del ingreso triunfal de Jesús a Jerusalén. Identifica tres características clave: 1) enfocar la alabanza solo en Dios, 2) entronizar a Jesús en el corazón como el centro, no a uno mismo, y 3) que la alabanza sea más rica cuanta mayor experiencia de amor se tenga con Jesús.
3. 28. Y habiendo dicho esto, marchaba por delante subiendo a
Jerusalén.
29. Y sucedió que, al aproximarse a Betfagé y Betania, al pie del
monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos,
30. diciendo: «Id al pueblo que está enfrente y, entrando en él,
encontraréis un pollino atado, sobre el que no ha montado
todavía ningún hombre; desatadlo y traedlo.
31. Y si alguien os pregunta: "¿Por qué lo desatáis?", diréis esto:
"Porque el Señor lo necesita".»
32. Fueron, pues, los enviados y lo encontraron como les había
dicho.
33. Cuando desataban el pollino, les dijeron los dueños: «¿Por
qué desatáis el pollino?»
34. Ellos les contestaron: «Porque el Señor lo necesita».
La Alabanza agradable al Señor
(Lc 19, 28 – 40)
4. 35. Y lo trajeron donde Jesús; y echando sus mantos sobre el
pollino, hicieron montar a Jesús.
36. Mientras él avanzaba, extendían sus mantos por el camino.
37. Cerca ya de la bajada del monte de los Olivos, toda la
multitud de los discípulos, llenos de alegría, se pusieron a
alabar a Dios a grandes voces, por todos los milagros que
habían visto.
38. Decían: «Bendito el Rey que viene en nombre del Señor! Paz
en el cielo y gloria en las alturas».
39. Algunos de los fariseos, que estaban entre la gente, le
dijeron: «Maestro, reprende a tus discípulos.»
40. Respondió: «Os digo que si éstos callan gritarán las piedras».
La Alabanza agradable al Señor
(Lc 19, 28 – 40)
5. 28. Y habiendo dicho esto, marchaba
por delante subiendo a Jerusalén.
Secciones de Análisis del texto
6. 29. Y sucedió que, al aproximarse a Betfagé y Betania, al pie
del monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus
discípulos,
30. diciendo: «Id al pueblo que está enfrente y, entrando en
él, encontraréis un pollino atado, sobre el que no ha
montado todavía ningún hombre; desatadlo y traedlo.
31. Y si alguien os pregunta: "¿Por qué lo desatáis?", diréis
esto: "Porque el Señor lo necesita."»
32. Fueron, pues, los enviados y lo encontraron como les
había dicho.
33. Cuando desataban el pollino, les dijeron los dueños:
«¿Por qué desatáis el pollino?»
34. Ellos les contestaron: «Porque el Señor lo necesita»
Secciones de análisis del texto
7. 35. Y lo trajeron donde Jesús; y echando
sus mantos sobre el pollino, hicieron
montar a Jesús.
36. Mientras él avanzaba, extendían sus
mantos por el camino.
Secciones de Análisis del texto
8. Secciones de Análisis del texto
37. Cerca ya de la bajada del monte de los
Olivos, toda la multitud de los discípulos,
llenos de alegría, se pusieron a alabar a
Dios a grandes voces, por todos los
milagros que habían visto.
38. Decían: «Bendito el Rey que viene en
nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria
en las alturas».
9. 39. Algunos de los fariseos, que estaban
entre la gente, le dijeron: «Maestro,
reprende a tus discípulos».
40. Respondió: «Os digo que si éstos callan
gritarán las piedras».
Secciones de Análisis del texto
10. a. Comenzaremos por la última parte del texto:
Ante la petición de censura por parte de los fariseos, Jesús recalca
su aprobación ante la explosión de júbilo, entusiasmo y alabanza
de los seguidores de Jesús… es decir, debe haber “algo” en este
texto que nos revele las características de la alabanza que
debemos ofrecer a Nuestro Señor.
“Una vez crucificado el Señor, como callaron sus conocidos por el
temor que tenían, las piedras y las rocas le alabaron, porque,
cuando expiró, la tierra tembló, las piedras se rompieron entre sí y
los sepulcros se abrieron”. San Beda
Existe una alabanza desagradable al Señor: “Este pueblo me honra
con los labios, pero su corazón está lejos de mí” Mt 15,8
11. 28. Y habiendo dicho esto, marchaba por delante subiendo a Jerusalén.
Jesús va “delante, subiendo a Jerusalén”: Jericó (donde comenzó la
última parte de la peregrinación de Jesús) está a 250 metros bajo el nivel
del mar. Jerusalén (la meta del camino) está a 740-780 metros sobre el
nivel del mar -> una subida de casi mil metros.
Nuestra vida cristiana, nuestra oración es una “subida” siguiendo a
Cristo hacia lo alto, hacia Dios.
(Benedicto XVI, XXV Jornada Mundial de la Juventud)
La alabanza no es una oración egoísta, mira sólo a Dios no al hombre.
“ La alabanza es la forma de orar que reconoce de la manera más directa
que Dios es Dios”
CEC 2639
Primera Característica:
b. Características de una Alabanza agradable al Señor:
13. Al final del capítulo 18, Jesús ha sanado al ciego de Jericó que lo ha
llamado “Hijo de David”, el pueblo empezó a dar alabanzas al Señor y el
ciego se “une a la peregrinación”
Continua….
Segunda Característica:
29. Y sucedió que, al aproximarse a Betfagé y Betania, al pie del monte llamado de los
Olivos, envió a dos de sus discípulos,
30. diciendo: «Id al pueblo que está enfrente y, entrando en él, encontraréis un pollino
atado, sobre el que no ha montado todavía ningún hombre; desatadlo y traedlo.
31. Y si alguien os pregunta: "¿Por qué lo desatáis?", diréis esto: "Porque el Señor lo
necesita."»
32. Fueron, pues, los enviados y lo encontraron como les había dicho.
33. Cuando desataban el pollino, les dijeron los dueños: «¿Por qué desatáis el
pollino?»
34. Ellos les contestaron: «Porque el Señor lo necesita.»
b. Características de una Alabanza agradable al Señor:
14. Jesús al Monte de los Olivos desde Betfagé y Betania, por donde se
esperaba la entrada del Mesías (Zac 14,4. Cfr. Flavio Josefo bel. Jud.)
Es un derecho real requisar medios de transporte y montar animales
que nadie ha montado todavía (Benedicto XVI, Jesús de Nazareth II)
“Decid a la hija de Sión: mira a tu rey, que viene a ti humilde, montado
en un asno, en un pollino, hijo de acémila” (Zac 9,9), se asigna a Judá el
cetro, el bastón de mando, que no le será quitado de sus rodillas «hasta
que llegue aquel a quien le pertenece y a quien los pueblos deben
obediencia “Él que ata su borriquillo a la vid” (Gen 49,11).Es decir, Jesús
es el Rey, el Mesías, el Salvador al que se le debe obediencia.
b. Características de una Alabanza agradable al Señor:
15. El núcleo de este análisis converge aquí:
¿Si Jesús es Rey, qué debo hacer?
“Echaron sus mantos sobre el pollino”, “montaron a Jesús sobre el pollino” y
“extendían sus mantos”
«Tomad con vosotros los veteranos de vuestro señor, montad a mi hijo
Salomón sobre mi propia mula y bajadle a Guijón. El sacerdote Zadoc y el
profeta Natán lo ungirán allí como rey de Israel...»
1 R 1,33s cfr. 2 R 9,13
A qué me debe llevar la alabanza? “La Alabanza le canta por Él mismo, le da
gloria… por lo que Él es”
CEC 2639
35. Y lo trajeron donde Jesús; y echando sus mantos sobre el pollino, hicieron montar a
Jesús.
36. Mientras él avanzaba, extendían sus mantos por el camino.
b. Características de una Alabanza agradable al Señor:
16. 2. Entronizar a Jesús en mi
corazón,
Él es el centro, no yo.
17. En Jerusalén ¿Quién alababa al Señor? ¿Sus habitantes? No. Tanto es
que en Mt 21, 10 se expresa: “Al entrar en Jerusalén, toda la ciudad
preguntaba alborotada: "¿Quién es éste?". La gente que venía con él
decía: "Es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea”
Lo alaban sus discípulos, quien lo sigue, quien ha visto sus obras, sus
milagros… quien ha tenido una experiencia de amor con Él. Por lo tanto,
mi alabanza se hace vida y mi vida se hace Alabanza…
37. Cerca ya de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos,
llenos de alegría, se pusieron a alabar a Dios a grandes voces, por todos los milagros
que habían visto.
38. Decían: «Bendito el Rey que viene en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en
las alturas.»
b. Características de una Alabanza agradable al Señor:
18. 3. Mi alabanza es aun mas
rica cuanta mas experiencia
de amor posea con Jesús.
“Cuando nació cantaron las legiones celestiales; y cuando ha de volver
al cielo, los mortales repiten a su vez sus alabanzas” San Beda.
Esta Alabanza de Amor se equipara a la de los Ángeles…
19. “Que no es hombre de
probada virtud el que a sí
mismo se alaba, sino aquel
a quien el Señor alaba”
2 Co 10, 18
Conclusión