Un autobús que transportaba a una comisión de diputados se accidentó en una curva. Cuando llegaron los servicios de emergencia, no había nadie entre los restos del autobús. La Guardia Civil descubrió una casa cerca y le preguntó al campesino si había visto a los políticos. El campesino respondió que ya les había dado una "cristiana sepultura", insinuando que los había enterrado, aunque algunos podrían no haber estado muertos.