El documento compara los efectos a largo plazo de la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima con los efectos de políticos miserables y un pueblo domesticado en Costa Rica 65 años después. Señala que estos últimos han causado más destrucción a través de la corrupción, el monopolio y proyectos de infraestructura dañinos para el país. Finalmente exhorta al lector a amar y defender su patria.