Turquía. La alcaldesa de una localidad kurda, fronteriza entre Turquía y Siria, inició una protesta contra la construcción de un muro que, denuncia el Congreso Nacional Kurdo, “victimizará aún más a los habitantes, interrumpiendo la provisión de medicamentos y apoyo humanitario.
Es un ataque abierto en contra de la voluntad del pueblo kurdo, que se encuentra en una lucha para obtener más derechos y libertades”.[1] Las fronteras entre Estados son mecanismos de poder que interrumpen continuidades naturales y obligan a la gente a “pertenecer” a una entidad ajena a sus condiciones de vida.
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Turquía: El cuerpo de una mujer contra el muro que divide a los kurdos
1. Turquía: El cuerpo de una mujer contra el muro que divide a
los kurdos
(Por Zeynep Gambetti. Traducción: Lindsey Hoemann)
Desinformémonos, 18 de noviembre.- El muro fronterizo entre los
Estados turco y sirio no se construyó para aumentar la seguridad de
los kurdos que viven cerca de la frontera. Ellos sienten que se
construyó en su contra, y que son vistos como amenazas a la
seguridad que el gobierno turco quiere controlar.
Turquía. La alcaldesa de una localidad kurda, fronteriza entre Turquía
y Siria, inició una protesta contra la construcción de un muro que,
denuncia el Congreso Nacional Kurdo, “victimizará aún más a los
habitantes, interrumpiendo la provisión de medicamentos y apoyo
humanitario.
Es un ataque abierto en contra de la voluntad del pueblo kurdo, que
se encuentra en una lucha para obtener más derechos y
libertades”.[1] Las fronteras entre Estados son mecanismos de poder
que interrumpen continuidades naturales y obligan a la gente a
“pertenecer” a una entidad ajena a sus condiciones de vida.
Las fronteras de Turquía con sus vecinos al sur –Irak y Siria– se
dibujaron por medio de guerras coloniales y anticoloniales a principios
del siglo XX. Las líneas que se dibujaron a través de montañas, ríos y
llanuras atraparon a los habitantes locales en territorios fuertemente
vigilados, anunciando que ahora eran turcos, iraquíes o sirios.
Por consiguiente, no solo se dividieron huertos y campos, sino
familias también. La construcción de fronteras y territorios nacionales
fue una estratagema que procuró esconder el hecho de que
habitantes de los dos lados hablan el mismo idioma – el kurdo – y
que pertenecen al mismo grupo étnico.
La división forzosa de la población kurda en múltiples Estado-nación,
sin embargo, no destruyó los flujos políticos, económicos y afectivos
por la frontera. Por años, las vidas de los habitantes de pueblos
fronterizos se marcan con el movimiento de un lado para otro entre
los múltiples Estados-nación.
2. Algunos cruzan la frontera para visitar familia, negociar o
contrabandear. Otros lo hacen para unirse a fuerzas guerrilleras o
efectuar negociaciones políticas. La frontera es porosa, pero a la vez
peligrosa. Uno la puede cruzar de manera legal o ilegal, pero en cada
cruce se siente la presencia del Estado, en forma de agentes de
aduanas o de patrulla fronteriza.
La frontera siria estuvo relativamente “pacífica” en comparación con
la frontera iraquí, hasta que estalló la guerra civil en Siria en contra
del gobierno de Assad. La población kurda en el norte del país en
conflicto (lo que los kurdos llaman “Kurdistán Occidental” o Rojava)
logró montar una administración autónoma en el 2012, controlada
principalmente por los dos partidos kurdos: KNC (Congreso Nacional
Kurdo) y PYD (Partido de la Unión Democrática).
Los kurdos de Turquía e Irak estaban comprensiblemente
entusiasmados con esta experiencia de autonomía, y voluntariamente
dieron su apoyo a Rojava. El gobierno turco, por otra parte, se
alarmó con la posibilidad de tener otra región kurda autónoma en sus
fronteras, pues el norte de Irak está bajo control kurdo desde la caída
de Saddam Hussein.
Además, Ankara es hostil con Bashar Al-Assad y hay sospechas de
que proporcionó armas y apoyo material a facciones islamistas
sunitas que luchan contra el gobierno sirio. Con este fondo, las
autoridades turcas empezaron a construir cercas alrededor de un
puesto fronterizo cerca del pueblo de Nusaybin, en la frontera entre
Turquía y Siria, en septiembre de 2013.
Nadie en realidad se dio cuenta, ya que se considera “normal” que las
autoridades quieran proteger un puesto fronterizo en el centro de una
zona de peligro. La guerra en curso en Siria convirtió a la frontera
más larga de Turquía en un problema de seguridad, pero los
pobladores pronto se dieron cuenta de que las cercas se extendieron
más allá del puesto fronterizo.
Un mes después de iniciada su construcción, la longitud del muro
alcanzó varios kilómetros, desde Nusaybin hasta Ceylanpinar. Se
construyó en un lugar en donde dos ciudades, Qamislo -en Siria- y
Nusaybin -en Turquía-, se encuentran muy cerca.
El muro no es la única barrera física que separa a los kurdos que
viven en Turquía de sus familiares al otro lado de la frontera con
Siria. Aunque Turquía firmó acuerdos internacionales que prohíben el
uso de minas terrestres, un tramo de la frontera sigue sin estar
despejado de las minas que fueron colocadas ahí por sucesivos
gobiernos turcos.
El muro no llamó mucha atención pública ni política hasta que la
alcaldesa de Nusaybin, Ayse Gokhan, decidió empezar una sentada
en protesta frente al “kilómetro cero” en la frontera.
3. Estaba sola, una mujer solitaria sentada al pie del
que las autoridades le dieran una explicación, pero
violentamente les prohibió a otros que se unieran
convirtió su plantón en una huelga de hambre en
ella llama un “muro de vergüenza.”
muro, esperando
cuando la policía
con ella, Gokhan
contra de lo que
El asesor mediático de Gokhan informó que la alcaldesa fue “cercada
por fuerzas policiacas y gendarmería, que rompieron su contacto con
el público. Se le permitió tener visitas sólo por medio de un proceso
formal; esto también incluyó su familia.
Por nueve días estuvo aislada, sola, debajo del sol en la mañana y el
frío en la noche. No nos permitieron construir un inodoro ni instalar
una tienda de campaña al principio”. Las propias palabras de Gokhan
para explicar los motivos de su protesta son impactantes: “Al
construir este muro de vergüenza, Turquía no cumple con el Acuerdo
de Ottawa, que firmó.
El muro se está levantando para preservar el campo de minas. Su
construcción es un crimen. A pesar de que yo soy la alcaldesa local,
no me informaron sobre esta edificación. La decisión de construir
este muro es una decisión política”.[2]
Que la decisión es “política” quiere decir que no se construyó para
aumentar la seguridad de los kurdos que viven cerca de la
frontera. Al contrario, ellos sienten que se construyó en contra de
ellos, que son amenazas a la seguridad que el gobierno turco quiere
vigilar y controlar.
Gokhan subraya que la construcción del muro entre Nusaybin y
Qamislo está directamente vinculada a la Rojava, pues el Estado
turco la considera una amenaza y trata de destruir la revolución que
los kurdos sirios están logrando ahí. “El muro de vergüenza busca
aislar a la gente de Rojava e impedir a que los kurdos se reúnan,”
alega la alcaldesa.[3]
El Congreso Nacional Kurdo, por otra parte, emitió una declaración:
“por si fuera poco que el gobierno AKP ponga un embargo en contra
4. de la gente de Rojava, la construcción de este muro victimizará aún
más a los habitantes, interrumpiendo la provisión de medicamentos y
apoyo humanitario.
Ésta es una vulneración de derechos humanos. Es un ataque abierto
en contra de la voluntad del pueblo kurdo, que se encuentra en una
lucha para obtener más derechos y libertades”.[4] Al exponer su
cuerpo (femenino) al hambre, Gokhan en realidad hizo un gesto hacia
otros cuerpos que fallecieron a causa de la frontera:
“Los kurdos despejan la zona fronteriza de las minas con sus propios
cuerpos”, acusa. “Rechazando las fronteras interpuestas entre ellos,
la gente la cruza ya por casi medio siglo. Esta es una situación
inhumana que el pueblo kurdo nunca aceptará”.
A pesar de la indiferencia por parte del público turco -en generalhacia el sufrimiento de los kurdos, este acto de resistencia de Ayse
Gokhan creó pequeñas redes de solidaridad. Varios científicos sociales
que hacen investigaciones en la zona fronteriza publicaron una
declaración de apoyo:
“El Estado turco, por desgracia, lleva a cabo una estrategia
eugenésica que reduce las fronteras a cuestiones de seguridad y que
ve a los que viven cerca de la frontera como enemigos o agentes de
Estados ajenos. El muro en Nusaybin es un ejemplo claro de esto”.
Grupos de mujeres también apoyaron a la alcaldesa. Gokhan ha sido
alcaldesa de Nusaybin por cuatro años, y promueve políticas urbanas
en pro de las mujeres. Cuando más y más grupos se unieron a la
protesta en contra del muro, el Ministro de Relaciones Exteriores de
Turquía, Muammer Guler, al principio negó la construcción, pero
luego dijo que el muro se edificó para la seguridad fronteriza.
El 7 de noviembre, una reunión grande se llevó a cabo en Nusaybin por parte del partido kurdo BDP- en protesta contra el muro. Gokhan
terminó su huelga de hambre ese mismo día, cuando las autoridades
de Turquía prometieron detener la obra. Pero la hipocresía del
gobierno se reveló inmediatamente, cuando reanudó la construcción
del muro un día después.
5. Esto básicamente significa que la lucha seguirá, y que más cuerpos
se enfrentarán con los aparatos mortales del Estado que buscan
contenerlos, inmovilizarlos y subyugarlos.
Notas:
[1]
http://www.kurdishinfo.com/one-womans-revolt-wallshame
[2]
http://www.kurdishinfo.com/one-womans-revolt-wallshame
[3] http://www.kurdishinfo.com/nusaybin-mayor-deathfast
[4]
http://www.kurdishinfo.com/one-womans-revolt-wallshame
http://desinformemonos.org/2013/11/el-cuerpo-de-unamujer-contra-el-muro-que-divide-a-los-kurdos/•