Diego Cornejo Menacho CRONICA DE UN DELITO DE BLANCOS
ECUADOR: La revolución ciudadana y su relación con el movimiento indígena
1. Apropósito de la presentación del libro
EL CASCABEL DEL
GATOPARDO: la revolución
ciudadana y su relación con el
movimiento indígena
Mateo Martínez Abarca
FLACO - Abya-Yala
ENTREVISTA A MATEO MARTINEZ ABARCA
Por: Gerard Coffey. www.lalineadefuego.info
“En el gobierno actual al igual que en el gobierno de Borja, se sigue
acusando a los indígenas de ser obstáculos para el desarrollo
nacional.”
EL CASCABEL DEL GATOPARDO: la revolución ciudadana y su
relación con el movimiento indígena
El titulo es llamativo e implica que en la práctica nada cambia a
pesar de las apariencias.
“El Cascabel del Gatopardo” me pareció el título más adecuado para
mi investigación, pues el libro examina la relación entre el movimiento
indígena y la revolución ciudadana. Y son justamente los indígenas
quienes nos permiten observar con mayor claridad la verdadera
orientación de este proyecto, ver más allá de toda la publicidad oficial
o las ilusiones oportunistas de una izquierda aún en el gobierno, que
se deja deslumbrar por el asfalto de las carreteras sin prestar
demasiada atención al crecimiento de la pobreza en los sectores
rurales, los terribles procesos de re acumulación de la tierra en el
campo o el incremento de los indicadores de desigualdad a nivel
nacional, todo eso durante el actual periodo.
2. Como ves la relación actual entre Alianza País y el Movimiento
Indígena.
La relación entre el movimiento indígena y la revolución ciudadana ha
sido sumamente compleja, inclusive desde antes de que asuma el
poder Rafael Correa. Durante el 2006 existieron conversaciones entre
el naciente movimiento PAIS y los liderazgos indígenas, que buscaban
articular un proyecto político de transformación desde las izquierdas.
Lamentablemente y por diversos factores, esa posibilidad se cayó y de
nuevo la izquierda enfrentó dividida aquel proceso electoral. Sin
embargo y contrariamente a lo que piensa el Presidente Correa, no es
posible explicar su triunfo electoral sin entender las luchas históricas
planteadas por los indígenas y los movimientos sociales durante el
periodo de vigencia de los programas de ajuste estructural
neoliberales.
De hecho, el Movimiento PAIS se adscribió en sus inicios a los puntos
más importantes planteados en el discurso de los indígenas y los
movimientos sociales (contra la firma del TLC con los EEUU, por la
salida de la Base de Manta y sobre todo la exigencia de la
convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente de plenos
poderes). Sin embargo estas primeras coincidencias fueron
relegándose a medida que la correlación de fuerzas dentro del
gobierno iba inclinándose a favor de los sectores menos progresistas y
se acentuaban las intenciones de continuar con un modelo de
desarrollo dependiente de la extracción de recursos naturales,
duramente cuestionado desde los sectores indígenas.
En todo caso desde el punto de vista de la dinámica histórica y social
no habría triunfado la tendencia que en sus inicios representó la
Revolución Ciudadana sin el camino pavimentado a punta de
resistencia y lucha desde los sectores populares, de los cuales el
movimiento indígena es con toda seguridad el más importante del país
y uno de los más relevantes de la región.
¿Sin un candidato de personalidad fuerte como Correa había sido
posible lograr el triunfo y por tanto los avances iniciales?
3. El problema es que el proyecto de la Revolución Ciudadana se
propuso inicialmente como un proceso político de construcción
colectiva, con el que se buscaba dejar atrás las prácticas políticas
imperantes en el país a lo largo de su historia. Se trató en sus inicios
de una propuesta incluyente que invitaba a soñar en que era posible
canalizar el momento de gran movilización colectiva tanto urbana
como rural de los últimos años, a través de un proceso político donde
se podían disputar grandes transformaciones. Lamentablemente ese
intento fue usurpado y el Estado fue instrumentalizado en la tarea de
desmovilizar. La organización colectiva fue colonizada por la creación
de clientelas. Los publicistas le dieron énfasis a la venta de la figura
del líder como conductor de todo el proceso, cuando en realidad era la
propia sociedad la que buscaba ser protagonista. Es la vieja historia
del caudillismo que recrea el culto a la personalidad del ungido para
conducir los destinos de la patria por la gracia de dios y la mayoría de
la población considerada como cliente y no como ciudadanos y
ciudadanas con derechos. En este punto particular y salvando las
apariencias, no hay ninguna diferencia entre el gobierno de Correa y
otros gobiernos del periodo anterior, como el de Gutierrez, Bucaram o
inclusive el de Febres Cordero. No debería llamarse ya a este proceso
ni “revolución”, porque no se ha revolucionado estructural ni
políticamente nada, ni “ciudadana”, porque la ciudadanía y la
participación han sido reducidas a conceptos vacíos que se llenan a
conveniencia del régimen.
¿El liderazgo de la CONAIE tiene algo que ver con el mal estado
de las relaciones con el gobierno?
Me parece que hay que leer en distintos periodos la relación entre el
movimiento indígena y el gobierno actual. En un primer periodo, a
pesar de no consolidarse la tentativa de una alianza electoral, los
indígenas expresaron claro apoyo a la candidatura de Correa sobre
todo en la segunda vuelta. Lo mismo hicieron muchas organizaciones
que luego han sido perseguidas por el gobierno. A pesar de no militar
en las nacientes estructuras de PAIS, partidos como Pachakutik o el
MPD hicieron campaña por Correa en distintas provincias, movilizaron
gente y recursos. Se sintió una especie de algarabía porque en cierta
manera hubo unidad en la izquierda. Recuerdo que en Bolívar las
radios indígenas en Simiatug transmitían cuñas a favor de Correa en
kichwa.
4. En un segundo momento los indígenas apoyaron al gobierno durante
el proceso de convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente.
Inclusive en determinado momento se habló de nuevo de construir
alianzas, pero pesaron más criterios de cálculo electoral. Desde el
punto de vista histórico, es un escándalo que se haya privilegiado
colocar de candidatos a presentadores de televisión y modelos antes
que verdaderos representantes de las organizaciones populares. Por
supuesto, esto luego pasó factura a Alianza PAIS, cuando se viraron a
favor de las tesis de la derecha. A pesar de todo el apoyo político que
entregó el movimiento indígena al gobierno, el mismo día de
inauguración de la Asamblea Correa atacó lo que él denomina como
“indigenismo infantil”. Fue el propio Correa quien definió a sus
adversarios políticos ese día. Y desde entonces ha sido la represión
gubernamental en sus formas y características, la que ha definido la
relación con el movimiento indígena.
Un grupo importante de los indígenas apoyaban a Correa al inicio
de su campaña presidencial. ¿En las elecciones presidenciales
del 2013 podrá contar con ese apoyo? En otras palabras, ¿la
consulta del mayo 2011 es un buen indicador de su popularidad
dentro del sector indígena?
Si se observan los últimos resultados electorales que son los de la
consulta, se puede ver claramente un declive del apoyo al gobierno en
provincias con alta concentración de población indígena. Este es un
indicador de que el maltrato constante y la represión, comienzan a
arrojar saldos negativos para el gobierno. Resulta que la política en la
zona andina es mucho más compleja de lo que puede entender una
tecnocracia cuya mentalidad se encuentra anclada en la lógica
paternalista de la entrega de los bonos o los borregos.
Si el gobierno quisiera contar con el apoyo de los sectores indígenas
organizados, haría todo lo contrario a lo que hace actualmente. El
gobierno está desmontando a plena conciencia un proceso
organizativo que a los indígenas les ha tomado sangre construir y que
ha tenido los efectos más importantes de transformación cualitativa de
la sociedad ecuatoriana. Desconocer la importancia de estas
transformaciones es desconocer la historia inmediata. Al movimiento
indígena le debemos la democratización, profundización e inclusive
5. me atrevería a decir toda la modernización de las relaciones sociales y
políticas en el Ecuador.
El giro a la izquierda comenzó en América Latina mucho antes de los
triunfos electorales. Tendríamos que decirnos a nosotros
mismos“Prohibido Olvidar” los levantamientos por la tierra de los
indígenas en Ecuador del MST en Brasil, por el agua y el gas en
Bolivia, la aparición del EZLN en Chiapas, los piqueteros en Argentina.
En todas esas y otras luchas que hoy continúan a pesar e inclusive en
contra de los gobiernos un tanto menos derechistas como los actuales,
se encuentra el verdadero giro a la izquierda. En definitiva, podría
decirse que no se puede entender el momento actual en nuestros
países sin mirar la historia inmediata de las luchas populares y
además que son justamente estas luchas las que arrojan luz sobre la
orientación de los procesos políticos actuales que vive el continente.
Pero Rafael Correa nunca ha sido socialista. ¿No era evidente?
Aunque Correa siempre se ha definido ambiguamente como un
“humanista cristiano de izquierda”, desde inicios de este gobierno se
ha discutido muchísimo sobre el socialismo. Se ha utilizado todo el
acervo simbólico de la izquierda latinoamericana, aunque
lastimosamente no ha pasado de las tarimas. Y esto fue promovido
por el propio gobierno, no ha sido parte de nuestras fantasías o
deseos imaginarios. Inclusive se realizaron eventos con invitados
internacionales, con el fin de dar contenido a esa idea de “Socialismo
del siglo XXI”. Rene Rámirez, cuando era secretario de SENPLADES
incluyó en la propuesta de desarrollo definiciones para el país como la
de “bio socialismo republicano”. Rafael Correa ha hablado de la
primacía del trabajo humano sobre el capital. Es decir, han habido
elementos, por supuesto inconsistentes y ambiguos, que no han
logrado traducirse en medidas de socialización reales, por ejemplo, de
los medios de producción. Por el contrario, aumenta la acumulación de
los sectores más ricos. El socialismo al igual que otras corrientes de la
izquierda auténtica, no se trata de discursos encendidos ni de cantar
afinadamente “Venceremos” de Quilapayun. Se trata de una práctica
transformadora de la sociedad, de una rebelión irrenunciable contra el
capital en nombre de la humanidad.
6. Pero tal vez no es asunto de desconocer la importancia del
movimiento indígena sino atacarlo precisamente porque ha sido
tan importante y que por eso representaba quizás la única fuerza
que podía complicar las aspiraciones de Rafael Correa y Alianza
País
Me parece que se debe a que los indígenas, a más de representar la
otredad absoluta frente a la homogenización y colonialidad del poder
que siempre ha buscado imponer el Estado sobre este territorio, son
los principales y más formidables enemigos del proyecto de
dominación del capital –sea en su forma neoliberal o de modernización
neodesarrollista-. Sobre todo porque se trata de un asunto de vida o
muerte, porque se trata de la aniquilación de lo que Bolívar Echeverría
denominaba como la “forma natural de la reproducción social” de los
pueblos y nacionalidades originarias. La conquista, como bien señala
Echeverría, nunca se ha detenido.
¿A qué se debe ese actitud del gobierno frente a gente
discriminada y marginalizada durante siglos como los indígenas?
Hay matices particulares en este gobierno y sobre todo en el discurso
del presidente que son reveladores. En varias declaraciones suyas se
descubre un cierto desprecio por los indígenas además de elementos
civilizatorios. Recuerdo una entrevista que concedió a Xavier Lasso a
inicios del 2010, en donde inclusive habló de indígenas buenos e
indígenas malos, desde una perspectiva claramente moral. Tocó
temas como el del alcoholismo o la violencia contra las mujeres en el
mundo indígena desde una perspectiva casi esencialista o
naturalizando aquellas cosas como propias de lo indígena. Fue
sumamente decepcionante escuchar hablar de esa manera tan poco
elaborada a alguien que recuerda a todo el país su pasado académico.
En todo esto se revela finalmente el desconocimiento del mundo
indígena y me atrevería a suponer que se trata de una auto percepción
que tiene Correa de si mismo, antes como catequista que llevaba la
verdad y buena nueva del evangelio cuando era misionero salesiano
en Zumbahua; y su actual figura presidencial caudillezca que lleva a
los rincones más apartados la luz del desarrollo.
¿El gobierno actual representa una continuación de la conquista
o su actitud se explica más bien, por el poder del movimiento
7. indígena y la amenaza que implica para un proceso político que
se basa en el voto de los sectores no organizados?
Es una deriva propia de la colonialidad del Estado que no ha sido
objeto de crítica. Durante el actual gobierno de la Revolución
Ciudadana no se ha detenido ni se detendrá mientras persista en su
ambición capitalista de financiarse por el oro, el petróleo o por todos
los recursos localizados en los territorios donde viven indígenas y
campesinos, mientras siga excluyéndoselos en la toma de decisiones
importantes para sus vidas. En realidad la pelea más importante es la
que mantiene contra las resistencias encabezadas por el movimiento
indígena en toda su diversidad, ya que también en ella se articulan las
organizaciones de mujeres y los ecologistas populares. La pelea con
la prensa es más bien secundaria en comparación con la disputa por
razones estructurales que mantiene el gobierno con quienes resisten a
su modelo de acumulación, ciertamente más desarrollista pero no
menos capitalista.
¿La pelea contra los medios es una cortina de humo?
Tiene mucho de cortina de humo porque no se juega en ella nada
estructuralmente importante, a menos que consideremos la honra de
una persona como de importancia para el destino de un país;: o la
defensa de una libertad de expresión secuestrada por los intereses de
los medios privados. En el fondo, los sectores a quienes responden los
medios privados están bastante conformes con lo que se ha hecho
durante este periodo. La pelea con la prensa muestra justamente el
fraccionamiento que existe en las élites en el actual momento. Lo que
les molesta no es el fondo, es decir el modelo de acumulación para el
cual se crea toda esta infraestructura, desde carreteras hasta
hidroeléctricas financiadas además con sustanciosos recursos que
provienen de la expansión de la frontera petrolera o de la entrega de
concesiones mineras a transnacionales. Les molesta la forma. En el
resto estructuralmente coinciden, porque las elites saben que no había
condiciones sociales para impulsar el neoliberalismo.
Existen por supuesto excepciones dentro de esta pelea, como es el
caso de la demanda contra los autores de la investigación sobre los
contratos del Estado con el hermano del presidente, Fabricio Correa.
Esta es una investigación que me parece muy sería y producto de
8. periodismo de investigación, que es el que hace falta en toda
sociedad. En todo caso la respuesta del gobierno si es igualmente
represiva. A los indígenas y campesinos que protestan, se les
persigue por terrorismo y sabotaje; y a los periodistas bajo la figura de
injuria o calumnia contra la honra. Es esa misma respuesta represiva
la la que hace que acudan tanto periodistas y medios como líderes
indígenas ante la CIDH, pero son disputas completamente diferentes
que hay que distinguir.
¿Y el libro puede ayudar a revertir este proceso de colonialismo?
Lo que busco clarificar con mi libro, es justamente la orientación de un
proyecto político como el de la Revolución Ciudadana, a partir de su
relación con el movimiento indígena –en especial la Conaie-. Me
parecía sorprendente que un proyecto que se declaraba a sí mismo
como “socialista” y que se apropió de los elementos del discurso
indígena de los últimos años; tuviese una relación tan mala con las
organizaciones de base, más aún, buscase romperlas por diversos
medios. Quería demostrar que quienes lucharon y resistieron durante
“la larga noche neoliberal” fueron sobre todo ellos al frente de una
izquierda debilitada en un momento de declive de la organización
sindical, atacada por el discurso oficial y de los medios, golpeada
además por la desregularización del mercado del trabajo y la casi
ilegalización de los sindicatos.
Curiosamente el discurso de la derecha de esos tiempos contra el
sindicalismo y luego contra los indígenas, está hoy en día muy de
moda. Es posible observar la evolución de la descalificación del
“sindicalismo dorado” a la de los “ponchos dorados” o las reacciones
de la clase política de ese entonces ante los levantamientos indígenas,
exactamente iguales hoy en día como en ese entonces. En el gobierno
actual al igual que en el gobierno de Borja, se sigue acusando a los
indígenas de ser obstáculos para el desarrollo nacional. Se les detiene
y requisa en los buses cuando vienen a protestar, ahora al igual que
en el gobierno de Durán Ballén. Este tipo de cosas me parecen
sumamente sorprendentes, dado que la revolución ciudadana
conserva muchas distancias con los anteriores procesos políticos
excepto en su relación con las organizaciones indígenas en donde las
prácticas no han cambiado en nada.
9. Un libro no puede revertir un proceso tan enraizado como la
colonialidad en la construcción del Estado, la sociedad y la política.
Pero si espero que sirva como una pequeña herramienta que permita
ampliar la discusión sobre el actual proceso político que vivimos desde
una perspectiva crítica. Me sentiría muy feliz si esta pequeña e
incompleta investigación le resulta útil a las organizaciones indígenas
y a todas las organizaciones progresistas dentro de la izquierda
ecuatoriana, que hoy por hoy buscan mantenerse unidas y proponer
alternativas mucho más radicales, dada la decadencia de la
civilización del capital. Decadencia que comparte también el gobierno
de Correa.