2. Elimina la presión
No se trata de ganar el Premio
Nobel.
Si sabes hablar, sabes escribir: sólo
se trata de expresarse de forma
clara y ordenada.
Aprovecha la escritura para corregir los defectos típicos de la
expresión oral: repeticiones, coletillas, frases entrecortadas,
saltos bruscos de un tema a otro, etc.
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3. Ordena tus ideas
Antes de empezar, tómate unos
minutos y reflexiona sobre lo que
quieres contar.
La clave no está en la forma de
escribir, sino en la claridad y el
orden en la exposición.
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4. ¿Qué quieres contar? ¿A quién?
Piensa qué quieres decir y a quién se lo vas a contar.
Dos preguntas clave que debes hacerte:
¿Cuál es la idea central que quieres ¿Qué nivel de información tiene el
transmitir? receptor?
Hacer un esquema previo puede ser de gran ayuda.
Intenta ponerle un título a lo que vas a escribir. El título tiene
que recoger el tema esencial del texto.
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5. No te metas en líos
Evita las frases demasiado largas
que intentan conectar muchos
elementos e ideas, con muchas
proposiciones, conjunciones, y
m
verbos.
e.co
nc a
ela r
re s pa co
lf
de ejo n p
og s u
o
Mejor pon un punto de por medio,
bl conbir
i
10 scror
e ej
m
y empieza con una estructura
sencilla.
Piensa que “menos es más”. Más
sencillo = más claro para el lector.
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6. Evita la forma pasiva
Nunca separes el predicado y el verbo
con una coma.
Por ejemplo: “El proyecto, tendrá una
duración de 8 meses”. Es incorrecto.
Evita también, en la medida de lo
posible, el uso de la forma pasiva, que
puede volver la construcción de la
frase un poco enrevesada.
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7. Huye de las modas
No abuses de las expresiones de
moda: no te hacen parecer más
inteligente.
Un año es “priorizar”; otro año es
“valor añadido”; al siguiente toca
“en base a”; y después viene “poner
en valor”.
Pueden convertir tu texto en un
“cliché” lleno de fórmulas vacías, sin
sentido.
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8. Ojo con los alardes
Si no estás absolutamente seguro de cómo se usa una
palabra, o del significado de una expresión, no la emplees.
Asegúrate antes consultándola en el diccionario o en la
Wikipedia.
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9. ¿Se entiende?
¿Has acabado ya? Lee el
texto de nuevo. Si quieres,
puedes hacerlo incluso en
voz alta.
Si algo no te cuadra, dale
otra vuelta a la estructura.
Recuerda que la escritura
es un proceso de mejora
continua.
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10. Repasa, repasa, repasa
No importa cuántas veces lo hayas leído: siempre
hay pequeños fallos y muchas cosas que se pueden
mejorar.
El nivel lo pones tú. Es evidente que no vas a
dedicar un día entero a revisar un simple mail ;)
Usa los correctores ortográficos, pero revisando las
opciones y dudas una por una.
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11. Practica, lee.
Como en muchas cosas, el secreto
está en la práctica.
A escribir se aprende escribiendo, y
leyendo a la gente que lo hace bien.
Se aprende incluso leyendo a la
gente que lo hace rematadamente
mal…
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