Este documento argumenta que la globalización actual es salvaje y sin control, y que todos debemos trabajar para civilizarla creando un marco regulado y democrático. Propone fortalecer organizaciones globales como la ONU y establecer negociaciones comerciales equilibradas que consideren los derechos humanos y ambientales, con el fin de avanzar hacia una respuesta democrática y civilizada de la globalización.