3. • Murillo debió de nacer en los últimos días de 1617Murillo debió de nacer en los últimos días de 1617
pues fue bautizado en la parroquia de Santa Maríapues fue bautizado en la parroquia de Santa María
Magdalena de Sevilla el 1 de enero de 1618. Era elMagdalena de Sevilla el 1 de enero de 1618. Era el
menor de catorce hermanos, hijos del barberomenor de catorce hermanos, hijos del barbero
Gaspar Esteban y de María Pérez Murillo, queGaspar Esteban y de María Pérez Murillo, que
procedía de una familia de plateros y contabaprocedía de una familia de plateros y contaba
entre sus parientes cercanos con algún pintor.entre sus parientes cercanos con algún pintor.
Conforme al uso anárquico de la época, aunqueConforme al uso anárquico de la época, aunque
alguna vez firmó Esteban adoptó comúnmente elalguna vez firmó Esteban adoptó comúnmente el
segundo apellido de la madresegundo apellido de la madre
4. Su padre era un acomodado barbero, cirujano y sangradorSu padre era un acomodado barbero, cirujano y sangrador
al que en ocasiones se daba tratamiento de bachiller, yal que en ocasiones se daba tratamiento de bachiller, y
del que en un documento de 1607 se decía que era «rico ydel que en un documento de 1607 se decía que era «rico y
ahorrador», propietario de algunos bienes inmueblesahorrador», propietario de algunos bienes inmuebles
junto a la iglesia de San Pablo que heredó Bartolomé y lejunto a la iglesia de San Pablo que heredó Bartolomé y le
proporcionaron rentas toda su vida. Con nueve años y enproporcionaron rentas toda su vida. Con nueve años y en
el plazo de seis meses quedó huérfano de padre y madre yel plazo de seis meses quedó huérfano de padre y madre y
fue puesto bajo la tutela de una de sus hermanasfue puesto bajo la tutela de una de sus hermanas
mayores, Ana, casada también con un barbero cirujano,mayores, Ana, casada también con un barbero cirujano,
Juan Agustín de Lagares. El joven Bartolomé debió deJuan Agustín de Lagares. El joven Bartolomé debió de
mantener buenas relaciones con la pareja pues no mudómantener buenas relaciones con la pareja pues no mudó
de domicilio hasta su matrimonio, en 1645, y en 1656, yade domicilio hasta su matrimonio, en 1645, y en 1656, ya
viudo, su cuñado le nombró albacea testamentario.viudo, su cuñado le nombró albacea testamentario.
6. El Buen PastorEl Buen Pastor
El martirio de San AndrésEl martirio de San Andrés
El nacimiento de la VirgenEl nacimiento de la Virgen
El sueño del patricioEl sueño del patricio
Inmaculada de SoultInmaculada de Soult
Joven mendigoJoven mendigo
La visión de San Antonio de PaduaLa visión de San Antonio de Padua
Los Niños de la conchaLos Niños de la concha
Muchacha con floresMuchacha con flores
Muchacho con un perroMuchacho con un perro
Mujeres en la ventanaMujeres en la ventana
Niños comiendo uvas y melónNiños comiendo uvas y melón
Rebeca y EliezerRebeca y Eliezer
Santa Isabel de Hungría curando a los tiñososSanta Isabel de Hungría curando a los tiñosos
Santas Justa y RufinaSantas Justa y Rufina
Virgen de la ServilletaVirgen de la Servilleta
Virgen del Rosario con el NiñoVirgen del Rosario con el Niño
7. Niños comiendo uvas y melón: La vieja de la gallina:Niños comiendo uvas y melón: La vieja de la gallina:
El buen pastor: San José padre y señor del Carmelo:El buen pastor: San José padre y señor del Carmelo:
8. El nacimiento de San Juan Bautista:El nacimiento de San Juan Bautista:
Vieja comiendo gachas con un chico y un perro:Vieja comiendo gachas con un chico y un perro:
10. La mayoría de su producción artística está constituida por obras de
temática religiosa, ya que en ese momento los mayores contratistas de
arte formaban parte del clero, pero también pintó numerosos cuadros y
lienzos de género dedicados a la “picaresca” español, género
principalmente novelesco en el que destacaron escritores de la misma
época como Baltasar Gracián o Francisco Quevedo.
Los padres de Murillo fallecieron antes de que cumpliera veinte años
dejándole en una mala situación económica y al cargo de su hermana. Al
artista no le quedó más remedio que vender sus creaciones en el
mercado de la Feria de Sevilla y pintar al aire libre para vivir del poco
dinero que podía conseguir.
12. En 1645 Murillo contrajo matrimonio con Beatriz Cabrera,En 1645 Murillo contrajo matrimonio con Beatriz Cabrera,
de una familia de plateros, con quien tuvo al menos nuevede una familia de plateros, con quien tuvo al menos nueve
hijos, de los que únicamente cinco —la menor de quincehijos, de los que únicamente cinco —la menor de quince
días— sobrevivieron a la madre, fallecida el 31 dedías— sobrevivieron a la madre, fallecida el 31 de
diciembre de 1663. Sólo uno, Gabriel (1655-1700),diciembre de 1663. Sólo uno, Gabriel (1655-1700),
trasladado a las Indias en 1678, apenas cumplidos lostrasladado a las Indias en 1678, apenas cumplidos los
veinte años, y que llegó a ser Corregidor Deveinte años, y que llegó a ser Corregidor De
Naturales de Ubaque (Colombia),Naturales de Ubaque (Colombia),parece haber seguido elparece haber seguido el
oficio paterno para el que, de creer a Palomino, era sujetooficio paterno para el que, de creer a Palomino, era sujeto
de buenas prendas y «mayores esperanzas».de buenas prendas y «mayores esperanzas».
San Diego de Alcalá dando de comer a los pobresSan Diego de Alcalá dando de comer a los pobres, hacia, hacia
1646, óleo sobre lienzo, 173 x 183 cm, Madrid, Real1646, óleo sobre lienzo, 173 x 183 cm, Madrid, Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando.Academia de Bellas Artes de San Fernando.
El mismo año de su matrimonio recibió el primer encargoEl mismo año de su matrimonio recibió el primer encargo
importante de su carrera: los once lienzos para el claustroimportante de su carrera: los once lienzos para el claustro
chico del convento de San Francisco de Sevilla, en los quechico del convento de San Francisco de Sevilla, en los que
trabajó de 1645 a 1648.trabajó de 1645 a 1648.
14. Tras la serie del Hospital de la Caridad, espléndidamente pagada,Tras la serie del Hospital de la Caridad, espléndidamente pagada,
Murillo no recibió nuevos encargos de esa envergadura. Un nuevo cicloMurillo no recibió nuevos encargos de esa envergadura. Un nuevo ciclo
de malas cosechas llevó a la hambruna de 1678 y dos años después unde malas cosechas llevó a la hambruna de 1678 y dos años después un
terremoto causó serios daños. Los recursos de la iglesia se dedicaron aterremoto causó serios daños. Los recursos de la iglesia se dedicaron a
la caridad, aplazando el embellecimiento de los templos. Con todo ala caridad, aplazando el embellecimiento de los templos. Con todo a
Murillo no le faltó el trabajo gracias a la protección dispensada por susMurillo no le faltó el trabajo gracias a la protección dispensada por sus
viejos amigos, como el canónigo Justino de Neve y los comerciantesviejos amigos, como el canónigo Justino de Neve y los comerciantes
extranjeros establecidos en Sevilla, que le encargaron tanto obras deextranjeros establecidos en Sevilla, que le encargaron tanto obras de
devoción para sus oratorios privados como escenas de género. Nicolásdevoción para sus oratorios privados como escenas de género. Nicolás
de Omazur, llegado a Sevilla hacia 1669, llegó a reunir hasta 31 obrasde Omazur, llegado a Sevilla hacia 1669, llegó a reunir hasta 31 obras
de Murillo, alguna tan significativa comode Murillo, alguna tan significativa como Las bodas de CanáLas bodas de Caná dede
Birmingham, Barber Institute. Otro de esos comerciantes aficionado alBirmingham, Barber Institute. Otro de esos comerciantes aficionado al
pintor fue el genovés u Giovanni Bielato, establecido en Cádiz haciapintor fue el genovés u Giovanni Bielato, establecido en Cádiz hacia
1662. Bielato falleció en 1681 dejando al convento de capuchinos de su1662. Bielato falleció en 1681 dejando al convento de capuchinos de su
ciudad natal los siete cuadros de Murillo de diferentes épocas queciudad natal los siete cuadros de Murillo de diferentes épocas que
poseía, dispersos en la actualidad en diversos museos. Entre ellosposeía, dispersos en la actualidad en diversos museos. Entre ellos
figuraba una nueva versión en formato apaisado del tema defiguraba una nueva versión en formato apaisado del tema de SantoSanto
Tomás de Villanueva dando limosnaTomás de Villanueva dando limosna (Londres, The Wallace Collection,(Londres, The Wallace Collection,
hacia 1670), con un nuevo y admirable repertorio de mendigos.hacia 1670), con un nuevo y admirable repertorio de mendigos.
Además legó a los capuchinos de Cádiz cierta cantidad de dinero queAdemás legó a los capuchinos de Cádiz cierta cantidad de dinero que
emplearon en la pintura del retablo de su iglesia, encargado a Murillo.emplearon en la pintura del retablo de su iglesia, encargado a Murillo.
15. La leyenda de su muerte, tal como la refiere Antonio Palomino, seLa leyenda de su muerte, tal como la refiere Antonio Palomino, se
relaciona precisamente con este encargo, pues habría muerto comorelaciona precisamente con este encargo, pues habría muerto como
consecuencia de una caída del andamio cuando pintaba, en el propioconsecuencia de una caída del andamio cuando pintaba, en el propio
convento gaditano, el cuadro grande de losconvento gaditano, el cuadro grande de los Desposorios de Santa CatalinaDesposorios de Santa Catalina..
La caída, sostenía Palomino, le produjo una hernia que «por su muchaLa caída, sostenía Palomino, le produjo una hernia que «por su mucha
honestidad» no se dejó reconocer, muriendo a causa de ella poco tiempohonestidad» no se dejó reconocer, muriendo a causa de ella poco tiempo
después. Lo cierto es que el pintor comenzó a trabajar en esta obra sin salirdespués. Lo cierto es que el pintor comenzó a trabajar en esta obra sin salir
de Sevilla a finales de 1681 o comienzos de 1682, sobreviniéndole lade Sevilla a finales de 1681 o comienzos de 1682, sobreviniéndole la
muerte el 3 de abril de este año. Solo unos días antes, el 28 de marzo,muerte el 3 de abril de este año. Solo unos días antes, el 28 de marzo,
había participado aún en uno de los repartos de pan organizados por lahabía participado aún en uno de los repartos de pan organizados por la
Hermandad de la Caridad, y su testamento, en el que nombraba albaceas aHermandad de la Caridad, y su testamento, en el que nombraba albaceas a
su hijo Gaspar Esteban Murillo, clérigo, a Justino de Neve y a Pedro Núñezsu hijo Gaspar Esteban Murillo, clérigo, a Justino de Neve y a Pedro Núñez
de Villavicencio, va fechado en Sevilla el mismo día de su muertede Villavicencio, va fechado en Sevilla el mismo día de su muerte..
En élEn él
declaraba que dejaba sin acabar, entre otras obras, cuatro lienzosdeclaraba que dejaba sin acabar, entre otras obras, cuatro lienzos
pequeños que le había encargado Nicolás de Omazur y el gran lienzo de lospequeños que le había encargado Nicolás de Omazur y el gran lienzo de los
Desposorios místicos de santa CatalinaDesposorios místicos de santa Catalina para el altar mayor de lospara el altar mayor de los
capuchinos de Cádiz, del que pudo completar sólo el dibujo sobre el lienzocapuchinos de Cádiz, del que pudo completar sólo el dibujo sobre el lienzo
e iniciar la aplicación del color en las tres figuras principales, siendoe iniciar la aplicación del color en las tres figuras principales, siendo
completado por su discípulo Francisco Meneses Osorio, a quiencompletado por su discípulo Francisco Meneses Osorio, a quien
corresponden íntegros los restantes lienzos del retablo conservados todoscorresponden íntegros los restantes lienzos del retablo conservados todos
ellos en el Museo de Cádiz.ellos en el Museo de Cádiz.
17. • En las últimas décadas del siglo XVII la pintura amable y sosegada de
Murillo, con sus modelos de Vírgenes y santos impregnados de una
sentimentalidad dulce y delicada, se impuso en Sevilla a la más
decididamente barroca y de tintes dramáticos de Valdés Leal, llenando con
su influjo buena parte de la pintura sevillana de la centuria siguiente. Se
trata, sin embargo, de una influencia superficial, centrada en la imitación de
modelos y composiciones, sin alcanzar ninguno de sus seguidores el
dominio del dibujo ligero y suelto ni la luminosidad y transparencia del color
propia del maestro. De los discípulos directos el mejor conocido y más
cercano es Francisco Meneses Osorio, que completó el trabajo iniciado por
Murillo en el retablo de los capuchinos de Cádiz. Pintor independiente
desde 1663, en sus obras más personales se advierte junto con la influencia
murillesca la más retardataria de Zurbarán. Otro tanto ocurre con Cornelio
Schut, quien llegó a Sevilla probablemente ya formado como pintor, de
quien se conocen algunos dibujos muy próximos a los de Murillo. Sus obras
al óleo sin embargo nunca pasan de discretas y acusan diversidad de
influencias. Personalidad singular es la de Pedro Núñez de Villavicencio,
amigo más que discípulo y caballero de la Orden de Malta, lo que le
permitió entrar en contacto con la pintura de Mattia Preti. Sus cuadros con
asuntos infantiles (Niños jugando a los dados, Museo del Prado), sin
embargo, apenas recuerdan los del maestro si no es en el tema, pues se
apartó de él tanto en la composición, siempre más abigarrada en el
discípulo, como en la técnica, en la que empleó pinceladas cargadas de
pasta.
18. Vinculados a la pintura de Murillo, sin que quepa precisar el grado de
relación personal, estuvieron Juan Simón Gutiérrez y Esteban Márquez
de Velasco, de quienes han llegado algunas obras de cierta calidad muy
influidas por el maestro, y Sebastián Gómez, sobre quien se tejió una
leyenda que lo hacía el «esclavo pintor» de Murillo, probablemente
por trazar un paralelismo con Velázquez y Juan de Pareja. Con Alonso
Miguel de Tovar y Bernardo Lorente Germán, el pintor de las Divinas
Pastoras, la influencia de Murillo se adentra en la primera mitad del
siglo XVIII. Ambos, junto con Domingo Martínez, murillesco en el gusto
por lo delicado y lo tierno, sirvieron a la corte durante su estancia en
Sevilla de 1729 a 1733, un momento de gloria para la pintura de
Murillo dada la afición que le demostró la reina Isabel de Farnesio, que
compró cuantas obras pudo y entre ellas gran parte de las que
actualmente se conservan de su mano en el Museo del Prado. Por esas
fechas no quedaba ya en Sevilla ninguna de sus pinturas de género y
Palomino escribía, con cierto distanciamiento pues lo que se valoraba
era la dulzura del color antes que el dibujo, que «así hoy día, fuera de
España, se estima un cuadro de Murillo, más que uno de Ticiano, ni de
Van-Dick. ¡Tanto puede la lisonja del colorido, para granjear el aura
popular!».