La Revolución Juliana de 1925 inició el proceso de fundación de un banco nacional emisor para controlar la crisis económica causada por la inconvertibilidad del billete y las emisiones sin respaldo. Esto llevó al establecimiento del Banco Central del Ecuador para regular la emisión monetaria. La revolución también buscó ampliar el control del estado creando instituciones como el Banco Hipotecario y la Contraloría General del Estado.