3. INFORME
Refugiados
Colombianos
en Lago Agrio
(Nueva Loja), Ecuador
Luis Túpac-Yupanqui sj
SJR Ecuador
Diciembre, 2001
4. 5
Contenido
0. Introducción _______________________________________________ 7
1. Contexto de Lago Agrio_______________________________________ 9
2. Antecedentes de la venida de los Refugiados ______________________ 16
3. Población Refugiada ________________________________________ 21
4. Status Jurídico_____________________________________________ 27
5. Proceso de Calificación de Refugiados __________________________ 30
6. Situación de los Derechos Humanos de los Refugiados ______________ 33
7. Situación Socio Económica ___________________________________ 37
7.1. Alimentación __________________________________________ 37
7.2. Salud ________________________________________________ 38
7.3. Vivienda______________________________________________ 38
7.4. Trabajo _______________________________________________ 39
7.5. Educación_____________________________________________ 40
7.6. Asistencia psicosocial____________________________________ 41
7.8. Situación de recreación ___________________________________ 42
8. Esperanzas de retorno _______________________________________ 43
9. ¿Cuál es la percepción del problema por parte de la población local?___ 45
10. Desplazados Ecuatorianos___________________________________ 47
11. Conclusiones _____________________________________________ 48
12. Recomendaciones__________________________________________ 50
Anexo 1 ____________________________________________________ 51
Perfil de los refugiados colombianos en Ecuador ___________________ 51
Anexo 2 ____________________________________________________ 55
Carta Abierta al Mundo______________________________________ 55
Anexo 3 ____________________________________________________ 57
Manifiesto de los Obispos de frontera a los Gobiernos de Ecuador y
Colombia ________________________________________________ 57
Anexo 4 ____________________________________________________ 59
Declaración de Nueva Loja (Lago Agrio) Sucumbíos, Ecuador ________ 59
6. 7
0. Introducción
on este breve documento se intenta compartir la situación de los
C refugiados colombianos ubicados en Lago Agrio, que han llegado al
Ecuador desde mediados del 2000 provenientes en su mayoría del
departamento de Putumayo. Su éxodo responde en gran medida a la ejecución
del Plan Colombia, el cual pretende acabar con el narcotráfico y la guerrilla
con el fin -dicen- de pacificar Colombia.
La información presentada se ha obtenido del Programa de Apoyo a
Refugiados (PAR) de la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos (ISAMIS), la cual
ha tenido la iniciativa de salir en favor de las víctimas del Plan Colombia que
han llegado a la provincia, de denunciar proféticamente esta situación de
injusticia y de procurar el digno desarrollo de los afectados (refugiados
colombianos, desplazados ecuatorianos y población receptora). Otros datos se
han tomado del informe de DD.HH. del Observatorio Internacional para la
Paz (OIP), presentados el 9 de noviembre del 2001 en Lago Agrio, y de otros
observadores internacionales. Pero también muchos datos los hemos
observado directamente durante los siete meses en los que el SJR colaboró
voluntariamente con el PAR.1
Luego de mostrar de una manera general el contexto de Lago Agrio y del
departamento de Putumayo, explicamos la situación de los refugiados en
cuanto a los flujos de llegada, su situación jurídica, el proceso de calificación,
los derechos humanos, su situación socioeconómica y las esperanzas de
retorno. También hay un apartado en que se incluye la percepción de la
población receptora y otro referente a los pobladores ecuatorianos de la
frontera que han sido desplazados. Al final cerramos este trabajo con algunas
conclusiones, recomendaciones y anexos.
1Desde el pasado agosto el PAR se ha convertido y ampliado en Pastoral de Movilidad
Humana.
8. 9
1. Contexto de Lago
Agrio
Lago Agrio, llamada oficialmente Nueva Loja,2 es una ciudad que tiene
aproximadamente 35.000 habitantes y es la capital de Sucumbíos. Esta
provincia se encuentra ubicada en el nororiente ecuatoriano, en la cuenca
amazónica alta entre los ríos San Miguel, Putumayo, Aguarico y sus afluentes.
Toda la provincia tiene unos 148.000 habitantes. La población está
aproximadamente compuesta de migrantes del interior del país y sus
descendientes (86%), de cinco grupos de indígenas nativos: Kichwas, Shuaras,
Awás, Cofanes, Sionas y Secoyas (10%) y de afrodescendientes (4%).
La frontera entre Ecuador y Colombia, en el espacio correspondiente a
Sucumbíos tiene alrededor de 300 km de extensión, ella comprende territorios
de páramo, sierra alta, subtrópico y trópico. Un 60% de la frontera es fluvial y
2La ciudad es llamada Nueva Loja, porque la mayor parte de los inmigrantes, que vinieron a
poblar esta zona durante el boom petrolero en los años 70, son de una sureña provincia del
país que se llama Loja, cuya capital de provincia también se llama Loja.
9. 10
se marca con los ríos San Miguel y Putumayo. Los lugares de intercambio
comercial más concurridos y mejor conectados por carretera hacia el interior
del lado ecuatoriano son: Santa Bárbara en Sucumbíos Alto; en el río San
Miguel: General Farfán y Puerto Nuevo, y Puerto El Carmen en la confluencia
con el río Putumayo.
Existen innumerables pasos terrestres y fluviales a lo largo de toda la frontera.
Ésta es fundamentalmente un límite en lo político pero es un punto de
encuentro en lo económico, social y cultural. De forma tradicional se observa
que mientras el lado ecuatoriano es un soporte comercial y de servicios para la
población colombiana, el lado colombiano ofrece posibilidades de empleo
mejor remunerado para la población ecuatoriana sobre todo en la recolección
de hoja de coca y otros procesos de elaboración de droga.
La provincia de Sucumbíos cuenta con una riqueza natural, minera y petrólera
con la que aporta, desde las tres últimas décadas, con más del 50% al
presupuesto del Estado. Sin embargo, a pesar de ser tan rica, la provincia está
sumida por parte de los gobiernos de turno, en la marginación y exclusión del
desarrollo, careciendo de infraestructuras básicas en lo que respecta a
seguridad, educación, salud, vialidad,3 comunicaciones,4 energía eléctrica,5 agua
potable, incentivos a la producción agropecuaria y demás necesidades básicas,
manteniéndose una deuda social.
Lago Agrio es una de las ciudades más pobres del país. El 70% de la población
se encuentra sumida en la pobreza y el 21% en la extrema pobreza. Está
situada al pie del río Aguarico, a unos 20 kilómetros de la frontera con
Colombia, rodeada de grandes extensiones de selva húmeda tropical. Es una
ciudad petrolera, es decir organizada en función de brindar servicios a los
trabajadores de las compañías petroleras y actualmente también a la población
militar –cerca de doce mil efectivos- del cordón fronterizo correspondiente a
la provincia de Sucumbíos.
3 La vía de acceso a la capital aún es de tierra y piedras. Hay que viajar durante ocho horas
para llegar a Quito.
4 El sistema telefónico es todavía muy malo (analógico), lo cual hace terriblemente lentos, si
no imposibles, los correos electrónicos.
5 Las plantas eléctricas de la ciudad funcionan deficientemente. Suele haber cortes regulares
de sus servicios.
10. 11
La zona colombiana que constituye la frontera suroriental con el Ecuador
corresponde al departamento del Putumayo y se ha constituido en la principal
zona de cultivo y producción de cocaína, muy especialmente en las últimas
décadas. Resalta además la presencia de la guerrilla (FARC) y últimamente
también de los paramilitares (AUC). Estos factores hacen que la historia más
reciente del Putumayo esté seriamente marcada por el conflicto y la violencia,
que ha comenzado a trasladarse, por la estrecha cercanía, también a la
provincia ecuatoriana de Sucumbíos.
La situación ha empeorado estos últimos meses, a partir de los preámbulos del
Plan Colombia, con el enfrentamiento entre la guerrilla y los paramilitares en el
Bajo Putumayo, lo que ha ocasionado que muchas familias se vean afectadas
en su economía, ya que la producción de la coca es una de sus principales
fuentes de trabajo. Paralelamente, las relaciones comerciales en Sucumbíos han
bajado en un 40% y se ha incrementado la delincuencia, los homicidios, la
inseguridad en general, la corrupción de algunas autoridades públicas y la
impunidad de más del 90% de los hechos criminales.
La problemática de seguridad en Sucumbíos es una preocupación unánime en
la población y autoridades. Es de dominio público el incremento de hechos de
violencia contra las personas, sobre todo asesinatos “con disparos en la cabeza
y/o en la boca”, muchas de las víctimas son colombianas y cuyos autores son,
presumiblemente, colombianos o bandas binacionales. Se trata de homicidios
con características de “ejecuciones extrajudiciales” entre narcotraficantes,
paramilitares y guerrilleros. Otros hechos de esta problemática son: secuestros
de trabajadores de petroleras (inclusive espectaculares como el cometido por
una banda delincuencial formada por más de cien personas, la mayoría
colombianas y algunas ecuatorianas, que incluyó el traslado del grupo
secuestrado en helicóptero desde el interior del Ecuador hasta un lugar
11. 12
indeterminado); han existido atentados contra el oleoducto; atentados
criminales contra autoridades provinciales (Prefecto), amenazas a funcionarios
de entidades públicas (Intendente), atentados contra la policía acantonada en
Lago Agrio como “represalia” a decomiso de drogas, armas o gasolina. Se han
dado enfrentamientos armados en territorio ecuatoriano y en abril fueron
secuestrados seis vehículos de uso público, en el puente fronterizo de General
Farfán, ejecutado por un grupo de 50 civiles fuertemente armados,
presumiblemente paramilitares.
El análisis estadístico del número de muertes reportadas en el hospital
provincial de Lago Agrio y los registros de defunciones demuestran que entre
Abril - Octubre del 2000 y Septiembre del 2000 - Marzo del 2001, es decir, seis
meses antes y seis meses después de que se inicie el “Plan”, los casos de
muertes violentas reportadas en los seis meses posteriores al inicio del Plan
tuvieron un incremento de más de cuatro veces, mientras los casos de muerte
por otros motivos apenas se incrementaron e inclusive disminuyeron. Hay que
señalar que los fallecimientos reportados son un estimado del 20% del total de
casos que realmente se producen.
Se ha descubierto instalaciones de los grupos armados colombianos y un
laboratorio de procesamiento de coca en territorio ecuatoriano. La gente de la
zona percibe que si continúa la pobreza y las dificultades económicas, la única
salida es ir a Colombia a buscar trabajo, a pesar del riesgo y también mira que
los cultivos de coca pueden pasar a territorio ecuatoriano.
Por las noches, Lago Agrio se ha convertido en un polígono de tiro, un pueblo
fantasma en la oscuridad (debido a los cortes de electricidad), se escuchan
detonaciones de armas de fuego en todo lado. La vida de la provincia tiende a
12. 13
militarizarse. Los patrullajes en los centros poblados, las requisas públicas se
tornan más frecuentes por parte de grupos militares con pasamontañas. Los
retenes militares se intensifican. Las requisas a la ciudadanía que se desplaza en
vehículos son llevadas por militares de forma indiscriminada y aplicando
formas de tratamiento que criminaliza a priori a la persona porque todos son
obligados a ponerse de espaldas, contra los vehículos y son “cachados” como
delincuentes.
Las zonas periféricas a las instalaciones petroleras en la provincia han sido
convertidas en territorios militarizados, con intervención de patrullas
combinadas entre guardias de seguridad de empresas privadas y militares
ecuatorianos. Se ha denunciado públicamente la persecución a dirigentes de
sectores aledaños a las instalaciones petroleras.
Las prostitutas, los taxistas, los vendedores de la calle y los niños son
utilizados por los militares como informantes. A cambio de golosinas les
hacen contar a los niños como vive la gente en las comunidades campesinas,
qué actividades se han realizado, quiénes visitan las comunidades, etc.
La inseguridad se ha hecho presente en Lago Agrio, según algunos, por el
traslado del conflicto desde Colombia hacia Ecuador. Pero el modelo de
desarrollo desnacionalizador estructura violencia, por lo tanto la violencia y la
inseguridad en Ecuador no es solo la vecindad con Colombia sino también un
subproducto del modelo de desarrollo ecuatoriano.
Esta problemática general de la frontera en Sucumbíos h provocado una a
ruptura de mitos e imágenes que han ocultado realidades: “Generalmente,
Ecuador ha sido considerado una isla de paz entre sus violentos vecinos, Colombia y Perú.
Esta presentación ha sido ampliamente utilizada por la propaganda del Estado
ecuatoriano… esta imagen no puede ocultar que en la provincia de Sucumbíos se siente
diariamente las consecuencias de la violencia imperante en Colombia. Lago Agrio ha sido
zona de paso del tráfico de armas, tanto para las guerrillas, como paramilitares y
narcotraficantes…” (FEPP, 2001). Pero también se ha convertido en zona de
tráfico de drogas, de precursores y de información (servicios de inteligencia de
todos los actores en disputa).
Con el fin de contener los efectos negativos del conflicto colombianos en
nuestra provincia, el estado ecuatoriano ha incrementado, en el cordón
fronterizo con Colombia correspondiente a la provincia de Sucumbíos, a doce
mil efectivos militares. Pero esta medida y el aumento de patrullas policiales no
ha disminuido la violencia, sino que más bien contradictoriamente se ha
incrementado.
13. 14
Por otro lado, ante la situación, nuestro país también ha aceptado la
regionalización del Plan Colombia, apoyando la “Iniciativa Andina” y
cediendo la base aérea de Manta (frente al Océano Pacífico) para el monitoreo
del narcotráfico en la región, o más bien para ser en parte los ojos y oídos del
Plan Colombia.
De manera inesperada algunas instituciones estatales últimamente están
sobredimensionando unipolarmente la violencia en Sucumbíos, sin plantear
alternativas de seguridad ciudadana ni apoyar las iniciativas que se comienzan a
dar entre las organizaciones de la sociedad civil. Se teme que quizá sea para
justificar en el futuro algún tipo de intervención militar o que se den hechos
represivos en contra de las organizaciones populares.
15. 16
2. Antecedentes de la
venida de los
Refugiados6
Putumayo es un departamento localizado en la Amazonía colombiana al
suroccidente del país. Tiene un territorio de 24.885 kilómetros cuadrados y,
según las autoridades regionales, cuenta con una población de 323.549
habitantes. La mayor parte de la población la conforman colonos que fueron
ampliando la frontera selvática. Las principales actividades económicas son la
explotación petrolera y maderera, así como la que se deriva de los extensos
cultivos de coca.
Este departamento se ha caracterizado por un atraso económico que contrasta
con la abundancia de recursos naturales del subsuelo (petróleo, calizas,
mármol, cobre, molibdeno), abundantes recursos hídricos, riqueza ecológica
de la llanura amazónica y una importante producción agropecuaria.
Putumayo ha sido motivo de preocupación durante los últimos años por las
sucesivas protestas campesinas, el aumento de los índices de violencia y los
masivos desplazamientos de la población atemorizada, primero, por las fuertes
acciones de la “guerra sucia” promovida por grupos paramilitares que cuentan,
por lo menos, con la tolerancia de las fuerzas militares y, segundo, por los
guerrilleros.
Desde la década de los sesenta el proceso de colonización hacia el Putumayo
se aceleró por la bonanza petrolífera. Esto trajo consigo la formación de
nuevos poblados y la rápida construcción de rudimentarias vías de
comunicación. Pero fueron los cultivos de coca concentrados en el Bajo
Putumayo (los municipios de Orito, Puerto Asís, Valle del Guamuez, Puerto
Caicedo y Puerto Leguízamo) los que de manera más importante cambiaron la
6 Para este apartado he contado con informaciones recaudadas, entre otras fuentes, en:
Consejería de Proyectos, Colombia, informe sobre desplazamiento forzado, 1998-1999,
Bogotá; El espejismo de esas hojas, Impacto de los cultivos ilícitos en mujeres y niños,
editado por UNICEF – Colombia, 2000; Kintto Lucas, Plan Colombia, La Paz Armada,
edit. Planeta, Quito, 2000; Guillaume Long, Con el pretexto de la droga..., La nueva cruzada
de los EE.UU. en América Latina, Sur editores, Quito, 2001; revista CODHES
INFORMA, # 34, Bogotá, 7 de diciembre del 2000.
16. 17
vida de los putumayenses. Los cultivos de coca proliferaron en esta zona (en la
que antes sólo se procesaba la coca) porque durante la década de los 80 y
comienzo de los 90 EE.UU. combatió los cultivos de coca en Bolivia y luego
en Perú, lo cual produjo su desplazamiento hacia Colombia. Los cultivos de
coca trajeron la ampliación de la frontera y la siembra única de esta planta
ocasionó, como en otras regiones, que se disminuyera significativamente los
cultivos de productos comestibles como la yuca, el plátano y el maíz, los cuales
se comenzaron a traer de los departamentos de Nariño y Huila. Al amparo del
auge cocalero la población creció en sólo ocho años, entre 1985 y 1992, en
80.000 personas. Actualmente más del 90% de las actividades comerciales en
Putumayo están relacionadas directa o indirectamente con el cultivo,
recolección y procesamiento de la coca.
El crecimiento de la población acentuó los problemas derivados de la mala
calidad de los servicios públicos y de las vías de comunicación. Como
reacción, se han dado varios paros cívicos que han sido fuertemente
reprimidos. Durante este tiempo, aumentaron las muertes violentas y la guerra
sucia en la región; a mediados de la década de los ochenta tuvieron una
importante presencia las organizaciones políticas como la Unión Patriótica, el
Frente Popular y algunos movimientos cívicos, cuyos dirigentes comenzaron a
ser asesinados como ocurría en otras partes del país.
A finales de 1994, en 1996, y luego de la puesta en marcha de las fumigaciones
extensivas de los cultivos ilícitos en el sur del país presionadas por EE.UU., los
cultivadores y raspachines (recolectores de hoja de coca) protagonizaron e
iniciaron masivas movilizaciones con el propósito de defender sus intereses.
Aún cuando las autoridades reprimieron fuertemente estas movilizaciones se
logró llegar a acuerdos básicos, los que en su mayoría tampoco se han
cumplido.
En Putumayo ha existido la presencia de grupos guerrilleros en las dos últimas
décadas. Primero estuvo el M-19 que permaneció únicamente durante dos o
tres años, mientras el EPL y las FARC, que llegaron después, mantuvieron su
presencia a lo largo de los años 80. En los años 90 y luego de la
desmovilización del EPL, las FARC incrementaron su fuerza en la región
hasta conformar el fuerte Bloque Sur (aproximadamente 15.000 guerrilleros,
en la actualidad). Este fortalecimiento fue logrado, en parte, gracias al cobro de
cuotas en dinero a cultivadores y comercializadores de hoja de coca. Hay que
señalar que de los 50.000 millones de dólares que genera la coca colombiana
sólo 500 millones (el 1%) fluye hacia la guerrilla y los campesinos; otros 2.500
millones (el 5%) entran en la economía colombiana a través del lavado en la
construcción, industria, comercio, generando empleo y cierta producción. El
17. 18
resto (el 94%) se queda en los bancos norteamericanos lo que muestra una
cierta hipocresía cuando se habla de terminar con el narcotráfico atacando los
cultivos sin combatir las actividades bancaria provenientes del tráfico de
drogas y encubiertas por el “sigilo bancario”.
Por su parte, los primeros grupos paramilitares aparecieron en la región en los
años 80, coincidentemente con la presencia en la región de los grandes carteles
de la droga. Grupos paramilitares como “Los Combos”, “Los Masetos” y
otros han sido acusados de ser los responsables de múltiples violaciones a los
derechos humanos, en particular de los asesinatos de varios dirigentes
regionales y acciones de “limpieza social”. Los enfrentamientos entre las
FARC y estos grupos se han agudizado durante los últimos diez años.
Así, gradualmente, este departamento se ha convertido en una de las regiones
más violentas de Colombia superando incluso los índices de otras regiones
conflictivas como Urabá. Un estudio del centro de informática de salud
departamental ya señalaba que entre 1995 y 1998 se registraron en promedio
anual 425 homicidios por cada 100.000 habitantes (más de cuatro veces el
promedio nacional), mientras que en Urabá en el mismo período se
presentaron 358 homicidios por cada 100.000 habitantes. Estos hechos han
generado desplazamientos hacia varias regiones, entre ellas hacia Pasto (capital
del departamento de Nariño); otros han preferido refugiarse de forma
silenciosa en Ecuador.
En 1999 la violencia y sus efectos negativos para la población continuaron. En
enero de ese año los paramilitares ingresaron a la población de El Tigre
matando a 26 personas y amenazando al resto de sufrir las mismas
consecuencias si no se retiraban del lugar. Ello ocasionó que de 2.300
habitantes originales sólo quedaran 160, la mayoría ancianos. Una parte de los
que huyeron se desplazó hacia Cauca, Huila y Nariño, pero otros cruzaron la
frontera y se refugiaron en el Ecuador.
En medio del fracaso del Proceso de Paz, anunciado por el presidente
Pastrana desde cuando asumió su gobierno en 1998, se ha puesto en marcha,
tras la visita de Clinton a Colombia, en septiembre del 2000, el Plan Colombia,
en el cual el 80% de la ayuda de EE.UU. será destinado a la cooperación
militar. Ha sido puesto en marcha, en su primera etapa, en los departamentos
de Caquetá, Putumayo y Nariño, en los que se estima que hay 77.000 hectáreas
de las 175.000 sembradas con coca en todo el país. Todo el plan se calcula que
durará seis años. El plan está orientado a la militarización de la erradicación del
narcotráfico y del combate de la guerrilla. Esto ha significado fumigación de
cultivos de coca y amapola y una mayor militarización en el Bajo Putumayo,
18. 19
sobre todo en contra los cultivos que pagan impuestos a las FARC. También
hay que mencionar que desde 1999 ya se había incrementado la cooperación
de EE.UU. para acciones de inteligencia, ayudando a montar el Centro
Conjunto de Inteligencia en Tres Esquinas (suroccidente de Caquetá), que
funciona como soporte para las operaciones del “empuje hacia el sur”.
El sistema judicial de Putumayo es ineficaz, esto se refleja en altas tasas de
impunidad, pues sólo hay un preso juzgado y condenado por cada 100.000
homicidios. Los indicadores de violencia político-social evidencian que sólo en
1999 se registraron en ese departamento 68 ejecuciones extrajudiciales, 39
desapariciones forzadas, 150 persecuciones a comunidades por parte de
grupos paramilitares y la fuerza pública y más de 70 violaciones al derecho
internacional humanitario por parte de todos los actores del conflicto. Según
cálculos estimativos, en el segundo semestre del 2000, con el Paro Armado de
las FARC,7 el comienzo de las fumigaciones indiscriminadas de plantaciones
(cocaleras o no) y el aumento de los combates entre la guerrilla, el ejército y los
paramilitares, aquellas cifras se multiplicaron por cuatro. En este segundo
semestre del 2000 el departamento de Putumayo enfrentó la crisis humanitaria
más grave que región colombiana alguna haya vivido en la historia del país.
Para la población campesina, toda esta situación ha significado enfrentarse a la
decisión de salir de sus fincas, recintos o veredas para salvar sus vidas.
7 Paro orientado a detener el avance paramilitar en el sur de país y la aplicación del Plan
Colombia y para obligar con ello al gobierno nacional a replantear este proyecto. El Paro
Armado de las FARC comenzó el 24 de septiembre del 2000 y significó dos meses de crudo
aislamiento, ocasionando crisis alimentaria y de salud pública, paralizamiento de la actividad
económica e incertidumbre de lo que pueda acontecer en adelante. En esos meses de Paro
Armado, al menos 94 vehículos fueron quemados por las FARC, de los cuales el mayor
número (63) se dieron en el Bajo Putumayo, según denuncias de las autoridades militares.
20. 21
3. Población
Refugiada
Ante la afluencia de refugiados ACNUR, el Ministerio de Relaciones
Exteriores del Ecuador y la Iglesia de Sucumbíos crearon un Plan de
Contingencia, que luego se convirtió en el Programa de Apoyo a Refugiados
(PAR).
Según el documento que crea el Plan de Contingencia su propósito es
“enfrentar las condiciones de inseguridad, ingreso, recepción, asentamiento,
transporte, alimentación, vivienda, infraestructura, condiciones sanitarias,
salud, educación y repatriación de ciudadanos colombianos, producto de un
flujo considerable hacia Ecuador por la frontera norte de la provincia de
Sucumbíos en calidad de refugiados”.
Según este Plan, “el tiempo de permanencia de los refugiados” en el área
asignada “tiene que ser un máximo de seis meses ya que en este período se
identificarán alternativas de solución duraderas”, para su establecimiento
autónomo en Ecuador, en caso de que las condiciones en Colombia no sean
mejores.
Así, el 11 de octubre del 2000 empezó a funcionar un albergue provisional en
Lago Agrio para acoger a familias de refugiados.8 En realidad, las primeras
familias ya habían llegado a la ciudad a fines de agosto. Su número fue
creciendo especialmente en los meses de octubre y noviembre. Se llegaron a
registrar como refugiados provisionales, en los registros del PAR,
aproximadamente 1.100 personas en octubre, 2.000 en noviembre y para el 31
de diciembre ya eran 2.300. Sin embargo se calcula que por cada uno de los
refugiados registrados otras tres personas también salieron de Colombia
(departamento del Putumayo), pero que no se registraron como refugiados por
temor a ser fácilmente localizables y que se s irvieron de Sucumbíos como
8 Hay que señalar que los albergues para refugiados, en Sucumbíos, no son los clásicos
campos de concentración llenos de carpas y encerrados con alambrados. Sino que se trata
de estructuras adecuadas a propósito para recibir, dentro de lo que se puede, dignamente a
los refugiados, en los que no se restringe la libre circulación más que en lo necesario. Entre
los cuatro albergues, se puede recibir hasta 1.200 refugiados, sin contar los espacios en
donde, si hiciese falta, se podrían levantar carpas, hasta para unas 600 personas.
21. 22
corredor para ingresar a otros lugares de Ecuador o para reingresar a
Colombia por otro paso de frontera (Tulcán-Ipiales). Así en total, hasta finales
del 2000 bien podrían haber salido del departamento del Putumayo alrededor
de 10.000 colombianos. Esta cifra significa aproximadamente la cuarta parte
de la población de Lago Agrio. Hay que tener en cuenta también que la mayor
parte de los colombianos, según datos de las Oficinas Nacionales de
Migración, que han entrado a Ecuador han obtenido una visa en base a los
acuerdos bilaterales entre Colombia y Ecuador.
También hay que señalar que en diciembre, algunos de los 2.300 registrados
provisionalmente en el PAR de ISAMIS como refugiados sólo eran
colombianos que hace años ya residían en Lago Agrio y que se anotaron sólo
para beneficiarse de la asistencia alimentaria y de las vituallas. Entonces, como
se estaba comenzando a enfrentar la situación de los refugiados en Ecuador no
se contaba con la suficiente experiencia ni el control necesario.
En el primer semestre del 2001, al suspenderse el Paro Armado de la guerrilla,
al disminuirse las fumigaciones, al reanudarse los diálogos entre el gobierno y
la guerrilla y al comenzar los acuerdos de erradicación manual de la coca, bajó
significativamente el número de refugiados. Así, actualmente contamos con los
siguientes datos:
• Refugiados reconocidos por la Cancillería Ecuatoriana, es decir con
carnet: 994 personas (258 familias).9 El número reducido de
refugiados reconocidos por Cancillería, en comparación a los 2.300
personas que se habían registrado en el PAR hasta el 31 de diciembre
del 2000 (y de otras que llegaron hasta febrero del 2001), se explica
porque a la Brigada de Cancillería de entonces, que vino desde Quito,
sólo llegaron 994 a solicitar el estatuto de refugiados, de las cuales
todas fueron reconocidas como refugiados, ya que entonces los
criterios de calificación eran los de “prima facie” (cosa que vamos a
explicar más adelante). El resto no se presentó: porque quizá no
querían ser ubicados o identificables; porque se habían ido al interior
del país; porque quizá ya se habían devuelto para Colombia o porque
realmente no eran refugiados, sino colombianos que ya llevaban hace
muchos años viviendo en Lago Agrio y que habían venido por otros
motivos. Tenemos información cierta sobre estas cuatro
9De estos 994 personas, 334 son población indígena: kofán (145), kichwa (144), awa (35) y
kanza (10).
22. 23
posibilidades, pero no tenemos datos numéricos sobre cada una de
ellos.10
• Refugiados, reconocidos por la Cancillería Ecuatoriana, que han
renovado su carnet: 352 personas (88 familias).11 Restando estas 352
que renovaron su carnet de las 994 que habían sido calificadas como
refugiadas, quedan 642 personas (170 familias) que no renovaron sus
carnets (por olvido, porque ya han retornado por su propia cuenta a
Colombia o porque no quieren definitivamente ser ubicables). De las
352 personas (88 familias) que han renovado sus carnets, 39 personas
(11 familias) ya no están en Lago Agrio porque algunas de ellas se
acogieron a la repatriación oficial, porque se fueron por su cuenta al
interior del país o a Colombia o porque les perdimos la pista. Así en
realidad sólo hay 313 personas (77 familias) carnetizadas como
refugiados en Lago Agrio.
• Solicitantes de refugio hasta el 1 de junio del 2001. Es decir, las
personas a quienes la Cancillería les ha receptado la solicitud de
refugio y se las está tramitando: 259 personas (94 familias).
• Repatriados: quienes se acogieron al retorno voluntario a Colombia,
mediante ACNUR y la Red de Solidaridad Social Colombiana, pero a
otros lugares distintos de los que tuvieron que huir: 71 personas (21
familias).12
• Desde la última Brigada de la Cancillería Ecuatoriana en Lago Agrio
en el 1 de junio del 2001 hasta el 22 de octubre, han llegado 105
personas (27 familias) que han venido a registrarse en el Programa de
Apoyo a Refugiados. Ellos están a la espera de la siguiente Brigada de
la Cancillería, para solicitar formalmente el estatuto de refugiados.
Esto quiere decir que en estos últimos cinco meses el promedio
mensual de refugiados (de quienes Cancillería todavía no ha recibido
la solicitud de refugio) venidos de Colombia es de 20 personas13.
10 En la parte final de este informe incluimos como anexo un perfil de los refugiados
colombianos (elaborado por el Area de Registro del PAR de ISAMIS) extraído a partir de
estas primeras 994 personas (258 familias) reconocidas por la Cancillería Ecuatoriana como
refugiadas, en la Provincia de Sucumbíos,.
11 Los carnets de refugiados extendidos por la Cancillería Ecuatoriana tienen validez
limitada de seis meses. Cuando caducan deben ser renovados.
12 En estos días de diciembre, después de haber cerrado la formulación de este texto, he
sabido que van a repatriarse 19 refugiados más, mediante ACNUR.
13 Por cierto, del 21 al 23 de noviembre, mientras escribo este informe, hubo una nueva
Brigada de Cancillería en Lago Agrio, a la cual de las 105 personas (27 familias) sólo
asistieron a solicitar refugio 53 personas (20 familias). Como se ve, las otras siete familias
más numerosas y quizá las más necesitadas no aparecieron.
23. 24
Situación de Diciembre del 2000 a febrero del 2001
Personas Familias
Personas registras en PAR 2300
Solicitantes de estatuto de refugiados reconocidos 994 258
por la Cancillería con carnet
Refugiados reconocidos por la Cancillería que 352 88
renovaron su carnet
Refugiados reconocidos por la Cancillería que 39
renovaron su carnet y no se encuentran el Lago
Agrio
Refugiados que no renovaron su carnet 642 170
Total de refugiados con carnet en Lago Agrio 313 77
Situación a Junio del 2001
Personas Familias
Solicitantes de estatuto de refugiados 259 94
Refugiados que retornaron voluntariamente 71 21
Registros del 1 de Junio al 22 de Octubre
Personas Familias
Refugiados Registrados en PAR 105 27
Ahora, la Pastoral de Movilidad Humana de ISAMIS (antes PAR) está
encargada del acompañamiento de:
• las 313 personas (77 familias) que renovaron el carnet de refugiados y
que siguen en contacto con el PAR de ISAMIS,
• las 259 personas (94 familias) que han solicitado el estatuto de
refugiados a Cancillería
• y las 105 personas (27 familias) que han venido a registrarse en el
PAR entre junio y octubre.
24. 25
En total son 677 personas (198 familias). Pero de estas el PAR brinda
asistencia humanitaria únicamente a los casos que aparecen vulnerables. Se
califican vulnerables, luego de entrevistas y visitas de evaluación social, sobre
todo los casos de madres solteras, viudas o en estado de embarazo, las familias
con muchos niños y la presencia de ancianos, de enfermos crónicos o de
discapacitados en la familia.
Situación Legal Personas Familias
Renovaron su carnet de refugiados y en contacto con 313 77
el PAR
Solicitantes de estatuto de refugiados a Cancillería 259 94
Personas registradas en el PAR de junio a octubre 105 27
Total 677 198
Superada la primera etapa de atención básica, a los que tienen carnet de
refugiados se les provee de un paquete productivo (cosa de 150 dólares de
fondos del ACNUR); en casos excepcionales, por su vulnerabilidad, también
se les da paquetes productivos a los solicitantes o a los recién registrados (por
la misma cantidad pero de otros fondos). A los carnetizados, a los solicitantes
o a los recién llegados, según sus necesidades, también se les provee de ayuda
para vivienda (aproximadamente de 300 dólares de otros fondos).
26. 27
4. Status Jurídico
En el Plan Nacional de Derechos Humanos del Estado Ecuatoriano, se
establece dentro de los Derechos de los Extranjeros no sólo el objetivo de
“Garantizar el respeto de los derechos humanos y la dignidad de los
migrantes, sus familias, refugiados, desplazados por la violencia y
apátridas”, sino que también se establece en particular el objetivo de
“Otorgar a los migrantes forzados las facilidades necesarias para la
legalización de su permanencia en el país”. Además entre las Líneas
Estratégicas de este Plan Nacional de Derechos Humanos se menciona la
“Ejecución de los convenios y tratados internacionales ratificados por el
Ecuador (Declaración de Cartagena sobre Refugiados, entre otros),
sobre los derechos de los refugiados, migrantes forzados por la
violencia...”14.
Ecuador ha aceptado públicamente la existencia de refugiados colombianos en
el país, ya que es firmante de la Convención de 1951 y de su Protocolo de
1967, así como de la Declaración de Cartagena de 1984. Y porque además ha
ratificado y adherido a estos instrumentos internacionales para la protección
de los refugiados en el decreto 3301 de mayo de 1992, mediante el cual se
expide el reglamento sobre los refugiados. Así mismo, el Estado Ecuatoriano
ha incorporado en su normativa interna tanto la definición de refugiado de la
Convención de 1951 como la definición de refugiado propuesta por la
Declaración de Cartagena de 1984:
“Artículo 1.- Con sujeción a presente Reglamento, será reconocido como refugiado
en el Ecuador toda persona que debido a fundados temores de ser perseguida por
motivo de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u
opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda, o
causa de dichos temores no quiera, acogerse a la protección de tal país o que,
careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos,
fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de
dichos temores, no quiera regresar a él.”
“Artículo 2.- Igualmente, serán considerados refugiados en el Ecuador las
personas que han huido de su país porque su vida, seguridad o libertad han sido
14 Plan Nacional de Derechos Humanos del Ecuador, Quito, marzo de 1998, pp. 34 y 35.
27. 28
amenazadas por la violencia generalizada, la agresión extranjera, los conflictos
internos, la violación masiva de los derechos humanos y otras circunstancias que
hayan perturbado gravemente el orden público.”
Esta relativa amplitud en la comprensión teórica de los refugiados ha
posibilitado que en un primer momento (prima facie), cuando la afluencia de los
colombianos fue masiva y repentina en el segundo semestre del 2000 por lo
cual no era posible realizar una determinación individual del estatuto de
refugiado, el reconocimiento de los refugiados se hiciera a partir de los
criterios de la Declaración de Cartagena (artículo 2 del decreto 3301 de 1992).
Es decir, en esas circunstancias todos los miembros del grupo de desplazados
colombianos llegados al Ecuador fueron reconocidos como refugiados prima
facie (refugiados a falta de pruebas de lo contrario).
En cambio, cuando ha comenzado a disminuir el flujo de refugiados en el
primer semestre del 2001, por razones de seguridad nacional, el Ministerio de
Relaciones Exteriores resolvió usar los criterios correspondientes a la
Convención de 1951 (artículo 1 del decreto 3301 de 1992) para determinar la
condición de refugiados. Así, de hecho, Ecuador no ha devuelto en contra de
su voluntad a ningún colombiano.
Con todo, sin embargo, la legislación sobre los refugiados debería en lo
posible adecuarse más a la situación dinámica y fluctuante de la realidad de los
refugiados colombianos en particular. Muchos de ellos, una vez llegados a
Lago Agrio debido a la situación de violencia, con mucha frecuencia por la
cercanía vuelven transitoriamente al departamento de Putumayo a vigilar que
terceros no se apropien de sus tierras, a recoger algunas de sus pertenencias
que no lograron sacar en medio de la situación de violencia en la que huyeron,
a ver si ha menguado la situación de violencia o para buscar a algún miembro
de su familia que se perdió en la huida. El reglamento, con respecto a este
punto dice en su artículo 30º que:
“Quien ostenta la condición de refugiado notificará al Ministerio de Relaciones
Exteriores todo desplazamiento fuera de los límites del territorio nacional. El
refugiado, a su regreso al territorio ecuatoriano, notificará de este hecho a la
Cancillería.”
Esto en la práctica, en las pocas veces que algún refugiado se ha acercado a
notificar su salida transitoria (la mayoría se va sin avisar), ha significado hacer
una solicitud mediante la oficina de ACNUR de Lago Agrio dirigida al
Ministerio de Relaciones Exteriores y esperar hasta cinco o siete días la
respuesta de Quito. Es decir, no se cumple lo que dice el reglamento en
28. 29
cuanto a únicamente tener que “notificar”. Quizá el reglamento debería
ampliarse para determinar mecanismos o procedimientos más concretos y más
ágiles, sin tener que esperar necesariamente una respuesta de Quito. Porque si
en la práctica muchos se están yendo transitoriamente sin avisar, debido a los
lentos procesos burocráticos, están quedando expuestos a ser víctimas de las
amenazas de los actores armados de Colombia. Por otra parte, al no notificar
se exponen a que se les retire el estatuto de refugiado. Todo esto, por tanto,
contribuye a que muchos refugiados colombianos no se acerquen a solicitar la
calificación legal de refugiados. Porque hay que tener en cuenta que los
colombianos que vienen huyendo de la violencia ya en sí mismos de hecho son
refugiados, previa la concesión de este estatuto legal por parte de la Cancillería
Ecuatoriana. Ante estas dificultades legales que en ocasiones generan la
desconfianza de los refugiados para solicitar el estatuto de refugiado, hay que
recordar que el mandato de ACNUR consiste en brindarles seguridad y
protección desde su llegada, al margen de la calificación o descalificación de
Cancillería.
Por cuenta aparte, existe también el temor que en el futuro la Cancillería
Ecuatoriana debido a la Resolución 1373 del Consejo de Seguridad de la ONU
en su sesión del 28 de septiembre del 2001, como reacción a los ataques
terroristas del 11 de septiembre en contra de los EE.UU., restrinja la
concesión del estatuto de refugiado, según la interpretación que se haga de los
literales f y g de la parte tercera de esta resolución que, entre otras cosas,
“Exhorta a todos los Estados a”:
“Adoptar las medidas apropiadas de conformidad con las disposiciones pertinentes
de la legislación nacional y el derecho internacional, inclusive las normas
internacionales en materia de derechos humanos, antes de conceder el estatuto de
refugiado, con el propósito de asegurarse de que el solicitante de asilo no haya
planificado o facilitado actos de terrorismo ni participado en su comisión;”
“Asegurar, de conformidad con el derecho internacional, que el estatuto de
refugiado no sea utilizado de modo ilegítimo por los autores, organizadores o
patrocinadores de los actos de terrorismo...”
29. 30
5. Proceso de
Calificación de
Refugiados
Como ya dijimos, sólo la cuarta parte de las personas salidas de Colombia por
motivos de violencia se registran como candidatos a solicitantes de refugio en
el PAR de ISAMIS, pero antes se les pide anotarse en la Oficina de Policía de
Migración de Lago Agrio, que queda a sólo cien metros de las oficinas del
PAR. Allí se les da a los colombianos (tengan o no sus papeles de identidad en
orden15) un documento temporal (30 días) que certifica que han huido de
Colombia por motivos de violencia. Este papel no es todavía un certificado de
refugiado, solo es una TAM provisional.16
Cuando hay suficientes personas anotadas (tanto en la Oficina de Policía de
Migración como en las oficinas del PAR), como candidatos a solicitantes de
refugio, la Cancillería Ecuatoriana envía desde Quito una Brigada para receptar
oficialmente las solicitudes de refugio. Después de la Brigada de Cancillería,
los colombianos se quedan con un Certificado Provisional de la Solicitud
de Refugio, en la que constan los nombres de cada uno de los miembros de
sus familias con sus respectivas fotos. Este documento tiene validez hasta que
reciba su Carnet de Refugiado, con una vigencia de 90 días. Si el carnet de
refugiado no llega en los 90 días, Cancillería renueva la validez de este
certificado de la solicitud de refugio.
Sin embargo suele haber dificultades cuando a los recién llegados de Colombia
que ya han obtenido su TAM, que señala no oficialmente que son refugiados,
se les caduca este documento porque se han pasado los 30 días y la Brigada de
Cancillería no viene a Lago Agrio a receptar las solicitudes de refugio. Por
ejemplo, entre la Brigada del 1 de Junio y la del 22 de noviembre del 2001 han
pasado más de cinco meses. Esto quiere decir que los recién llegados han
tenido que ir a la Oficina de la Policía de Migración hasta cinco veces a
renovar la TAM. Pero no todos quizá lo han podido hacer, esto los ha dejado
15 Algunos en la huída pierden sus papeles o no presentan sus documentos para cambiar sus
nombres por temor a ser localizados.
16 Este papel es la Tarjeta Andina de Migración (TAM), pero que al reverso se señala que el
portador es candidato a solicitante del estatuto de refugiado.
30. 31
expuestos a abusos por no tener los documentos al día. Cosa semejante ocurre
cuando caduca a los 90 días el Certificado Provisional de la Solicitud de
Refugio y Cancillería no ha aprobado la solicitud de refugio ni ha enviado a
tiempo los renovados “certificados provisionales de la solicitud de refugio”.
También ocurre lo mismo cuando los carnets de refugiados caducan a los seis
meses y Cancillería no procede a una diligente renovación de esos carnets.
Quizá los motivos de los atrasos sean explicables y hasta entendibles, pero el
asunto es que los colombianos que han venido huyendo de Colombia quedan
expuestos a abusos por no tener sus documentos en orden, ya que para
muchos que llegan sin ni siquiera sus documentos colombianos, por las
apuradas y angustiosas situaciones en las que han tenido que escapar, los
papeles que se les da aquí son los únicos que les conceden legalidad, y con ello,
dignidad.
Un año después de recibir el carnet, que tiene que ser renovado cada seis
meses, los refugiados recibirán un Pasaporte con la Visa 12-IV, que los
habilita para residir, trabajar y comprar propiedades en Ecuador. Este
documento deberá ser renovado cada año.
Finalmente, veamos que las peticiones del estatuto de refugio en el Ecuador ha
presentado variaciones de un lugar a otro de la frontera. Mientras en enero
2001, el 90% de solicitudes fueron hechas en Sucumbíos, para mayo 2001,
apenas el 25% de peticiones fueron en Sucumbíos y el resto en otros lugares
de la frontera: Carchi, Imbabura y Esmeraldas.
32. 33
6. Situación de los
Derechos Humanos de
los Refugiados
En la base de su situación de DD.HH. de los refugiados colombianos en
Sucumbíos está la criminalización de los colombianos en general, no sólo aquí
en Ecuador, sino en muchos otros países. En el imaginario común, aunque se
reconozcan excepciones, se asocia al apelativo “colombiano” las ideas de
delincuente, narcotraficante, guerrillero, sicario, abusador, gente mala en
general.
Lo más grave de esta situación es que durante estos meses se ha incrementado
ostensiblemente la situación de violencia que vive la provincia de Sucumbíos.
Sólo en septiembre del 2001 la policía judicial reconoció que hubo 15 casos de
muertes violentas y que hay al menos una denuncia diaria de robo domiciliario.
A ello debemos lógicamente añadir todos aquellos robos domiciliares que no
son denunciados por falta de confianza en la policía o por temor a represalias.
En los últimos meses es muy frecuente los asaltos a vehículos de transporte
público en todas las vías que se conectan con Lago Agrio: la vía Coca Loreto,
la vía Quito, la vía a Sucumbíos Alto, la de Tarapoa, la que va a la Punta. De
estos asaltos al transporte público sólo se han denunciado cuatro en el mes de
septiembre, pero todos sabemos que hay muchos más, que no son
denunciados por temor. Este incremento de la violencia ha sido atribuido por
algunos, sin las correspondientes pruebas a los refugiados colombianos. Es
verdad que en algunos casos han estado involucrados, sin embargo en el 90%
de los casos no habido las investigaciones. Estas afirmaciones en contra de los
colombianos están más relacionadas con la mala fama que tienen que con
pruebas contundentes de la realidad.
Otro elemento que ha incidido de manera global en la situación de DD.HH.
de los refugiados colombianos en Ecuador, es la lentitud de las autoridades de
la Cancillería Ecuatoriana para la legalización de los papeles de los solicitantes
de refugio o de los refugiados. Llos motivos de los atrasos en la legalización
son explicables y entendibles, pero el asunto de fondo es que esto los ha
dejado expuestos a los abusos que los indocumentados suelen padecer.
33. 34
A nivel laboral: con dificultad consiguen trabajo porque: en Lago Agrio no hay
muchas oportunidades de empleo, y porque son “colombianos”. En algunas
ocasiones se les paga menos que un ecuatoriano por el mismo trabajo. En
otros casos incluso se les retiene de manera indefinida los sueldos acordados.
Por otra parte, la necesidad que tienen los refugiados colombianos de
conseguir trabajo, incluso por menos sueldo que los trabajadores locales, está
desplazando la mano de obra ecuatoriana. Esto en ocasiones genera cierta
xenofobia contra ellos.
A nivel de salud: en los dispensarios médicos públicos los costos de atención a
los colombianos son mayores. Porque son extranjeros, pero la situación
económica de la gran mayoría de los refugiados no da para pagar ni siquiera
los mismos costos que pagan los ecuatorianos. Por ello el PAR ha organizado
servicios de salud para los refugiados colombianos.
A nivel educativo: en las escuelas urbanas, más que en las rurales, no les
reciben fácilmente a los niños colombianos, hijos de familias refugiadas,
porque vienen con dificultades de aprendizaje por carecer de buenas escuelas
en la zona rural del departamento del Putumayo, y sobre todo porque son
“colombianos”. Ha sido necesario que alguien del PAR acompañe a las
familias de estos niños y estimule económicamente a la escuela para que ellos
puedan ser recibidos, pero estas ayudas sólo alcanzan a cubrir a un reducido
porcentaje de todos ellos.
Con respecto a las mujeres refugiadas, algunas son golpeadas frecuentemente
por sus maridos. Ellos suelen encontrarse en difíciles situaciones de
integración social, por la falta de empleo y relaciones. Esto los hace sentirse
deprimidos y frustrados. Ante ésto las mujeres son lastimosamente su canal
de desahogo. Ellas no reaccionan porque no tiene alternativas, aquí ellas no
tiene a su familia, amigas y se relacionan poco.
En cuanto a los DD.HH. de las mujeres refugiadas, quizá la misma falta de
una investigación más profunda de su situación en Lago Agrio sea de alguna
manera una violación de sus DD.HH. ya que así no se permite develar cuál es
su realidad, porque por encontrarnos en una cultura marcadamente machista,
tanto en Colombia como en Ecuador, de estas cosas no se habla
abiertamente. Sin embargo, en virtud del derecho internacional y de pactos
específicos de derechos humanos, los estados también pueden ser
responsables de actos privados, si no adoptan medidas con la diligencia debida
para impedir la violación de los derechos o para investigar y castigar los actos
de violencia y proporcionar indemnización.
34. 35
El gobierno, por ejemplo, puede y debe crear servicios de apoyo a las mujeres
que sufren agresiones o malos tratos. Es necesaria pues una investigación de la
situación de los derechos humanos de las mujeres refugiadas ya que según
información de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de las
Naciones Unidas es por todos reconocido que, en su huida, las refugiadas
suelen ser especialmente vulnerables a los ataques sexuales. De otros lugares
en que ha habido el fenómeno de los refugiados se conocen casos de
violaciones colectivas, de “matrimonios” forzados y de mutilación sexual por
parte de bandidos, de miembros de grupos armados o de otros refugiados. La
necesidad de cruzar líneas militares, zonas donde reina la anarquía, la guerra
civil para ponerse a salvo coloca en situaciones especialmente peligrosas a las
mujeres de todas las edades, ya que corren gran peligro de verse sometidas a
explotación sexual a cambio de que se les permita llegar a lugar seguro u
obtener la condición de refugiada o la documentación legal. Existen
numerosas pruebas, incluido el informe preliminar de la Relatora Especial de
la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones
Unidas (OACDH), sobre violencia por motivos de sexo, registradas en países
de asilo o en campos de refugiados.
36. 37
7. Situación Socio
Económica
7.1. Alimentación
A los refugiados que, después de las visitas sociales, se considera que están en
situación de vulnerabilidad en lo referente a la alimentación, se les ayuda con la
siguiente ración quincenal por persona:
Detalle Gramos
Arroz 3.000
Azúcar 1.000
Arvejas 250
Frijoles 250
Lentejas 250
Leche en polvo 250
Fideo 250
Tallarín 250
Atún 500
Sardina 450
Avena 250
Cocoa 250
Harina de maíz 500
Sal 1,500
Aceite 250
Café 250
El problema más significativo de esta dieta es que no la acostumbrada por los
refugiados colombianos. Su dieta consistía sobre todo en yuca, plátano y arroz,
eventualmente comían pollo, pescado o animales de caza. Esta diferencia ha
ocasionado algunos malestares estomacales.
37. 38
7.2. Salud
Entre octubre del 2000 y octubre del 2001, el PAR administró 2.435 consultas
médicas de primer nivel a 1.088 refugiados, dio atención médica de segundo
nivel a 32 y de tercer nivel a 12. Se considera atención de primer nivel cuando
la enfermedad que padecen los refugiados se atiende simplemente con una
consulta y medicamentos comunes. Se dice de segundo nivel cuando es
necesario hospitalizar al paciente en el Hospital de Lago Agrio. El tercer nivel
consiste en tratamiento especializado en el Hospital de Quito. Las consultas
médicas de primer nivel se brindan por el pago de un dólar. Si necesitan
medicamentos comunes se les regala, si se trata de medicamentos especiales
con los que se cuente en el almacén de medicinas de PAR también se los
regala. El problema es cuando se trata de medicamentos especializados que se
han terminado o que no se tiene, entonces si el refugiado no puede
conseguirlos el PAR los compra. Las patologías más comunes son:
Enfermedades Nro. Pers. %
Infecciones respiratorias agudas 290 26,7
Parasitosis 290 26,7
Enfermedades de la piel 202 18,5
Enfermedades diarreicas agudas 123 11,3
Dolores en general 96 8,8
Infección de las vías urinarias 87 8,0
TOTAL 1088 100,0
De estos datos, es posible que la mayoría de las enfermedades de los
refugiados estén con las fumigaciones de glifosato, ya que al unir las
enfermedades respiratorios y dérmicas, afecciones más comunes originadas
por el “roundup ultra” según las investigaciones de la organización no
gubernamental “Acción Ecológica”, se obtiene un 45,2%.
7.3. Vivienda
Para noviembre del 2001, tenemos la siguiente ubicación de 266 familias:
Lugar Nro. Fam. %
Lago Agrio (urbano) 93 35,0
La Punta (urbano) 48 18,0
Puerto El Carmen (urbano) 42 15,8
Alma Lojana (rural) 30 11,3
38. 39
Lugar Nro. Fam. %
La Carchi (rural) 25 9,4
Pacayacu (rural) 9 3,4
No ubicados 9 3,4
Otros lugares 6 2,2
Albergue de Apafano 4 1,5
TOTAL 266 100,0
Los que no viven en el Albergue, que son la gran mayoría, están arrendando o
arrimados en casas de amigos o conocidos. La mayoría son lugares estrechos
con uno o dos cuartos. Para el agua se proveen de la lluvia o de pozos, como
la mayor parte de la población de Sucumbíos. En las zonas urbanas (68,8%) se
cuenta con el deficiente servicio de electricidad.
A las familias en estado de vulnerabilidad con respecto a la vivienda, el PAR
les ha suministrado ayudas para vivienda por aproximadamente 300 dólares
por familia. Se trata en total de 24 paquetes de vivienda que han consistido en
19 viviendas construidas, 4 reconstruidas y una adecuación de vivienda.
7.4. Trabajo
Como ya mencionamos en el apartado anterior sobre los derechos humanos,
las ofertas de trabajo en Lago Agrio son pocas. Se pensaba que la construcción
en la provincia de un nuevo oleoducto para crudos pesados daría más plazas
de trabajo pero en la práctica se emplea a muy poca gente del lugar.
Las dificultades de los refugiados para conseguir trabajo no tienen que ver con
cuestiones legales, ya que los papeles con los que cuentan les autorizan para
poder conseguirlo, sino la estigmatización social de ser refugiado colombiano.
El PAR en este punto ha colaborado con los casos más vulnerables
proveyéndoles de paquetes productivos que consisten en ayudas por alrededor
de 150 dólares por familia para que con ello inicien algún negocio. En total se
ha dado 48 paquetes productivos para los siguientes negocios:
Descripción Número
Crianza de pollos 19
Crianza de chanchos 2
Crianza de peces 1
39. 40
Descripción Número
Máquina de coser 2
Herramientas de trabajo 1
Triciclo para transporte 1
Madera para hacer muebles 1
Legalización papeles de carro 1
Venta de víveres 11
Venta de gaseosas 3
Venta de productos naturales 2
Venta de carne de chancho 2
Venta de artesanías 2
TOTAL 48 17
Además de los paquetes productivos se les ha brindado en lo posible asesoría
técnica para la inversión. Se trata de poco dinero. En la práctica unos pocos
han sabido reinvertir sus reducidas ganancias. La mayor parte de las
inversiones se dio en la crianza de pollo. Esto bajo los precios de la carne de
pollo cuando salieron casi simultáneamente a la venta.
El PAR también se ha ocupado de ubicar otras fuentes de trabajo para los
refugiados, estableciendo contactos con empleadores que solicitan cuidadores
o trabajadores de fincas (18 refugiados se fueron a recolectar mangos a una
finca cercana a Guayaquil). También con el fin de capacitar a los refugiados, el
PAR ha brindó talleres ocupacionales en corte y tejido.
7.5. Educación
Cuando llegaron los refugiados en el año 2000, ya el ciclo educativo había
comenzado, por lo tanto, fue difícil ubicar en las escuelas a los hijos de los
refugiados que necesitaban escolarización y que se encontraban en situación
vulnerable. Sin embargo, sí se logró inscribir a algunos a cambio de proveer
materiales didácticos para las escuelas e incentivos económicos para los
maestros. En el 2001 se ha conseguido ubicar de manera más organizada en
escuelas a 130 niños y niñas que en este aspecto se encontraban en situación
vulnerable:
17De estos 48 paquetes, 43 fueron financiados por ACNUR, los otros 5 salieron de otros fundos de
ISAMIS.
40. 41
Lugares Niños/as
Lago Agrio 82
Río Lagarto 19
Pacayacu 17
La Carchi 12
TOTAL 130
A ellos se les ha proveído de una ayuda de aproximadamente 20 dólares por
niños/as para materiales educativos. En general, debido a la reducida
escolarización que se da en la zona rural del departamento de Putumayo
(Colombia) y las pocas escuelas allí funcionan mal, estos niños refugiados han
tenido que adecuarse al sistema educativo ecuatoriano que parece en algunos
aspectos más exigente que el sistema educativo rural de Putumayo. Estas
dificultades para el aprendizaje que se han notado también se pueden deber a
posibles situaciones traumáticas que los niños han padecido al huir, cuestión
que a su vez les dificulta adecuarse en un ambiente educativo nuevo. Este
punto merece una investigación más profunda.
Para enfrentar y superar las dificultades de los niños al incorporarse no sólo al
ambiente escolar, sino a todo el ambiente social de Lago Agrio, el PAR
organizó entre julio y septiembre una escuela de verano (“PARsito”). En ella
participaron durante seis semanas entre 30 y 40 niños/as en actividades de
danza, paseos, juegos, deporte y aprendizaje básico de lectura, aritmética y
biología.
Para acompañar la incorporación social y cultural de los adolescentes y jóvenes
refugiados el PAR ha organizado un grupo para interactuar en procesos de
formación humana y cristiana. En el mes de agosto, con la ayuda de Fe y
Alegría se organizó un campamento de cuatro días en el que participaron
grupos de jóvenes de Lago Agrio y el grupo juvenil de refugiados con el que se
mantienen reuniones semanales.
7.6. Asistencia psicosocial
Con el fin de acompañar procesos de incorporación social de los refugiados en
general se ha organizado alrededor de 45 talleres psicosociales, distinguiendo
los procesos de diversos grupos: urbanos, campesinos, albergue, grupos
étnicos (awás y cofanes). También se ha brindado acompañamiento sicológico
individual a veinte personas.
41. 42
7.8. Situación de recreación
El PAR, para fortalecer la identidad y el sentido de pertenencia de los
refugiados procura festejar cada fecha cívica de Colombia o con motivo del día
de los refugiados. Se tiene paseos. En estos ambientes lúdicos se comparte
comidas típicas, música y danza colombiana, con la participación de los
mismos refugiados.
42. 43
8. Esperanzas de
retorno
Los refugiados no vislumbran que la situación en Colombia se mejore. En
Ecuador a pesar de las dificultades (bajos sueldos, violencia e inseguridad,
criminalización de los colombianos) se siente bien, al menos sin la violencia e
inseguridad que vivían en Colombia. Algunos van a trabajar por unos días en
la recolección de hoja de coca y vuelven cuando la situación de violencia
empeora, pero a sus familiares los dejan
Todos anhelan regresar a su tierra, sin embargo sus aspiraciones deben ser
postergadas, hasta que Colombia les brinde condiciones para una vida digna.
44. 45
9. ¿Cuál es la
percepción del
problema por parte de
la población local?
Hay que destacar que aunque los ecuatorianos pobladores de la región
limítrofe, por donde entran los colombianos, sienten algún temor por la crisis
que se puede desatar a raíz de un éxodo masivo, sin embargo, han mostrado
una actitud positiva y solidaria con la situación y consideran que los
colombianos del Putumayo son habitantes de una misma región con culturas e
idiosincrasias similares y en medio de su pobreza los han apoyado con
alimentos, ropa y afecto.
Al comienzo hubo cierta resistencia y desconfianza de aceptar a refugiados
colombianos (de hecho algunas poblaciones de la provincia de Orellana,
vecina de Sucumbíos, han rechazado públicamente la posibilidad de recibir
refugiados colombianos), sin embargo en general en la población de
Sucumbíos se nota un proceso de sensibilización creciente gracias a programas
de difusión radial (Radio Sucumbíos de ISAMIS) y escrita (Boletín Puente de
Solidaridad, del PAR), pero especialmente gracias al trabajo pastoral constante
a todo nivel para inculcar la solidaridad entre los pueblos.18
En ocasiones excepcionales algunos se quejan de por qué se les ayuda tanto a
los colombianos refugiados, “que encima que son criminales y narcotraficantes
vienen a recibir ayudas acá en Lago Agrio donde ya hay bastante gente pobre y
necesitada”. A ellos hay que decirles que aunque se reconoce que en Lago
Agrio hay mucha gente pobre y necesitada como los refugiados llegados de
Colombia, sin embargo hay que aclarar que los refugiados colombianos
además de su pobreza y necesidad común traen otras pobrezas que no han
afectado a los pobres y necesitados de Lago Agrio que es la pobreza del
trauma ocasionado por la lacerante situación de violencia en la que han tenido
18Al final anexamos a modo de corolario la “Carta Abierta al Mundo” de la Asamblea de la
Sociedad Civil de Sucumbíos (ASCIS), el “Manifiesto de los Obispos de Frontera a los
Gobiernos de Ecuador y Colombia” y la “ Declaración de Nueva Loja (Lago Agrio)
Sucumbíos, Ecuador”.
45. 46
que huir, la pobreza de campesinos obligados a migrar del campo colombiano
a la ciudad ecuatoriana, obligados a aceptar las diferencias que hay entre lo
rural y lo urbano, la pobreza del extranjero que llega no por propia voluntad a
una tierra poco conocida o totalmente desconocida en la que hay otras
costumbres, otras maneras de relacionarse, otras maneras de hablar el mismo
idioma español, otra moneda.
Otros motivos por los cuales los ecuatorianos pueden sentirse molestos podría
ser porque el Plan Colombia, además de generar refugiados colombianos y
desplazados ecuatorianos, también ha ocasionado la reducción de las
actividades económicas entre Ecuador y Colombia, el incremento de la
violencia y del número de los efectivos militares ecuatorianos y los efectos
nocivos para la población de Sucumbíos debido a las fumigaciones
indiscriminadas en la región fronteriza con Colombia. El informe de DD.HH.
del Observatorio Internacional para la Paz OIP nos dice que, según las
estadísticas locales de salud, se ha comprobado la multiplicación por cinco de
las afecciones respiratorias y cutáneas, entre octubre del 2000 y octubre del
2001, con relación a los años anteriores, además del incremento de los
trastornos digestivos y neurológicos, de los abortos espontáneos y embarazos
anembrionarios. Este informe también da cuenta de la destrucción de los
cultivos regulares que se encuentran en la zona fronteriza debido a las
fumigaciones. Sin embargo, por la complejidad de los procesos y la dificultad
de realizar dichos exámenes en el país, no se tiene aún pruebas de laboratorio
que atribuyan de manera cierta todos estos efectos nocivos a las fumigaciones.
Lo indiscutible es que, por sobre las dificultades técnicas, algunos pobladores
de la provincia que se sienten afectados por toda esta situación están poniendo
en venta sus propiedades con el fin de migrar al interior del Ecuador.
Coyuntura que esta siendo aprovechada por algunos colombianos, comprando
fincas aquí en la provincia. Quizá esto también hace sentir mal a algunos
pobladores ecuatorianos.
Así, la inseguridad reinante en la frontera sugiere que ésta será una zona de
intercambio, convivencia pacífica, libre tránsito y comercio entre comunidades
étnicas y campesinas tradicionales de esta región. La situación en perspectiva
apunta todo lo contrario: a una frontera militarizada, restringida, prevenida y
de ruptura cultural. En otras palabras, quizá pronto estaremos frente a una
frontera de orden oficial que prevalecerá sobre la integración cultural, social,
económica y política que históricamente allí se ha vivido, a pesar sin embargo
de la ausencia total de los estados, tanto colombiano como ecuatoriano.
46. 47
10. Desplazados
Ecuatorianos
En la segunda semana de febrero de 2001, como resultado de incursiones
militares ecuatorianas y la detección de laboratorios ilícitos, fueron obligadas
alrededor de 518 personas a desalojar los territorios de sus comunas, dentro
del territorio ecuatoriano: 300 desplazados se reubicaron de modo provisional
en Sucumbíos (Cascales, Sevilla y Jambelí) y 200 se reubicaron en Archidona
(provincia de Napo).
En su mayor parte son indígenas ecuatorianos, pequeños agricultores,
pertenecientes al pueblo Kichwa, residentes en comunidades ribereñas del río
San Miguel o de afluentes de éste. La mayor parte bilingüe kichwa – castellano,
residentes en la zona desde hace tres o cuatro décadas provenientes de
comunidades del interior o de la serranía, bien por migración incorporada a la
cultura de ese pueblo o, en ciertos casos, por haber escapado de haciendas
donde vivían regímenes de servidumbre feudal.
Las familias desplazadas, de igual forma que las refugiadas, han perdido acceso
a sus pocos bienes en las comunidades de origen. Por la urgencia del
desplazamiento, muchas de ellas no pudieron acarrear sus animales de crianza
ni otros enseres.
El desplazamiento se dio fundamentalmente por: la denuncia de un
laboratorio de producción de coca que se encontraba en la zona. Así, por
temor a las amenazas alias de los narcotraficantes se desplazaron. Pero
también porque en esos meses el ejército ecuatoriano andaba rodeando mucho
esa zona, cometiendo abusos, con el fin de e ncontrar a los trabajadores
extranjeros de las compañías petroleras que habían sido secuestrados.
47. 48
11. Conclusiones
Aunque por ahora ha disminuido el número o de refugiados colombianos esto
no significa que en los próximos meses no tengamos una nueva oleada. De
hecho, según observadores internacionales, se esperaba en octubre pasado,
debido a la probable derogatoria de la zona de distensión, al incremento de los
actos de violencia entre los grupos armados y al punto muerto a que habían
llegado los diálogos de paz, un incremento en la llegada de refugiados hacia
Ecuador. Pero, según los mismos observadores internacionales, los eventos de
terrorismo internacional generados desde el fatídico 11 de septiembre han
desestimado por el momento un incremento mayor de la violencia en
Colombia. Estas mismas fuentes nos han señalado que posiblemente para los
primeros meses del 2002 se tendrá en Ecuador nuevos flujos de refugiados.
De hecho, la excesiva militarización que se está dando de los dos lados de la
frontera: desde Colombia las operaciones del cuartel militar de Tres Esquinas,
suroccidente del departamento de Caquetá, frontera con el departamento de
Putumayo, con la asesoría de especialistas norteamericanos, y desde Ecuador
con los doce mil efectivos controlando el cordón fronterizo, hace vislumbrar
un escenario en el que nuestro país se va a involucrar más en el Plan
Colombia, con el fin quizá de contener a modo de yunque a los grupos
armados irregulares.
Revisando los antecedentes de la historia, se ve que Ecuador es el único país
de la región andino-amazónica que no ha estado comprometido con cultivos
ilegales. Sin duda la reforma agraria, realizada por los militares y la iglesia en
los años sesenta y setenta, está en el origen de este milagro. Por ello es injusto
que ahora Ecuador se involucre abiertamente en el conflicto colombiano,
saliendo, como único país de la región, a favor de la propuesta norteamericana
de regionalizar el Plan Colombia mediante la Iniciativa Andina.
Ecuador, al conceder la base de Manta a los norteamericanos para el
monitoreo del Plan Colombia, se estaría no sólo convirtiendo en una base
militar estadounidense para la intervención en Colombia, sino que también
está recibiendo una enorme cantidad de refugiados colombianos. Exactamente
lo que fue Honduras durante el conflicto centroamericano de la década de los
ochenta: base militar norteamericana y receptora de refugiados. Con la
diferencia, hasta ahora, que allá en Honduras los refugiados fueron recluidos
en campos de concentración, en Mesa Grande, y que acá los refugios no son
48. 49
campos de concentración y que los refugiados pueden moverse sin
restricciones entre la población de Lago Agrio. Si ellos quieren viajar para
otras provincias deben pedir permiso a Cancillería.
Ante ello, la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos (ISAMIS) que ha optado por
recibir a los refugiados, denunciar las injusticias del Plan Colombia y procurar
el digno desarrollo de los afectados (refugiados, desplazados y población
receptora), tiene preparado un plan de contingencia, con ayuda de ACNUR,
del Ministerio de Relaciones Exteriores y de otras organizaciones, con el que
podrá atender simultáneamente hasta a 2.000 refugiados. Sin embargo,
ISAMIS mirando hacia el futuro espera la estabilidad y la disminución del flujo
de refugiados y se suma a los esfuerzos para frenar el Plan Colombia,
buscando soluciones alternativas en aras de la paz.
En el muy probable el flujo masivo de refugiados, ISAMIS deberá en el
servicio hacia ellos seguir manteniendo equilibrio entre los cuatro difíciles
temas en tensión constituidos por:
• La pobreza local frente a la pobreza de los refugiados.
• La necesidad de un servicio inmediato a los refugiados frente a la no
menos necesaria planificación del acompañamiento a largo plazo.
• El asistencialismo individualizado de cada uno de los refugiados
frente a la construcción, junto con los refugiados, de procesos
colectivos de organización y autogestión participativa.
• La improvización de los equipos humanos de servicio a los refugiados
frente a la mínima capacitación y estabilidad de los mismos.
49. 50
12. Recomendaciones
Para contrarrestar la tendencia militarista y bélica, y la violencia e inseguridad
que generan, es necesario que el Gobierno del Ecuador mire a la frontera con
un sentido humanitario, con una visión más amplia como cualquier otra región
del país, sin satanizarla, que rompa con la idea de zonas periféricas que
implique protección de la población civil, asistencia a las comunidades
vulnerables e inversión social participativa, pues se trata de una área geográfica
con un gran potencial humano y natural que permite avanzar hacia la
integración real con Colombia, aquella de la cual tanto han teorizado los
pactos binacionales, andinos, convenios multilaterales y que sin embargo no
responden del todo a las necesidades concretas de las comunidades humanas
que aquí habitan.
Ante el problema del narcotráfico que el Plan Colombia pretende combatir,
creemos que una solución global puede venir por la despenalización del
consumo de la cocaína. De esta manera se acabaría el mercado negro y con
ello se eliminarían las mafias y los monopolios del tráfico de la droga, del cual
se benefician los sectores más poderosos de Colombia y de los EE.UU.
También de esa manera se disminuiría el consumo pues “quitada la
prohibición se acaba el encanto del misterio”, como sucede en algunos países
del norte de Europa. De esta manera no habría motivo para que los
colombianos de Putumayo tengan que huir como refugiados, sufriendo,
diciendo de los actores armados: “Ahí se quedaron como puerca toloncha en su
porquedal”.
50. 51
Anexo 1
Perfil de los refugiados colombianos en
Ecuador
Elaborado por el Area de Registro del Programa de Atención a Refugiados
(PAR) a partir de las primeros 994 personas (258 familias) que fueron
reconocidas por Cancillería Ecuatoriana como refugiadas en Sucumbíos
A un nivel global, la mayoría de estas 994 personas, según su género, son
hombres (58%) y, según su edad, son menores de 18 años (60%):
Género Nro. Pers. %
Hombres 581 58,45
Mujeres 413 41,55
TOTAL 994 100,00
Edad Nro. Pers. %
Mayores 18 años 399 40,14
Menores de 18 años 595 59,86
TOTAL 994 100,00
En cuanto al estado civil de las 258 familias tenemos los siguientes datos:
Est. civil Nro. Fam. %
Unión libre 108 41,80
Casados/as 93 36,10
No sabe, no responde* 39 15,10
Viudos/as 9 3,50
Separado/a, divorciado/a 7 2,70
Otros 2 0,80
TOTAL 258 100,00
51. 52
* Quizá les da mucha pena reconocer que sólo están unidos y no casados o que se trata de
madres solteras.
Juntado las cifras de “unión libre” y de “no responde” tenemos que quizá un
56,9% de las familias no son casadas.
De un total de doscientas cincuenta y ocho (258) familias, las procedencias de
los siguientes lugares del departamento de Putumayo son: La Dorada 27%,
San Marcelino 17%, San Miguel 10%. El 46% restante proceden en
porcentajes menores de lugares como Yarinal, Piñuna Negro, Monterrey,
Nuevo Bergel, Orito, Puerto Silencio, Puerto Ospina y otros sitios más.
En cuanto a las fechas de llegada al Ecuador tenemos las siguientes
informaciones:
Fecha de llegada Nro. Fam. %
Nov/1999 – Ago/2000 18 6,98
Septiembre del 2000 23 8,92
Octubre del 2000 57 22,09
Noviembre del 2000 73 28,29
Diciembre del 2000 49 18,99
Enero del 2001 32 12,40
Febrero del 2001 6 2,33
TOTAL 258 100,00
A la pregunta por los motivos de la huida de Colombia la gente respondía por
los siguientes motivos:
Motivos de huida Nro. Familias %
Violencia/amenazas generales 109 42,25
Amenaza/miedo paramilitares 67 25,97
Amenaza/miedo de guerrilla 26 10,08
Reclutamiento forzado 16 6,20
Asesinato de familiar 16 6,20
Fumigaciones 13 5,04
Motivos económicos 6 2,32
Otros 5 1,94
TOTAL 258 100,00
52. 53
El 42% no dice de dónde proceden las amenazas y la violencia, sólo las
menciona como causas generales de su desplazamiento, ya que parece que
tienen temor de identificar a sus victimarios. Es interesante que de los que se
animan a decir al procedencia de la violencia y las amenazas, 25% dice de los
paramilitares y el 10% de la guerrilla. Este último dato se complementa
relativamente bien con otros publicados por la Radio Nederland el 17 de
agosto del 2001, en los que se decía que sólo el 15% de la violencia en
Colombia es generado por la g uerrilla y el 85% restante se distribuye entre
paramilitares, ejército y violencia delincuencial común. También concuerda
relativamente con las informaciones publicadas en Bogotá el 5 de diciembre
del 2000 por el Boletín # 33 de la Consultoría para los Derechos Humanos y
el Desplazamiento (CODHES) que dice que los grupos paramilitares fueron
los presuntos autores del 58% de las masacres habidas en el año 2000, en tanto
que el 13% fue atribuido a grupos guerrilleros, el 26% a “desconocidos” y el
3% a milicias urbanas.
Referentes al nivel de estudio tenemos los siguientes datos:
Nivel de Nro. Pers. %
estudio
Ninguno 471 47,38
Primaria 430 43,26
Secundaria 62 6,24
Preescolar 30 3,02
Técnico 1 0,10
TOTAL 994 100,00
En cuanto a las ocupaciones de los jefes de familia tenemos los siguientes
datos:
Ocupación del jefe de fam. Nro. Fam. %
Agricultor 138 53,49
Ama de casa 64 24,81
Comerciante 14 5,43
Albañil 9 3,49
Estudiante 6 2,32
Otros 27 10,46
TOTAL 258 100,00
53. 54
Así, en general podemos decir que l s refugiados en Lago Agrio son sobre
o
todo campesinos agricultores, con muy poca o ninguna formación escolar,
provenientes del departamento de Putumayo, de los cuales el 60% es menor
de 18 años, expulsados principalmente debido a la violencia y las amenazas de
los paramilitares entre octubre y diciembre del 2000.
Este perfil varía significativamente en otras provincias del Ecuador (Carchi,
Esmeraldas, Imbabura y Pichincha) a donde también están llegando refugiados
colombianos. En esas regiones los refugiados, según informaciones de
ACNUR, suelen ser sobre todo profesionales urbanos mayores de edad,
provenientes de los departamentos del Valle, de Cauca, de Nariño, de
Antioquia, de Cundinamarca, etc., expulsados por la violencia generada por los
guerrilleros y que han solicitado el estatuto de refugiado principalmente en el
primer semestre del 2001.
54. 55
Anexo 2
Carta Abierta al Mundo
15 de octubre del 2000
La ASCIS, Asamblea de la Sociedad Civil de Sucumbíos, ubicada en el norte
de la región amazónica del Ecuador y frontera con Colombia, denuncia ante el
mundo y certifica que la población de la frontera colombo-ecuatoriana en
América del Sur vive un momento especial de temor, incertidumbre y riesgo
frente a la implantación del llamado PLAN COLOMBIA y sus consecuencias
de fumigación masiva de cultivos de coca e incremento de los enfrentamientos
armados, así como por la pérdida de cultivos, fuente de sobrevivencia para
miles de familias, sobre todo campesinas e indígenas de la región.
La ASCIS reconoce los esfuerzos, si bien tardíos, de los gobiernos de
Colombia y Ecuador por informar a los ciudadanos el sentido y objetivos del
llamado “Plan Colombia”, al tiempo que comprueba que tales explicaciones y
gestos no logran disipar el enrarecido ambiente que precede a la aplicación de
dicho programa que ha derivado en un plan belicista, cuyo componente central
es el combate militar a los grupos insurgentes y la utilización de armas
químicas y biológicas prohibidas contra el narcotráfico, que profundizará el
conflicto interno y su regionalización.
La ASCIS está de acuerdo así mismo en la necesidad imperiosa de eliminar la
producción, el tráfico y el consumo de drogas como un deber ético de toda la
humanidad, requiriendo para ello una acción concertada entre países,
gobiernos, grupos interesados, agricultores, organismos de las Naciones
Unidas, etc. para que se alcance esta meta sin menoscabo de la naturaleza, sin
atentar más contra la vida y sin la profundización de la violencia y el
armamentismo.
La ASCIS lamenta, por otra parte, no advertir un esfuerzo serio y equivalente
del gobierno de los Estados Unidos para controlar la gran demanda y el
altísimo consumo de drogas dentro de su propio territorio, pero sí comprueba
55. 56
con indignación el traslado a nuestros países, sacrificando incluso principios de
soberanía nacional y centrando su respaldo logístico y directo para la guerra.
La ASCIS cree también que en la ejecución del “Plan Colombia”, la
implicación del Ecuador es inevitable, así como los impactos negativos de
carácter social, ambiental, cultural y económico serán mayores en las
provincias fronterizas, lo que sumado al cotidiano desastre químico por
contaminación petrolera en el norte de la Amazonía ecuatoriana, activará una
masiva contaminación de la ecología por pesticidas y agentes biológicos contra
la vida humana, animal y vegetal.
La ASCIS, en fin, valora las loables buenas intenciones y declaraciones de los
Presidentes de Colombia y Ecuador respecto del “Plan Colombia”, pero
también sabe que en este momento histórico le corresponde hacer suyas, con
humildad y decisión, las aspiraciones de la población amazónica que merece
vivir con dignidad y libertad, con bienestar, salud y armonía con la naturaleza.
Por todo lo dicho pedimos a todos los ciudadanos y ciudadanas del mundo
que se unan a nosotros en contra del “Plan Colombia” en una red ilimitada de
solidaridad y que no decaigan los esfuerzos de denunciar la inhumanidad de
este PLAN, así como exigir a los gobiernos de Ecuador y Colombia que se
detenga semejante amenaza contra la vida del planeta y se abra a la discusión
amplia, profunda y trascendente sobre las alternativas para neutralizar la espiral
de violencia en Colombia y eliminar la producción, el tráfico y el consumo de
drogas en le mundo.
¡La Amazonía es reserva de vida para todo el planeta, a todos/as nos toca
defenderla!
¡Estamos por la paz y la vida, no por la guerra y la muerte!
ASCIS – Asamblea de la Sociedad Civil de Sucumbíos, Ecuador
56. 57
Anexo 3
Manifiesto de los Obispos de frontera a los
Gobiernos de Ecuador y Colombia
Los obispos de las Diócesis Fronterizas Colombo Ecuatorianas, sacerdotes,
religiosas y religiosos que trabajamos en las comunidades de frontera, los
laicos comprometidos con esta pastoral y las organizaciones que apoyamos
este proceso, nos hemos reunido en el X Encuentro de Pastoral Fronteriza del
18 al 21 de junio en la ciudad ecuatoriana de Esmeraldas.
El objetivo de esta reunión fue avanzar en la integración y hermanamiento
entre las jurisdicciones eclesiásticas, instituciones, o
rganizaciones sociales y
comunidades binacionales para la promoción y defensa de la dignidad humana,
a través del acompañamiento a los pobres, migrantes, desplazados, refugiados,
indocumentados, indígenas ecuatorianos y afro-colombianos.
Como Pastores y laicos comprometidos con la causa del Evangelio,
constatamos que persisten y se agudizan, en las zonas de fronteras, los
siguientes males:
• La pobreza creciente y generalizada, fruto de un sistema económico
injusto, reafirmado la globalización e imposición de modelo
neoliberal.
• La puesta en marcha del Plan Colombia, la Asociación de Libre
Comercio de las Américas (ALCA) y la Iniciativa de la Región Andina
(IRA) que, lejos de resolver los problemas ya descritos, agudizan la
situación de injusticia y violencia, profundizando y regionalizando el
conflicto interno colombiano.
• Esta situación sigue provocando migración forzada, desplazamientos
y búsqueda de refugio, lo que acrecienta la desintegración familiar, y
pérdida de la identidad cultural de los pueblos.
• A pesar de todos nuestros esfuerzos comprobamos que persisten los
problemas de indocumentación, persecución, discriminación, abusos
57. 58
y maltratos por parte de algunos representantes de las autoridades
gubernamentales de los dos países.
Ante estos hechos, como discípulos del Señor Jesús, que vino para “dar la
Buena Nueva a los pobres, la liberación de los oprimidos” (Lc 4,18), decimos:
• Rechazar la imposición de un sistema económico injusto que no
considera la dignidad humana y que atenta contra los derechos
humanos más elementales.
• Reiterar nuestro rechazo al Plan Colombia, ALCA y el IRA, por su
carácter bélico y la entrega de la base de Manta (Ecuador) para
operaciones militares que comprometen la seguridad de los
ecuatorianos (pérdida e irrespeto de la soberanía y la
autodeterminación de los pueblos). Estamos de acuerdo con la
erradicación de los cultivos ilícitos con procedimientos que respeten
el ecosistema, la biodiversidad y especialmente la vida humana.
Propugnamos por un Plan de Desarrollo alternativo en función de
una economía solidaria y sostenible.
• Ratificamos nuestro compromiso de trabajar por los pobres, los
migrantes, los indocumentados, desplazados y refugiados para lo cual
ofrecemos nuestra colaboración a los gobiernos, instituciones y
organizaciones a fin de que, aunando esfuerzos, podamos dar una luz
de esperanza a nuestro pueblo y sacar adelante a nuestras
comunidades.
Confiamos en la fuerza de Dios vivo y en el poder de su Espíritu, lucharemos
incansablemente para convertir nuestras fronteras en un lugar de encuentro
desde donde globalicemos la solidaridad y la fraternidad de los pueblos.
Esmeraldas, Ecuador,
21 de junio del 2001
Encabezan el documento las firmas de los obispos
de Esmeraldas, Sucumbíos, Tumaco e Ipiales
y les siguen las firmas de los demás participantes
58. 59
Anexo 4
Declaración de Nueva Loja (Lago Agrio)
Sucumbíos, Ecuador
Las organizaciones sociales, de derechos humanos, gremiales, eclesiásticas,
organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales de Bolivia,
Brasil, Colombia, Ecuador, España, Francia, Guatemala, México, Panamá,
Perú, Puerto Rico, Reino Unido, Suecia y Venezuela, asistentes al Encuentro
Internacional “IMPACTO DE LA MILITARIZACIÓN EN LAS ZONAS
DE FRONTERA” realizado en Lago Agrio entre el 16 y 19 de abril del 2001.
CONSIDERANDO
• Que la aplicación del Plan Colombia y la Iniciativa Andina, y su
consecuente militarización de las zonas de frontera responden a
intereses geopolíticos y económicos de los EE.UU. y otros Estados
dirigidos al control de zonas y recursos estratégicos, con la
implementación de la militarización en Colombia, Panamá y de bases
militares en Manta (Ecuador), Aruba y Curazao, Comalapa (El
Salvador), Liberia (Costa Rica), Vieques (Puerto Rico), Nanai en
Loreto y en el Alto Huallaga (Perú) entre otras, así como el uso de
estrategias y tecnologías de guerra; que además este Plan, ratificado
por la mayoría de Estados contraviene el espíritu del convenio 169 de
la OIT que establece la libre determinación y respeto a los pueblos
indígenas;
• Que existe una relación entre el modelo económico que pretende
extender los Acuerdos de Libre Comercio de las Américas para
imponer la política favorable al capital mundial en la región y la
implementación del Plan Colombia y la Iniciativa Andina, como
expresión militar del proyecto económico;
• Que las políticas de los gobiernos en las zonas de frontera se han
caracterizado por un aprovechamiento irracional de los recursos
naturales, generando efectos negativos de carácter ambiental, social,
59. 60
cultural y económico en las poblaciones fronterizas, dentro de las que
están incluidas comunidades indígenas y afrodescendientes;
• Que para solucionar los conflictos sociales y económicos de las zonas
fronterizas por parte de los Estados regionales se ha utilizado la
militarización y la fuerza, con mecanismos represivos de control
social, a través de prácticas de sometimiento, temor y obediencia
ciega;
• Que otra consecuencia de esta militarización es el incremento en las
inversiones y el comercio legal e ilegal de armamentos, del que se
benefician únicamente los Estados, compañías y agentes productores
y comercializadores de armas;
• Que el recrudecimiento del conflicto armado en Colombia ha
significado: el reclutamiento forzado de indígenas y
afrodescendientes; la exacerbación de prejuicios raciales, xenófobos y
otras formas de intolerancia incompatibles con la construcción de una
cultura de paz y respeto a la diversidad. Además, las partes en
contienda han involucrado a niños y niñas como estrategia de guerra
que vulnera la autonomía de las comunidades y los derechos de los
niños y niñas;
• Que la militarización, en lugar de proporcionar seguridad a la
población civil, genera graves infracciones al Derecho Internacional
Humanitario, produce secuestros, masacres, ejecuciones
extrajudiciales y obliga a los desplazamientos forzados y al exilio;
• Que la hoja de coca no es una sustancia estupefaciente, por lo tanto
es lícita, su uso tradicional ha significado un pilar fundamental en el
desarrollo de las culturas indígenas ancestrales de América; por otra
parte, la cocaína sí es un producto ilícito, elaborado en su mayoría
con componentes químicos provenientes de los países del norte;
Que el narcotráfico es un fenómeno de carácter global que incluye
producción, procesamiento, comercio, consumo de drogas y enriquecimiento
de sectores financieros transnacionales, y que sin embargo la política
antinarcóticos no se ha dirigido a los eslabones de producción y comercio,
sino a fumigaciones de cultivos en los países productores y, por tanto, se ataca
el eslabón más débil de esta cadena, sin afectar a quienes obtienen y acumulan
la mayor rentabilidad en el negocio;
60. 61
• Que la fumigación masiva de coca y amapola que se viene ejecutando
en el marco del Plan Colombia no es la solución al narcotráfico; esa
acción indiscriminada constituye un atentado contra la salud de las
poblaciones y pone en serio peligro el equilibrio ambiental de las
comunidades y territorio andino y amazónico;
• Que el Estado colombiano ha incumplido reiteradamente las
recomendaciones internacionales para desmantelar, procesar y
sancionar a los grupos paramilitares;
• Que al constatar que en el mundo se levantan voces que demandan
solución al conflicto social y armado en Colombia, a través de diálogo
y contra la estrategia militarista que constituye una amenaza para la
paz de la región;
• Que en la resolución del conflicto deben participar activamente las
autoridades, organizaciones y pueblos indígenas, afrodescendientes y
demás poblaciones de zonas de frontera,
RESUELVEN
• Reafirmar el decidido rechazo al Plan Colombia y a la Iniciativa
Andina que él significa, frente a los cuales las organizaciones
participantes nos levantamos para mantener la vigilancia ciudadana y
la denuncia de esta grave intervención por parte del gobierno de los
Estados Unidos en los asuntos internos y la paz de nuestra región.
• Mantener la defensa de los recursos naturales y estratégicos, puesto
que en ellos descansa la posibilidad de construcción del proyecto
histórico de las comunidades campesinas, indígenas y
afrodescendientes en América Latina. En consecuencia, los Estados
deberán promover y acelerar los procesos de legalización y entrega de
territorios y tierras a las comunidades étnicas y campesinas de la
región.
• Reiterar la obligación de los Estados latinoamericanos de proteger,
promover y garantizar los derechos humanos y las libertades