El autor expresa su amor por Heidi, diciendo que ella llegó como un ángel a iluminar su oscuridad. El autor tomó a Heidi entre sus brazos sin miedo y la cobijó con su amor, rogando a Dios que la deje permanecer para siempre a su lado.
2. Que temprano se levanto mi oscuridad, en un movimiento terrible e inevitable de mi vida, en donde todo se torno no visible, ni el amor, ni la razón, ni la verdad.
3. Así de repente y de lanada, como un milagro, como un ángel predestinado por Dios, llegaste como luciérnaga en medio de la penumbra, estallando en un momento y llenando de luz. Entrando mas allá entrando en mi inexplorado abismo, conociendo donde nunca nadie conoció antes.
4. Y sin miedo te tome entre brazos, te cobije con mi amor.
5. Sigues aquí y a Dios pido, que te deje para siempre, te amo, Heidi, te amo