Los cambios vividos por las familias españolas desde el Franquismo: educación, ocio, número de hijos, estructura familiar (leyes sobre el divorcio y el aborto, etc.).
Los cambios sociales vistos a través de las familias españolas.
1. Desde el año 1978 han existido múltiples y continuos
cambios en la estructura de la sociedad española…
Lucía Fernández
Adrián Rotaeche
2º Bachillerato 2011-12. IES FRAY PEDRO DE URBINA
2. Su aprobación suscitó una airada e indignada
respuesta por parte de la jerarquía católica y
reproches por propios miembros de UCD. Desde este
año, más de 600.000 parejas se divorciaron en
España y, en poco más de 24 años, para la sociedad
española la ruptura del matrimonio se ha vuelto algo
totalmente natural.
Las cifras revelan que el 52 por ciento de los
matrimonios no alcanza los diez años de duración;
uno de cada cinco niños proviene de una relación
extramatrimonial y la mayoría de 'familias
monoparentales' están constituidas por padres o
madres divorciados.
3. El aborto era un delito castigado en el Código
penal sin excepciones hasta 1985, en que esta
reforma del Código, conocida popularmente como
“ley del aborto”, estableció unos supuestos en
que, por concurrir determinadas circunstancias, el
aborto no será punible.
4. En la etapa socialista se hizo un extraordinario
esfuerzo en lo que a política educativa y social se
refiere. Se tomaron medidas como la aprobación
de la reforma universitaria o la LODE, que
establecía la enseñanza gratuita y obligatoria
hasta los dieciséis años.
5.
6. Años 1981-83 1991-92
4-5 años 85’5 96’3
6-13 años 100 100
14-15 años 76’9 97’7
16-17 años 51’5 64’9
7. En España, debido a la dictadura franquista, dicha transformación no comenzó a
tener lugar hasta aproximadamente una década más tarde. Estos cambios han
afectado al modelo de familia tradicional, caracterizada por ser muy extensa y estar
dominada por una unidad patriarcal. Ésta ha tendido a perder la hegemonía para ser
sustituida por unidades orientadas al consumo y con una organización de sus
miembros más democrática e igualitaria.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística:
“De 2,24 hijos por mujer, en 1970, hemos pasado a 1,25 en 1991, 1,16 en 1997 y
1,07 en 1999, uno de los índices más bajos del mundo.”
Entre las causas más destacadas del descenso de natalidad española encontramos
las siguientes:
-La generalización de los anticonceptivos, que ponen el placer sexual al alcance del
hombre y de la mujer sin el peligro de que se siga la procreación y cuando fallan
esos anticonceptivos se recurre, en no pocos casos, a la interrupción voluntaria del
embarazo.
-La ausencia de una política de protección a la familia y a la natalidad.
-La idea de que, a menor número de hijos, mayor bienestar material. Primero
debemos situarnos profesionalmente, comprar la casa, adquirir un nuevo coche, etc.
Después ya habrá tiempo para pensar en hijos.
-El trabajo de la mujer fuera del hogar, con múltiples aspectos positivos, como el de
su realización personal y el que pueda aportar sus múltiples valores a la sociedad.
-Una mentalidad “anti-baby” cada vez más generalizada. Son escasos los
matrimonios que tienen hijos al poco tiempo de casarse.
8.
9. En el siglo XIX y en la primera mitad del XX, salvo sin duda durante la
Segunda República, la norma en las relaciones sexuales, impuesta por la
Iglesia Católica, ha sido la prohibición de cualquier método o técnica que
no fuera "natural".
La utilización del preservativo masculino o condón no escapó pues a la
regla. Desde luego, cumplía dos funciones: controlar la fecundidad y
prevenirse de enfermedades de transmisión sexual (en el trato con
prostitutas esencialmente).
Tras examinar la introducción de la palabra y de la realidad desde fines
del siglo XVIII, se verá el discurso médico en el siglo XIX y a principios del
XX a menudo opuesto a la utilización del condón como preservativo frente
a las enfermedades venéreas.
Sin embargo, las publicidades aparecidas en la prensa, desde principios
del siglo XX, y la existencia de varias casas especializadas con sus
correspondientes catálogos, demuestran una utilización popular de los
preservativos en las prácticas sexuales de los españoles, tanto como
protección antivenérea que como medio anticonceptivo.
10. Entre tanta modernidad, en los años 60 se abría paso un nuevo concepto: el ocio. Su
planificación se llevaba a cabo en unos folletos que se editaban los fines de semana,
llamados Guías del ocio. Con ellas empezó a ponerse de moda irse de vacaciones a
la playa, eso sí, para los que pudieran permitírselo.
En las playas se impusieron las nuevas modas, muy contrarias a la tradicional
moralidad. Las costas de España se bautizaron con nombres atractivos para llamar
la atención de los turistas, como Costa Brava, Costa del Sol, Costa Dorada, Costa
Blanca, Costa del Azahar, Costa Verde o Costa de la Luz . Para acoger al creciente
turismo se empezaron a construir hoteles y apartamentos.
Pero si el biquini es algo que hoy en día relacionamos con las playas, no ocurría así
en la posguerra española. Hubo que esperar hasta 1962, cuando se estrenó James
Bond contra el doctor No para que las españolas se fijaran en esta prenda veraniega
que lucía Úrsula Andress en la película. Por supuesto que en las playas españolas
estaba prohibido el biquini, sin embargo, se miraba para otro lado, y esta prenda
comenzó a usarse cada vez más. No ocurrió así en las piscinas del interior de país,
donde empezó a usarse a partir de la década de los 70, gracias a unas mujeres de
Zaragoza que organizaron un motín que la prensa nacional bautizó con el nombre de
Guerra de los biquinis.
Por otro lado, los españoles se habían divertido siempre en las corridas de toros,
celebrando la Fiesta Nacional, que en la década de los 60 pasó a un segundo plano
gracias a un deporte en auge: el fútbol. Tanto en el estadio como frente al televisor,
los españoles disfrutaron de este deporte e incluso encontraron una alternativa a él:
el futbolín, que causó furor incluso entre los propios futbolistas, aunque su inventor,
Alejandro Finisterre, no lo había creado con este fin, sino para rehabilitar a niños
mutilados en un sanatorio.