El rey de Siria sospechaba que Eliseo revelaba sus planes al rey de Israel, por lo que envió tropas a capturar a Eliseo. Sin embargo, Eliseo oró a Dios para que abriera los ojos de su sirviente, quien entonces vio que el monte estaba lleno de caballos y carros de fuego protegiendo a Eliseo. Más tarde, cuando los sirios fueron a capturar a Eliseo, él oró para que Dios los cegara, y luego los guió a Samaria.