Si pudiera vivir nuevamente, la persona cometería más errores, se relajaría más, sería menos serio y responsable, correría más riesgos, contemplaría más atardeceres y naturaleza, iría a más lugares nuevos, y tendría más momentos reales en lugar de preocuparse tanto. Ahora se da cuenta de que la vida se trata solo de momentos, por lo que si pudiera volver atrás, trataría de tener solo nuevos momentos y experiencias.