MEMORIA DE UN ABUELO PARA MIS NIETOS.pdf

DEDICATORIA
Esta autobiografía o memorias de un abuelo han sido hechas especialmente para mis
nietos Ethan y Nicol como para mi hija Karina y yerno Andrés ya que la distancia, el
idioma y el tiempo son los principales obstáculos que no me permitió hacerlo, así que
nada mejor que resolverlo dejando huellas de mi interés en ello con este pequeño
libro donde traté de poner lo principal de mis vivencias dejando otras que no merecen
el caso tocarlo, porque menciono las estrategias que usé para salir de situaciones
difíciles y derrepente podrían ser útil.

PREFACIO
Cuando llegamos a una edad avanzada y probablemente no hayamos tenido la
oportunidad de dejar huellas o explicar donde bregamos en el día a día para seguir
adelante y enfrentar las adversidades, existe este recurso autobiográfico que nos
permite exhalar sin dolor físico sino principalmente emocional porque se da por etapas
de vida que reconstruye el ámbito social en diferentes escenarios y tiempos que
empieza desde una infancia con nostalgia pero con severidad reflexiva ante los
acontecimientos inesperados terminando indefectiblemente como adulto mayor
donde el ejercicio mental predomina ante lo físico sin queja porque no hay prisa para
que aligere los pasos, pero si curiosidad para no dejar de adaptarme a la tecnología
y usarla como siempre me toco hacer: observar, aplicar y adaptarme a lo disponible.
Doy gracias a Dios por permitirme seguir en los trajines como adulto mayor hasta
donde “lo posible” todavía esta sin fecha de vencimiento.

VIVENCIAS COTIDIANAS DE UN ABUELO
Estamos por ingresar a un invierno muy pronunciado en este año 2019 y desde el
Callao con un amanecer nublado que me permite apenas mirar cincuenta metros a mi
alrededor ya que tengo por costumbre en vejez levantarme muy temprano todos los
días sea feriado o día normal, las cuatro de la mañana no necesita alarma
simplemente mi organismo reacciona para iniciar mis actividades cotidianas, vivo a
diez cuadras del cementerio Baquíjano aproximadamente, una llovizna y el frío alerta
nuestro indumento para el día jajaja que fregadera, de muchacho lo pasaba
inadvertido y en polo, ello obliga arroparme y me llena de recuerdos aceleradamente
haciendo que mi memoria se ubique en el paso ordenado del tiempo produciendo
momentos de nostalgia por las experiencias y emociones vividas, ello sacude el
tiempo presente por una gran deformación de valores sociales y que los políticos
pasan inadvertidos sin pensar en las consecuencias que atentan contra la tranquilidad
pública y estabilidad del país.
Solo nos alimenta la Fe, esperanza y resultados favorables y preventivos que
esperamos sea posible lograr para bienestar de las generaciones venideras, todo ello
me lleva a la necesidad de dar una mirada retrospectiva y encerrado en mi dormitorio
decido ordenar crónicamente pasajes importantes de la experiencia vivida incluida la
forma estratégica como los afronte y empiezo a escribir desde mi habitación en un
segundo piso, es un dormitorio de 3x4.5 metros con una ventana de metro y medio
de alto por dos de ancho cubierto por una cortina blanca que permite traslucir la luz
del día, teniendo como compañía dos cómodas llena de documentos, folders donde
tengo archivado muchas de mis actividades realizadas , libros, varios cd, casette de
entrevistas radiales que me hicieron en algún momento, recortes periodísticos
archivados de algunas de mis actividades y vídeo de una de las últimas ferias de
artesanía que organice en la plaza óvalo del Callao con mi gran amigo Grimaldo,
folletos y unas cuantas herramientas básicas, incluso imágenes de la sagrada familia
que pertenecían a mi madre y que lo cuido y venero con mucha nostalgia donde la
virgencita del Carmen no solo era su santa preferida sino que de muy niño me hizo
llevar el hábito y por muchos años acompañamos a la virgen en procesión cuando

retornaba de la iglesia matriz a su iglesia de la Legua en el cruce de la avenida
Faucett, año a año en los meses de Diciembre cuando se aproximaba la navidad
armábamos el nacimiento con cerritos de papel pintados con anilina de color marrón
y verde para allí colocar todos los animalitos que adornaban la cabaña donde estaba
la sagrada familia con el niño Dios, esto lo hicimos hasta los últimos años de vida que
la tuve a mi lado pero que aún conservo con respeto, nostalgia, mucha Fe y que en
cada navidad aún sigo haciendo la representación ya en mi dormitorio, así iluminan
mi sentido, mi fortaleza, me ayuda a comprender el propósito de una vida más
humanizada y principalmente desear la felicidad de mi familia como gran anhelo, a mi
derecha un ropero con toda mi indumentaria, álbum fotográfico y más documentos,
frente a mí, encima de una de las cómodas me acompañan imágenes del Señor de
los Milagros, la virgen del Carmen, Santa Rosa de Lima, San Martin de Porras, la
virgen de Guadalupe, la virgen de Fátima, el señor de los Temblores retumba en mi
imaginación al igual que la inmaculada concepción, san Miguel Arcángel, san Gabriel
Arcángel, la madre Teresa de Calcuta y otros tantos recuerdos de misas que
ocasionalmente asisto por homenaje póstumo de algún familiar o amistad, desde
luego por prevención no falta alguna medicina particularmente para la vista que uso
con mayor cotidianeidad y/o para algún dolor o resfrío ya medicado, algún almanaque
del año definitivamente es infaltable, una radio a pilas todavía muy útil, un candelabro
de bronce muy antiguo con su vela y una caja de fósforo por si imprevistamente se
fuese la luz, cerca de la vela una linterna de tres pilas como alternativa por si se
prolongase la oscuridad o sea producto de algún movimiento sísmico que pudiese
producirse y pude acondicionar un maletín de emergencia por A o B caso, mi celular
enmudecido, el televisor completamente apagado y solamente viene a mis oídos el
ruido de algún carro que cruza la calle, el bullido de algún peatón que transita apurado,
el ladrido de algunos perros que juguetean y distraen momentáneamente mi atención
o por veces el canto de las cuculí que hacen su nido en el árbol de mamey frente a
mi ventana , dispuesto y sentado al filo de mi cama descansando mis pies en unas
sandalias muy cómodas bajo la luz natural del día como en otras ocasiones la luz
eléctrica que a través de un foco ahorrador de energía me da un tono blanco
suficiente, así acompañado de mis dos lentes uno para ver de lejos y el otro
especialmente para leer o escribir incluso poseo una lupa por si es necesario exigir
más la vista, acerco la laptop que me espera en la mesita de noche con rueditas,
respiro pacientemente, con energía hago trabajar mi memoria en silencio y con una

soledad inspiradora empiezo el registro de las etapas vividas hasta donde me alcance
con minuciosidad mis recuerdos partiendo desde mi infancia hasta encontrándome ya
como adulto mayor con 69 años de edad por el año 2019 en que decido escribir
pacientemente estas vivencias, aja, noten que no lo llamo ´´vejez´´ porque si bien mi
salud física no es la misma que la de un joven pero saben no dejo de hacer ejercicios
muy temprano a partir de las 4 de la mañana todos los días o excepcionalmente en
el transcurso del día en la que dejo espacio libre para ello y consiste en posición
echada hago gimnasia con una pelota grande de más o menos 50 centímetros de
diámetro, similar a los que se usan en los centros gimnásticos, esto debido a que por
desgaste de discos de mi columna origino artrosis lumbar y para acompañar la rodilla
izquierda también tienen artrosis lo que no me permite caminar con normalidad,
producto de ello tuve ejercicios terapéuticos en dos hospitales uno del MINSA hospital
San José y otro de ESSALUD en el hospital Alberto Barton donde aprendí hacer esos
ejercicios y el de la pelota es básico porque los diversos movimientos repetitivos y
otros ejercicios adicionales donde trabajan los brazos, las piernas, la cintura genera
un alivio notorio debido a que antes caminaba una cuadra y sentía adormecido las
dos piernas más dolor de la columna que urgía encontrar lugar donde sentarme para
caminar otra cuadra y descansar nuevamente, ahora estoy mucho mejor aunque tiene
en sus inicios no de manera constante un tenue adormecimiento que caminando
despacio logro aliviar y empiezo con mi trajín sin abusar de lo necesario , mantengo
así mi mente ocupada soy consciente del desgaste natural de mi energía en la parte
física por lo que llevo una vida metódica, encima para redondear también padezco
de divertículis porque se detectó pólipos en mi colon osea unas bolsitas con sangre
que al menor raspón producto de algún alimento no muy bien digerido me produce
sangrado, felizmente lo tengo más controlado y ya no produce muchas molestias,
suelo alimentarme con lo indispensable y saludable siempre consumiendo diversas
frutas previas a todo almuerzo donde es infaltable una manzana, un plátano, una
mandarina, un melocotón o puede ser un pepino o puede ser un mango o una
guanábana o chirimoya o pacae, etc. , mido no abusar de esa condición, a la
actualidad no soy de libar licor salvo reunión social ocasional pero eso sí de manera
sobria porque no me agrada descarrilar mi conducta así que para recomponer mi
libación prefiero el bailongo si lo hay jajajjaja, claro sin la agilidad de antes pero viene
a ser una distracción finalmente, deje de fumar desde mi juventud y menos aún “nunca
percibí ningún tipo de droga” cuando ya aparecía inicialmente por alrededor del año

1970 en mi barrio chalaco donde tenía selectas amistades como Alfredo Castillo,
Eduardo o Lalo Soto, Juan García, Marcos Herrera, Luis Sánchez Pautrat y mi primo
Máximo Salas Tineira que era el grupo etario que nos entendíamos a la perfección
para recrearnos pero nunca llegamos a lo que era novedad para los adolescentes de
otras zonas, en barrios aledaños por la década de los 70 en la que algunos conocidos
no propiamente amigos caían en esa tentación de la droga y apelaban al terocal, al
floripondio, la marihuana y la cocaína, lo tomaban como si fuera una palomillada y
solo malograban su vida, su destino, la angustia por consumir droga los llevaba a
delinquir, perdían el sentido para orientar su vida, su futuro.
Siempre me gusto ser reflexivo en mis acciones sabía elegir lo correcto sin consultar
a nadie, ni a mis padres, pero entendía el rol que debía seguir dentro de las buenas
costumbres sin dejar de ser un muchacho común y corriente, nunca imitaba los vicios
extremos salvo el de algún cigarrillo normal o beber algún tipo de licor ocasionalmente
y conociéndome de manera rigurosa e introspectiva me permitía definir cuál debía ser
mi lugar, los pasos que tomo por decisión propia, la formación de valores que
sostengo y mi fortaleza mental que no requiere de alucinógenos sino de estrategias
y autoevaluaciones en circunstancias para decidir entre lo que considero correcto o
incorrecto en mi día a día, al menos lo que trato de hacer en mi vida es registrar una
imagen dentro de los parámetros consentidos socialmente que no genere gravedad y
sucesivo arrepentimiento, claro es muy distinto de la rebeldía natural cuando se trata
de buscar una reivindicación o defensa por afectación a determinados derechos de
grupos sociales y busqué justicia, paz al respecto sin necesidad de estar
comprometido o ligado a ideologías, dogmas o símiles establecidos, el gran defecto
que me crea problemas es “mi compromiso al valor de mis palabras” ya que lo que
diga o acepte no tiene marcha atrás, ni excusa simplemente lo ejecuto que es lo que
ocasionó tantos acontecimientos inesperados en mi vida, por ello prefiero ser
cauteloso, escuchar pacientemente para tener una opinión válida de lo que haré o
decidiré.
Todo este proceso previo al detalle de hechos significativos en mi vida, primero
rescato mi energía dirigida al aspecto espiritual, mental y que se expresa en la actitud
decidida y esfuerzo físico, porque sigue siendo la misma a la actualidad sin merma
alguna, me agrada mucho filosofar, aprender, escuchar, investigar, enseñar,

comunicar, auto educarme cada vez que veo la oportunidad y vivir actualizado de
todos los acontecimientos sociales, políticos, económicos e incluso tecnológicos
hasta donde me sea posible desarrollarlo.
Quiero subrayar ´´la energía biológica´´, lo califico de algo espiritual, místico,
intangible o como un alma sensible que pernocta en la subconsciencia donde se
archiva ordenada y celosamente nuestras ideas, pensamientos, experiencias,
emociones, sentimientos de manera favorable o negativa frente al orbe; la naturaleza
y la sociedad, la subconsciencia invade circunstancialmente nuestra consciencia y va
sistematizando los valores éticos o morales que recepcionamos desde la unidad
familiar donde florece nuestras acciones y reacciones dentro de todo ámbito social,
no tiene fecha de vencimiento ni de extinción y le permite interconectarse a través
del racimo de neuronas que tenemos cada persona en el cerebro para dotarnos de
memoria, sentimientos, aprendizaje, emociones, sensibilidad física total ,
comunicarnos dentro de una convivencia social ; también tenemos una actitud
instintiva como mecanismo que defiende la vida, que puede dar origen a regular y
archivar reacciones imprevistas o inconscientes que de inmediato son guardados en
la subconsciencia como parte de la experiencia que vamos acumulando y/o
socializando como característica humana de vida en familia o en grupos sociales
organizados bajo una estructura de poder con deberes y derechos asignados bajo
códigos de ordenamiento y sanciones que regulan toda convivencia, sin embargo la
evolución del conocimiento humano ha generado también haciendo uso de la materia
inerte a simple vista para generar una energía artificial, pero ambas sea física o
artificial viven por gravedad en la naturaleza formando parte de la cadena alimenticia
que provee su accionar o locomoción, es su único cordón umbilical en todo proceso
biológico, mecánico o tecnológico, además es irreversible, si está ausente o no se le
sabe dosificar simplemente se extingue la vida y deja inerte a la energía física aunque
la energía biológica puede permanecer allí y alojarse nuevamente cuando encuentre
otros signos de vida.
Como verán esta meticulosidad en mi razonamiento al margen de opiniones ajenas o
científicas que la respeto, ya que uno finalmente es quien selecciona su alimento
material y/o espiritual que nos permite toda decisión final y al menos si cometo un
error será mío, será humano y lo podré enmendar como sucedió en diversos pasajes
de mi vida y que me atrevo a presentar con la finalidad de entender que todo ser

humano trátese de cualquier generación siempre tendrá las mismas características
físicas y espirituales por lo que deberá elegir su rol frente a la vida.
MI INFANCIA
Viví la primera infancia en Bellavista, un callejón con un portón de tres hojas, de
madera vieja pintada de color rojo pálido y muy ancha como si hubiese sido hecho
para guardar algún carro, esto sucedió aproximadamente por los años 1950, la casa
rentada donde vivíamos con mis padres y abuela era la primera casa ingresando al
largo pasadizo donde habían otros cuatro departamentos, mi casa tenía una ventana
de madera también de color rojo de metro y medio de alto por ochenta centímetros
de ancho aproximadamente y con un vidrio protegido por un marco de madera en cruz
que nos permitía ver la calle del jirón Grau por donde circulaban buses llamados
urbanitos sino más recuerdo era la capota de color blanco humo aproximadamente y
los laterales pintados de verde tenue, carros que ocasionalmente pasaban por allí
recorriendo diversos lugares del Callao incluso llegaban al frigorífico, estos urbanitos
se guardaban en una cochera al costado de la antigua comisaría de Bellavista creo
era el jirón Eros a media cuadra del actual Colegio particular América, viene a mi
memoria la circulación de otros buses uno de color naranja que remplazó a los
urbanitos que iba también hasta el frigorífico donde estaba el muelle de pescadores
donde la población compraba pescado fresco con muchas variedades y a su
alrededor preparaban también alimentos a base de pescado entre otros, también por
el jirón Colina pasaba unos buses Pulman de color verde llamados línea 7 que tenía
como ruta unir Lima y Callao.
Recuerdo mucho que el piso del corralón era de tierra y se había hecho como un
pequeño camino con bloques aplanados de cemento recuperados de algún piso o
vereda en extinción y las paredes de mi vivienda eran de adobe y con tres
habitaciones, la principal y más grande donde dormitaban mis padres conmigo todas
pintadas de color celeste agua, la segunda era un pequeño dormitorio de color
amarillo que compartíamos con mi abuelita Manuela y la tercera habitación servía de
comedor y cocina sin pintar, tenía un lavadero de fierro fundido, pero como serían las
correrías del día a día, esto lo digo porque de muy niño no reparaba en ello, en el
comedor había una mesa cuadrada y quedo en mis recuerdos cuando me visitaba

con frecuencia mi primo hermano Roger que es mayor que yo en cinco años
aproximadamente y jugábamos justo debajo de la mesa por el poco espacio de la
casa que me entretenía con un mono de peluche medio rojizo y semi sentado, pero
ahora ya de viejo me lleva a esa reflexión de tremenda incomodidad que se tendría
con frecuencia por las dimensiones de la casa.
Lo interesante de esto es que puedo acordarme de algunos detalles que impactaron
mi infancia cuando tendría cerca de un año, porque en conversaciones posteriores
con mi madre me hizo retrotraer mi memoria tanto hasta describir el lugar donde
vivimos y como sucedió un hecho muy peculiar e inimaginable cuando tendría
posiblemente menos de un año de edad, los únicos que transitaban dentro de mi casa
era únicamente mi familia no había ni mascota ni persona extraña en mi primer año,
desde luego que mi padre salía muy temprano a su trabajo de estibador en el terminal
marítimo del Callao, mi madre comentaba que dejo a mi abuela Manuela para que
pueda atenderme por si algo se presentaba de urgencia ya que mi cuna estaba
arrinconada y era incómodo para ello, mientras mi madre con prisa se iba al mercado
de Bellavista a cuatro cuadras de donde vivíamos, mi abuela se quedó en casa a mi
cuidado mientras iba adelantando la preparación del almuerzo del día, no sé en qué
momento de una mañana sucedió pero me encontraba algo despierto o entre dormido
eso lo afirmo porque mi memoria privilegiada me permite recordar y comparar
imaginativamente esa acción cuando empezaron a contarme lo que paso conmigo y
a mi corta edad si bien no podía expresar palabras si podía recrear imágenes y presté
mucha atención a lo que me contaron posteriormente ya que la memoria se va
alimentando de experiencias y sucesos que se guardan en la subconsciencia como
álbum de recuerdos, lo cierto es que sentí cuando me jalaron de la colcha en la que
estaba envuelto pero no distinguí a nadie y luego aparecí debajo de la cama cubierto
por dicha colcha, ¿Cómo fue? ¿Quién lo hizo? Jamás lo supe, pero me acuerdo ya
por lo que contaba mi madre que ingresaron al dormitorio y no me encontraban,
desesperados buscaban con mi abuela, yo ni lloraba porque estando arropado me
sentía igual con mi cuerpo caliente seguía medio dormido, pero en eso se les ocurrió
mirar debajo de la cama y me encontraron sorprendidas bien envuelto y dormido, ya
luego cuando explicaban dentro de sus creencias y muy común también en la
comunidad de esos años, me dijeron que fueron unos duendes porque nadie más
pudo haber ingresado a la casa y como podía estar perfectamente arropado y
acomodado debajo de la cama como si hubiese sido la intención asustar o de repente

llevarme ya que todo se debía a que todavía no estaba bautizado por esa fecha, pero
el impacto que sentí ser jalado jamás lo pude olvidar.
Otro pasaje de mi infancia alrededor de los tres añitos me acuerdo tenía una mascota
que se llamaba Nerón, era un perro chiquito, chusco y con pelaje blanco ensortijado,
bastante mansito, gustaba del camote sancochado igual que yo jajaja como todo
animalito de casa su tarea era guardián de la vivienda para ello tenía una casita de
madera cerca a la puerta de calle, aunque poco jugo conmigo pero si era muy dócil y
ya luego se volvió callejero hasta que se perdió, nunca más regreso.
Por esos años no había mucha afluencia de tránsito y se me permitía salir a la puerta
de calle o quizás me escapaba por algunos momentos completamente solo porque
supuestamente no se percibía ningún atisbo de maldad social recurrente, el tránsito
peatonal si tenía una mayor frecuencia porque era la ruta para el mercado o para la
plazuela principal del distrito donde estaba la municipalidad de Bellavista o pasaban
carros de ruta a Lima por el jirón Colina y parado distrayéndome en la vereda que
daba a la puerta de calle contemplaba como algunos niños se acercaban a algunas
personas mayores que salían de una bodega a tres casas del callejón donde vivía y
observaba que estiraban sus manitos acercándola a estas personas quienes de
manera sonriente le regalaban dulces, para mi imaginación de esos momentos
pensaba que era algo normal hacer eso y por mi propia inexperiencia creía en la
buena fe de cualquier persona adulta y para mi asombro decidí hacer lo mismo a una
persona desconocida a la que me acerque estirando mi mano luego que lo vi salir de
la bodega no habiendo más personas transitando en esos momentos, sucedió un
hecho inesperado e inexplicable, esta persona se me acerco y reaccionó vilmente,
cogió mi mano lo volteo suavemente y me paso una especie de navaja u hoja de
afeitar cortándome suavemente la parte superior de mi mano derecha empezando a
sangrar, felizmente poco, no sentí ardor ni dolor, solo me quede mirándolo fijamente
a la cara a ese individuo que después al tiempo resultó ser un adolecente del
vecindario al que nunca denuncie, pero quedo en mí su imagen que aún a la vejez no
se me borra pero era todo un delincuente juvenil, entonces al verme que empezaba
a sangrar inmediatamente se alejó de mi vista raudamente y yo al ver que no paraba
el sangrado sin saber qué hacer me sentía algo aturdido, no lloraba simplemente
observaba mi mano, veo al ratito que mi padre se apareció buscándome por suerte y

al ver que sangraba me cogió llevándome con la mano levantada a casa donde me
curaron inmediatamente, pero eso sí, nunca dije a mis padres que fue lo que me
sucedió o como me accidente, por varios años quedo la huella de ese fino corte no
solo en mi mano, sino quedo grabada la imagen de aquella persona que perdura como
si fuese ayer, pero me enseño a muy corta edad a no volver a imitar lo que otros niños
hagan o decidan hacer, de allí en adelante se convirtió en una lección absoluta para
mí, en la que siempre decidiría algo por mi propia voluntad y no por recomendaciones
o imitaciones, me hizo ser cauteloso y cuidadoso con mis acciones ante personas
desconocidas.
Luego ya cuando tendría quizá 4 añitos me matricularon en una escuelita tipo jardín
que quedaba a la vuelta de mi casa en el jirón Maranga, en un segundo piso con
escalera de cemento rústico de algo más de un metro de ancho, allí también tuve una
experiencia inolvidable ya que por vez primera me alejaba más de la cuenta de mis
padres, era un pequeño salón sin techar y piso de cemento, tenía una pizarra pequeña
quizá de un metro y medio por un metro colgado en una pared de ladrillos sin revestir,
éramos como 15 estudiantes y cada uno llevaba sus asientos, me acuerdo que el
primer día que me llevó de la mano mi madre, en la otra mano sostenía una silla
pequeña de madera redonda pintado de rojo y asiento de paja tejida que vendría a
ser mi carpeta, estaba vestido con una ropa de calle de verano en mangas corta y
una especie de talega pequeña donde cargaba mi lápiz, un borrador, un cuaderno y
mi abecedario, además cargando un pañuelo en mi bolsillo porque lloraba a rabiar
jajajjaja felizmente la profesora con bastante paciencia logro calmarme hasta que los
días sucesivos me acostumbre, luego así pude aprender mis primeras letras además
que me servía para socializarme con otros niños con quien hice cierta amistad,
probablemente estudie dos años.
Posteriormente en 1956 ingrese a estudiar en la escuela particular panamericano que
concluí en 1961 donde logre dejar gratas amistades, la escuela quedaba entre el jirón
Bolognesi y el jirón Elías Aguirre a media cuadra del conocido estadio Telmo Carbajo
y a media cuadra de la quinta Santa Cecilia mi nuevo domicilio con interior N° 10 en
la que me permitía trasladarme solo al colegio, sé que hasta ahora existe ese
nostálgico colegio porque por circunstancias diversas he transitado por allí, todos los
que ingresamos en el mismo año formamos un grupo de niños con quienes

armonizábamos tanto en el estudio, como en el recreo y las palomilladas sanas de
muchachadas que no faltaba, lo curioso de todo es que en esos cinco años de estudio
no había pleitos o disputas que nos enemisten, la mentalidad era otra, socializar y
muy bien, quien lo hubiera creído las raíces éticas que consolidamos.
El colegio de construcción antigua parecía tener tres pisos y techo a dos aguas,
nunca llegué a los pisos altos, pero tenía una construcción sólida a pesar del material
de quincha, adobe y madera con muy buena presentación y acabado, además todo
el piso del patio asfaltado, la fachada pintado de color amarillo sobrio tenía unos
listones de madera pintados de color verde oscuro que decoraban la fachada, el
colegio estaba cercado por paredes de ladrillo, la puerta de ingreso era un portón
también de madera de color verde oscuro, tenía una enredadera de flores lilas
pequeñas que decoraba el ingreso y parte del patio, también había un guardián muy
atento que se encarga del ingreso y salida del personal y alumnados al que conocía
por nombre Santiago, en dicha casona quedaba las oficinas administrativas y algunos
salones donde uno de ellos lo usaban para proyectar películas y en la zona del patio
tenía salones hechos de triplay pintados de blanco, al año se hacían actuaciones
donde se presentaban niñas bailando flamenco, otros recitando o cantando, nuestro
salón tenía al alumno Juan Manuel Rodríguez que solía participar cantando
rancheras, era muy inquieto jajaja, cabe destacar que teníamos por esa fecha un
director que lo llamábamos míster Claros en realidad era el propietario y director del
colegio, en esa oportunidad, me acuerdo cuando visitaba el salón porque se había
congraciado con el alumnado, hubo momentos en que nos llevaba al salón donde
pasaba documentales con un proyector de película que tenía unos rodillos que giraba
lentamente y emitía un pequeño sonido debido a la rotación de la cinta de todo lo que
iba proyectando, allí estudiábamos separados los niños y niñas, pero cuando nos
dirigía la palabra también era para advertirnos que si nos portábamos mal seriamos
castigados y llevados al sótano lugar al que le temíamos porque nos decía que allí
habían calaveras y era completamente oscuro, un castigo así era inevitable si la
travesura que se hiciese era extrema, la otra sanción un poco más pasable era que
nos llevaban al salón de niñas y deberíamos estar toda la hora de clase con la cabeza
agachada donde lógicamente ellas se aprovechaban burlándose y jalándonos el pelo
cada vez que podían seguramente cuando la profesora estaba de espaldas
escribiendo en la pizarra, otro de los pasajes que nunca olvido es cuando estaríamos
en 5to. Año y se hizo una actividad donde todo el alumnado nos desplazaríamos hasta

el cine Tauro en Lima un cine nuevo para nosotros por esos años, muy alfombrado el
piso y me toco estar en mezzanine donde se apreciaba excelentemente la pantalla
del cine, pero fue para ver la película ESPARTACO con Kirk Douglas una película de
estreno e impacto, lo pasamos genial ir hasta Lima por esos años y después recuerdo
sí que desde la avenida Tacna tomé la línea 7 para regresar a casa, en otra
oportunidad fuimos llevado al teatro del ministerio de educación de Lima que quedaba
en la parte posterior del edificio pero tenía ingreso cuyo auditorio era como un sótano,
el teatro se llama Felipe Pardo y Aliaga nombre de un poeta, dramaturgo, abogado y
político peruano, muy conocido por su obra “Viaje del niño Goyito” ubicado a la altura
de la avenida Abancay frente al parque universitario, el teatro está en la parte
posterior del edificio que ahora corresponde al palacio de justicia, desde luego que
parece ya abandonado , en aquella oportunidad fuimos a ver una obra teatral romana
con artistas nacionales como Orlando Sacha y Mariela Trejos, aunque no recuerdo el
nombre de la obra, pero si recuerdo haber estado con alumnos del colegio.
De este colegio luego que terminamos el 5to. Año de primaria simplemente los
alumnos tomamos distintos rumbos escolares, no tuvimos promoción o despedida
como se estila ahora, de todos mis amigo solamente pude ubicar con mayor
frecuencia a un solo amigo a quien lo llamo Pepe todos le decimos así, su nombre
real es Máximo José Meza Medina en la que ocasionalmente nos encontrábamos y
es una amistad que la conservamos por algo más de 60 años, ya ahora pintados en
canas y cada uno en sus propias tareas pero de cuando en cuando compartíamos
algunos recuerdos, posteriormente trataré que pasado los 50 años pudimos
reencontrarnos un grupo de la promoción de 1961 y esto lo menciono ya que tuve que
apelar a la memoria de ellos, siendo el primero en responder por el whatsap del grupo
panamericano mi gran amigo Rubén Caballero que logró describir perfectamente el
uniforme que usábamos que consistía en una camisa blanca sin corbata combinado
con un pantalón azul marino y un saco de color borgoña, a la altura del bolsillo del
saco portábamos una insignia de metal color bronce, solicité también si recordaban
nombre de alguna de nuestras profesoras en los cinco años de estudios y se logró
recopilar algunas de ellas como Ana Arnao, Bertha Grustein, Lida, Consuelo, Laura,
Guillermina y Candelaria Alarcón esta última maestra nos enseñó ya en el quinto año,
que recuerdos revivimos.

Hubo otra fase que marco mi corta vida, cuando tendría quizá siete años, mientras no
encajaba en algunos juegos de niño o porque quizá en ese momento no estaba mi
primito Roger quien solía jugar conmigo, pero estando de visita con mis padres en
casa de mi tía Marina Tineira, me atrajo la bulla y agrupamiento de personas en horas
de la tarde, resulto ser un mitin que ahora puedo explicarlo porque quedo grabado en
mí el nombre del Arquitecto Fernando Belaunde Terry, fue un evento que se realizó
cerca de la llamada ahora Av. José Gálvez que separa el distrito de Bellavista con el
distrito de La Perla en su intersección con la Av. Alfonso Ugarte, me acuerdo que me
escape a dos cuadras de donde estaba de visita para escuchar atentamente al orador
que cautivo mi atención, era justo el Arquitecto Belaunde, así que cuando termino la
misma fui a comentar a mi padre y tío Víctor que estaban entretenidos jugando cartas
que ese señor sería presidente del país, bueno lógicamente no me hicieron caso, pero
quién lo diría era el comienzo de un personaje histórico para nuestra patria tanto por
su visión de Estado como por sus valores legados, claro ahora con información más
detallada puedo remontarme a las elecciones de 1956 justo cuando tenía siete años,
el Arquitecto Fernando Belaunde fue lanzado como candidato presidencial por el
Frente Nacional de Juventudes Democráticas (FNJD), grupo que dio origen al partido
Acción Popular. Impuso su inscripción ante el jurado electoral por medio de una
célebre protesta en las calles de Lima conocida como «El Manguerazo». No ganó
entonces pero inició una campaña recorriendo todo el país, pueblo por pueblo, bajo
el fundamento ideológico «El Perú como doctrina» y «La conquista del Perú por los
peruanos». Esta experiencia de observar un mitin, escuchar propuestas y los gritos
con aplausos de los asistentes despertó cierta curiosidad que se grabó en mis
recuerdos.
Hubo un proceso de mudanza del callejón del jirón Grau al jirón Elías Aguirre a la
quinta Santa Cecilia que coincidió con el inicio de mis estudios en la escuela
Panamericano y cuando aún no tenía amistades en mi nuevo barrio y retrotrayendo
mi memoria a los años 1958 aproximadamente, cuando vivía primero en el
departamento N 10, me encontraba a eso de las siete de la noche sentado en la grada
de mi puerta porque por esos años no había otra distracción familiar salvo la radio
pero lo usaban los mayores, sin embargo como muchacho trataba de buscar algún
entretenimiento mirando todo el patio que en esos momentos, nadie transitaba y el
patio estaba oscuro ya que no había alumbrado eléctrico exterior, salvo la luz interna

de cada departamento pero al encontrarme mirando el patio me llamo la atención una
luz brillante que paso silenciosa y velozmente como a una altura de diez o quince
metros de altura pero vi perfectamente volar una especie de linterna de superficie
circular de unos 15 metros de largo con una luz blanquizca que brotaba de una
especie de cúpula ovalada que estaba adherida a la estructura metálica pero su vuelo
silencioso era recto y ascendente al pasar cerca de mi vista empezó una subida veloz
en diagonal hasta que lo perdí de vista, no fue imaginación porque estaba
perfectamente consciente y atento a mis acciones, pensar que por esos años ni
siquiera comentábamos sobre la vida extraterrestre pero me dejo esa intriga que lo
comente con los amigos de la quinta con los que fuimos empatizando y fortaleciendo
nuestra amistad aunque eran mayores que yo.
Lógicamente yo no entendía el ritmo de vida usual de mis padres y sus prioridades,
pero luego de vivir en la quinta santa Cecilia nos mudamos a otra casa en el Jr. Túpac
Amaru, cuyos dueños eran amistades de mis padres, don Antonio Quelopana y la
señora Cristina.
Los juegos que compartía como todo niño cuando tendría nueve años viviendo en el
Jr. Túpac Amaru en Bellavista, allí jugaba con mi tocayo Romulo hijo de los Quelopana
que era un poquito mayor que yo jugábamos a la guerra, él tenía un cañoncito similar
al de don Ramón Castilla muy bien fabricado y creo era de fierro fundido torneado
hecho por don Antonio Quelopana el padre de mi oponente en el juego, que era un
experto y muy imaginativo e inventor técnico metal mecánico, dicho cañoncito tenía
capacidad de disparo de balines impulsado por cohetes que se usaban en navidad,
para nosotros era impactante participar de este juego, desde luego yo en total
desventaja ya que no poseía un cañoncito, así que me bastó encontrar entre los
metales reciclados en mi casa un tubo de fierro cromado que encajaba la parte interior
con la dimensión del balín, así que le puse cuatro clavos que lo cruzaran encima de
una pequeña madera y levantado desde un pequeño banco volteado de lado que
servía además para fijarlo y disparar, también me permitía ocultarme, un juguete
rústico pero efectivo, así que cada uno nos agazapábamos detrás de una banca de
madera y desde allí disparábamos nuestras municiones, todo ello dentro de un pasillo
de veinte metros de largo aproximadamente por metro y medio de ancho, gracias a
Dios nunca ocurrió una desgracia, pero cuando un día, en otra ocasión ya

conversando con mi tocayo decidió probar su capacidad de alcance simplemente
supero los cuarenta metros e incluso atravesó una pared de cartón grueso, caramba
pase saliva y estire mi cuello pensando en lo que pudo haber ocurrido.
También viene a mi memoria cuando mi padre compro una televisión Philips alemana
en blanco y negro al inicio era sorprendente ver películas del llanero solitario,
Hopalong Cassidy, El Zorro, tarzan, dibujos animados etc. Tanta era la curiosidad así
que empezamos alquilar al valor de veinte centavos como cine a la vecindad, más
eran niños para que puedan ver las películas que pasaban, eso si cada uno venía
con su banco o silla u otros simplemente se sentaban en el suelo pero todos se
acomodaban y pasaban gratos momentos admirados de apreciar las diversas
películas.
En esa vecindad trae a mi memoria un suceso que pudo ser fatal cuando mi hermana
Teresa la menor de todos los hermanos, estaba afiebrada quizá por alguna infección
y tenía una temperatura bordeando los 40 grados y empezaba a ponerse morada,
recibí una indicación de mi madre para que vaya rápido a la farmacia a pedir ayuda y
por suerte el boticario accedió a mi pedido, como dicha farmacia estaba a unos 50
metros de distancia, fuimos veloz corriendo a la casa y le puso inmediatamente una
inyección creo fue un antibiótico para la fuerte fiebre que presentaba y de inmediato
surtió efecto y empezó bajar la calentura volviendo a la normalidad aunque seguía
dormida, pero fue tremendo susto el que nos llevamos, a los días ya jugaba con
normalidad con mi otra hermana Gladys mayor que ella..
En otro momento ya de relajo viendo como algunos amigos dominaban el manejo de
la bicicleta me prestaron uno e intente aprender a montar, me dieron un empujón para
agarrar velocidad, pero cuando iba llegando a la esquina de la cuadra donde estaba
la farmacia, apareció un carro felizmente a poca velocidad, casi me atropella, santo
remedio se me quito las ganas de volverlo intentar, aún de viejo ya no me llamó la
atención practicarlo, no fue prioridad para mí porque más me atraía el fulbito, pero
son pasajes de la vida imposible de olvidar, pero si va tejiendo aspectos que marcan
la conducta personal.

INGRESO A ADOLECENCIA
Luego ya casi a los once años viene a mí un recuerdo muy intrigante y curioso ya
que al poco tiempo de habernos mudado nuevamente al Jr. Elías Aguirre a la Quinta
Santa Cecilia que tiene 17 departamentos en su interior, allí vivíamos en el
departamento Nª 10 primero y cuando retornamos nuevamente a la quinta nos
mudamos al departamento N°16, la quinta tiene un patio de 8 metros de ancho por
40 metros de largo aproximadamente y tenía un caño de fierro fundido común y otro
malogrado pero el patio tiene dos niveles a unos 12 metros hay una altura de 30
centímetros que se cruza con el pasadizo para salir a la calle.
Ya con mis nuevos amigos nos distraíamos con otros juegos como el jugar a las
bolitas, al trompo que no parábamos hasta quebrar de un certero golpe el trompo del
rival de momento, todo dependía de las púas de acero y del filo sacado, claro me toco
perder también varias veces jajajjaja pero era divertido, otro era el famoso runrún que
aplanábamos las chapas de las gaseosas, a veces lo llevábamos donde pasaba el
tranvía que recorría de Lima al Callao y lo poníamos en los rieles, logrado el propósito
además de aplanado quedaba afilado, le hacíamos dos huecos y pasábamos pabilo
para hacerlo funcionar, el juego consistía en quien cortaba el runrún del otro, así
también íbamos a explorar otros barrios para conocer pero por esos años la vida era
más sana no había una delincuencia como la de hoy, claro que mis padres nos
mudaban de casa cada dos o tres años pero no salíamos del distrito de Bellavista,
sobre todo para no distanciarnos del colegio donde estudiábamos con mis dos
hermanas, la Quinta Santa Cecilia fue la excepción luego de vivir en el departamento
10 nos mudamos al departamento 16, allí vivimos un periodo más largo hasta cuando
tuve 17 o 18 años aproximadamente, pero allí solíamos jugar entre amigos y amigas
a la chapada, el mata gente más los otros juegos mencionados pero si había una
distracción especial entre los muchachos porque convertíamos el patio en un campo
de fulbito que se hacía con mayor frecuencia donde todos pretendíamos demostrar
nuestras habilidades con la pelota jajaja.
Por lo general jugábamos con los amigos que eran mayores a nosotros hasta que los
que eran de mi grupo etario, decidimos hacer un equipo y empezamos a ir a un campo
de futbol que en ese entonces lo llamaban la hacienda Aguilar, ahora es el seguro de

salud Sabogal pero en esos años tenía un campo deportivo de gras y tierra con arcos
reglamentarios de madera, teníamos un vicio con esta distracción, luego no sé cómo
se dio pero hicimos contacto con los barracones donde estaba mucha gente achorada
y delincuentes pero en su entrada frente al llamado colegio Canadá había un parque
grande de cemento y piedras, que tenía campo de fulbito pero al ingreso de los
barracones había un club llamado San Judas que nos invitaba a jugar, fue una gran
experiencia porque cuando estábamos cerca a meter algún gol el contrincante nos
decía si lo haces te corto, te meto cuchillo jajajjaja claro fueron amenazas que nunca
se concretó, pero era el atarantamiento que se solía hacer por allí, felizmente la
delincuencia no era como lo es ahora vengativos y sanguinarios, pero nos quedó la
lección suficiente para seguir peloteando por otros lados.
Me acuerdo que incluso caminábamos por los barracones de tarde para pasear por
todos esos lares donde habían callejones, casas de madera, estera, cemento, hasta
la altura del barrio fiscal N°5 y de allí salíamos por la parada sin ningún tropiezo o
dificultad, visitábamos la mar brava solo para observar o tirar piedras al mar porque
sabíamos lo peligroso bañarse allí pero eran distracciones o curiosidades que se
tiene a corta edad, desde luego todo eso se daba en periodo vacacional.
Respecto a la etapa estudiantil la verdad que me fue muy complicado adaptarme
porque cuando ingresé a primero de secundaria fui matriculado al colegio San Antonio
de varones que queda en la avenida Guardia Chalaca, un colegio católico
administrado por unos brothers o hermanos muy estrictos y allí estaba prohibido llegar
tarde, solo fue una y última vez que llegué tarde donde éramos separados de la fila
puestos a un lado, cuando todos ingresaban al salón de clase los tardones fuimos
conducidos a una sala pequeña donde nos esperaba un brother conocido como “loco”
que jugueteando con un palo de beisbol nos llamaban de uno en uno y nos inclinaba
en una carpeta donde el brother en posición de batear nos golpeaba con fuerza en
las nalgas y seguía girando cuando terminaba en su posición de bate decía “UNO”
con voz fuerte y seguía hasta llegar a 10 luego de ello encima tenía que pagar de
multa 20 centavos, vaya que me sirvió esa sanción, jajaja nunca más llegué tarde,
pero me enseño en mi cotidianeidad y de toda la vida a respetar el horario que uno
pacta o se compromete a llegar incluso siempre minutos antes de la hora señalada,
se me hizo costumbre y que ahora valoro mucho.

En dicho colegio por ser católico se celebraba muchas misas si no me equivoco cada
lunes y estaba a cargo de un estimado padre Richard, muy caballero pero también
muy disciplinado, después estaba el brother Tomás muy buena gente y bromista,
entre otros.
En cuanto a las clases sí que fue fatal, tenía muy buenos profesores y los alumnos
nos sentábamos en carpeta larga en fila de 5, lo que pasa es que como todo
muchacho no faltaba la palomillada y en una clase de historia del Perú mientras
observe que el profesor estaba escribiendo en la pizarra, se me ocurrió jalarle los
pelos al que estaba sentado delante mío, yo estaba sentado al centro de los cinco
cuando imprevistamente el profesor voltea y me sorprende de pie y con las manos en
los cabellos del alumno, vaya, la reacción del profesor fue sacar de jalonaso a los
que estaban sentados a mi costado y me dio un tirón hacia la pared donde había
pintado una pizarra de uno y medio por dos metros de largo pintado de verde oscuro,
parado allí me lanzó un derechazo con gran potencia como si fuese su contrincante
de pelea y lo hizo directo hacia mi rostro que lo esquivé como es natural por la fuerte
agresión que veía venir y el profesor termino con la mano enyesada porque fue tan
duro el golpe contra la pared que luego pase saliva pensando que tal si me hubiese
caído, a partir de allí se derrumbó mi entusiasmo por seguir en dicho colegio.
Así que pasado el año pero jalado en el curso del profesor termine dando mi examen
de rezagado en el colegio 2 de Mayo, de allí mis padres decidieron matricularme en
el colegio José Santos Chocano que quedaba en la avenida Buenos Aires, hasta
ahora existe la fachada, pero el segundo año fue más llevadero porque combinaba el
estudio con momentos de bromas y fricciones como era natural por allí no frecuentes
pero había cuando tardaba en llegar el profesor, la educación física era muy buena,
mejore algo mis aptitudes para estudiar con más seriedad, pero luego surgieron
conflictos entre alumnos que se retaban a pelear fuera del colegio y se iba calles
detrás del colegio donde alguno vi una vez terminó desmayado por el golpe a la
cabeza que recibió, allí aparecía los tipo caudillo, los faltosos que pretendían dominar
a los alumnos más tranquilos, no tuve muchos problemas porque sabía llevarme con
todos, la parte graciosa era cuando venía fiestas patrias porque salíamos a ensayar
para los desfiles que se daban en la avenida 2 de Mayo, todo solía llevarse muy bien,
bacán, pero cuando retornábamos pasando la avenida Sáenz Peña por lo general nos
esperaban las alumnas del General Prado que tenían su sede escolar calles más

arriba de la avenida Buenos Aires quienes se juntaban y acercaban a la pista para
jalar las boinas que llevábamos en la indumentaria escolar, la palomillada estaba en
todo sitio.
Cuando pasé al tercer año todo iba bien entre todos los matices mencionado, incluso
nos convocaron para una campaña organizado por el ministerio de educación
denominado Jornada Estudiantil que consistía en recolectar fondos llevando
materiales educativos, ni hablar salir a la calle y cumplir esta tarea era relevante,
entonces dado que el material que tenía era geográfico del Perú se me ocurrió ir al
muelle de guerra que era la zona de ingreso libre para el terminal marítimo donde
había barcos extranjeros y acostumbrado como lo hacía de más niño que como las
aguas de mar era mansa nos subíamos de bote en bote, pero esta vez creí mejor
aprovechar los barcos así que como vi las escalinatas de un barco argentino me subí
y empecé a pasear por todo el barco y bajé donde estaban los camarotes donde
dormían los marinos hasta sin pensar llegué a la oficina del capitán que nos dejó frío
al decir que éramos intrusos y que nos fondearían en el mar, tanta amenaza y susto
pasamos pero algo logramos juntar de fondo luego al toque bajamos y ya no quisimos
subir a otros barcos para evitar mayores problemas, pero logramos el propósito de
colaborar con dicha jornada estudiantil.
Luego sucedió lo inesperado en el mes de Octubre de 1966 cuando estudiaba en un
segundo piso al lado del llamado radio Chocanito, en realidad todo el colegio era de
adobe y material quincha, una construcción antigua y para llegar al salón había una
escalera de madera y un pasadizo en “L” con baranda de maderas cruzadas y por
lógica también el piso de madera, en esa fecha y en horas de la tarde estaba un
sacerdote dictando la clase de religión, pero como siempre los palomillas chistosos
hacían gestos y mofa, cuando ya el sacerdote había concluido su clase y quizá ya
habría bajado las escaleras, repentinamente empezó un tremendo terremoto que a
pesar de ya haber pasado anteriormente temblores y terremotos en la quinta donde
vivía este movimiento sísmico era mayor y peor porque al estar en el segundo piso
en un salón de paredes de adobe y quincha, piso y techo de madera se mecía como
columpio y mi reacción al igual que el de mi compañero de clase Luis Rojas que
estaba cerca de mí hasta donde logré observar, fue quedarnos sentado esperando
disminuya el movimiento para bajar, mientras, miraba a los palomillosos esta vez de
rodilla implorando a Diosito.

Una vez reducido el movimiento baje rápidamente la escalera sin darme cuenta que
mi amigo Luis Rojas corría junto a mí, yo tratando de llegar a Bellavista e ir a la quinta
donde estaba mi familia pero al paso veía paredes derrumbadas y una serie de
calamidades y polvareda, felizmente cuando llegué todos estaban bien, pero luego
me preguntaba porque mi amigo Luis me acompañó, al poco tiempo me enteré que
su padre era vaporino y no estaba en el Perú y su madre había ya fallecido porque él
vivía en la punta cerca de cantolado en una pequeña casa, desde luego que agradecí
su gesto.
Culminado el año y por las condiciones en las que estaba construido el colegio y las
peripecias que pase mis padres decidieron matricularme en el colegio José Olaya de
varones en el distrito de la Perla donde culminé el 4to. Y 5to. Año de secundaria, allí
estaba construido de material noble los salones, el laboratorio, las oficinas
administrativas pero luego todo era de tierra, salvo el campo de fulbito y básquet que
también era de cemento.
Otras aventuras surgieron allí, nuevos amigos e incluso también me encontré con
amigos del barrio de Bellavista, Alfredo Castillo y familiares como mi primo Máximo
Salas, Luis Guerrero, este último si estudiamos en el mismo salón, un aplicado
matemático, allí hacíamos el deporte de fulbito por el gran espacio que había, por
esos años había otro tipo de peleas en pandilla o entre salones pero no tan graves,
el 4to. Año lo culmine satisfactoriamente felizmente, pero ya en el año de la promoción
de 5to. surgió una convocatoria del ministerio de educación para elegir alcaldes
escolares con toda su plancha, en el año 1968 la promoción era más unida y teníamos
capacidad de análisis y propuestas, para ello el salón eligió a sus representantes del
5to.A ciencias donde como candidato a la Alcaldía fue el amigo Cesar Coronatta y en
mi caso me pusieron como Teniente Alcalde y la plana de regidores que debíamos
competir con el 5to.B de letras, se hizo una campaña dentro del ámbito escolar donde
competíamos los dos salones, al final logramos ganar y asumir dicho rol que fue
tremenda aventura.
Particularmente a mí me servía para escaparme de las clases de física matemática
mayormente ya que no me gustaba, pero en cuanto a las tareas municipales
asumimos una que fue tremenda e inesperada debido a que en la parte posterior del
colegio empezaron la construcción de un gimnasio quitándole terreno al colegio, eso
generó la meta de impedir la culminación de dicha obra, así que planificadamente nos

pasamos la voz los alumnos de 4to. Y 5to. Determinando el día y hora en que
haríamos respetar al colegio, así que casi a horas del recreo todos salimos corriendo
hasta donde estaba la construcción levantando una polvareda y entre todos a la vez
empezamos a empujar la pared de unos 30 metros, lo mecimos hasta que cayó
sonando estrepitosamente, cumplida la tarea todos retornamos a nuestros salones,
el cine la Perla y la comisaría que estaban a espalda del colegio y cerca de la
construcción fue tal el ruido como una fuerte explosión y la enorme polvareda que
provocó que corrieron a investigar.
Como ya el director del colegio sabía que la alcaldía escolar era media movida, vino
el comisario de la comisaría de la Perla para citarnos al día siguiente en horas de la
mañana a Cesar Coronatta y a mí, así que acordamos ir con uniforme escolar y yo
compraría el diario el Comercio para leerlo a la hora que nos quería interrogar fue
gracioso porque primero me contacte con un diputado creo se apellidaba Padilla
representante del Callao, si no me equivoco era del partido aprista que ya tenía
conocimiento de la citación a la comisaría, el comisario se desgañotaba diciendo que
él en condición escolar hubiera hecho lo mismo, la verdad ni lo empelotamos
seguíamos leyendo el diario, hasta que llamó el diputado con un superior de la policía
y nos soltaron, luego el diputado nos llevó a tomar jugo con sándwich mixto, muy
contento regresamos al día siguiente hasta que el director se nos acercó y nos dijo
que nos ponía 05 de conducta y la suspensión del alcalde Coronatta por dos días.
Pero a los dos días se celebraría el cumpleaños del director en una actuación, así
que llame a Cesar a su casa avisándole para que prepare un discurso, dicho y hecho
fue tal el floro que el director sonriente borró el 05 de conducta jajajjaja sin pensar que
había otra tarea que estaba en camino y que es histórico porque yo había hecho la
gestión para tener una audiencia con el entonces Presidente de la República don
Fernando Belaunde Terry así pude conocer palacio de gobierno por su interior me
acuerdo subí por un ascensor ingresé a una oficina y me dieron una copia como una
especie de recibo de color celeste o verde no me acuerdo exactamente pero allí
figuraba la fecha y hora de audiencia con el presidente de la república, ello origino
que el servicio de seguridad del estado fuese a corroborar si éramos estudiantes del
colegio José Olaya , fue otro dolor de cabeza para el director pero la audiencia estaba
programada para el 3 de Octubre de 1968,día del golpe de estado por el General Juan
Velasco Alvarado, por lo que no se pudo realizar, pero el objetivo era pedir la
construcción total del colegio.

Luego ya culminado el año se organizó una fiesta de promoción en el local del Tiro al
Blanco de Bellavista con orquesta y todo, donde asistimos bien al terno, también
asistieron nuestras familias para el bailongo, trago no era para nosotros sino para los
padres de familia que asistieron, luego de ello cada uno enrumbo su camino y
emprendió su destino.
MI JUVENTUD
Si bien no logré el ingreso a la universidad San Marcos , no quedo otra cosa que
buscar trabajos eventuales, me acuerdo que mi primer trabajo que lo obtuve a través
de una amistad fue para ayudar a pintar los pozos de la pampilla en Ventanilla,
subíamos una escalera delgada hasta el techo y pintábamos, como siempre no falta
un palomilloso y alaracoso que claro nos causaba risa, todo iba bien hasta que un
buen día empezó a sonar las sirenas de alarma porque en la empresa había un cuerpo
de bomberos y al parecer se había iniciado un amago de incendio pero cuando menos
pensamos el primero en bajar fue este loco palomilla toda su bravura termino en la
puerta de calle, habría corrido como dos cuadras jajajjaja, todos bajamos despacio y
nos hicieron esperar a un lado hasta que controlaron el incidente y continuamos
trabajando, fue un contrato pequeño, luego de allí terminé por la carretera de
ventanilla donde había una empresa de productos químicos, al inicio parecía estar
bien la tarea era embolsar un cerro de polvos pero cuando vi que insectos que
pasaban por allí morían de inmediato y valgan verdades la seguridad en el trabajo no
existía, ni mascarillas nos daban, así que no pude seguir mucho tiempo por el peligro
al que se estaba expuesto, así, pase por diversas empresas que por lo general
contrataban personal por tres meses y antes de vencerse la fecha para no otorgar
estabilidad laboral simplemente se nos despedía y lógicamente como muchacho las
distracciones y borracheras se hacía costumbre con los amigos, dentro de ello me
acuerdo que la droga que nunca probé pero ya era todo un problema mayúsculo tanto
así que algunos no tan amigos del barrio, se convirtieron en delincuentes y ocurrió
que uno de estos amigos entre comillas que vivían en el barrio al verme parado en la
puerta de la quinta se me acercó para venderme un reloj de esos chancho o baratos
con tal de recibir plata para la droga, así que para que no me fastidie le di algo como

dos soles, quien pensaría que saldría cayendo preso en la comisaría de Bellavista y
lo primero que dijo es que yo le compré un reloj robado, cuando menos pensé llegó
la policía a mi casa a entregarme la citación dejando a mi familia en shock porque no
tenían la menor idea de lo sucedido así que tuve que explicarles pacientemente, luego
cuando hablé con el comisario lo primero que me dijo es que ellos necesitaban pintar
la comisaría y no me acuerdo el monto pero creo fue algo más de 20 soles que me
pidieron, hecho eso de inmediato rompieron el papel de la denuncia, solucionado el
problema pedí permiso para acercarme a donde estaba el sujeto detenido y le
increpé su acción, nunca más se me acercó a molestar.
Otro momento inolvidable es cuando tenía las visitas de mi prima Mimí salsera neta
del Callao del jirón Libertad y con otras primas Norma, Anita y amistades de la quinta
Santa Cecilia como Marina, Perla etc. empecé a organizar fiestas por fin de
vacaciones era el motivo, pero cada año alquilábamos un toca disco en mueble
fabricado ingeniosamente de madera y parlantes, el mueble de color casi azulino pero
con bastantes discos de carbón long play de la sonora matancera, de Celina y
Reutilio, los compadres, y otros de 45 que se tenía en casa ,etc. Eran unos bailongos
memorables, allí mi prima Mimí me enseñó a bailar salsa hasta que agarre viada.
También me acuerdo de un momento de esparcimiento cuando asistía a la bajada
de reyes con el gran nacimiento que preparaba la buena señora Nico, porque
aprovechaba su negocio que era la venta de cerveza y la fiesta que se armaba eran
buenazas, tantos recuerdos, me viene uno cuando el amigo Pancho que era un
personaje gordito y pelado cuando ya estaba medio mareado a su espalda mi amigo
Lucho Sánchez le jaló la cola al gato de la señora Nico que pegó un brinco arañándole
toda la pelada a Pancho, pasado el susto siguió la fiesta.
Pasó el tiempo y mi padre trajo la noticia de la adquisición de una vivienda en la
urbanización 10 de Junio por los años 1969 me vine a vivir solo como cuidando la
casa que está situada lo que se llamaba avenida Central ahora Pérez Salmón, frente
a la casa habían chacras y había un tubo de fierro fundido más o menos de medio
metro de diámetro donde circulaba agua potable pero había un hoyo en el tubo de
una pulgada aproximadamente donde ingresaba una manguera de plástico, se
absorbía un poco y salía el agua necesaria, donde la vecindad frente a la urbanización
se proveía de agua potable, así que ni modo cargaba con mi balde debido a que como

estaban terminando la construcción no estaba instalado el servicio de agua potable
en la casa y era un problema menor porque lo necesitaba yo solamente porque nadie
más vivía en la cuadra, antes de que finalizara la entrega total de las viviendas, acordé
con los amigos del barrio adelantar la celebración de la inauguración de la casa que
tenía prevista mi padre, así que llegaron en mancha Alfredo, Lucho, Máximo, Marcos,
Rospigliosi, Juan García no me acuerdo si Lalo también estuvo, pero llegó una colecta
de licores desde vino chacra, ron, pisco, anís y guinda además trajeron cigarrillos
Norton, puro etc. Empezamos como cerca de las 6pm. Pero ya en madrugada
sentados en el piso y alumbrado por velas, hablábamos incoherencias, lo cierto es
que algunos terminaron dormidos en la escalera, otros en mi cama entre cruzados al
final fue todo un chiste, pero me dejaron tremendo problema porque la subida al
segundo piso estaba negro rayado con el tabaco del puro, así que el día me lo pase
limpiando la pared y sin ganas de almorzar, pero bueno fueron travesuras de
muchachadas, felizmente mi padre no lo noto, luego a las semanas cuando ya se
formalizó los servicios de luz, agua y alumbrado público mis padres y hermanas se
mudaron a la urbanización y se acondicionó todo para luego en pocos meses
inaugurar la casa con música a todo dar.
De vez en cuando visitaba mi antiguo barrio, pero en la urbanización surgieron nuevas
amistades etarias donde también se practicaba el fulbito y futbol, en corto tiempo se
hizo un club llamado Banfield, también buenos y alegres momentos, pero ya fue
necesario cambiar de rumbo y buscar otras oportunidades de empleo.
CERCA A LA ADULTEZ
Me acuerdo que conseguí trabajar en Fundición Callao allí mi tarea consistía en usar
un tecle para ingresar las tinas de fierro fundido a una cabina hermética que luego de
colocada la tina recibía una lluvia de balines que lo dejaban completamente pulido
luego pasaba a otro proceso hasta terminar en el horneado de la pintura blanca donde
las tinas terminaban relucientes y listas, me acuerdo cuando mi padre tan preocupado
y alegre se daba el tiempo cuando estaba libre de llevarme mi almuerzo cortando
camino por la chacra que salía a la avenida Argentina ese trayecto no duraba más de
cinco minutos y solo teníamos media hora para almorzar en otros momentos era yo
el que corría hasta la casa para almorzar y regresar corriendo nuevamente a la

fábrica, el tiempo reglamentario fue tres meses y de allí salí nuevamente a buscar
trabajo.
Esta vez por la avenida faucett pero más arriba del aeropuerto y frente al grupo aéreo
N° 8 estaba la conocida como planta 10 de Moraveco, allí ingresamos a trabajar mi
gran amigo Juan García y yo en un mes de noviembre de 1973, finalmente logré
quedarme estable y abrir una gama de hechos que cambiaron mi destino.
Primero trabaje en la zona de pulido por corto tiempo donde se tragaba harto polvo
de fierro fundido, luego cuando menos pensé me encargaron manejar el montacargas
para trasladar una máquina de taladro, nunca lo había operado pero salió bien la tarea
encargada entre otras que se derivaron de ello.
Me acuerdo también que por el año 1974 ante la continuidad del gobierno del general
Alvarado estábase por promulgar la ley de las empresas de propiedad social e iban
hacer una exposición en el ministerio de trabajo y ya estando estable y sindicalizado
creí necesario informarme al respecto así que acudí al auditorio del ministerio una
tarde completamente solo porque era mi forma de actuar, claro al inicio parecía todo
interesante una ley así, pero luego ya en la práctica se fue decantando porque las
pocas empresas que se lograron convertir en esa razón social no funcionó
simplemente porque la sindicalización confundía los deberes y derechos dentro de
una empresa y todos se sentían dueños con mucha indisciplina, por lo que no había
primero formación o capacitación para respetar su rol como trabajador de la empresa,
ello condujo al fracaso normativo.
Luego continuando con mis trabajos en Moraveco se empezó a instalar máquinas en
una zona conocida como matricería, llegó un técnico Suizo que me reclutó para que
trabaje con él, era un personaje muy técnico, práctico y puntual su nombre era Eberle
Eberhard para esto yo años antes había logrado estudiar algo de dibujo técnico y
sabía usar el calibrador, hecho que me sirvió porque esta persona me enseñó a usar
elementalmente un torno paralelo refrentando discos de fierro cuando se requería,
luego usar una prensa hidráulica que cortaba y doblaba partes de la planchas que se
usaba para las famosas refrigeradoras de Moraveco entre otros trabajos, luego me
enseño a usar una fresadora múltiple de más o menos 6 metros de largo por uno y
medio de ancho esta máquina además de fresar piezas también se hacía trabajos

de rectificado y hasta de cepillado, me acuerdo que había un bloque magnético donde
se fijaba las bases de las planchas eléctricas que era de fierro fundido y había que
fresarlas y rectificarlas.
Luego se empezó a instalar diversas maquinarias de matricería en la zona y se cercó
toda el área, luego trajeron a buenos técnicos matriceros de otras plantas de
Moraveco y esa zona se convirtió en el área de matricería conocida como zona 1, al
lado había una zona de creación de prototipos, el trabajo era muy dinámico, pero el
señor Eberle me jaló hacer un área de seguimiento de matrices en la parte exterior
de la oficina, lo que facilitó mi buena amistad con todos los técnicos.
Ya cuando se retiró el técnico suizo luego de haber dado incluso capacitaciones para
el personal que por cierto siempre se les actualizaba con diversos especialistas
técnicos, continué haciendo dicha labor, hasta que ingresaron otros ingenieros, pero
fue el ingeniero Barbieri con quien tuve problemas debido a que ya siendo estable y
los compañeros de matricería acordamos formar una asociación de ayuda mutua para
la zona 1 que consistía en brindar préstamos por necesidades de enfermedad, etc. Y
para esto organizamos el primer festival deportivo de campeonato de salsa y partidos
de futbol y venta de comida cerveza que lo realizamos en Frenosa empresa que
estaba al costado y en esos años tenía un excelente campo de futbol y suficiente
espacio para hacer dicha actividad, fue tal el impacto y el éxito que asistió casi todo
el personal de la planta 10, parece ello motivó para que el ingeniero Barbieri me viera
como un revoltoso sindicalista, tuvimos tantas confrontaciones hasta que me cambió
al área de inyección de piezas y cromado.
Allí fue a visitarme el ingeniero Barbieri para burlarse porque estaba en una sala de
mesa larga para reuniones y me dijo: “esta será tu sala cibernética”, completamente
solo mirando las cuatro paredes y la gerencia del ingeniero Rojas, se me asignó
recoger el informe de la producción de las diversas máquinas de inyección, recordaba
lo que me dijo Barbieri, estás en tu zona cibernética burlonamente, mientras todos los
ingenieros de esa zona estaban ocupados en sus tareas y yo tenía que recoger los
informes producidos en el área de inyectado, me dije, puedo hacer algo más y la
palabra cibernética avivó mi imaginación, para esto yo estaba ya estudiando
Relaciones Industriales en un instituto ITAE donde tocaba cierta noción estadística,
así que ni corto ni perezoso me fui a una librería por el jirón de la unión en Lima y me
compre un libro elemental de estadística, encontré la fórmula que buscaba para sacar

la media productiva y empecé hacer estadística del rendimiento de cada máquina
inyectora y tenía ya el promedio mensual, solicité papel milimétrico al almacén
principal y mediante unas coordenadas cartesianas presente el rendimiento diario de
cada máquina y su promedio mensual, esto impactó de dos manera, primero fue de
tanta utilidad que traía a mi llamada oficina cibernética a técnicos y gerentes de otras
empresas para evaluar los diversos pedidos mientras que por otro los ingenieros de
la zona decían que eso cualquiera lo puede hacer que no es nada de otro mundo,
pero lo cierto es que ellos tenían años trabajando allí y nadie lo hizo, finalmente fue
novedoso y útil para la empresa.
Luego que me aburrí, hablé con el supervisor de tornos paralelos de matricería el
amigo Ángel García para que me avise si se desocupa un torno me dé la opción de
regresar dado que ya Barbieri se fue de la empresa y había ingresado creo el técnico
Ítalo Vásquez, informado de una vacante inmediatamente hice mi memorándum de
traslado y lo hice firmar al ingeniero Rojas gerente de cromado, inyección y otros,
luego me fui a la gerencia general donde el ingeniero Shaw o algo así, no me acuerdo
exactamente su apellido para solicitarle su firma para mi traslado por petición del
ingeniero Rojas que era en realidad un chamullo de ida y vuelta, pero logrado las dos
firmas hice lo mismo con el técnico de matricería y llevé el memorándum a la oficina
de personal para formalizar todo ello, así di la noticia al supervisor de tornos y me dijo
“te doy una semana para que aprendas, sino lo sentiré bastante pero tendré que
retirarte”, ok le dije acepte el reto y en 5 días ya estaba dominando el trabajo básico
de precisión, basto mirar primero como operar la máquina, sabía usar el calibrador,
sabía leer plano de diseño de piezas , aprendí rápido el afilado básico de las cuchillas
y me quedé hasta el final que más adelante comentaré cuando ocurrieron otros
sucesos en mi vida personal y en la propia empresa, así lograba que todo sea posible
venciendo retos en el día a día.
Vale mucho a veces ser empírico, pero muy observador, porque me ayudó al no
poder haberme especializado como tornero ya que me encontraba terminando mis
estudios de RRII, pero era urgente procesar diversos trabajos con diferentes
materiales por ello haciendo una especie de benchmarking donde observaba,
aprendía y adaptaba lo que los más experimentados hacían, me permitió en corto
tiempo poder desenvolverme acertadamente, así logre permanecer en dicho puesto,

también es necesario reconocer que no fue sencillo adaptarme por circunstancias que
pudieron generar accidente de trabajo, dos muy marcadas pero que me enseñaron a
ser preventivo antes de procesar una pieza, la primera ocurrió cuando torneaba un
eje de cobre de 3/8” que tenía un largo de más de un metro que pasaba la dimensión
del agujero donde se sujetaba la pieza en el cabezal del torno y esa pieza se operaba
a alta velocidad doblándose la parte sobrante, por desconocimiento cuando menos
pensé había un trabajador eventual que estaba a escasos centímetros del látigo que
se formó y que pudo haberle reventado la cabeza, por suerte frené y me acuerdo que
fue tal el susto que no reaccionaba, felizmente un gran amigo Vidal Prieto se me
acercó y pidió me calmara, luego terminé dicha pieza pero fue una gran experiencia
que gané, otro ya fue producto de uno de mis amigos torneros ya que allí había como
8 tornos y el compañero Cesar Cuellar que operaba detrás de mí mientras montaba
una pieza excéntrica que requería velocidad moderada, este amigo para mofarse
había subido a toda velocidad el torno, con una broma así, sin percatarse que hasta
casi se voltea el torno porque la pieza excéntrica jalaba balanceando todo el torno y
me eché encima de la máquina para evitarlo y no pensando que los ejes roscados
propios del torno también se movían a alta velocidad que pudieron haberme
arrastrado a tener un accidente personal mayor, así otros casos menores pero fue
enseñando que antes de operar una máquina primero era revisar si todo estaba ok,
ser más cauteloso y preventivo.
Un aspecto personal que forma parte de mi vida es que tenía mucha curiosidad por
informarme de los sucesos políticos, este tema no lo comentaba con nadie, además
estando sindicalizado y lo primero que escuchaba era la parte reivindicativa para los
trabajadores, la lucha de clases, casi todos los dirigentes que tuvieron a cargo el
sindicato tenían un concepto claro del tipo de izquierda que defendían, pero al margen
de ello, cuando se trataba de una negociación colectiva o se decidiese por una
paralización o huelga general, casi en su totalidad éramos disciplinados para
sumarnos al reclamo respectivo; por los años 1980 apareció izquierda unida y me
atrajo la curiosidad de conocer de cerca cómo funcionaba esa fusión de partidos de
izquierda, hice lo de siempre movilizarme solo, luego que salía del trabajo y antes de
que anochezca iba completamente solo sin decir nada a nadie visitaba a las diversas
organizaciones de izquierda sin tomar en cuenta si eran comunistas, socialistas o
trotskistas, visite al Partido Socialista Revolucionario, Partido Comunista

Revolucionario, Frente Obrero campesino estudiantil y popular, Unión de izquierda
Revolucionaria, Partido Unificado Mariateguista etc., llegaba cuando tenían
reuniones abiertas simplemente para observar sus debates ideológicos, donde todo
era copia de Rusia o China y se veía quien dominaba más esos conceptos, incluso
me adhería a las marchas sin importar de quien llevaba la bandera o pancarta, así me
encontré una vez que en plena plaza 2 de Mayo una noche se enfrascaron en ataques
entre la propia izquierda donde incluso el destino no quiso que estando sujetando una
pancarta me cayera una piedra de cerca de 15 centímetros de diámetro que removió
la pancarta golpeando el centro de ella que estaba sujeto por una madera gruesa que
impidió me destrozaran la cabeza, en otras resultaba corriendo para evitar el rochabus
o policía nos capturase, en fin así pase quizá un par de años sin sentirme atraído
particularmente por alguno de ellos.
Luego de haberme casado y viviendo en San Martín de Porras mi suegra ya difunta,
me solicitó que siguiese el proceso de los títulos de propiedad que se gestionarían en
una organización de vecinos de la cuarta zona, circundante a la vivienda, cumplí con
ese cometido y empecé a sugerir en las reuniones alguna de las formas para
organizar dichas propuestas, ciertamente yo recién conocía a los vecinos de la zona
pero no sabía que dentro de ellos se estaba gestando la formación de una base de
Izquierda Unida, llegó el momento en que me hicieron la invitación y resultó ser una
base de izquierda unida donde en mayoría eran independientes como yo y en minoría
representantes de alguna organización política de izquierda, la verdad ello modificó
todo mi sistema de vida porque me vi involucrado ya que me nombraron responsable
político de esa base para acompañar en la campaña presidencial de Izquierda Unida
del Dr. Alfonso Barrantes, se hicieron eventos para recaudar fondos en un local que
se logró conseguir en la Av. Perú.
En ese trayecto de campaña llegó un sobrino del Dr. Barrantes, nos hicimos muy
amigos, al poco tiempo fui invitado junto con otros jóvenes de la base para ir a la
urbanización Capullana en Surco donde estaba la casa del Dr. Barrantes, pude
conocerlo personalmente y nos reuníamos con frecuencia en su casa donde nos
enseñaba el concepto de izquierda que tenía, la importancia de mirar el mundo por
los cambios sociales, científicos y técnicos que nos diferenciaba abismalmente , la
importancia de actuar con valores, además de ello disfrutar de sus bromas u
ocurrencias cuando daba alguna charla y la verdad terminábamos cerca de la una de
la mañana y antes de salir nos daba una copita de cañazo decía era para el frío, jajaja,

llegaba a la casa como algo más de dos de la mañana, descansar un ratito e
inmediatamente irme a mi trabajo, nunca comente este hecho con mis compañeros
de trabajo, allí simplemente cumplía con mi labor de tornero, fue una grata experiencia
conocer a tan destacado político de los que hay muy poco.
Jamás imagine que todas esas experiencias, más los estudios que llevaba me
servirían en algún momento, porque cuando menos imaginé, los dirigentes sindicales
por el año 1981 se me acercaron y me informaron que se estaba formando una
cooperativa y me pidieron que postulara, pero esta cooperativa era de obreros y
empleados, por lo novedoso acepté postular y resulta que el 30 de Mayo de 1981
salí elegido por tres años que era el voto máximo luego otros por dos y un año,
quedando el Consejo de Administración conformado como presidente Romulo
Tineira, Vicepresidente Héctor Bardales, Secretario Arsenio Casas, 1er.vocal Efraín
Lévano, 2do. Vocal Ricardo Serquén, 1er. Suplente Amador Fonseca, 2do. Suplente
Humberto Carhuancho.
El Consejo de Vigilancia: Presidente Raúl Panana, Secretario Juan Burgos, Vocal
Juan Arzapalo, Suplente Juan Ugaz.
Y el Comité de Educación como presidente Enrique Arteaga, secretario Emiliano
Córdova, Vocal Rogelio Dávila suplente Jesús Quiquia, la cooperativa logró su
inscripción jurídica en 1982.
Cuando se hizo la mesa de instalación para formar el Consejo de Administración
primero y luego el Consejo de Vigilancia y seguidamente el Comité de Educación en
todos estaba integrado por obreros y empleados, ciertamente habían empleados con
buena formación profesional, pero al asumir como presidente del consejo, observaba
que había alguno de los empleados se sentían inconforme, pero asumí el reto y nos
entregaron una hoja de conformidad y con ello se empezó armar la empresa, bueno
como ya tenía mi estudio de RRII me servía para proyectar la organización, primero
recibimos capacitación de la base jurídica y su sistema organizacional. La cooperativa
era de servicios múltiples de los trabajadores de Moraveco, felizmente el sindicato de
empleados nos cedió un ambiente de su local que estaba a metros de la plaza dos de
mayo en lima y lo implementamos con lo básico incluido una mesa de reuniones, así
que investigando y visitando entidades bancarias y cooperativas obtuve formularios
que nos sirvieron para diseñar y adaptar todo el sistema administrativo, luego

contratamos a un contador y de parte de la cooperativa contamos con un empleado
que asumió como gerente de la cooperativa, hasta allí todo iba bien y teníamos que
realizar una primera asamblea ordinaria donde presentaríamos las actividades a
desarrollar, pero observando que por los años 80 existía un malestar porque había
una diferencia marcada entre obreros y empleados donde supuestamente los obreros
eran los menos preparados o cultos, para ello coordine con los consejeros y cada uno
asumiría responsabilidades para absolver en la asamblea así todos se prepararon
muy bien, mientras yo creí necesario sorprenderlos para equilibrar el respeto para con
el consejo de administración, así que diseñé una trampita, primero fui a la biblioteca
nacional de Lima y me pedí el diccionario de la real academia de la lengua española
donde estaba las formas de escribir la palabra CARNET y había una que
permitía se escriba como CARNÉ con la salvedad de que si se escribe en mayúscula
no lleva tilde o acento, entonces antes de la asamblea hice impriman este documento
y le entreguen a todos los socios, para esto quedé con el consejo que ante cualquier
reclamo al respecto yo lo absolvería.
Efectivamente en plena asamblea no falto un empleado que a gritos se desgañotaba
diciendo que era una vergüenza tener un documento así en una empresa como
Moraveco de reconocido prestigio, bueno al final hice la aclaración respectiva hasta
le di la página donde podía comprobar y no sabía dónde esconder la cara aquel que
insultó, pero se logró algo mayor, un acercamiento entre obreros y empleados, se
acortó la diferencia y permitió hacer más llevadera toda la administración y brindar
los servicios necesarios, luego del segundo año me retire porque debía priorizar
algunos aspectos personales, pero quedo en funcionamiento.
Iba corriendo el tiempo y se iba presentando diversos conflictos laborales es
importante resaltar que el sindicato obrero de Moraveco era muy sólido y fuerte, muy
clasista y los afiliados éramos muy disciplinados y organizados cuando se trataba de
enfrentar a la empresa por sus graves errores, yo estaba afiliado no era un asiduo
sindicalista pero si sentía la agresión y abusos de la empresa para evadir ciertos
acuerdos laborales y por cierto sin proponérmelo iba aprendiendo las estrategias de
lucha sindical, cumplía con las huelgas y acuerdos del sindicato, ya más tranquilo y
solucionado mi problema personal me invitaron a postular a las elecciones de la
“comunidad industrial” así que tuve que asumir mi rol como candidato a la presidencia
y sin pensar ya estaba parado en una silla del comedor para con oratoria proponer

me apoyen, si bien no logré ganar pero sembró un bichito sindical que valgan
verdades no sabía lo tenía.
Corría el tiempo y se agudizaban los contratos de la empresa, salir de la línea blanca
y embarcarnos en el ensamble de buses donde había una competencia muy fuerte
en el área de transporte con empresas transnacionales fue decayendo desde mi
percepción las diversas líneas productivas y se ingresó a un proceso de crisis donde
llegaba poco trabajo para maquinar y en ese lapso contraje matrimonio así que como
había poco sobretiempo prácticamente tuve que convertir mi torno donde operaba los
trabajos en una tienda de servicios y más aún la zona de matricería contaba con una
refrigeradora Moraveco así que coordinando desde la casa donde vivía con mi esposa
empezamos a preparar jugos de papaya, maracuyá, guanábana, fresa, etc. Y
preparaba sándwiches de lomito, pejerrey, sangrecita picada picante, palta, etc. todo
lo llevaba en más de una maleta cargando damajuanas con los diversos jugos y
bolsas o taper con los sándwiches.
Tanto fue el éxito en esos momentos que superaba lo que lograba haciendo
sobretiempo, llegó un momento que hacía delivery llevando a las gerencias, la verdad
tenía tal tolerancia o consentimiento que ningún jefe me recriminaba, claro cuando
llegaba trabajo de inmediato guardaba todo para cumplir con mi trabajo.
La verdad este entusiasmo me duro poco tiempo porque se fue acentuando la noticia
que la empresa sería transferida a las fuerzas armadas, no tengo la fecha precisa
pero creo fue un 5 de Julio o Agosto de 1984 en que a todo el personal nos enviaron
a nuestras casas y que saldría una relación detallando adonde deberíamos
presentarnos para continuar en nuestro puesto de trabajo.
Desde luego produjo confrontaciones internas entre los trabajadores sindicalizados
por no haber previsto esto, pero finalmente había una relación del personal que nos
quedaríamos en la planta 10, mientras se notaba que los compañeros elegidos como
problemáticos o sindicalistas fueron enviados a la planta de la avenida Venezuela
creo era la planta 3, la verdad fue sorprendente ver que la empresa había sido
transferido a ETRAMSA o equipos y transportes militares donde el accionariado era
compartido por las fuerzas militares aérea, marítima y terrestre.
Lógicamente los militares confundidos creyendo que a nosotros se nos había
transferido como asimilados a la fuerzas armadas, nos vigilaban con soldados
armados y ya no me permitieron seguir llevando mis jugos y sándwiches.

Luego ante el malestar y protestas denunciamos que nuestros derechos laborales
habían sido conculcados o quebrantados, debido que había beneficios generados por
pactos colectivos tanto de obreros como de empleados y dentro de la propia norma
se especificaba que continuaríamos con los derechos ganados. Los militares se
mostraron reticentes y abusivos, esto dio lugar a que la solución sería unir a los
obreros y empleados para defendernos, 1984 a pocos meses de nacida mi hija y en
asamblea general donde estaban todos los trabajadores de las otras plantas y el
personal de la planta 10 se recomendó formar un sindicato esta vez de los
TRABAJADORES DE ETRAMSA, cuando menos pensé ya se habían puesto
previamente de acuerdo y de un empujón que me dieron me pusieron adelante y sin
más opción, simplemente aprobaron por mayoría que me encargue de la conducción,
junto conmigo salió también elegido Adrián Medina Puma, Carlos Montenegro entre
otros grandes amigos como Rogelio Dávila, a partir de allí cambió el sentido de mi
vida porque debía confrontar con los militares y coordinar con el sindicato base de
Moraveco, más aun que en el país había el fuerte terrorismo de sendero luminoso y
del mrta, así que había que caminar con mucho cuidado y tino.
Para esto nos pusimos de acuerdo mi amigo Adrián Medina y yo para hacer el papel
de bueno o dialogante y el malo que no aceptaba las propuestas, la verdad que fue
toda una experiencia increíble, lamentablemente fueron tan insulsas las decisiones
de la administración militar que nos llamaban a negociar y traían a un abogado con
las disculpas del caso muy inocentón o poca experiencia, para esto teníamos un
dominio de la legislación laboral y de los derechos conculcados que el abogado no
nos aguantaba y todo terminaba en nada, me acuerdo incluso que con papelitos
recortados donde indicaba todo el proceso de reclamación y acciones que haríamos
lo dejaba en la mesa de negociación como advirtiéndoles de que si no hay solución
ese sería los pasos que daríamos, y efectivamente lo cumplíamos.
Al ver los militares que no podían encontrar solución apelaron a trabajarnos al susto,
así que los vigilantes eran los chismosos que nos adelantaban que seriamos
apresados y nos obligarían a fabricar juguetes como en Lurigancho, efectivamente
cuando llegábamos a la planta , marcábamos tarjeta, nos reunían al grupo
mencionado y nos conducían a un almacén en desuso, nos hacían pasar y nos
echaban candado, así que me acordé lo que hice de colegial y traje periódicos así

que todos nos echábamos a leer, por momentos aparecían los militares a ver que
hacíamos y nos decían que porque no ordenábamos ese lugar, mi respuesta era muy
sutil, le decía que estábamos esperando que llegue la maquinaria para fabricar
juguetes igual que Lurigancho, la verdad, al cuarto día, fecha de pago se vieron en la
obligación de soltarnos justo a la hora de pago, salimos levantamos los brazos y todos
los trabajadores al unísono aplaudieron nuestro retorno, así que efectivamente
regresamos a nuestro lugar de trabajo, aunque presionados y al seguir
desconociendo el derecho de los trabajadores decidimos irnos a una huelga general
indefinida que valgan verdades se prolongó por tres meses.
Jamás olvidare la indignación de la clase trabajadora para resistir tal sacrificio, la
combinación entre el sindicato de Moraveco y Etramsa fue sólido pues era la misma
raíz, nunca olvidaré tres aspectos de la lucha, cuando nos encerramos en el congreso
en uno de los salones creo era de lectura, pero lo cierto fue gracioso ver como un
miembro de seguridad como James Bond se tiro por una de las ventanas al salón
que habíamos tomado, lo recibimos y lo sentamos con otras personas que habían allí,
no encontraban la llave para abrir los salones y es que era el James Bond quien tenía
las llaves jajajjaja, luego salimos por petición de dos congresistas que dijeron nos
respaldarían.
La verdad los políticos que conocí de izquierda eran muy sectarios por esos años
valoraban sus orígenes doctrinarios, consideraban que las recetas ideológicas de
Rusia o China eran irrebatibles y como condición común debía ser uno militante de
alguna de esas organizaciones para que presten la atención debida, podían estarse
horas fundamentando sus posiciones y es la razón por lo que la izquierda nunca pudo
ser una fuerza sólida, las veces que tuve que acercarme a alguno de estos
congresistas fuera de Manuel Cortez y Manuel Dammert, para solicitarle se
solidaricen y brinden su apoyo, simplemente fumando sus cigarros importados del
imperialismo allí no había autocrítica a sus costumbres pitucas nos miraban de reojo
y despectivamente sin escucharnos seguían en sus supuestas tareas ignorándonos,
lo cierto es que si no era militante de su partido poco les importaba apoyar a los
trabajadores, diferente era si estaba la prensa, allí si brotaba su atención, el único que
nos apoyó plenamente es mi difunto amigo Manuel Cortez Fernández y lo respaldaba
Manuel Dammert también ahora difunto por el COVID 19, ellos nunca impusieron su
doctrina partidaria, nos trataban como trabajadores en conflicto, esto obedece a que
el compañero Cortez había sido dirigente sindical de la siderúrgica de Chimbote y era

dirigente de la CGTP, fue una amistad que lo conservamos por años luego de la
experiencia sindical vivida, pero si me permitió conocer dentro de los pasadizos del
congreso la demagogia o el cinismo de casi todas las organizaciones políticas que
tenían representación congresal, todo era teatro preparado para agitar la prensa en
búsqueda de primicias, sin pensar en el daño sicosocial que ocasionaban en la
ciudadanía, porque no se miraba el futuro ni las consecuencias que se viene
arrastrando por el desorden estructural y socio económico generado, tanto los que
gobernaban como los que eran de oposición más se preocupaban de soluciones
coyunturales o en atacarse unos a otros.
Como la lucha se extendió el compañero Fidel Pérez y Rogelio Dávila decidieron
tomar el convento de Santo Domingo para declararse en huelga de hambre para ello
llevaron un candado y se encerraron en uno de los salones del convento, a mí no se
me permitió porque tenía la tarea de continuar las negociaciones con ETRAMSA,
esta fase de la lucha se prolongó casi por un mes o algo más, como no había señales
de solución estos amigos se declararon el huelga seca dándome el mensaje que no
ingerirían agua ni nada poniendo en riesgo mayor sus vidas para ello escondieron la
llave del candado, esto precipitó mi diálogo con el ministro de economía Alva Castro,
para esto tuve que molestar al compañero Manuel Cortez para que me haga ingresar
a la presidencia del congreso donde estaba Luis Negreiros presidente del congreso
en 1985 y Alva castro a quien le pedí de solución o mensaje de diálogo al respecto
para informarle a los compañeros que están en huelga seca, negándose a mi petición
no me quedo otra cosa que subir a las galerías del segundo piso donde ya estaban
sentados un grupo aguerrido de los trabajadores de Etramsa y Moraveco, la prensa
como siempre quiere tener primicias me siguió así que me paré detrás de uno de los
reflectores y esperé a que el congresista Negreiros abriera la sesión como presidente,
autorizando al ministro de economía Alva Castro diera su informe de su visita a SEUL,
espere primero pase su primera página y antes de continuar empecé a lanzar gritos
de ¡solución a los problemas laborales de Moraveco! que era la raíz del problema y
todos los trabajadores al unísono gritaban MORAVECO SOLUCIÓN, MORAVECO
SOLUCIÓN, así que al ver que los gorilas del congreso venían a capturarme los
trabajadores todos agarrados de la cintura como cadena no permitían que en el
forcejeo me llevaran, en eso se percataron los congresistas de izquierda y subieron
rápidamente a evitar tal hecho, fue todo un laberinto que se armó por unos quince

minutos que la televisión, radio, prensa transmitió tal acontecimiento, me acuerdo que
el diputado José Luis Alvarado gritó a los gorilas que me suelten y me dijo agárrate
de mi hombro y camina conmigo, toda una fila de diputados veían que todos los
trabajadores de Etramsa y Moraveco saliésemos bien del palacio legislativo, en ese
lapso el ministro de economía nos invitó para reunirnos al día siguiente al medio día
a su despacho a dialogar, prácticamente fue a un almuerzo adonde nos acompañó el
compañero diputado Manuel Cortez, en el camino aviso a Vladimiro Begazo y Javier
Diez Canseco, la verdad fue un almuerzo a lo ministro todo de primera, luego dijo que
apoyaría a impulsar la solución, claro como siempre fueron palabras declarativas,
luego de esa reunión y levantada la huelga de hambre retornamos al trabajo, pero ya
se nos trataba con mayor respeto.
En todo ese proceso de lucha me obligó hablar a veces acompañado por el
compañero Manuel Cortez con el ministro de trabajo Carlos Blancas, con el ministro
de justicia Luis Gonzales Posada, con el ministro de economía Luis Alva castro
tratando de que puedan encaminar soluciones, preferían dejarnos en el limbo nadie
quería tratar con las fuerzas armadas que eran los accionistas de Etramsa, en una de
esas ocasiones me invitó el general de división Sinesio Jarama para que vaya al
ministerio de guerra, la cual acepte y me invito a su despacho mientras tomábamos
cafecito el general estaba con todo un floro a pesar que insistía en que deberían
respetar nuestros derechos laborales, el insistía que no era necesario para ello hacer
una huelga, tenía tal desconocimiento o terquedad de militar para no reconocer sus
errores por el maltrato a civiles, al final me agarró del hombro, me abrazo y me dijo
que esperaba que yo ingrese con todos los trabajadores a laborar, que quería verme
con mi mameluco de trabajo, un general que nunca piso la planta de Etramsa e
ignoraba la realidad de las cosas, efectivamente al informar a los trabajadores el
suceso al día siguiente, para esto, ya se tenía programado una marcha por toda la
avenida faucett hasta el aeropuerto donde fuimos repelidos y tuvimos que evitar el
enfrentamiento tomando diferentes direcciones, esa fue una de las tantas respuestas
del disciplinado comportamiento de los ex trabajadores de Moraveco.
No puedo olvidar la forma como se nos seguía en las calles tanto por soldados
vestidos de civiles y su corte de pelo característico, como por miembros del servicio
de inteligencia, porque como nos encontrábamos al centro de dos fuegos el de los
militares frente a las acciones terroristas de sendero luminoso como del mrta,

buscaban lógicamente la mínima sospecha para poder culparnos seguramente.
Había todo un servicio de inteligencia dícese que nos seguía, así que teníamos que
con frecuencia bajar y subir rápidamente a diferentes carros para viajar tranquilos, se
les detectaba porque inteligentemente sacaban sus credenciales que nadita
notábamos, pero bueno fue así como vivíamos al filo de la navaja, en esa tensión ya
acostumbrada, incluso hasta en mi base de izquierda unida se aparecían como civiles
pero al no ver nada raro luego dejaban de venir.
En ese lapso Adrián Medina había salido de vacaciones y los militares buscando
siempre algunos pretextos detuvieron a algunos trabajadores del almacén principal
acusándolos de robo, ello me indigno así que me subí arriba de un chasis y llame a
los trabajadores donde acudieron obreros estables y eventuales los lleve al patio
donde estaba la gerencia general y tomada la planta hice a gritos un reclamo para
que liberen a los trabajadores, no faltaba un miembro de seguridad que filmaba todo
lo que hacíamos, se logró el cometido de liberación, pero también se terminó mi
estabilidad laboral y la de algunos dirigentes que me acompañaron en ese reclamo,
allí terminó mi relación con ETRAMSA y todo paso a la historia, luego cuando ya
retorno el amigo Medina continuó al mando de esta.
Luego de esa experiencia pase a trabajar a FRENOSA en la avenida Bocanegra,
donde estuve por algunos años, la empresa queda justo al lado de Etramsa lo que es
ahora el Gobierno Regional del Callao, continué como tornero de precisión, logré
nuevas amistades pero el taller donde operaba matricería hacía turnos rotativos de la
que no tenía costumbre pero ni modo me adapte, se procesaba piezas de fierro
fundido, como moldes para los discos de frenos de diferentes dimensiones, etc.
Conforme pasamos a las amanecidas surgió lo inesperado, entre descanso y
descanso me informaron que allí penaban, creo de 12 a 1 de la mañana era la hora
de descanso y se apagaban todas las luces, vaya que si pase tremenda experiencia,
veía a unos de los compañeros trabajadores, era un fresador que paraba nervioso y
fumando como loco en esa hora buscaba con quien conversar y acompañarse, otros
tendíamos cartones al piso para tratar de descansar un poco, pero luego cuando
había un silencio absoluto sentíamos que arrastraban cadenas, hasta allí tolerable,
pero hubo otras ocasiones que algunos se echaban a descansar en sus cartones y
se quedaban dormidos y aparecían en otros lugares distantes de donde se había

echado, otro caso curioso y causó mucha risa es que nosotros teníamos un casillero
donde nos cambiábamos y alguno de ellos se echó a dormir allí pero cuando menos
pensamos mi gran amigo Antonio Huamanchaqui tiro la puerta del casillero y corría
desesperado porque decía un toro lo perseguía, otros sentían que el cartón con el
que a veces se cubrían la cara era presionado contra él y desesperados
reaccionaban, no fui la excepción sentí que me sacudían contra el suelo como
golpeándome así que solo me quedo requintar y abrir los brazos como votando a
quien me atacaba.
Por lo general se quedaban en promedio 5 personas por amanecida, pero en otro
momento mi amigo Huamanchaqui experto tornero había diseñado un disco base
que permitía trabajar en producción piezas excéntricas en este caso se trataba de
unos cigüeñales de fierro fundido que lo traían de Brasil y tenía un ajuste de alta
precisión, para esto los dos operábamos el mismo torno por lo tanto yo tenía también
que procesar esos cigüeñales en turno rotativo y por casualidad me toco turno de
amanecida completamente solo, así que ni modo trabajo era trabajo, pero mientras
estaba la luz prendida no había problema con lo que penaban, pero cuando llegó la
hora de descanso sentía un frío helado que pasaba por mi lado así que atine a
ingresar a la oficina del jefe que estaba abierto y encendí las luces de la oficina, así
pude resistir la forma como fastidiaban esas almas que penaban, pero cumplí con mi
trabajo.
Conforme avanzó el tiempo, sentí cierto resentimiento de mi salud pues me provocaba
mucha mucosidad, aunque restaba importancia llegó el momento que concluyó el
contrato y fui nuevamente en búsqueda de otra empresa.
De allí fui a trabajar a MATRIX también una empresa de matricería y continué como
tornero de precisión, era un torno viejito de tres metros de largo aproximadamente,
allí también me quede por algunos años, era de un solo turno y con sobretiempo de
cuando en cuando, en esa empresa me encontré con algunas amistades con quien
trabajamos en FRENOSA, allí se procesaban moldes para productos de plástico.
Conforme avanzaba el tiempo mi salud se iba deteriorando más donde la mucosidad
era imparable y además de esto me producía una agitación que complicaba mi
respiración normal, hasta que llegó un momento en que por necesidad de trabajo y
estando el tornero que operaba una de las máquinas más grande que había en ese
momento en descanso médico porque había sido operado de la rodilla, me pidieron

que operara las dos máquinas , el torno más grande requería que me subiese a un
taburete para montar el molde de la caja de la cerveza Margarito en que se iniciaba
el proceso, el cabezal de ese torno tendría algo más de un metro y para centrar la
parte que se tenía que operar el trabajo requería hacer una fuerza más de lo normal,
ayudado por un tecle que sujetaba esta enorme pieza del molde, pero venían
constantemente aun haciendo ese trabajo de montaje para que trabaje una pieza en
el torno que tenía a cargo, esto obligaba a que tenía que lanzarme desde el taburete
del torno grande al piso y correr hacer el trabajo solicitado, todo ello precipitó el
agravamiento de mi salud, cuando llegó la hora de refrigerio caminaba lentamente al
lugar donde percibíamos los alimentos, en realidad no podía ingerir la comida, me
ahogaba y lo único que atine es ir a la oficina de personal para que me den permiso
para irme de emergencia al seguro de salud, la verdad entre regañadientes me dieron
el permiso, para llegar a la puerta de calle caminaba más lento que una tortuga,
cuando ya estaba llegando aparece el gerente de planta y noto que uno de mis
compañeros de apellido Mamani corrió a pedirle al ingeniero que me llevaran de
emergencia al seguro, lo primero que escuché y en voz alta responder el ingeniero
que “tenía cosas más importantes que hacer”.
Esa secuencia me impacto y ya en la calle empecé a caminar lentamente media
cuadra, quizá habré demorado unos 10 minutos donde estaba el paradero de la línea
48 que eran buses de color amarillo que justo pasaban por el hospital del empleado
o Rebagliati, me fui con mi mandil de trabajo, cuando llegué a emergencia
inmediatamente me llevaron a nebulizarme, en ese lapso me puse a pensar que años
trabajando, habiendo pasado toda esa historia sindical, que siendo responsable con
mi trabajo veo que hay tipos que valoran más lo material que la condición humana,
para ello como presintiendo había implementado la venta de casette musicales con el
apoyo de una sobrina que se había ubicado en la cuadra tres de la avenida Sáenz
Peña y que lo tenía a cargo, además de ello pensaba en mi familia y de que servía
ser responsable con el trabajo cuando les interesa un pepino la vida de un trabajador,
una vez recuperado en algo mi respiración normal fui decidido renunciar a la empresa,
así que le dije al jefe de personal y al atorrante gerente, mi decisión y le dejé todo
plantado, agarré mis cosas personales y me retire diciéndoles solamente que
esperaba cumplan con la liquidación que me corresponde, esto sucedió en 1994.

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