2. • Josué le presentó dos opciones al pueblo, o servían a dioses
paganos y ajenos o al Señor, tal como él había decidido hacerlo.
• Recordemos que él era el líder, el ungido para ganar la Tierra
Prometida y además, demostró que era sacerdote de su casa.
• Tenía grandes responsabilidades, pero no descuidaba su familia.
Decir que decidimos servir a Dios junto a la familia, no se trata de
confesarlo como palabras mágicas, sino asumir el compromiso de
emprender un camino difícil pero bendecido. Todos queremos un
hogar feliz y próspero, pero primero debemos decidir hacer lo
correcto.
3. • No es fácil, ni para los hijos hacerlo ni para los padres
iniciarlo.
• En casa, nuestra familia sabe quiénes somos y cuál es
nuestra realidad, no podemos engañarles o decirles
mentiras porque conocen nuestra conducta y reacciones.
• Esto nos compromete todavía más a un cambio real.
• Las cosas no cambiarán de la noche a la mañana, pero es
importante cerrar las puertas al mal.
4. • La promesa del Salmo 1:1-3 es que serás como árbol fuerte
que está plantado cerca de aguas que te dan vida, es decir
que no morirás, permanecerás y te sostendrás aunque
vengan momentos difíciles.
• Nuestros hijos y nuestro hogar son oportunidades para
plantar buena semilla, son ríos que pueden alimentarnos,
pero también derribarnos con el ímpetu de sus aguas.
• Todo depende de la fortaleza que tengas, unido al Señor y
Su Palaba que te da vida.
5. • Es necesario temer a Dios, lo que no significa tenerle
miedo, sino relacionarse con Él, estar convencidos que
es nuestro Padre y nuestro Dios a quien amamos,
respetamos y servimos.
• El Salmo 128:1-3 nos habla de dos plantas significativas
en la Biblia:
• La vid que produce las uvas y el olivo que produce las
aceitunas.
• Estas son dos figuras que ejemplifican la bendición y
abundancia y se utilizan mucho en la Palabra para dar a
entender lo que Dios desea para nosotros.
• El olivo también es símbolo de paz. Por eso forma
parte de la bandera de las Naciones Unidas. Además,
representa sabiduría, inteligencia, poder y longevidad.
6. • Entonces, el Salmo 128 nos dice que los hijos serán como
olivos alrededor de la mesa porque de hecho, esta planta
genera retoños en la base de su tronco que se trasplantan.
• Sabemos que el fruto del olivo es la aceituna, pero para
producir otro olivo no basta con sembrar la semilla.
• Al hacerlo, crecerá una planta que se llama acebuche que
no produce olivos, ya que es un arbusto silvestre de menor
calidad.
• Con esto vemos que los árboles de olivo no nacen, sino que
se hacen, de la misma forma que nuestra familia.
7. • Para producir un nuevo árbol de olivo, es
necesario tomar uno de los retoños y sembrarlo
junto con un pequeño pedazo de la base del
tronco para que al crecer, produzca aceitunas.
• Dale tiempo en tu familia, toma a tus hijos,
siémbrales el amor a Dios que es parte de tu
propio ser y verás que producirán valiosos frutos.
8. • Dios bendice integralmente, no puede darle lo bueno a
un pueblo si no bendice a los individuos.
• En mi caso, puedo asegurarte que gozo de bendiciones
que no me correspondería como individuo, pero que
he recibido en herencia de mi familia ya que soy la
Respuesta de muchas oraciones de mi madrecita.
• No es orgullo.
• Pero hoy yo vivo mucho mejor que muchos que en su
tiempo tuvieron dinero y hoy no lo tienen por que les
falto el favor de Dios.
• “pero yo recibo bendición donde quiera que voy
9. • De esa forma recuerdo
• Salmo 127 1-5 porque es cierto que en vano se trabaja si
no es en la obra del Señor quien bendice con hijos y
prosperidad.
• Mi madre oraba por mi y había entregado a su familia en
manos de Dios y yo también, así que puedo estar tranquilo.
Ya que Él pondría estorbo al pecado y los protegerá, de la
misma forma que lo había hecho conmigo y lo hará con tu
familia si decides entregarla en Sus manos.
• El Señor pondrá estorbo para que no entre el pecado en tu
casa, los librará de toda arma forjada y velará en la entrada,
los bendecirá con prosperidad y abundancia si decides
temerle y servirle.
10. • Busca tiempo para tu familia, disfruten actividades que
puedan compartir porque ese es el inicio de una
siembra que producirá frutos de amor y gozo en el
Señor.
• Lo importante es acercarte a ellos, dedicarles tu vida y
ayudarlos a crecer en la fe y en comunión contigo.
• Todo debe fundamentarse en tu propia transformación
porque es necesario que te conviertas en olivo para
producir retoños que fructifiquen.
11. • Desde ahora tus hijos verán a un padre y una
madre renovados en el Señor, llenos de cariño y
paciencia.
• Ellos imitarán tu ejemplo de virtud. Acércate a
Dios para que te enseñe el camino, te aleje del
pecado y guarde a tus seres queridos.
• Declara que tu vida y tu familia le pertenecen a
Dios a quien servirán el resto de sus vidas para
que la bendición alcance a tus generaciones
presentes y futuras.