1. FRANCISCA Y LA MUERTE
Presentado por:
SANDRA MILENA PÉREZ
VI semestre Gestión Contable
y Financiera
Tutor:
CARLOS ESPITIA ESPITIA
Área:
COMPRENSIÓN Y
PRODUCCIÓN
DE TEXTO
CORPORACIÓN UNIFICADA NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
CHIGORODÓ, ANTIOQUIA.
2. Francisca y la Muerte
Texto: Onelio Jorge Cardoso
Ilustración: Gerardo Cantú
3. —Santos y buenos días —dijo la muerte, y ninguno de los
presentes la pudo reconocer.
¡Claro!, venía la parca con su trenza retorcida bajo el
sombrero y su mano amarilla en el bolsillo.
— Si no molesto —dijo—, quisiera saber dónde vive la
señora Francisca.
4. —Pues mire —le respondieron, y asomándose
a la puerta, un hombre señaló con su dedo
rudo de labrador:
Allá por los matorrales que bate el
viento, ¿ve? hay un camino que sube la
colina. Arriba hallará la casa.
5. "Cumplida está" pensó la muerte, y dando las
gracias echó a andar por el camino aquella
mañana que, precisamente, había pocas
nubes en el cielo y todo el azul resplandecía
de luz.
6. Andando pues, miró la muerte la hora y vio
que eran las siete de la mañana. Para la una
y cuarto, pasado el meridiano, estaba en su
lista cumplida ya la señora Francisca.
"Menos mal, poco trabajo; un solo caso", se
dijo satisfecha de no fatigarse la muerte y
siguió su paso, metiéndose ahora por el
camino apretado de romerillo y rocío.
7. Efectivamente, era el mes de mayo y con los aguaceros
caídos no hubo semilla silvestre ni brote que se quedara
bajo tierra sin salir al sol. Los retoños de la ceibas eran
pura caoba transparente. El tronco del guayabo soltaba, a
espacios, la corteza, dejando ver la carne limpia de la
madera. Los cañaverales no tenían una sola hoja amarilla;
verde era todo, desde el suelo al aire, y un olor a vida
subía de las flores.
Natural que la muerte se tapara la nariz. Lógico también
que ni siquiera mirara tanta rama llena de nidos, ni tanta
abeja con su flor. Pero ¿qué hacerse?; estaba la muerte de
paso por aquí, sin ser su reino.
8. Así pues, echó y echó a andar la muerte por
los caminos hasta llegar a casa de
Francisca.
—Por favor, con Panchita
—dijo adulona la
muerte.
—Abuela salió
temprano
9. —contestó una nieta de oro, un poco temerosa, aunque la
parca seguía con su trenza bajo el sombrero y la mano en
el bolsillo.
—¿Y a qué hora regresa?
—preguntó la muerte.
—¡Quién lo sabe! —dijo la madre de la niña—. Depende de
los quehaceres. Por el campo anda, trabajando.
Y la muerte se mordió el labio. No era para menos seguir
dando rueda por tanto mundo bonito y ajeno.
—Hace mucho sol. ¿Puedo esperarla aquí?
— Aquí quien viene tiene su casa. Pero puede que ella no
regrese hasta el anochecer.
10. "¡Chin!", pensó la muerte, "se me irá el tren de las
cinco. No; mejor voy a buscarla". Y levantando su
voz, dijo la muerte:
—¿Dónde, de fijo, pudiera encontrarla ahora?
—De madrugada salió a ordeñar. Seguramente
estará en el maíz, sembrando.
—¿Y dónde está el maizal? -preguntó la muerte.
—Siga la cerca y luego verá el campo arado
detrás.
—Gracias —dijo secamente la muerte y echó a
andar de nuevo.
11. Pero miró todo el extenso campo arado y no había
un alma en él. Sólo garzas. Soltóse la trenza la
muerte y rabió:
"¡Vieja andariega, dónde te habrás metido!"
Escupió y continuó su sendero la trenza ardida bajo
Una hora después de tener sin tino.
el sombrero y la nariz repugnada de tanto olor a
hierba nueva, la muerte se topó con un caminante:
—Señor, ¿pudiera usted decirme dónde está
Francisca por estos campos?
—Tiene suerte —dijo el caminante—, media hora
lleva en casa de los Noriega. Está el niño enfermo
y ella fue a sobarle el vientre.
—Gracias —dijo la muerte como un disparo, y
apretó el paso.
12. Duro y fatigoso era el camino. Además, ahora
tenía que hacerlo sobre un nuevo terreno
arado, sin trillo, y ya se sabe cómo es de incómodo
sentar el pie sobre el suelo irregular y tan
esponjoso de frescura, que se pierde la mitad del
esfuerzo. Así por tanto, llegó la muerte hecha una
lástima a casa de los Noriega:
—Con Francisca, a ver si me hace el favor.
—Ya se marchó.
—¡Pero , cómo! ¿Así, tan de pronto?
13. —¿Por qué tan de pronto? —le respondieron—.
Sólo vino a ayudarnos con el niño y ya lo hizo. ¿De
qué extrañarse?
—Bueno... verá —dijo la muerte turbada—, es que
siempre una hace la sobremesa en todo, digo yo.
—Entonces usted no conoce a Francisca.
—Tengo sus señas —dijo burocrática la impía.
— A ver; dígalas —esperó la madre. Y la muerte
dijo:
— Pues... con arrugas; desde luego ya son sesenta
años...
—¿Y qué más?
—Verá... el pelo blanco... casi ningún diente
propio... la nariz, digamos...
14. —¿Digamos qué?
—Filosa.
—¿Eso es todo?
—Bueno... además de nombre y dos
apellidos.
—Pero usted no ha hablado de sus ojos.
—Bien; nublados... sí, nublados han de
ser... ahumados por los años.
—No, no la conoce —dijo la mujer—.
Todo lo dicho está bien, pero no los ojos.
Tiene menos tiempo en la mirada. Ésa, a
quien usted busca, no es Francisca.
15. Y salió la muerte otra vez al camino. Iba ahora indignada
sin preocuparse mucho por la mano y la trenza, que medio
se le asomaba bajo el ala del sombrero.
Anduvo y anduvo. En casa de los González le dijeron que
estaba Francisca a un tiro de ojo de allí, cortando pastura
para la vaca de los nietos. Mas sólo vio la muerte la
pastura recién cortada y nada de Francisca, ni siquiera la
huella menuda de su paso.
Entonces la muerte, quien ya tenía los pies hinchados
dentro de los botines enlodados, y la camisa negra, más
que sudada, sacó su reloj y consultó la hora:
"¡Dios! ¡Las cuatro y media! ¡Imposible! ¡Se me va el tren!"
16. Y echó la muerte de regreso, maldiciendo.
Mientras, a dos kilómetros de allí, Francisca escardaba de
malas hierbas el jardincito de la escuela. Un viejo conocido
pasó a caballo y, sonriéndole, le echó a su manera el saludo
cariñoso:
—Francisca, ¿cuándo te vas a morir?
Ella se incorporó asomando medio cuerpo sobre las
rosas y le devolvió el saludo alegre:
—Nunca —dijo—, siempre hay algo que hacer.
17. INSTITUCIÓN EDUCATIVA AGRÍCOLA DE URABÁ
DEPARTAMENTO DE HUMANIDADES
ÁREA DE LENGUA CASTELLANA
VALORACIÓN DEL CUENTO “FRANCISCA Y LA MUERTE” DE ONECIO JORGE CARDOSO
1. Realiza una descripción física y sicológica de Francisca
2. ¿Cuál sería la principal enseñanza que podrías sacar de la lectura?
3. Inventa un refrán y/o una frase reflexiva relacionada con el cuento
4. ¿Por qué Francisca nunca fue encontrada por la muerte?
5. Reconstruye brevemente el recorrido hecho por la muerte
6. ¿Consideras que estar siempre activo te aleja de la muerte? Justifica
tu respuesta
7. ¿Qué valores puedes resaltar en el cuento Francisca y la muerte?
8. Explica las expresiones presentes en el relato:
a. “tiene menos tiempo en la mirada”
b. “…la huella menuda de su paso”
c. “…llegó la muerte hecha lástima”
d. “…Nunca -dijo-, siempre hay algo que hacer”
e. “…sí, nubados han de ser…ahumados por los años”
f. “…para la una y cuarto…estaba en su lista ya la señora Francisca…”
9. Haz una descripción física y sicológica de la muerte
10. Señalar las palabras agudas, graves, esdrújulas y sobresdrújulas
presentes en el relato
18. 11. Busca en la seguinte sopa de letras palabras relacionadas con el
cuento. Luego, realiza una oración con cada una de ellas
a. TREN
b. FRANCISCA
c. MUERTE
d. MAIZAL
e. MATORRALES
f. SOL
g. AGUACEROS
h. FLORES
i. VERDE
j. ARRUGAS
k. NUNCA
l. FRESCURA
m. PANCHITA
19. SOLUCIÓN
1. Francisca físicamente era una mujer aproximadamente de 60
años, arrugada por el pasar de los años, cabello blanco, casi sin
dientes propios y de nariz filosa, una mirada llena de vida sin
menos tiempo que perder y sicológicamente era una persona
amable, alegre, solidaria y trabajadora.
2. Vivir el día a día, aprovechando el tiempo.
3. Entre menos pierdas el tiempo más solidario serás, con tus
padres, amigos, vecinos y toda la comunidad.
4. Porque era una mujer muy trabajadora, servicial y no la hallaban
en un solo lugar.
5. La muerte inicialmente le pregunto a un labrador la ubicación de
francisca y se adentro a los matorrales, por un camino que sube a
la colina, el maizal, casa de los noriega y casa de los González.
6. No, la muerte esta latente a todo el mundo ya sea que se
mantenga ocupado o no; pero si nos puede generar paz
interior, energias.
20. 7. El respeto, la responsabilidad, la solidaridad, amor y dedicación a los que
aceres diarios.
8.
a). Esta frase expresa que la señora Francisca mantenía activa, no pierde
tiempo en las labores a realizar, se dedica a lo que tiene que hacer y ya.
b). Doña Francisca era una persona muy delicada de pies pequeños
c). Quiere decir que la muerte producía lastima porque estaba fatigado del
viaje tan largo que emprendió y sin ninguna suerte porque no hallaba lo
que buscaba.
d). Doña Francisca quiere decir que entre más ocupada este ni la muerte la
alcanza.
e). Quiere decir que la muerte pensaba que doña Francisca no veía bien
debido a la edad avanzada.
f). Pensó que la misión iba hacer súper fácil y resulto todo lo contrario.
21. 9. La muerte físicamente era parca, de trenza
retorcida, manos amarillas,
Psicológicamente la muerte era misterioso, optimista y
demasiado mal geniado.
10. PALABRAS AGUDAS:
- venía, allá, señaló, hallará, está, pensó, había, estará, pregun
tó, miró, siguió, también, qué, así, salió, contestó, estará, pr
eguntó, maíz, después, topó, preguntó, apretó, llegó, más, ve
rá, esperó, salió, sacó, consultó, incorporo, devolvió.
PALABRAS GRAVES:
- Días, tenían, cómo, sólo, González
PALABRAS ESDRÚJULAS:
-
asomándose, metiéndose, lógico, incómodo, lástima, burocrá
tica, kilómetros,
PALABRAS SOBREESDRÚJULAS:
22. 11.
F H F T V D S T S U J K
O R Ñ M U E R T E O D L
A M A N V T U F L R L M
R L G N U N C A A Q O N
U P U O C S Z G R S P Ñ
C K A P W I V E R D E S
S J C N A R S H O T Z A
E I E M C Q Ñ C T U A G
R H R Q X H N I A V B U
F L O R E S I J M W C R
G F S E Y P M T R X D R
T R E N Z O L K A Y E A