El maestro explica que cuando dos personas se enojan, sus corazones se alejan, por lo que deben gritar para poder escucharse a través de la gran distancia emocional que los separa. En contraste, cuando dos personas se enamoran, sus corazones están muy cerca, por lo que solo necesitan hablar en susurros. Finalmente, cuando el amor es muy profundo, ni siquiera necesitan palabras, solo miradas, debido a la cercanía extrema de sus corazones.