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1ª Ensayo “Eduardo Galeano”

La globalización en si es favorable para los pueblos que elaboran o producen
bienes materiales o de consumo o alimentos que se prodigan al mundo casi sin
fronteras creando para algunos la satisfacción de tener todo al alcance de la
mano, desde lo más exótico a lo más simple en cualquier tiempo-época o lugar en
que vivan. Sin embargo para otros solo lo ven a través de la publicidad
conociéndolo y asombrándose de algunos elementos que nunca estarán al
alcance de sus manos ni de sus bolsillos escuálidos por efecto de trabajos de
poca remuneración, solo de temporadas o con despidos masivos por conveniencia
del empleador o empresario.

La cara negra de la globalización es que no es una salida favorable para los mas
desposeídos solamente es una ilusión o una esperanza difícil de alcanzar por la
que están luchando diariamente tratando de cubrir varios aspectos de la vida
diaria, familiar como la manutención, educación, recreación y todas las
necesidades básicas a cubrir.

Según Eduardo Galeano”… el derecho al derroche como privilegio de pocos, dice
ser la libertad de todos. Dime cuanto consumes y te diré cuanto vales…” estas
frases son una profunda realidad pues el ansia de consumir lleva al pueblo a estar
nervioso y agitado por adquirir las últimas novedades que el mercado nos ofrece,
aunque, para eso, sea necesario contraer deudas interminables en tarjetas con
dinero plástico a las que estamos tentados día a día por la masiva insistencia y
aparente facilidad con que estas se otorgan. Sin embargo en esa publicidad nadie
nos explica que nos estamos metiendo en un callejón sin salida, que perturba
nuestra tranquilidad, nos impide dormir y nos altera el carácter. Las juventudes
aspiran solamente a las cosas de marcas sin razonar si son mejores o peores de
las que están al alcance de su mano. O si estas mismas les vienen mejor o peor a
su forma de vida y a su manera de ser; poniendo a sus padres en aprietos con
exigencias que no son acordes a sus remuneraciones, provocando tenciones y
discusiones en el hogar.

Las comidas chatarras de tantas clases y especies también son moda, se nos
meten en la casa guiadas por los grandes carteles con lo que nos encontramos en
la vida diaria en las distintas partes por donde circulamos diariamente o en los
supermercados donde debemos aprovisionarnos de los menesteres diarios. Si
vemos a alguien que en un gran afiche esta saboreando unas aparentes
exquisitas papas fritas indudablemente que también queremos saborear, sin
importarnos si son saludables, nutritivas, grasientas o atentatorias contra nuestra
salud; porque el cartel dice que es chic consumirlas, de igual modo las bebidas,
jugos, leches, yogurt, energizantes que según la propaganda producen un efecto
especial, también nosotros queremos ser participes de esas particularidades que
producen.

Todos los eventos mundiales normalmente están patrocinados por bebidas que
generalmente son adictivas y se dispersan por el mundo trayendo consigo el
enriquecimiento de las grandes empresas y contribuyendo a la angustia de
aquellos que no pueden adquirirla o mantener un consumo estable porque su
capacidad económica no se lo permite. Sin embargo las gritan en las calles
“heladitas” y al alcance de todos los bolsillos produciendo sobre todo en los más
pequeños el deseo de consumirlas.

La globalización se introduce en nuestras casas a través del televisor infaltable en
las casas de los más pobres y por supuesto de los ricos (según Galeano “… las
casas muy pobres no tienen cama, pero tienen televisor, y el televisor tiene la
palabra…”), mostrándonos autos de todo tipo, modelo, color, capacidad,
kilometraje por litro de combustible corriendo por los caminos comparándolo con
un veloz caballo o con la fuerza de un fornido toro. Línea blanca que da como
resultado cocinas maravillosas; chocolates, pizzas, perfumes, licores, zapatos, etc.
Que nos hacen soñar con artículos que en muchas ocasiones no están a nuestro
alcance produciéndonos un desencanto y un rechazo a nuestra forma de vida lo
que conlleva en muchas situaciones a conseguir dinero fácil haciendo trabajos
ilícitos que al final terminan en la cárcel.

 Los bancos nos tientan con dineros inmediatos, tasas bajas y a la sola
presentación de la persona para recibirlo. Esto es más que un engaño porque las
tasas son dadas en relación al poder económico de cada individuo. El simpático
patito que nos llama con tanta genialidad y situaciones jocosas asistir al banco que
nos salvara de situaciones de apuros económicos, ofreciéndonos grandes o
fuertes ventajas por estar representado al banco que es de todos no es más que
otra de las falsas expectativas que se nos ofrecen y nos ilusionan soñando con
alcanzar algunas necesidades básicas como reemplazar el viejo refrigerador en
mal estado comprándolo en las ventas de bodega de las grandes tiendas a las que
hay que llegar con el dinero en la mano; sin embargo todos estos sueños se
quedan solo en sueños porque al llegar al mesón del banco el común de la gente
modesta no reúne las condiciones para optar a tan magnífica oferta.

También la globalización nos introduce en los campos de las facilidades de ser
bellos con saunas, masajes, lugares afrodisiacos, gimnasios, maquinaria de
estilización de la figura, tratamientos de belleza, dietas mágicas, tratamientos
capilares, mantención de la eterna juventud, etc.
Las modas modeladas en las últimas temporadas europeas y/o americanas nos
obligan a cambiar nuestro guardarropa año a año, temporada a temporada
cambiando drásticamente de lo largo a lo corto, de lo corto a lo largo, de lo ancho
a lo angosto, de lo angosto a lo ancho; obligándonos a eliminar lo pasado de moda
porque sería contraproducente llegar a la oficina con un pantalón ancho si se está
usando el pantalón angosto.

El espíritu de superación y de competencia entre nosotros muchas veces nos lleva
a consumir estimulantes o energizantes para ser efectivas compuestas y lucidas
tanto en la mañana como en la noche dormir poco y aparentar una sanidad que no
nos corresponde.

Las comunicaciones transversales a través del mundo entero nos hacer conocer
los sucesos, situaciones y fenómenos en forma inmediata. El uso del celular
también es algo que es infaltable en las manos de todos y las tecnologías de este
son algo que da apariencia y estatus al que los posee. Por esta situación la gente
trabaja turnos largos para acceder a sueldos relativamente más altos quitándole
tiempo a la atención de la familia para alcanzar estos pequeños grandes lujos que
todos se quieren dar. No es difícil ver en la locomoción colectiva, o en la calle a
jóvenes y no tan jóvenes con audífonos en los oídos ensimismados en su
pequeño mundo escuchando su música favorita y sin poner atención a lo que
sucede a su alrededor, siendo causa de accidentes y situaciones no gratas que
todos conocemos, pero no por eso las dejamos de usar, es una moda, se hace a
lo largo de todo el mundo, lo vemos en las películas, en las series de televisión y
lo copiamos.

Los hacinamientos de la población en las grandes urbes   llevan    consigo     el
abandono de las zonas rurales productoras de agricultura o crianzas de ganados
que poco a poco van pasando a ser manejadas por los empresarios de grandes
capitales en desmedro de los pequeños agricultores y/o ganaderos que debieran
agruparse y producir para los grandes mercados de consumo interno o
exportación por la falta de organización y muchas veces fallas de administración
del estado.

En resumen, la globalización tiene de dulce y de agras. Las grandes empresas
son siempre las beneficiadas en desmedro de la clase popular y lleva consigo la
anulación de la empresa pequeña porque sus costos de producción son mayores
que los elementos que vienen de grandes potencias con mano obra barata que
inundan los mercados asfixiando la producción nacional (léase patronato, galerías
chinas).
La esperanza es que con el tiempo se derriben muros y diferencias de clases con
salarios justos, educación con resultados igualitarios para que el mundo
globalizado sea un escenario de paz y armonía.
Eduardo galeano

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  • 1. 1ª Ensayo “Eduardo Galeano” La globalización en si es favorable para los pueblos que elaboran o producen bienes materiales o de consumo o alimentos que se prodigan al mundo casi sin fronteras creando para algunos la satisfacción de tener todo al alcance de la mano, desde lo más exótico a lo más simple en cualquier tiempo-época o lugar en que vivan. Sin embargo para otros solo lo ven a través de la publicidad conociéndolo y asombrándose de algunos elementos que nunca estarán al alcance de sus manos ni de sus bolsillos escuálidos por efecto de trabajos de poca remuneración, solo de temporadas o con despidos masivos por conveniencia del empleador o empresario. La cara negra de la globalización es que no es una salida favorable para los mas desposeídos solamente es una ilusión o una esperanza difícil de alcanzar por la que están luchando diariamente tratando de cubrir varios aspectos de la vida diaria, familiar como la manutención, educación, recreación y todas las necesidades básicas a cubrir. Según Eduardo Galeano”… el derecho al derroche como privilegio de pocos, dice ser la libertad de todos. Dime cuanto consumes y te diré cuanto vales…” estas frases son una profunda realidad pues el ansia de consumir lleva al pueblo a estar nervioso y agitado por adquirir las últimas novedades que el mercado nos ofrece, aunque, para eso, sea necesario contraer deudas interminables en tarjetas con dinero plástico a las que estamos tentados día a día por la masiva insistencia y aparente facilidad con que estas se otorgan. Sin embargo en esa publicidad nadie nos explica que nos estamos metiendo en un callejón sin salida, que perturba nuestra tranquilidad, nos impide dormir y nos altera el carácter. Las juventudes aspiran solamente a las cosas de marcas sin razonar si son mejores o peores de las que están al alcance de su mano. O si estas mismas les vienen mejor o peor a su forma de vida y a su manera de ser; poniendo a sus padres en aprietos con exigencias que no son acordes a sus remuneraciones, provocando tenciones y discusiones en el hogar. Las comidas chatarras de tantas clases y especies también son moda, se nos meten en la casa guiadas por los grandes carteles con lo que nos encontramos en la vida diaria en las distintas partes por donde circulamos diariamente o en los supermercados donde debemos aprovisionarnos de los menesteres diarios. Si vemos a alguien que en un gran afiche esta saboreando unas aparentes exquisitas papas fritas indudablemente que también queremos saborear, sin importarnos si son saludables, nutritivas, grasientas o atentatorias contra nuestra salud; porque el cartel dice que es chic consumirlas, de igual modo las bebidas, jugos, leches, yogurt, energizantes que según la propaganda producen un efecto
  • 2. especial, también nosotros queremos ser participes de esas particularidades que producen. Todos los eventos mundiales normalmente están patrocinados por bebidas que generalmente son adictivas y se dispersan por el mundo trayendo consigo el enriquecimiento de las grandes empresas y contribuyendo a la angustia de aquellos que no pueden adquirirla o mantener un consumo estable porque su capacidad económica no se lo permite. Sin embargo las gritan en las calles “heladitas” y al alcance de todos los bolsillos produciendo sobre todo en los más pequeños el deseo de consumirlas. La globalización se introduce en nuestras casas a través del televisor infaltable en las casas de los más pobres y por supuesto de los ricos (según Galeano “… las casas muy pobres no tienen cama, pero tienen televisor, y el televisor tiene la palabra…”), mostrándonos autos de todo tipo, modelo, color, capacidad, kilometraje por litro de combustible corriendo por los caminos comparándolo con un veloz caballo o con la fuerza de un fornido toro. Línea blanca que da como resultado cocinas maravillosas; chocolates, pizzas, perfumes, licores, zapatos, etc. Que nos hacen soñar con artículos que en muchas ocasiones no están a nuestro alcance produciéndonos un desencanto y un rechazo a nuestra forma de vida lo que conlleva en muchas situaciones a conseguir dinero fácil haciendo trabajos ilícitos que al final terminan en la cárcel. Los bancos nos tientan con dineros inmediatos, tasas bajas y a la sola presentación de la persona para recibirlo. Esto es más que un engaño porque las tasas son dadas en relación al poder económico de cada individuo. El simpático patito que nos llama con tanta genialidad y situaciones jocosas asistir al banco que nos salvara de situaciones de apuros económicos, ofreciéndonos grandes o fuertes ventajas por estar representado al banco que es de todos no es más que otra de las falsas expectativas que se nos ofrecen y nos ilusionan soñando con alcanzar algunas necesidades básicas como reemplazar el viejo refrigerador en mal estado comprándolo en las ventas de bodega de las grandes tiendas a las que hay que llegar con el dinero en la mano; sin embargo todos estos sueños se quedan solo en sueños porque al llegar al mesón del banco el común de la gente modesta no reúne las condiciones para optar a tan magnífica oferta. También la globalización nos introduce en los campos de las facilidades de ser bellos con saunas, masajes, lugares afrodisiacos, gimnasios, maquinaria de estilización de la figura, tratamientos de belleza, dietas mágicas, tratamientos capilares, mantención de la eterna juventud, etc.
  • 3. Las modas modeladas en las últimas temporadas europeas y/o americanas nos obligan a cambiar nuestro guardarropa año a año, temporada a temporada cambiando drásticamente de lo largo a lo corto, de lo corto a lo largo, de lo ancho a lo angosto, de lo angosto a lo ancho; obligándonos a eliminar lo pasado de moda porque sería contraproducente llegar a la oficina con un pantalón ancho si se está usando el pantalón angosto. El espíritu de superación y de competencia entre nosotros muchas veces nos lleva a consumir estimulantes o energizantes para ser efectivas compuestas y lucidas tanto en la mañana como en la noche dormir poco y aparentar una sanidad que no nos corresponde. Las comunicaciones transversales a través del mundo entero nos hacer conocer los sucesos, situaciones y fenómenos en forma inmediata. El uso del celular también es algo que es infaltable en las manos de todos y las tecnologías de este son algo que da apariencia y estatus al que los posee. Por esta situación la gente trabaja turnos largos para acceder a sueldos relativamente más altos quitándole tiempo a la atención de la familia para alcanzar estos pequeños grandes lujos que todos se quieren dar. No es difícil ver en la locomoción colectiva, o en la calle a jóvenes y no tan jóvenes con audífonos en los oídos ensimismados en su pequeño mundo escuchando su música favorita y sin poner atención a lo que sucede a su alrededor, siendo causa de accidentes y situaciones no gratas que todos conocemos, pero no por eso las dejamos de usar, es una moda, se hace a lo largo de todo el mundo, lo vemos en las películas, en las series de televisión y lo copiamos. Los hacinamientos de la población en las grandes urbes llevan consigo el abandono de las zonas rurales productoras de agricultura o crianzas de ganados que poco a poco van pasando a ser manejadas por los empresarios de grandes capitales en desmedro de los pequeños agricultores y/o ganaderos que debieran agruparse y producir para los grandes mercados de consumo interno o exportación por la falta de organización y muchas veces fallas de administración del estado. En resumen, la globalización tiene de dulce y de agras. Las grandes empresas son siempre las beneficiadas en desmedro de la clase popular y lleva consigo la anulación de la empresa pequeña porque sus costos de producción son mayores que los elementos que vienen de grandes potencias con mano obra barata que inundan los mercados asfixiando la producción nacional (léase patronato, galerías chinas).
  • 4. La esperanza es que con el tiempo se derriben muros y diferencias de clases con salarios justos, educación con resultados igualitarios para que el mundo globalizado sea un escenario de paz y armonía.