El documento proporciona información sobre las culturas precolombinas Valdivia, Chorrera y Tolita en Ecuador, incluyendo sus orígenes, características y expansiones. También describe las máscaras de oro y plata de la cultura Tumaco-Tolita y su expresión del poder. Finalmente, brinda detalles sobre la cerámica, técnicas metalúrgicas y el arte quiteño, en particular la Iglesia de la Compañía de Jesús.
1. CUESTIONARIO DE HISTORIA DEL MARÍA ELENA ANDRADE
1.- LIGERA HISTORIA DE LAS CULTURAS VALDIVIA, CHORRERA, TOLITA.
VALDIVIA es una cultura arqueológica precolombina que se desarrolló entre el 3500 y el 1800 a. C.
en la costa occidental del Ecuador Se acento en la Península de Santa Elena y tambíen en el
estuario del Guayas, en Los Ríos, Manabí y El Oro.
Historia
El desarrollo de la cultura valdiviana dio paso en la misma región a la cultura Machalilla y muchos
de sus elementos culturales, como la cerámica, se difundirían rápidamente hacia las áreas vecinas.
La gente de esta cultura fueron ceramistas que fabricaron figurillas femeninas, las más antiguas de
piedra y luego de barro, a veces sencillas y otras más elaboradas, eran objetos relacionados con la
fertilidad y la salud.
CHORRERA.- La cultura Chorrera tendría sus orígenes en la cultura Machalilla, su datación es de
1500 A.C. al 500 A.C., ocupó la costa sur del Ecuador, extendiéndose a lo largo de la cuenca del río
Guayas y sus tributarios. Estos ríos les sirvieron de lugar de aprovisionamiento y vía de circulación.
Su asentamiento geográfico original se ubica en la actual provincia de Los Ríos, en el sitio La
Chorrera, en la ribera oriental del río Babahoyo, lugar en el que, en el año de 1954, Estrada, Evans
y Meggers, con la valiosa información proporcionada por Francisco Huerta Rendón, realizaron los
primeros estudios sistemáticos y en sus informes dieron a conocer la gran importancia
arqueológica del descubrimiento. Lograron además, una gran expansión cultural prácticamente en
todo el territorio ecuatoriano, por lo que se la considera un pilar fundamental en la creación del
sentido de nacionalidad ecuatoriana.
LA TOLITA.- La cultura de Tumaco-La Tolita fue una culturaprecolombina que se difundió por la
región costera de Colombia y Ecuador. Dos de los yacimientos más notables de esta cultura
amerindia son Tumaco y La Tolita, de los que toma su nombre. Dependiendo de la fuente, puede
aparecer denominada también como cultura de Tumaco o de La Tolita. La evidencia arqueológica
disponible de esta cultura es antigua en el caso del sitio de La Tolita, cuyos materiales han sido
fechados alrededor del año 600 a. C., mientras que en Tumaco las fechas más antiguas
corresponden a 300 a. C.
2.- MASCARAS DE ORO Y PLATINO.- La expresión del poder en Tumaco - la Tolita
Los grupos Tumaco-La Tolita conformaron sociedades con centros políticos y
económicos que alcanzaron el nivel de cacicazgos. Estos centros son la isla de La
Tolita, parte de Tumaco y el área de Santiago-Cayapas (Ecuador), los cuales
mantuvieron nexos culturales y económicos con otros grupos a lo largo de la
Costa Pacífica a través de redes de intercambio a corta y larga distancia, tanto
de alimentos como de objetos suntuarios, importantes para las élites.
2. En los poblados mencionados, las élites fueron capaces de movilizar individuos para la
construcción de tolas o montículos, las cuales pudieron ser vistas como “templos montículos”
ocupando los espacios arquitectónicos más importantes dentro del poblado. Las tolas fueron
utilizadas como bases para edificaciones o sitios a cielo abierto donde se llevaban a cabo prácticas
religiosas. Igualmente fueron utilizadas como lugares de enterramiento, de acuerdo con las
inhumaciones encontradas en ciertas áreas de los montículos.
Los arqueólogos han encontrado en las tolas evidencias de fogones, talleres y
huellas de postes así como entierros en urnas y fosas con ajuares diversos con
cerámica, concha y metales, que reflejan el rango alcanzado por los miembros
de estas sociedades.
Con relación a la Tolita y en general a las tolas se conoce una descripción que
hizo Fray Juan de Santa Gertrudis en el año de 1756: “llaman a este pueblo La Tola, porque todo
está lleno de tolas que quiere decir montones de tierra, y así es porque lo he visto… Estas tolas son
entierros de los indios antiguos, y como ellos se enterraban con cuanto tenían, en alguna se ha
encontrado bastante riqueza. Allí el mar tiene sus marcas, y cuando sale queda un pedazo de playa
de lo que el agua se retira delante de el pueblo, y entonces van los indios a ver si hallan que de las
tolas que están en la raya, y poco a poco se les va comiendo el mar con sus entradas”.
Otro rasgo importante de estas sociedades es la invención y desarrollo de diversas técnicas
metalúrgicas, de formas y de símbolos. La metalurgia fue un vehículo a través del cual los grupos
sociales expresaron diversas ideas fundamentales de su pensamiento religioso, muchas de las
cuales aún se encuentran en los pueblos indígenas de Colombia.
3.- DESCRIPCIÓN DE LA CERÁMICA, TÉCNICAS, ALEACIONES, COLOR.
La cerámica técnica que se ocupa de la utilización de materiales cerámicos en aplicaciones
tecnológicas. La palabra cerámica deriva del vocablo griegokeramos, cuya raíz sánscrita significa
"quemar". En su sentido estricto se refiere a la arcilla en todas sus formas. Sin embargo, el uso
moderno de este término incluye a todos los materiales inorgánicos no metálicos que se forman
por acción del calor (ver sinterización).
Hasta los años 1950, los materiales más importantes fueron las arcillas tradicionales, utilizadas en
alfarería, ladrillos, azulejos y similares, junto con el cemento y el vidrio. El arte tradicional de la
cerámica se describe en alfarería. También puede buscarse la historia del rakú, singular técnica
milenaria oriental.
Históricamente, los productos cerámicos han sido duros, porosos y frágiles. El estudio de la
cerámica consiste en una gran extensión de métodos para mitigar estos problemas y acentuar las
potencialidades del material, así como ofrecer usos no tradicionales. Esto también se ha buscado
incorporándolas a materiales compuestos como es el caso de los cermets, que combinan
materiales metálicos y cerámicos.
3. Propiedades mecánicas de la cerámica
Los materiales cerámicos son generalmente frágiles o vidriosos. Casi siempre se fracturan ante
esfuerzos de tensión y presentan poca elasticidad, dado que tienden a ser materiales porosos. Los
poros y otras imperfecciones microscópicas actúan como entallas o concentradores de esfuerzo,
reduciendo la resistencia a los esfuerzos mencionados.
El módulo de elasticidad alcanza valores bastante altos del orden de 311 GPa en el caso del
Carburo de Titanio (TiC). El valor del módulo de elasticidad depende de la temperatura,
disminuyendo de forma no lineal al aumentar ésta.
Estos materiales muestran deformaciones plásticas. Sin embargo, debido a la rigidez de la
estructura de los componentes cristalinos hay pocos sistemas de deslizamientos para
dislocaciones de movimiento y la deformación ocurre de forma muy lenta. Con los materiales no
cristalinos (vidriosos), la fluidez viscosa es la principal causa de la deformación plástica, y también
es muy lenta. Aun así, es omitido en muchas aplicaciones de materiales cerámicos.
Tienen elevada resistencia a la compresión si la comparamos con los metales incluso a
temperaturas altas (hasta 1.500 °C). Bajo cargas de compresión las grietas incipientes tienden a
cerrarse, mientras que bajo cargas de tracción o cizalladura las grietas tienden a separarse, dando
lugar a la fractura.
Los valores de tenacidad de fractura en los materiales cerámicos son muy bajos (apenas
sobrepasan el valor de 1 MPa.m1/2), valores que pueden ser aumentados considerablemente
mediante métodos como el reforzamiento mediante fibras o la transformación de fase en circonia.
Una propiedad importante es el mantenimiento de las propiedades mecánicas a altas
temperaturas. Su gran dureza los hace un material ampliamente utilizado como abrasivo y como
puntas cortantes de herramientas.
4.- EL ARTE QUITEÑO (IGLESIAS)
Origen: Al finalizar el siglo XVI, y durante el siglo XVIII Quito es un inmenso taller artístico, el siglo
XVIII es el siglo de oro, gracias a que los sucesivos estilos y formas artísticas existentes en Europa,
con los conquistadores pasaron a América, y específicamente a Quito y, con los aportes nativos,
configuraron un arte monumental y peculiar, manifiesto en la arquitectura, escultura, pintura y
otras expresiones artísticas como la música, la cerámica, etc.
Influencias:
Una de las primeras artes que se manifestaron fue la arquitectura civil, construcción de las casas
de los conquistadores, hechas a la usanza europea, con ladrillo, adobe, piedra, madera y tejas. .
Luego apareció la arquitectura religiosa de los magníficos templos y conventos construidos por
arquitectos ibéricos, con el aporte masivo y anónimo de los indígenas. Las influencias principales
eran italianas y españolas Las formas arquitectónicas que se introdujeron en un comienzo fueron
las renacentistas que se difundían en ese momento en Europa. En el siglo XVI se construyó la
Iglesia de La Veracruz o Belén, en el siglo XVII se construyeron los templos de La Merced, el Arco
4. de Santo Domingo, el convento e iglesia de San Francisco, construido poquísimos años después de
la fundación española de Quito, San Diego y San Agustín. En esta etapa arquitectónica las líneas
exteriores son de gran sencillez, sólo es el frontispicio de la iglesia el que tiene una decoración,
bastante austera con su esplendor posterior. El interior corresponde a un segundo período que
deja la pureza barroca “Herreriana” del San Francisco exterior y presenta, junto con los de Sto.
Domingo y San Agustín, una estructura basada en principios góticos, mudéjares y renacentistas
por su planta. La decoración interior se basa principalmente en los estilos góticos y mudéjares y
perdura en sus concepciones durante el siglo XVII. Este segundo período es ecléctico
estilísticamente, puesto que combina elementes de varios estilos: arcos torales ojivales, bóvedas
góticas, artesonados mudéjares, tirantes, girolas, etc. En las fachadas se advierte formas
renacentistas más ornamentales, especialmente en la portadas, en las que las influencias italo-
herrerianas comienzan a desaparecer.
Un segundo período se caracteriza principalmente por la marcada influencia del barroquismo
jesuitico. Los ejemplos más importantes son la Compañía de Jesús (mejor ejemplo de los que
podría llamarse barroca mexicano, guatemalteco o peruano); y la iglesia de la Merced.
No se puede hablar de un barroquismo de tipo formal, las plantas fueron como en España
estructuras rígidas en las que se conseguía el movimiento requerido gracias a la decoración
interior por medio de retablos y la decoración super puesta.
En los que se refiere a los claustros, el estilo arquitectónico guardaba ciertos parecidos. Iglesias y
conventos presentan armonía con la ciudad a través de atrios y plazas, ejemplo: el atrio y la plaza
de San Francisco.
En la pintura y en la escultura de la primera época a las influencias principales como son las
italianas y españolas que impregnaron la arquitectura quiteña, se suma la influencia flamenca,
introducida mediante la enseñanza de pintores de ese origen y la utilización de grabado flamencos
como modelos. La pintura oficial, era una interpretación de grabados religiosos, dotados de una
hermosa policromía y de profundos conocimientos anatómicos, movimiento que perduró hasta el
período republicano.
Las mejores manifestaciones de la escultura quiteña se pusieron al servicio de la arquitectura
religiosa. Para ello había que imaginar, interpretar la devoción del pueblo y los gustos del Clero.
La escultura quiteña adquirió gran prestigio en todo el continente americano con magistrales
obras de los más destacados escultores Caspicara, José Olmos..., que llegaron a rivalizar con las
obras maestras del Renacimiento Italiano en Europa.
LA COMPAÑÍA.
La joya del Barroco Quiteño
La Iglesia de la Compañía de Jesús de Quito, cumbre del barroco latinoamericano, construida por
varios jesuitas entre 1605 y 1765, fue inspirada en dos emblemáticos templos jesuitas romanos:
IlGesú y San Ignacio.
5. El templo jesuita tiene planta de cruz latina, nave central, naves norte y sur, crucero, transeptos
norte y sur, presbiterio, antesacristía, sacristía y capilla. La nave central cubierta por una bóveda
de 26 m de altura, realizada en ladrillo, piedra pómez y finamente decorada con yesería,
policromía y pan de oro en estilo mudéjar, es un importante aporte a la arquitectura colonial
quiteña del Hermano jesuita napolitano Marcos Guerra, quien colaboró también en la
construcción de las cúpulas ubicadas en las naves laterales y en la cúpula mayor del crucero.
El templo de la Compañía fue levantado con las manos de innumerables artistas de la Escuela
Quiteña, quienes perpetuaron su habilidad y entrega para tallar y dorar con fina lámina de oro de
23 kilates cada centímetro de la iglesia.
Durante 160 años se edificó y decoró la iglesia con magníficas obras de arte, muestra de ello son
los 16 cuadros de los Profetas, serie pictórica atribuida a Nicolás Javier Goríbar, artista quiteño del
siglo XVIII. Al pincel de Hernando de la Cruz se le atribuyen los dos grandes lienzos originales de El
Infierno y de El Juicio Final, obras ejecutadas en 1620, cuyos facsímiles pintados por Alejandro
Salas en el siglo XIX hoy se ubican en los extremos norte y sur de la iglesia. Se admiran en las
enjutas sobre los arcos de medio punto de la nave central las escenas bíblicas de Sansón y Dalila y
de José, hijo de Jacob, obras anónimas del siglo XVIII. En las naves laterales se destacan 6
imponentes retablos atribuidos a la afamada escuela de arte quiteño del siglo XVIII: el de San José,
El Calvario, y San Luis Gonzaga en la nave norte y La Virgen de Loreto, La Inmaculada y San
Estanislao de Kostka en la nave sur. En los transeptos norte y sur sobresalen los retablos gemelos
de San Francisco Javier y San Ignacio respectivamente, atribuidos también a Marcos Guerra, y en
el presbiterio destaca el dorado del retablo mayor realizado por el gran imaginero colonial
quiteño Bernardo de Legarda.
La fachada de la Iglesia es una sobresaliente obra de estilo barroco, construida toda en piedra gris
de origen volcánico. Tiene cada espacio cubierto con el más mínimo detalle finamente labrado; así
se admiran flores, ángeles, arcángeles, símbolos eclesiásticos y varias imágenes representativas
de la Iglesia Católica y de los fundadores de la Orden jesuita.
Dos hechos religiosos importantes están ligados a la Iglesia de la Compañía: uno de éstos fue, la
visita diaria de Mariana de Jesús en actitud de oración, primera santa ecuatoriana que se consagró
en este templo y lo escogió para morar para siempre. Mariana murió en 1645 (siglo XVII) y es en el
altar mayor donde ahora se veneran sus restos. El milagro de la Imagen de la Virgen Dolorosa del
Colegio, es también un hecho de fe profunda sucedido en el comedor del antiguo Colegio San
Gabriel en el interior del edificio jesuita, el 20 de abril de 1906.
La torre de la iglesia, en época colonial reconocida como la más alta de la ciudad, sufrió dos
embates telúricos: en 1859 el primero, luego de lo cual fue reconstruida, y en 1868, año desde el
que permanece tal como la conocemos.
Durante los últimos diecinueve años, 1987-2005, la iglesia ha vivido un importante proceso de
restauración integral, el mismo que ha sido reconocido por el profesionalismo con el que
instituciones nacionales así como centenares de técnicos, arquitectos, restauradores y obreros
realizaron, con abnegado trabajo y mística personal para alcanzar la total restauración del templo.
6. La Residencia San Ignacio y la Fundación Iglesia de la Compañía encargadas de la conservación y
mantenimiento del templo le invitan a admirar la Iglesia y de esta forma apoyar en la promoción
del compromiso que como ecuatorianos tenemos de preservar este legado cultural.
SAN FRANCISCO: PUNTAL DEL ARTE QUITEÑO
“No hay muchas iglesias abiertas a esta hora, pero ésta siempre cumple con sus horarios de misas,
desde las 07:00 hasta el mediodía. Yo vengo a menudo”, comenta el empleado privado Fernando
Pilatuna, de 38 años de edad, luego de asistir a la misa de 11:00 en la Iglesia de San Francisco.
Antes de salir, se detuvo a observar los cuadros de pinturas religiosas de gran formato, ubicados
en las centenarias paredes del templo.
“De pequeño no me llamaban mucho la atención, pero ahora me impresionan las gigantescas
imágenes talladas a la perfección, las pinturas que parecen fotos, pero que tienen algo que no
puedo explicar, pero sé que infunden respeto”, comentó.
Con menor énfasis en lo religioso y más atención a aspectos estéticos, cuatro diferentes grupos de
turistas extranjeros se tomaron más de 15 minutos para apreciar cada una de las pinturas y efigies
religiosas.
El ambiente
A pocos metros de este templo, en el interior del Convento de San Francisco se encuentra el
Museo de la Escuela Quiteña Padre Pedro Cossial. En sus seis salas se exhiben 350 piezas artísticas.
La más representativa, no sólo de este convento sino de una gran parte de la religiosidad católica
de Quito, es la del ‘Nazareno’, conocida por encabezar cada Viernes Santo la procesión ‘Jesús del
Gran Poder’ por las calles del centro histórico.
El eco del repique de campanas entre las paredes de más de un metro de ancho de este
monasterio impide al visitante pasar por alto el carácter religioso de este museo de arte. Así
también lo recuerda la leyenda, impresa en grandes letras, que da la bienvenida al visitante a la
sala central: “San Francisco constituyó a la madre de Dios, abogada de Orden y puso bajo sus alas
para que los nutriese y protegiese hasta el fin”.
“El arte nació para promover la fe”, opina el director del Museo, Walter Verdezoto, luego de
recordar el objetivo inicial de la Escuela Quiteña de evangelizar con el arte’. “Por disposición del
Vaticano, se impulsó la imaginería como una forma efectiva de evangelizar en la ciudad del siglo
XVII, a través de los ojos”, agrega el administrador del Museo, Pablo Rodríguez.
Asistencia masiva
Con 350 piezas artísticas, este Museo tiene una de las más importantes colecciones de arte de la
religiosidad católica del país. Sus seis salas reciben diariamente un promedio de 80 visitas. “con
sorpresa he descubierto este lugar escondido, seguramente poco conocido para miles de quiteños,
pero que guarda grandes valores artísticos y patrimoniales de nuestra cultura”, comentó Juan
Granizo, profesional quiteño de 22 años de edad, luego de visitar el Museo.
7. “Más allá de lo religioso está el aporte cultural de esta escuela, de esta tradición artística, de cuyo
valor se habla en Italia donde viví muchos años”, afirmó Johnatan Franklin González.
El cuidado
Según el administrador Rodríguez, la declaratoria de Quito como Patrimonio Cultural de la
Humanidad, en 1978, permitió mejorar los métodos de conservación y restauración de las piezas
artísticas en iglesias y conventos.
“Antes de la declaratoria, esos esfuerzos más bien correspondían a las propias iglesias, hoy hay
más preocupación”, expresó, luego de precisar algunos detalles que dan cuenta del paso sobre la
efigie de la Virgen de Quito, esculpida por Bernardo de Legarda, en 1734.
Antes de iniciar su recorrido, con cámaras fotográficas en mano, uno de los guías explicó en inglés
y a viva voz: “Aquí nació la escuela quiteña en el siglo XVII, sus cuadros tienen un importante valor
en la historia del arte, por eso han llegado a monasterios, conventos, museos, colecciones públicas
y privadas en todo el mundo”.
IGLESIA SANTO DOMINGO
Retablo en el altar principal de Cantuña en Quito EcuadorAunque llegaron a Quito en 1541, sólo
en 1580 comenzaron los dominicanos a construir su templo, con planos y dirección de Francisco
Becerra, el arquitecto extremeño. La obra total se llevó a término en la primera mitad del siglo
XVII. Junto a la iglesia, del lado del evangelio, se puso capilla aparte para Nuestra Señora del
Rosario, en la que más tarde se fundó la más importante cofradía de la ciudad. Iglesia y capilla se
adornaron con artesonados bien labrados, ricos retablos, imágenes de bulto y lienzos.
De esa primitiva riqueza, en el tem-plo queda poco: apenas el artesonado mudéjar. No así en la
capilla del Rosario, con su retablo del más abigarrado rococó, su decoración con tallas doradas
sobre fondo rojo, las columnas con original mezcla de elementos vegetales y antropomórficos y los
complicados frontones con sus remates, todo lo cual completa un conjunto de rara plenitud
ornamental.
Desde 1586 trabajó en Santo Domingo Fray Pedro Bedón, a quien puede tenerse por el fundador
de la Escuela Quiteña de pintura. Para iglesia y convento el habilísimo fraile talló y pintó obras que
aún pueden admirarse, como el óleo de San Nicolás de Tolentino, o el altorrelieve del Beato
Reginaldo recibiendo el escapulario de dominico, de manos de la Virgen, preciosamente
policromado en oro.
También en los primeros tiempos Diego de Robles, toledano, autor de las imágenes de la Virgen
más veneradas la de Guápulo y la del Quinche, talló para el coro los altorrelieves de San Pío V y
San Antonio de Florencia, que hoy pueden verse en el museo Dominicano, así como otras tablas.
La torre de Santo Domingo vista a la plazaMás tarde se enriqueció el tesoro dominicano
actualmente recogido en buena parte en el museo situado al lado norte del claustro bajo- con
estupendas piezas de los grandes escultores quiteños: el Santo Domingo de Guzmán del Padre
Carlos, el San Juan de Dios de Caspicara, el Santo Tomás de Aquino de Legarda. Otras tallas de
iglesia, capillas y convento dominicano nos recuerdan arraigadas devociones popula-res quiteñas.
Así el bellísimo nacimiento de Caspicara, con el niño yacente, dulce y profundamente dormido, y la
8. Virgen y San José guar-dando su sueño, tiernos y absortos las dos piezas de riquísimo estofado. Así
la Virgen de la Leche, virgen mestiza de rostro grave y hondo. Y la Virgen de la Aurora, tan sacada
en las procesiones del alba, llamadas "Rosario de la Aurora".
El convento tiene un claustro con hermoso primer piso de robustas columnas octogonales y arcos,
en torno al alegre jardín.
IGLESIA DE SAN DIEGO.
Estas extraordinarias edificaciones albergan numerosas piezas de la historia cultural de Quito y son
de vital importancia religiosa para la ciudad.
El fray Bartolomé Rubio, franciscano riguroso en su religión, entregado en cuerpo y alma a la vida
contemplativa y fundador de la Orden de los descalzos de San Diego de Alcalá en 1593, se dirigió a
don Marcos de la Plaza, un colono religioso, en demanda de un pequeño lote en las faldas del
Pichincha, al occidente de Quito en un lugar que en épocas de la colonia le llamaron Miraflores. El
colono accedió a la petición y fue así como el 25 de junio de 1599 fundaron el Convento de San
Diego. Años más tarde el mismo colono donó otra parte de sus tierras para ampliar la edificación.
La iglesia concluyó en 1603 y el convento en 1625.
El 16 de agosto de 1868 un violento terremoto sacudió a Ibarra dejándola en la destrucción, éste
afectó a la ciudad de Quito, principalmente al convento de San Diego. Para la reconstrucción se
valieron de la venta de terrenos que pertenecían a las ruinas del convento de Otaválo y con la
gestión que hizo fray Francisco Camps ante el Presidente de la República se logró la
reconstrucción.
Al entrar al convento se aprecia una plazoleta de piedra sillar y de ladrillo con forma cuadrangular
y con una gran cruz de piedra que reposa en su centro.
Igualmente se encuentra un gran bosque de eucaliptos, que antes lo fue de capulíes, arrayanes y
cedros. El convento posee grandes obras de la Escuela Quiteña del siglo XVIII, entre ellas, seis
valiosísimos lienzos de Gorivar. Cuatro de ellos representan a San Francisco con el Niño Jesús en
los brazos; otro, a la Beata Mariana de Jesús, otro a Santa Rosa de Lima, y el último a Santa Rosa
de Viterbo. Se puede admirar el cuadro más grande de todos, el cual representa la Soledad, pero
la obra más sobresaliente es una de Santo Tomás de Aquino por Gorivar.
En la iglesia se encuentran lienzos referentes a santos y situaciones. Se destaca el de San
Francisco de Asís de Andrés Sánchez y la “Misa Gregoriana” de Miguel de Santiago. Además el de
“Nuestra Señora de Chiquinquirá” de origen colombiano, la imagen de la Pasión del Señor de
Francisco Albán y el cuadro de Cristo agonizante de autoría anónima.
IGLESIA SAN AGUSTÍN
Torre de la Iglesia San Agustin de Quito EcuadorEl arquitecto extremeño Francisco Becerra, que se
hallaba por aquel entonces en Quito, trazó los planos de la iglesia y convento de San Agustín, hacia
1580 ó 1583.
9. En 1606 se firmó contrato con el arquitecto español Juan del Corral, casado con quiteña, para la
edificación. Terminada la obra arquitectónica, se mandó traer de Roma retablo para el altar mayor
y se hizo la talla de los altares laterales. Todo aquello estuvo terminado para 1650. La fachada se
trabajó según consta la inscripción puesta sobre la puerta de entrada entre 1659 y 1669. Por
aquellos mismos años se hacía la obra de los claustros y Miguel de Santiago pintaba para ellos los
bellísimos lienzos de la vida de San Agustín -de 3 metros por más de 2.
En ellos reinterpretó cromáticamente y dio vida y ambiente a los grabados del flamenco Bolswert
que le sirvieron de modelo. Además de esta serie, hay en San Agustín otra importantísima obra de
la Escuela Quiteña, del mismo Miguel de Santiago: el cuadro llamado de la Regla, colosal tela de 8
metros por más de 6, que está sobre el presbiterio del templo.
Pero hay mucho más que admirar en San Agustín: numerosos rasgos originales del columnario de
los retablos de la iglesia, la belleza del claustro con sus galerías superpuestas, y la Sala Capitular.
A la mitad del tramo oriental del claustro se abre la puerta de la Sala Capitular, célebre porque en
ella se firmó el Acta del 10 de Agosto de 1809.
Tiene en su testero un hermoso calvario de Olmos, imaginero quiteño de comienzos del XVIII, y, al
extremo opuesto, la tribuna para el orador o lector, de riquísima talla, coronada por preciosa
concha ribeteada por calado de fino encaje. El artesonado de la bóveda está adornado con
numerosas telas y en los faldones hay lienzos de motivos hagiográficos, dieciséis de un lado y
dieciséis del otro. El de la muerte de San Agustín y el de San Jerónimo son de Miguel de Santiago;
una Pietá, probablemente, de Ribalta.
San Agustín, iglesia y claustro, con todas las obras nombradas y otras más, es una verdadera
pinacoteca del arte colonial quiteño.
5.- APORTE DE LOS ESPAÑOLES.
6.- MANUEL CHILI – CASPIRARA
LA HISTORIA DE CASPICARA
Los sacerdotes de la Compañía de Jesús no podían creerlo. Manuel Chili, el pequeño niño indígena
que se colgaba y correteaba por los andamios y pasadizos de la iglesia mayor de los jesuitas en
Quito de pronto se había convertido en un gran artista.
Sorprendidos por la habilidad del joven, los jesuitas decidieron tomar a su cargo la educación y
darle vivienda, comida y un poco de dinero ya que en ese entonces los artesanos no gozaban del
mismo trato que los reconocidos como verdaderos artistas.
Además del apoyo, los padres de La Compañía pulieron las aptitudes de Manuel para que
mejorara su técnica en la escultura y la pintura. Así nació el gran Caspicara, uno de los mayores
exponentes de la Escuela Quiteña.
10. Manuel, o Caspicara como empezaba a ser reconocido, trabajaba hasta 12 horas diarias siempre
sobre andamios y cerca de bordes peligrosos. Este constante trabajo por lo alto le originó un
intenso miedo a las alturas. Cuentan que debido a esta fobia, Caspicara permanecía varias horas
en silencio y con los ojos cerrados y esto terminaba por enfurecer al capellán de la iglesia que creía
que creía equivocadamente que Manuel dormía en lugar de trabajar.
La fama de artista se extendió por todo el nuevo y viejo mundo. Sus obras comenzaron a valorarse
en muchos pesos de oro y sus imágenes de santos, cristos y vírgenes decoraban iglesias de todo
nuestro país y también de Colombia, Perú, Venezuela y España. Es tanta la belleza de las obras de
Caspicara que no han faltado quienes además les han agregado propiedades milagrosas.
Actualmente es difícil poner un precio a las obras de Manuel Chili ya que, por un lado, superarían
los varios millones de dólares, mientras que por otro, son invaluables en tanto que son patrimonio
cultural del Ecuador.
Como sucede con muchos artistas, Caspicara murió en la miseria más triste, abandonado en la
soledad de un hospicio y despreciado por sus contemporáneos.
7.- PAMPITE
(José Olmos, llamado Pampite;c. 1670-?, 1730) Escultor ecuatoriano. Sus obras (Cristo de la
agonía, Cristo crucificado, etc.) se caracterizan por su policromía y realismo desmesurados.
8.- BERNARDO DE LEGARDA.
Bernardo de Legarda fue un escultor ecuatoriano del siglo XVIII.
Imagen de la Nuestra Señora de la Asunción de Popayán (Siglo XVIII) atribuida a Legarda y
existente en la catedral de Popayán
Es el artista quiteño que mejor personifica el arte de la escultura en la capital ecuatoriana y uno de
los principales exponentes de la llamada escuela quiteña. Su primera intervención artística data de
1731, cuando restauró una imagen de San Lucas. En 1734 hizo una imagen de la Inmaculada para
la iglesia de San Francisco, que gozó del favor popular, haciéndose de ella innumerables copias e
imitaciones que se encuentran en Ecuador y Colombia. El tipo de Inmaculada, que se dice fue
creado por Legarda, tenía antecedentes en España ya en el siglo XVII pero el imaginero quiteño
creó una composición jugosa, llena de movimiento, casi musical; no inventó ningún tipo
iconográfico, sino que supo plasmar el modelo en una composición feliz, que atrajo hacia sí la
piedad popular, por ello se hicieron de él tantas imitaciones.
En cuanto a su actividad como entallador de retablos hay que destacar uno documentado de
características barrocas muy acusadas: el retablo mayor de la Merced (1748-51), concluido por un
discípulo suyo llamado Gregorio; es obra relacionada con los retablos y portada de la iglesia de La
Compañía, así como con el retablo mayor del Carmen Moderno, que se atribuye al mismo Legarda
y a su discípulo Jacinto López.
Una noticia del historiador Juan de Velasco proyecta luz sobre su origen y acerca del prestigio que
tuvo:
11. «Conocí varios indianos y mestizos insignes en este arte -Escultura- más a ninguno como a un
Bernardo de Legarda, de monstruosos talentos y habilidades para todo. Me atrevo a decir que sus
obras de estatuaria pueden ponerse sin temor en competencia con las más raras de Europa»
9.- MIGUEL DE SANTIAGO.
Miguel de Santiago (Quito, Ecuador, entre 1620 y 1630 - Quito, 05 de enero de 1706). Fue un
pintor ecuatoriano, exponente de la Escuela Quiteña del siglo XVII.
Era nieto de indios, hijo del Sr. Lucas Vizuete y la Sra. Juana Ruiz, mestizos, quienes lo bautizaron
con el nombre de Miguel Vizuete. Queda huérfano de padre siendo aun muy joven siendo
adoptado por Hernando de Santiago, quién fue Regidor y Fiel Ejecutor del Cabildo de Riobamba y
de quién tomó el apellido.
No se conocen mayores detalles de su niñez y juventud, ignorándose sus maestros de arte. Fue
alumno de Hernando de la Cruz y de uno de sus discípulos, un indio franciscano de nombre
Domingo, y trabajó también con Sánchez Galique, el autor del cuadro de los “Negros de
Esmeraldas”.
Se lo conoce como el pintor violento debido a ciertas leyendas sobre sus impulsos criminales,
entre los cuales se dice que le encargó a su mujer el retrato de un Oidor de la Audiencia, al
regresar lo invadió un cólera al ver que su obra estaba sucia a causa de un cerdo debido al
descuido de su cónyuge, a quien la atacó con una espada cortándole una oreja. Luego de esto llega
el Oidor, que tuvo que marcharse debido a que Santiago tenía intenciones de matarlo
10.- FRAY PEDRO BEDON
Hijo de Pedro Bedón y Juana Díaz de Pineda, hermana ésta última de Gonzalo Díaz, primer
escribano edilicio y público de Quito y primer explorador de la región oriental de lo que hoy
conocemos como Ecuador.
Don Pedro (padre) fue protector de indios del Chimborazo y uno de los primeros colonizadores
del Reino de Quito.
Al Padre Bedón se lo ha conocido como quiteño, debido a la costumbre de llamar “Quito” a
cuantos pertenecían a dicha Audiencia. Pero, es hijo de Riobamba, y nació cuando su padre llegó a
la comarca con el cargo citado, que le confirió el cabildo quiteño en el año de 1575.
La historia dice que Pedro Bedón (padre) tuvo su residencia en Riobamba, lugar en donde nació
Fray Bedón, según el investigador Padre Alfonso Jerves.
El historiador Diego Rodríguez de Ocampo dice al respecto: “Ha habido en estas tierras religiosos
importantes en vida santa, y entre ellos… el Maestro Fray Pedro Bedón, natural de la Villa del
Villar Don Pardo, provincia de Quito”.
12. El Padre Bedón desde niño dio muestras de una profunda inclinación al estado religioso, vistiendo
desde tierna edad el hábito de Santo Domingo. A los 14 años, después de haber aprendido
latinidad, hizo su solemne profesión en Quito.
Murió en olor de santidad, dicen sus biógrafos, el 17 de febrero de 1621. Era hombre muy
penitente y muy dado a la oración. “Cuando murió le quedo el rostro humano, manos tratables y
despidiendo un olor suave, el mismo que despedía de sus hábitos y ropa de cama”.
La gente acudió mayoritariamente. Pusieron el cuerpo en la Capilla Mayor del Convento, y fue
menester que los frailes hicieran guardia, para que la muchedumbre no cortara la ropa del Padre
Bedón.
11.- CAMBIOS ARQUITECTÓNICOS.
Con sus columnas toscanas y sus superficies ornamentadas por dentro y por fuera, la Compañía de
Jesús es una de las obras maestras monumentales del Manierismo en América Latina. La pared
derecha ostenta un memorablemente vívido retrato bosquiano del infierno, que detalla
agonizantes castigos por diversos pecados. Sobre los dinteles de las puertas laterales hay
representaciones simbólicas de los corazones de Jesús y de la Virgen María. Sus columnas
salomónicas están decoradas con guirnaldas de rosas y lirios. La fachada es una sinfonía del estilo
Barroco que se asemeja a la Iglesia del Gesú, en Roma. En la puerta principal, un panel delimita la
parte secular del área sacra. Tiene un juego de cuatro columnas con capiteles corintios. La
Compañía de Jesús es una iglesia deslumbrante, considerada el edificio colonial religioso más
importante dejado por los españoles.
Aunque Quito posee una herencia religiosa de gran valor, sus impresionantes construcciones
civiles no se quedan atrás, y también contribuyen a embellecer la ciudad. Justo en frente del
costado izquierdo de La Compañía está el Banco Central, actualmente museo, biblioteca y centro
de artes escénicas. Este es uno de los más impresionantes testamentos del legado Neoclásico de
los arquitectos e ingenieros italianos que llegaron a Ecuador a finales del siglo XIX. Desde aquí, en
la calle García Moreno, hay una corta distancia a pie hasta el Museo de la Ciudad, a la casa de
Manuela Cañizares, hasta la Plaza Grande, la Plaza de la Independencia y la Plaza del Teatro. El
acceso a la mayoría de estos lugares es libre o muy económico, generalmente cuesta menos de
4.00 dólares.
Uno de los edificios más imponentes del Centro Histórico de Quito es el Palacio Presidencial,
también conocido como Palacio de Carondelet. Estucado en blanco y perfectamente simétrico,
precedido por una larga fila de columnas que soportan un balcón superior, el palacio se extiende
al mismo ancho que la Plaza de la Independencia. Los balcones que cuelgan sobre el pavimento,
traídos originalmente del Palacio de las Tullerías de París. Fueron un regalo del Gobierno francés
luego de la Revolución Francesa.
Avanzando al sur por la calle García Moreno se llega, en el extremo sur del Centro Histórico, a La
Ronda, una hermosa calle curva, sólo para peatones, que ha preservado el espíritu de siglo XIX en
Quito. Hasta los años 30, esta fue "La Bohème" ecuatoriana, hogar de poetas y meretrices.
Actualmente, La Ronda ha retornado a sus tiempos de gloria, como los que vivió durante la etapa
independentista, con galerías, cafés, restaurantes, artesanías y tiendas sobre la calle. Ha sido
13. transformada en zona turística, donde sus habitantes locales han asumido el reto de convertir a
una de las calles más lindas del Centro Histórico en un icono para el turismo que visita la ciudad.
Un poco más al sur hay un cerro conocido como “El Panecillo”, donde en 1976 el artista Agustín de
la Herrán Matorras construyó un gigantesco monumento a la Virgen de Quito, el cual puede verse
en lo más alto de la elevación, dominando la parte central y sur de la ciudad y proveyendo un
punto de referencia desde muchas de sus cuadras. La estatua de la Virgen de Quito mide 45
metros (148 pies) de altura. Es una copia aumentada de la escultura de la Virgen de Quito de
Bernardo de Legarda que se encuentra en el altar mayor de la iglesia de San Francisco. La estatua
monumental está conformada por 7 000 piezas de aluminio, a la cual se puede acceder a su
interior y subir por ella para disfrutar de una espectacular vista superior de la ciudad.
Otra impresionante construcción en la ciudad de Quito es la Capilla del Hombre. Creación del
artista Oswaldo Guayasamín como tributo a los pueblos originarios precolombinos de América,
quienes por más de 500 años sufrieron la represión colonial y aún luchan por revivir sus valores.
Está conformada por una estructura de dos pisos de ladrillo, inspirada en un templo Inca con su
parte superior rematada con un domo de cobre laminado. Se entra a la capilla por un túnel que
juega con efectos de la luz.
12.- ARTISTAS PINTORES.
18.- JOAQUÍN PINTO
PINTOR.- Nació en Quito el 18 de agosto de 1.842, hijo legítimo de Joaquín Pinto y Valdemoros,
portugués y de Encarnación Ortiz y Ceballos, ambateña, desde muy joven sintió vocación por la
pintura. A los siete años comenzó a practicar dibujo con su compañero de escuela Cipriano Borja;
sus padres lo pusieron en el taller del pintor Ramón Vargas y al cambiarse de domicilio al año
siguiente pasó al de Rafael Venegas, para terminar en el de Andrés Acosta donde permaneció tres
años.
En 1.853 falleció su padre y la familia comenzó a padecer pobrezas y privaciones. Ya dibujada
bastante bien aunque sólo tenía once años y motivado por su carácter disciplinado continuó en el
camino de la superación, estudiando y trabajando para ayudarse En adelante recibirá lecciones de
Tomás Camacho, Santos Cevallos y Nicolás Cabrera que le ordenó copiar la serie de profetas de
Gorivar que se conserva en la Iglesia de la Compañía. También estudió Geometría, Anatomía,
perspectiva e Idiomas y enseñó a pintar a numerosos jóvenes de la sociedad, ganando lo suficiente
para que su madre y hermanos pudieran disfrutar de una relativa tranquilidad económica.Cronista
de la Nación
El historiador Fernando Jurado aporta datos interesantes sobre la cepa quiteña del Joaquín Pinto.
Señala “De procedencia pobre Pinto se educó en una escuela pública de Quito. Desde los 18 a los
33 años fue un autodidacta, aprendió seis idiomas y estudió historia, geometría, anatomía,
perspectiva, mitología.
Ganador de concursos nacionales y participante en exposiciones internacionales, su obra fue
reconocido y apreciada dentro y fuera del país.
14. Crónica de la Nación, la muestra que se presentará en el Centro Cultural Metropolitano, es fruto
de un trabajo de más de un año de investigación, curaduría, movimiento de obra desde las
distintas instituciones públicas del país y colecciones particulares de restauración y estudios de la
técnica de Pinto.
La exposición presentará óleos como El Cara Ajos, El Chimborazo, Inquisición, Capítulos que se le
olvidaron a Cervantes, El Orejas de Palo, Milagros de la Virgen del Quinche, Vista Panorámica de
Quito desde el Placer, entre otras.
19. LUIS CADENA
PINTOR.- Nació en Machachi, cantón Quito el 12 de enero de 1830, hijo de Pedro Cadena y Ana
Jaramillo quienes lo pusieron a estudiar sastrería. Un día se fue a Quito y como siempre había
sobresalido en el dibujo, su padre lo condujo al taller del maestro Antonio Salas, donde vivió ocho
años alternando las diarias faenas del aprendizaje con los numerosos hijos del pintor.
En 1852 uno de sus clientes ricos, Manuel Palacios, le habló de viajar a Chile y como era medio
aventurero le acompañó, radicando en Santiago. Allí conoció al célebre pintor francés Monvoisin,
que le dio consejos muy útiles sobre la pintura. Dedicado al arte en Quito, pudo sostener a su
familia desde 1856, pintando para particulares, iglesias y conventos “con vocación de dibujante y
distinción de colorista verdaderamente excepcionales”. En 1857 regresó a Quito y fue favorecido
con una beca que le concedió el gobierno del general Francisco Robles para estudiar pintura en
Roma.
En dicha ciudad entró a la Academia de San Luis y a trabajar con el maestro Alejandro Marini
realizando notables adelantos. Para pagar su beca hizo numerosas copias de cuadros famosos que
remitió al Ecuador, sobresaliendo el “Rapto de Proserpina” de Rubens, que causó admiración en
Quito por su belleza técnica, colorido y grandes dimensiones.
En 1860 estuvo de vuelta y fue favorecido por el presidente García Moreno que le hizo abrir una
escuela a la concurrían numerosos jóvenes quiteños deseoso de mejorar su dibujos y aprender los
secretos de la pintura europea, y volvió a pintar cuadros religiosos y retratos, pasando muchas de
sus obras al extranjero.
En 1872 fue designado Director de la escuela de Bellas Artes que funcionó en el edificio que
después fue “Palacio de Justicia”, mientras tanto sus conocimientos del idioma italiano le
permitieron hacer amistad con los padres Agustinos y Dominicanos venidos al país a hacer la
reforma religiosa en esas comunidades. Ellos se convirtieron en sus mecenas y protectores y le
encargaron numerosos trabajos.
Para la cúpula de San Agustín pintó una serie de ocho lienzos sobre la vida de ese patriarca y para
Santo Domingo decoró por completo el templo, pues había sido rehecho. Pintó los retablos de la
capillas laterales y los misterios del Rosario de los espacios ubicados entre los arcos de la nave
central de esa iglesia. Igualmente y bajo mandato del Padre Jacinto Lacámera, las imágenes de San
Vicente y del Señor Crucificado, así como la clásica de Nuestra Señora de Pompeya en la misma
iglesia. Para el Convento de los padres jesuitas pintó varias composiciones originales sobre el niño
Jesús que merecieron el encomio de los entendidos.
15. 20.- PINTORESRAFAEL TROYA(1845-1921)
Según Juan de Dios Navas y Luís F.
Madera investigador de la historia de Ibarra, Rafael Troya
pertenece a una rama genealógica de Don Cristóbal de Troya,
fundador de la Ciudad en nombre de Don Miguel e Ibarra. Fue
hijo de Vicente Troya de quien recibió las primeras lecciones de
Pintura.
Hermano de José María Troya, Médico y Profesor de Física y
Botánica de la Universidad de Santo Tomás de Aquino, que
después sería Universidad Central. Después de las lecciones de
su padre, las recibió de Luís Cadena, Rafael Salas y Joaquín Pinto,
beneméritos del arte pictórico ecuatoriano.
Lo interesante en Rafael Troya es que ya en 1871, joven aún,
integró la expedición científica de los sabios Reiss y Stübel,
trabajando frente a la naturaleza ecuatoriana y unida en ella absolutamente. Recorrió
secciones de nuestra selva Oriental y ascendió a las cordilleras.
Fue también a Colombia, dejando en Pasto y Popayán recuerdos de su prodigioso pincel.
Rafael Troya fue pintor realista y mejor paisajista, que retrata la naturaleza, con líneas y
belleza auténtica como lo demuestran sus cuadros fascinantes. Los perfiles y las líneas del
horizonte son pintadas con nitidez portentosa.
En el Libro "LOS ALTOS ANDES DEL ECUADOR" de Hans Meyer que se conserva en el Museo
de Leipzig en Alemania, el ALTAR, el ILINIZA, el COTOPAXI, el ANTISANA, el CHIMBORAZO
volcanes ecuatorianos, están trazados con maestría por el artista Rafael Troya.
Stübel, en uno de sus mensajes al Presidente de la República de entonces, le dice: "Con placer
especial debo mencionar que en todo el viaje, me acompañó un joven artista del país, el Señor
Rafael Troya, en el que he encontrado visión certera, buen sentido para la perspectiva,
propiedad en el colorido y mano segura en la técnica".
En el libro mencionado, se dice: “El Cotopaxi aparece ahora con su magnífica línea ondulada
de perfil, con su ancho pie que se extiende en forma plana. "Ha cuidado el artista -agrega- de la
justeza de los detalles geológicos y geográficos", al ponderar su constitución de pintor.
La obra maestra de Rafael Troya -se ha dicho- está allá en el Museo de Grassi, en Alemania.
Para nosotros, como paisajista Rafael Troya está aquí, en la profundidad de los ríos y de las
selvas de nuestro Oriente, y está también en Ibarra su ciudad natal.
21.- CAMILO EGAS: UN HOMBRE SECRETO
PINTOR.- Nació en Quito el 1 de Diciembre de l.889 y recibió los nombres de Camilo
Alejandro. Sus padres tenían una casa en el barrio de San Blas, recibió las primeras letras en la
Escuela de los Hermanos Cristianos del Cebollar, la secundaria en el San Gabriel y en 1.901 fue
matriculado en el recién fundado Instituto Mejía.
16. Desde niño había descollado como buen dibujante, tenía la
costumbre de llenar de dibujos sus libros y cuadernos y
hasta los periódicos que su adusto padre leía en casa, de
manera que a nadie sorprendió su decisión, tomada en
1.905, de ingresar a la Escuela de Bellas Artes, reabierta
bajo los nuevos lineamientos del triunfante liberalismo,
que permitía una mayor libertad y creatividad y fue
alumno de Paul Bar y de Luigi Casadío.
En l.909 obtuvo la Medalla de Oro en el Concurso Nacional
del Centenario de la Independencia y poco después la
Medalla de Oro en el Concurso Universitario del Cartel.
En l.911 el gobierno nacional le otorgó una beca de
estudios para la Real Academia de Roma conjuntamente con Nicolás Delgado y Abraham
Moscoso y adquirió de los maestros de ese país una marcada influencia modernista,
idealizando al indio a través de cánones de proporciones anatómicas clacisista con un
perfecto dominio de la línea. Mas no todo es aprendizaje artístico, entró en contacto con lo
europeo y sobre todo con lo japonés que estaba tan de moda y se resolvía por los grandes
planos de color, sencillez en el trazo y resolución en la imagen. Ese año logró un Premio en el
Salón Amatori e Cultoridelle Belle Arti realizado en el Palazzo Nacionale de Roma.
En dicha ciudad contrajo matrimonio con Victoria Fornari, con quien tuvo a su primer hijo
llamado Raúl y antes de l.914 regresó con su familia al Ecuador, concursó por una de las
cátedras en la Escuela de Bellas Artes, que obtuvo en propiedad. En l.918 obtuvo al Primer
Premio de Pintura en el Salón Mariano Aguilera con tres telas “Sanjuanito”, “Los
sahumeriantes” y “Las Floristas”, Se pintaba al indio como sujeto aparte, como
documentalismo costumbrista, muy a lo siglo XIX, pues a nadie se le había ocurrido
incorporarlo en la sociedad. Camilo Egas fue el primer artista en vincular al indio en el medio
circundante.
En 1.920 viajó a España con una beca de estudios para la Real Academia de San Fernando,
expuso en el Palacio de Cristal del parque del Buen Retiro reafirmando su nacionalismo en
una pintura formal pero más libre; sin embargo, es fuertemente influenciado por pintores
consagrados como Zuloaga y Zurbaran que pintaban con rasgos fuertes y colores puros. Ese
año vivió una temporada en Paris, estudió en la Academia Callaroise, puso taller en La Place
de la Republique y casó con Margarita Gibons.
En 1.922, de regreso en Quito, idealiza al indio esforzandose por restaurar su dignidad
perdida, para ello estiliza los cuerpos a veces hasta la exageración de lo hierático, paisaje y
atmósfera son predispuestos para esto y el resultado son obras en las que predomina el
ímpetu formal o romanticismo formalista. Entonces fue contratado por Jacinto Jijón y
Caamaño para pintar catorce escenas en la biblioteca de la quinta La Circasiana. Lo hace hasta
el 25 muy influenciado por la Escuela francesa que utilizaba las proporciones de la morfología
europea tan distinta a la andina, como rezago del art nouveau. A esta primera etapa
corresponde obras muy hermosas como “Procesión”, “Fiesta indígena”, “Indígenas con
vasijas”, “Camino al mercado”, “Ritual” que quizá es la última de este período y data del 22.
17. En l.923 obtiene por segunda ocasión el Primer Premio en Pintura en el Salón Mariano
Aguilera con un “Retrato de Mujer” de altísima calidad según el crítico Jorge Diez. Regresó a
Europa, vivió en Paris una bohemia artística libre de vicios, el 25 expuso en el SalonD´Autome
(Otoño) en el Salon des Independants, MuseeGalliere y Galería Carmine, tras un divorcio
contrajo nupcias con Susana Rivera y el gobierno ecuatoriano le designó Comisionado a cargo
de la Muestra del Ecuador en la Exposición de Artes Decorativas de Paris.
22.- CESAR TACO
23.- MANUEL RENDÓN SEMINARIO NACIÓ EN PARIS, FRANCIA EN 1894.
Manuel Rendón creció en Francia. De padres ecuatorianos, Rendón se
mudó a Ecuador por primera vez a la edad de veinticuatro años. En
1917 estudió en la Academie de la Grande Chaumière en Paris.
Rendón es considerado uno de los artistas que transportó el Movimiento
Constructivista a Ecuador y a Latinamérica.
Exhibió frecuentemente en los salones parisinos incluyendo Automne,
Nationale, des Tuilleries y en L’effortModerne con Leger. Rendón vivía y
viajaba entre Paris y Ecuador. Sus obras fueron incluidas en la exposición de la UNESCO en
1946 y han sido exhibidas en São Paulo, Quito, Caracas, Washington D.C. y Madrid.
Algunas obras de Rendón son conocidas por su calidez y tonos sepia, mientras que sus obras
abstractas reflejan los luminosos efectos que dan los vitrales. Sus obras son modernas y
abstractas.
Rendón influenció a varias generaciones de artistas en Latinamérica y en Europa. Murió en
Portugal en 1982.
A principios de su carrera, Rendón vivió la vida bohemia del artista parisino, luchando para
ganar dinero. Rendón vendería pequeños trabajos hechos de cobre para obtener dinero para
pintar. En 1937, Rendón exhibió su obra en la ciudad de Guayaquil, Ecuador, y en Quito en
1939. Estas exhibiciones tuvieron un enorme impacto en los grandes maestros que vivieron
en estas ciudades en esos tiempos.
Las obras fueron modernas y abstractas por naturaleza. Rendón predicó: "el papel del pintor
es organizar las posibilidades que le son ofrecidas". El trabajo de Manuel Rendón es vasto y ha
influenciado grandemente generaciones de maestros artistas en toda América Latina y
Europa, tales como Antoni Tàpies, Antonio Saura, Enrique Tábara, Estuardo Maldonado,
Carlos Catasse, Félix Arauz, Aníbal Villacís, Oswaldo Viteri y TheoConstanté, por nombrar a
algunos.
18. 24.- GILBERT, ARACELI
Artista guayaquileña nacida en 1914, hija del Dr. Abel Gilbert Pontón y de la Sra. Leonor
Elizalde Bolognesi.
Tuvo la suerte de estudiar y asimilar las técnicas
desarrolladas al influjo de varias corrientes artísticas:
Primero, entre 1936 y 1939 asistió a la Academia de Bellas
Artes de Santiago de Chile, donde se inició en un “objetivismo
limpio y exacto” bajo la dirección de maestros de la calidad
de Hernán Gazmurri y Jorge Caballero, considerados por los
historiadores chilenos como cimas del arte y unos de sus más
notables representantes; luego volvió a Guayaquil donde
recibió la savia renovadora de Hans Michaelson, quien fue su
maestro entre 1942 y 1943; y al año siguiente viajó a New
York, para asistir a la OzenfantSchool of Fine Arts, dirigida
por AmádéeOzenfant, cofundador, con Le Corbusier, del
“purismo”.
Volvió luego al Ecuador donde desarrolló una etapa de su obra en la que se destacó “una
simplificación de las formas frente a un planteamiento concreto del uso del color”. El más
importante ejemplo de esta época es “Composición con Máscaras” (1946), pintada en Quito en
una época de profundos cambios ideológicos” (Juan Castro y Velásquez.- El Universo, En. 30-
2000).
Con toda esa experiencia en 1951 viajó a París para nutrirse del arte no figurativo, y donde
los medios plásticos -exclusivistas y celosos- la acogieron como antes habían acogido a
Rendón.
Entonces, respaldada por la Escuela de París, llevó y exhibió su obra en varias capitales
europeas, y en el RealitésNouvelles, el gran salón de la vanguardia parisina. Por esa época y
hasta 1952 trabajó como asistente de Jean Dewasne y de Edgar Pillet, pero quien
definitivamente influenció en sus conceptos pictóricos fue fue Auguste Herbin, uno de los
mentores del grupo Abstraction-Creation.
Luego de enriquecer su técnica y depurar su expresión formalista, habiendo logrado integrar
color y forma en perfecta y equilibrada relación, volvió al Ecuador donde su primera muestra -
realizada en Quito en 1959- constituyó un verdadero acontecimiento artístico cultural.
Posteriormente, en 1960 asistió al IV Salón de Octubre en Guayaquil, y al año siguiente al
“Mariano Aguilera y, donde su obra fue la más aplaudida y reconocida.
Fue precisamente en la década del 60 cuando su pintura alcanzó relieves extraordinarios que
quedaron plasmados en obras como “Composición Sobre Blanco” y “Formas en Equilibrio”
(1961) y “Réquiem por SydneyBechet” (1963).
Considerada como una de las figuras más destacadas de la pintura ecuatoriana, esta “maestra
que ayudó a develar nuevos rumbos y códigos visuales inteligibles para la sensibilidad
moderna” recibió -en 1989- el Premio Nacional Eugenio Espejo.
19. Lenín Oña, curador e investigador de su obra “señala que la pintora se destacó por introducir
el abstraccionismo en Ecuador cuando existía un ambiente hegemonizado por el realismo
social y la pintura indigenista” (El Universo, Oct. 13/04).
Araceli Gilbert murió en Quito, el 17 de febrero de 1993.
25.- OSWALDO GUAYASAMÍN
(Quito, 1919 - Baltimore, 1999) Pintor ecuatoriano. Comenzó
a pintar y dibujar desde su infancia, y vendía sus trabajos a los
turistas para costearse los estudios. Aunque debió enfrentar
la oposición paterna para hacerlo, finalmente se matriculó en
la Escuela de Bellas Artes de Quito, en la que permaneció
durante siete años y de la que recibió el título de Pintor y
Escultor en 1941, siendo el mejor alumno de su promoción.
El período durante el cual Guayasamín recibió su formación
estética fue el de mayor auge de la Escuela Indigenista, y la
influencia de esta corriente en el pintor es evidente desde sus obras iniciales. En 1942 realizó
su primera exposición en Quito, que causó gran escándalo por su marcado carácter de
denuncia social. Poco después se trasladó a México, donde trabajó algunos meses con el gran
muralista Orozco, quien ejerció una importante influencia en la definición del lenguaje
estético del joven pintor ecuatoriano.
En 1943 pasó siete meses en los Estados Unidos recorriendo distintos museos a fin de
estudiar las obras de Goya y El Greco, entre otros maestros. A comienzos de la década de 1940
trabó amistad con Pablo Neruda y realizó un largo viaje por Chile, Perú, Argentina, Bolivia y
Uruguay, durante el cual tomó apuntes para su gran serie Huacayñán ("El camino del llanto"),
compuesta por más de cien telas que giran en torno a la temática del indígena, el negro y el
mestizo en América.
La realización de este trascendental trabajo fue posible gracias al apoyo que le brindó
Benjamín Carrión desde la recién creada Casa de la Cultura.
Las telas que integran la serie Huacayñán fueron expuestas por primera vez en 1952, en el
Museo de Arte Colonial de Quito y, a lo largo del mismo año, en la Unión Panamericana de
Washington y en la III Bienal Hispanoamericana de Arte, realizada en Barcelona (España), que
le concedió el Gran Premio de Pintura.
En 1973 fue nombrado vicepresidente, y luego presidente, de la Casa de la Cultura de Quito,
cargo que le permitió realizar un amplio programa de difusión cultural. En 1974 recibió la
Condecoración del gobierno de Francia, que por primera vez se concedió a un artista
latinoamericano. Durante el año 1977, como homenaje a su trabajo, el Ministerio de
Relaciones Exteriores organizó en Quito una retrospectiva de su obra, parte de la cual se
expuso simultáneamente en varias ciudades de España. En 1980 inauguró su mural Ecuador
en el Consejo Provincial de Pichincha y, en 1982, terminó otro mural, denominado España-
Hispanoamérica, que se encuentra en el Aeropuerto Internacional de Barajas, en Madrid.
En 1981 la Cámara de Representantes del Ecuador reconoció la obra y la trascendencia del
artista mediante la creación de la Fundación Guayasamín, patrimonio cultural del país, a la
que el pintor donó sus obras y colecciones de arte. En sus cuadros Guayasamín denunció
20. siempre con convicción los horrores, los desastres y los dramas del hombre, dando a sus
obras una expresividad particular dentro de la escuela indigenista.
26.- EDUARDO KINGMAN
(Loja, 1911) Pintor, muralista y grabador ecuatoriano. Formado
en su país, recibió el premio Mariano Aguilera en 1936. Ha
realizado pinturas de inspiración social y popular.
Trabajó en los murales del pabellón ecuatoriano de la feria
mundial de Nueva York (1939) y en los del Ministerio de
Agricultura de Quito.
Loja, Ecuador, 1911-Quito, 1997) Pintor ecuatoriano. Con su
primera muestra de pintura, expuesta en 1931 en Guayaquil
bajo el título Barrios obreros y retratos desafiantes, Kingman se
definió como pintor de lo popular, del indígena y del mestizo urbano, temática que
caracterizaría toda su obra posterior, la cual sigue la corriente expresionista propia de la
pintura latinoamericana del siglo XX.
Tras algunas exposiciones, en su país y fuera de él, y la realización de un gran mural para el
pabellón del Ecuador en la Feria Mundial de Nueva York de 1939, se fue consolidando como
pintor, nacional e internacionalmente, y recibió numerosos premios y galardones. Otros
interesantes murales de Kingman se pueden admirar en el templo de la Patria y en el
ministerio de Agricultura de Quito.
27.- LEONARDO TEJADA
“Nació en la capital de Cotopaxi, hijo de un célebre ebanista
diseñador de muebles”, escribió, de puño y letra, Leonardo
Tejada en unas páginas de recuento de su vida que me entregó,
no recuerdo bien con qué ocasión y he conservado como precioso
documento.
Su padre fue don Virgilio, afamado trabajador de la talla
artística y otras destrezas del oficio, que trasmitió a sus hijos y
también a Leonardo, que, ya pintor famoso, haría con su hermano
Miguel Angel obras de ebanistería y talla en los retablos de la
iglesia de la Concepción de El Tocuyo, Estado de Lara, en
Venezuela, y tallarían rosetones de madera para cubrir el cielo
raso del recinto legislativo, por entonces huésped del Palacio de Carondelet.
21. “Tejada pertenece a una familia de artistas tallistas de la madera” escribió, con no
disimulado dejo de ufanía, nuestro artista líneas abajo en ese texto autobiográfico.
Sigue el precioso documento con la infancia, y nos da todo lo que se ha podido conocer
de esos años a los que tan parcamente se refirió siempre el artista. Volviendo la mirada a esas
tierras altas donde la historia personal confina con la fábula y el cuento, ha escrito: “Desde
pequeño gustaba habilitar prismas en función de algo - hacer juguetes en diversos materiales -
de preferencia la madera. Gustaba pintar en las paredes y en todo lugar que me atraía para
expresar mi inquietud, mi vocación de artista”. Y de allí saltó al título “La formación
académica”.
28.- LUIS A. MARTÍNEZ
Luis Alfredo Martínez (Ambato 23 de junio de 1869-26 de noviembre de
1909) fue un escritor, pintor, político y narrador ecuatoriano,
comprometido con los románticos del siglo XIX. Iniciador del realismo en
Ecuador. Fue un opositor al Gobierno de Eloy Alfaro. Trabajó en diferentes
regiones y en varios oficios, desde los más humildes hasta los más
prestigiosos, y conoció de cerca la vida del pueblo. Eso le sirvió para
escribir su obra cumbre, A la Costa, una de las primeras novelas realistas
del Ecuador, que describe con fidelidad los cambios sociales que se vivían
a finales del siglo XIX en el país.
Aparte de su faceta literaria, luchó con las guerrillas liberales en la década
de 1890, administró el ingenio azucarero Valdez, fue subsecretario y ministro de Educación y
promovió la construcción de un ferrocaril entre Ambato y la Amazonía ecuatoriana, que no
pudo culminarse. Escribió un tratado sobre la agricultura ecuatoriana y también uno en
defensa de los indígenas.
Obras
Entre sus obras más importantes se destacan:
Disparates y caricaturas (1903)
A la costa (1904)
Catecismo de la agricultura
Camino al Oriente
Primer parte
Salvador es el hijo de Jacinto Ramírez y Camila Quiroz. Familia de clase media baja que logra
salir adelante gracias al tesón de don Jacinto, quien luego de una grave pérdida (la de su
familia) podrá salir adelante atravesando penurias y vergüenzas. Llegará a ser abogado y con
el tiempo reconocido en su trabajo.
Sin embargo, no llegará a encontrar nunca abiertas las puertas de la abundancia y los amigos,
en parte debido a su propia timidez y también debido a las limitaciones sociales que
encuentra por no pertenecer a una familia “noble”. Doña Camila al parecer es una persona
22. medianamente instruida que se perderá (tal vez por naturaleza) en los cotilleos y envidias
aparentemente propios de la “sociedad” de aquellos tiempos. Salvador crecerá inteligente
pero débil en la ciudad de Quito.
El espacio para crecer y compartir lo tendrá a través de su hermana Mariana y su amigo
Luciano. Mariana será una figura celestial y protectora de este, compañera de juegos y
anhelos. Luciano, el amigo líder, ídolo de Salvador. Terminarán, al final de la primera parte,
enfrentados en combate por grupos que representan sus ideales. Mariana luego de un impulso
de pasión terminará repudiada y denigrada.
29.- GILBERTO ALMEIDA
Nace en 1928, es el 5to. Hijo de una familia formada por 7
hermanos, sus padres fueron don José Peregrino Almeida y doña
Carmen Amelia Egas.
Los primeros conocimientos recibe en la escuela de su lugar
natal, San Antonio, luego pasa al Colegio “Santa Teresita” de la
ciudad de Quito, más, sus inquietudes juveniles están guiadas
hacia el arte.
Regresa a su pueblo en el período que nace el “Liceo Artístico’’,
plantel educativo secundario fundado para orientar en forma
metódica la tradicional manera de cultivar la belleza en la
parroquia. Es en el “Daniel Reyes” donde Gilberto acaba por
descubrir totalmente su vocación de pintor. Su decisión es firme: caminará junto al pincel, el
lienzo y los colores.
Su personalidad inquieta por hacer y conocer, pone los cimientos de su futuro; sin embargo,
los profesores no influyen en su forma de interpretar las cosas, él mismo escudriña su propia
identidad y afianzamiento que le conducirán a pintar y dibujar con dedicación y esmero, tras
la búsqueda constante de su propio estilo.
En el Liceo se destaca entre sus compañeros, expone sus conceptos nuevos y diferentes y
realiza trabajos dentro del programa de aprendizaje, saliéndose de las formas convencionales
empleadas como metodología y aceptadas por el establecimiento educacional, tomando en
cuenta –además - que en el grupo de sus compañeros figuraban pintores distinguidos y con
trayectoria, tal el caso de Vicente Herrera (ausente del país) y Emma Montesdeoca, quienes
Dirigió con acierto los primeros años de vida del Colegio “Daniel Reyes” el señor: Gonzalo
Cornejo: joven, culto, respetuoso, educado, carismático.
Sus méritos corno artista iban paralelos con sus dotes de maestro, y su metodología también
era un arte. Entrega sus conocimientos con generosidad y claridad de didacta.
Cornejo aviva la chispa de los corazones juveniles, consigue organizar la naciente Institución
artística y deja en ella una huella profunda. Viene a nuestro recuerdo aquella ocasión en la que
al mirar el paisaje nos hacía estudiar las formas armoniosas y nos decía: “Hay que adentrarse
y expresar el espíritu de las cosas”; contemplábamos mustios las casitas de una calle tortuosa,
23. era ya tarde, el sol alargaba las sombras de las viviendas anunciando la cercanía de la noche y
agregaba: “Observen como las casas se acurrucan unas a otras, acomodándose para soportar
el frío de la noche”. En todo nos hacía descubrir belleza interna y externa.
Tenemos la convicción de que el verdadero maestro de Gilberto Almeida fue Gonzalo Cornejo,
siempre demostró preferencia por él, como alumno favorito. Era muy frecuente verlos camino
al campo a pintar o tomar apuntes, con la carpeta bajo el brazo y armados de cartulinas,
lápices y acuarelas.
30.- VICTOR MIDEROS ( IBARRA, 1888- QUITO, 1968) FUE UN PINTOR ECUATORIANO.
Frente a todos los precursores de la modernización del arte nacional,
una figura se alza como el representante de lo tradicional: Víctor
Mideros.
La burguesía ve en él al gran pintor que satisface su devoción y su
visión espiritualista del mundo anclada en ciertos símbolos entre
religiosos y esotéricos.... era pintor que no dejaba llegar a sus telas los
grandes conflictos sociales del tiempo.
Mideros se convierte en el pintor mimado de intelectuales
tradicionalistas, la Iglesia y los públicos medios -siempre, como se
sabe, tremendamente conservadores-.
Se pronuncian sobre él discursos -comenzando por Velasco Ibarra-, se escriben libros ("Víctor
Mideros" por José Rumazo, 1932), se lanzan exaltados elogios ("Mideros es en este momento
el pintor más poderoso de la América del Sur", proclamaba por los años treintasElizabeth
Delbrück), se lo premia repetidas veces: gana premios en el "Mariano Aguilera" en
1917,1924,1927,1928,1930, 1931,1932.
Entre 1924 y 1935... domina el horizonte de la plástica nacional. A partir de ese año comienza
rápido ocaso y para los cincuentas, al imponerse las nuevas formas, el artista -que se mostró
incapaz de evolucionar e hizo gala de vivir de espaldas a las violentas transformaciones del
arte contemporáneo- se vio marginado como artista casi anacrónico y, en todo caso, muy poco
representativo del arte ecuatoriano contemporáneo.
En 1918 viajó a Roma, como adjunto a la legación ecuatoriana. Era ya un pintor de sólida
técnica -la había aprendido con Luis Toro Moreno y Rafael Troya-, abierto a las novedades
lumínicas del Impresionismo. Pero en Europa solo parece haberse interesado por el
Simbolismo y cierta pintura mística, y a su regreso eso mostró...
En 1924 mereció el primer premio en el "Mariano Aguilera" , con un cuadro que resume lo
que sería la obra del artista a lo largo de cuarenta y cinco años... técnica brillante en
composición, dibujo y cromática
24. 31.- OSWALDO VITERI
Oswaldo Viteri, pintor y escultor ecuatoriano, nacido en
Ambato, provincia de Tungurahua, Ecuador, en 1931.
Artista neofigurativo, ampliamente reconocido por su trabajo
de ensamblajes, aunque su obra abarca también la pintura, el
dibujo, los grabados y los mosaicos.
Comenzó su educación como estudiante de Arquitectura en la
Universidad Central del Ecuador, en Quito, en 1951. Colaboró
en el taller de Oswaldo Guayasamín, a quien ayudó en 1959
en el encargo de un mural para el Ministerio de Obras
Públicas.
Durante la década de 1960, se centró en la pintura y estudió Antropología y Folklore.
En 1966, se graduó en Arquitectura y fue nombrado director del Instituto Ecuatoriano de
Folklore.
Comenzó a explorar técnicas de arte experimental incorporando a sus obras el collage y
colocando objetos superpuestos a sus lienzos. Realizó sus primeros ensamblajes en 1968,
comenzando a mostrar sus obras en exposiciones internacionales en la década de 1960,
siendo incluido en las bienales celebradas en 1964, en Córdoba (Argentina), y en 1969, en São
Paulo, en las que recibió sendas menciones honoríficas.
Su trabajó tomó una vertiente más escultórica durante los años 70, como reflejan sus
múltiples series de ensamblajes en los que utiliza muñecas de trapo y material de desecho.
Muchas de sus obras se encuentran en algunos de los museos y galerías más prestigiosos del
mundo, entre las que podemos destacar la galería Uffizi, que cuenta con un autorretrato.
Ha resultado nombrado candidato en dos ocasiones al Premio Príncipe de Asturias de las
Artes.
32.- ESTUARDO MALDONADO.
Estuardo Maldonado (nacido en 1930) es un escultor de América Latina y el pintor inspirado
en el constructivismo movimiento. Maldonado es un miembro del VAN (Vanguardia Artística
Nacional), el grupo de pintores informalistas, fundada por Enrique Tábara . Otros miembros
del VAN incluido, Aníbal Villacís , Luis Molinari , Hugo Cifuentes y Gilberto Almeida. Presencia
internacional de Maldonado es en gran parte debido a su participación en más de cien
exposiciones fuera del Ecuador.
25. Nacido en Pintag , en el Quito del distrito de Ecuador, Maldonado se fue de casa a una edad
temprana con el fin de observar y aprender de la naturaleza. Tanto la naturaleza como los
temas indígenas han sido una inspiración fundamental para gran parte de su trabajo.
Maldonado estudió arte en la Escuela de Bellas Artes de Guayaquil . En 1953, Maldonado fue la
enseñanza del dibujo e historia del arte en el Colegio Americano de Guayaquil. En 1955,
Maldonado viajó a la costa ecuatoriana la pintura de las personas de la costa y los paisajes.
El Campo de Los Toros, pastel y tinta sobre papel, 1960.
En 1955, Maldonado realizó sus primeras exposiciones en Guayaquil, Portoviejo, Esmeraldas
y. En 1956, Benjamín Carrión Maldonado invitó a exponer en la Casa de la Cultura Ecuatoriana
convirtiéndose en el primer artista ecuatoriano, para exhibir la escultura en Quito y
Guayaquil. En 1957, Maldonado partió para Europa con una beca y viajó a Francia, Alemania,
Suiza y los Nethelands y se estableció en Roma, Italia. Maldonado asistió a la Academia de
Bellas Artes de Roma y la Academia de San Giacomo.
El trabajo de Maldonado representa abstracciones de la naturaleza. Sus raíces ancestrales son
también evidentes en algunas de sus obras sobre la base de pre-colombina las imágenes de su
natal Andina zona. Al mismo tiempo, él está interesado en la palpitación del universo en
evolución. Es debido a esta curiosidad inherente con el avance y la historia que él tiene un
lugar dentro del movimiento de arte latinoamericano constructivista.
Vladimir Tatlin fundó el constructivismo en la Rusia de 1913. Influenciado por el futurismo y
el cubismo , este movimiento se basa en las formas abstractas, geométricas y se relaciona con
las ideas arquitectónicas. El movimiento constructivista hecho su camino en América Latina
por medio de Joaquín Torres García y Manuel Rendón . Universalismo Constructivo es un
estilo innovador creado por Joaquín Torres García, quien después de haber vivido en Europa
desde hace más de cuarenta años, regresó a su tierra natal, Uruguay y trajo consigo él
conceptos artísticos nuevos. Universalismo Constructivo combina referencias al mundo
precolombino, con las formas geométricas del constructivismo europeo.
El trabajo de Maldonado se ha celebrado en todo el mundo para el éxito de la combinación de
la naturaleza con la innovación, mientras que frente a la relación con sus raíces andinas.
En 2009, Maldonado fue galardonado con el Premio Eugenio Espejo , de su país el Premio
Nacional de las más prestigiosas de Arte, Literatura y Cultura presentada por el Presidente del
Ecuador.
33.- ENRIQUE TABARRA
Enrique Tábara nació en Ecuador, en 1930. Es uno de los más importantes pintores
latinoamericanos. Su obra cada día será más apreciada, aunque ya ha ocupado un importante
lugar en la plástica europea, gracias al tiempo que este artista trabajó en Barcelona con los
informalistas, grupo al cual aportó ideas y técnicas. Lo admiro muchísimo, he estado con él en
su taller, aprendí grandes lecciones sobre composición y manejo del color. "Este
ordenamiento que sensible y sensorialmente percibimos, no impide que rasgo mayúsculo de
su obra sea el que se ofrezca a nuestra visualidadcomo espontáneo, brotado de un impulso
vital, y no como hecho de reflexión, voluntad y conienciaatísticas" (Mejía, M.E.).
26. Cuentan que esa montubia desnuda tan seductora y
candorosa que pintara Enrique Tábara sorprendió de tal
manera a un crítico español muy serio y compuesto, que él
no tuvo más que medirla con la Maja de Goya. Dicen que
pintó un grupo de mulatas enanas y desfiguradas de una
fealdad tan terrible e inolvidable, que echaban raíces en la
imaginación de todos quienes las miraban. Dicen que
Tábara hizo aparecer en sus lienzos a los robots de Isaac
Asimov; cuentan que hurgó tan profundo en América que en
sus telas cobraron vida antiguos hechiceros poderosos.
Dicen que todos los errantes del mundo pasaron por
Guayaquil dejando en los cuadros de Tábara las huellas
siempre distintas de sus pasos. Y cuando el pintor tomó a
esos zapatos, pies, patas y piernas y los encaminó hacia la
selva, cuentan que de sus manos nacieron árboles nuevos
nunca vistos por el ojo del hombre. Tábara hizo entonces
magia con los insectos y los transformó en seres eternos. Y de tanto respirar naturaleza y
luego de medio siglo de beber el color sin prisa, Tábara acaba de descubrir un nuevo cosmos
de formas exuberantes que requieren semanas para desperezarse en las telas de su creador.
Enrique Tábara está feliz. Es junio y hace frío en Guayaquil, y el pintor aparece luciendo
mucho menos de sus 72 años para contarnos que siente nueva vida fluyendo a través de sus
pinceles. "Abandono ya el tema de insectos por este nuevo mundo. Traigo una sensación de la
realidad y la expreso pero sin copiar nada de la realidad. El referente concreto tiene algo que
ver con el paisaje, pero es un aspecto diferente de él. Esto es memorizar la realidad tomando
sus ritmos, estoy muy contento porque esto es lo que quiero pintar en un futuro."
Dos cuadros recientes dan cuenta de sus nuevos hallazgos. Tábara los mira complacido y
señala un aspecto fundamental de ellos, "lo que no ha cambiado jamás es mi técnica de hacer
los relieves. Me gusta que la pintura pueda ser táctil, que uno pueda sentir la dimensión del
volumen".
Y cuando relata cómo logra este portento, "preparo el lienzo con un relieve de otra tela
empapada de pintura, y cuando la pintura está a punto de secarse, dibujo las formas y
empiezo a trabajar con hojas de gillette, que las uso mucho para cortar y dejar las imágenes
que quiero destacar en volumen; requiere paciencia..." advierte una paradoja importante en
su pensamiento, "yo siempre he combatido el arte que tiene más de artesanía que de arte. Lo
he criticado porque olvida el aspecto de la creación. Pero por otro lado, admiro a los
artesanos, porque es indudable que el trabajo meticuloso de hacer una obra de arte tiene
mucho de artesanía."
27. 34.- MILTON BARRAGÁN
Milton Barragán, reconcido escultor-arquitecto ecuatoriano
nació en Chimborazo en 1934. En 1958 se gradúa de arquitecto
en la Universidad Central del Ecuador. En 1961 viaja a Italia y
Roma para ampliar sus estudios de Arquitectura, Estudió
planeación regional y urbanismo en Dinamarca, Inglaterra y
Holanda.
Se inició con obras en la arquitectura y la planificación desde el
año 1958 y desde 1968 trabaja en la escultura.
A realizado varias exposiciones individuales y colectivas en
Ecuador, Mexico, Colombia, Perú y España. Sus obras estan en
colecciones privadas y públicas como en el Museo de Arte Moderno, en Quito y en Cuenca,
Museo de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Museo de Arte Moderno en Managua, Nicaragua,
Instituto Latinoamericano de Hierro y el Acero -- ILAFA, Luciano Benetton Colección Italia,
Museo de la Arquitectura-Colegio de Arquitectos -Quito y en varias instituciones finacieras del
país.
En 1989, recibió la Orden Nacional al Mérito en Francia. Miembro de la comisión del Centro
Histórico de la Municipalidad de Quito para la preservación (1967-1972). Además, fue
Subdecano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central. Desde 1998
hasta 1992, fue presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.
Su pensamiento:
... La creación en el arte es-para el artista, no un proceso dialéctico, ni la enseñanza o el
aprendizaje, es más bien una necesidad compulsiva que da paso a una fuerza indomable
instando a la artista y creador a trabajar en la fiebre o el frenesí, como si la paz interior de la
mente debe depender exclusivamente de los resultados de su esfuerzo.
35.- MONSEÑOR GERMAN PAVON PUENTE
Nació en Quito el 28 de Octubre de 1936, de los esposos Sr. Cesar Pavón y Sra. Mariana
Puente; son seis hermanos ocupando, el cuarto lugar.
Fue Ordenado Sacerdote el 29 de Junio de 1960 por la Arquidiócesis de Quito, su
nombramiento como Obispo de Tulcán fue el 28 de Enero de 1989 y el 25 de Febrero de 1989
recibe la Ordenación Episcopal.
28. ESTUDIOS
Los estudios primarios realizó en la Escuela "Hermano Miguel" de San Blas, los secundarios en
el Seminario "San Luis" de Quito y los superiores en el Seminario Mayor "San José" de Quito.
ESPECIALIDADES
Obtuvo en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma el Doctorado en Derecho Canónico,
Diplomado en Pastoral Social en el Centro Internacional Pro SodasliInstitutioniCleri, en Roma.
También realizó un curso completo (ocho meses) en el Instituto de Pastoral Latinoamericana
(IPLA) en Quito y un curso completo de Pastoral Vocacional en Lima.
CARGOS DESEMPEÑADOS
Vicario Cooperador de el Sagrario (1963-1964).
Vice-Canciller de la Curia Metropolitana (1964-1971).
Secretario particular del Emmo. Señor Cardenal Pablo Muñoz Vega (1967-1971).
Defensor del Vínculo del Tribunal de matrimonios de Primera Instancia de Quito (1964 -1971-
1974).
Rector del Seminario "San Luis" de Quito (1971-1973).
Sustituto de la Cancillería de la Curia de Quito (1973-1975).
CANCILLER de la Curia Metropolitana de Quito (1980-1989).
Ecónomo del Cabildo Metropolitano de Quito (1975-1985).
CANÓNIGO DOCTORAL del Cabildo Metropolitano de Quito (1980-1989).
VICARIO EPISCOPAL DE APOSTOLADO LAICAL de la Arquidiócesis de Quito (1985-1989).
VICARIO EPISCOPAL DE EDUCACIÓN CATÓLICA (1985-1986).
PROVICARIO GENERAL (1985-1989).
Miembro de Consultores de la Arquidiócesis de Quito.
Miembro del Consejo de Presbiterio de la Arquidiócesis de Quito.
Vocal Suplente del Consejo Gubernamental de Bienes de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
Delegado Suplente para el Sínodo de los Obispos.
Obispo de Tulcán, 4 de Marzo de 1989 a 30 de Mayo del 2001.
Defensor del Vínculo del Tribunal Nacional de Matrimonio (1983).
UEZ del tribunal de Matrimonios de Primera Instancia de la Arquidiócesis de Quito (1987-
1989).
ASESOR NACIONAL del Movimiento de Cursillos de Cristiandad (MCC) (1982-1989).
Presidente del Departamento de Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal
Ecuatoriana (1989-1995).
Presidente del Departamento de Familia y Juventud de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana
(1996-2001).
36.- MAURICIO BUENO
29. 37.- PARA QUE SIRVE ESTUDIAR LA HISTORIA DEL ARTE
La historia sirve para que tengamos memoria de nuestros antecesores.Sirve para que no se
cometan los mismos errores. Sirve para ver donde están situados los acontecimientos y
porque se procuren y en que modifica a los pueblos, naciones. Sirve para saber que ha
ocurrido en las guerras, tanto los que se llaman vencedores y los que les llaman perdedores.
Sirve para dar gracias a todas aquellas personas que murieron por una causa justa, y no
fueron reconocidas. Hay que estudiar historia verdadera y no manipulada para que no vuelva
a pasar lo que pasa.
Si no te gusta estudiar historia, no lo hagas, pero ten una información de porque estás en este
lugar y no en otro. La historia marca a las personas. Después nosotros podemos variar nuestro
rumbo.Todos formamos parte de la historia.
Por qué es la forma de expresión más antigua que ha llegado hasta nosotros. El arte sirve para
conocer mucho de la vida de las gentes del pasado. Pero sobre todo nos sirve para conocer
expresiones, gustos, necesidades, preocupaciones. También lo estudiamos por que el Arte es
inherente al ser humano. No podemos entender las culturas pasadas y presentes sin el arte.