2. BIOGRAFIA
En 1885 es nombrado prior del noviciado de Monteagudo (Navarra). Son tres años
de profundo influjo espiritual en los jóvenes. Cuidó mucho de la vida litúrgica, del
rezo coral de las Horas, de la vida comunitaria aspecto esencial de la religiosidad
agustiniana . Las epidemias del cólera y de viruelas extreman su atención y
delicadeza con los enfermos.
Predica en los alrededores, participa en novenas... Su gran amor a los pobres se
califica de casi exagerado.
Hasta quinientas raciones logra dar dos veces al día a los pobres, gracias en buena
parte a las privaciones de sus frailes.
3. INTERVENCIÓN EN POLÍTICA COLOMBIANA
Como la mayoría de jerarcas de la Iglesia católica colombiana, Ezequiel Moreno se
alineó con las ideas del gobierno conservador del momento. Durante la guerra de
los mil días usó sus escritos y predicaciones para atacar al Partido liberal
colombiano y para llamar a los católicos a "defender su religión con Remingtons y
machetes", prometiendo absolución automática.
4. En un mundo nuevo
En agosto de 1888 una nueva llamada: se necesitan voluntarios para Colombia.
«Hace tiempo que me parece que el Señor me llama para esta misión». Con siete
compañeros, en los primeros días de 1889, llegaba el padre Ezequiel a Bogotá. Le
esperaba una labor ardua. Vive en la capital de la república cinco años de
intensísima actividad, que brota del manantial fecundo de su vida espiritual, sin
otras miras que los intereses de Cristo (Fl 2,21). Predica, confiesa, atiende a
enfermos incansablemente. Austero e intachable, adquiere fama de predicador
lleno de piedad y de unción.
5. CASANARE: UNA SOLA ALMA VALE MÁS QUE LA VIDA DE
HOMBRE.
Explora, visita enfermos, administra sacramentos, regula matrimonios. Conservamos ocho
cartas como testimonio de su labor misionera y que ya entonces conmovieron la conciencia
de Colombia y contagiaron su preocupación por tantos infieles.
Roma, de acuerdo con el gobierno, erige el vicariato apostólico y le nombra su pastor. Es una
nueva etapa en la vida de nuestro santo. Allí según su propósito permanecería hasta la
muerte. ¡Quién me diera poder decir al exhalar mi último suspiro en una mala choza, o en
arenosa playa, o al pie de un árbol: ya no quedan infieles en Casanare. No llegaron a dos
años los transcurridos en Casanare, pero, con su estilo personal de total entrega, dejó una
huella imperecedera. Una pobre choza le sirve de palacio episcopal.
6. Pasto: Una década de plenitud
En febrero de 1896 llegó a Casanare comunicación oficial de que monseñor
Ezequiel Moreno había sido nombrado obispo de Pasto. De 1896 a 1906, en diez
intensísimos años servirá a sus fieles con todos los medios a su alcance. El
nuevo obispo vivió, como era su costumbre, en máxima sencillez. Comida frugal
y, en su alcoba, un jergón de paja. Se preocupa de los colegios, lucha para que
se imparta una formación católica, alienta la llegada de misioneros, promueve el
culto y las devociones, fomenta la construcción de iglesias y santuarios, escribe y
propaga cartas pastorales y desvela los ardides de la propaganda antirreligiosa.
Se convierte en el abanderado y símbolo de la defensa de los valores cristianos
en Colombia.
7. Una luz en lo alto
Sus cartas pastorales resonaron con fuerza en todo el país. Los
liberales se burlan de su doctrina, la ridiculizan. Todo eso
conmueve el alma ardorosa de¡ padre Ezequiel. Él los
desenmascara. En pago lo convertirán en blanco de diatribas y
persecuciones. Ahora toda la saña de esos periódicos es contra
mí. Me han puesto y me ponen de vuelta y media. Números
enteros no contienen otra cosa que insultos contra mí. ¡Bendito
sea Dios
8. SU ORACION
Te damos gracias, Padre y señor nuestro, porque has querido darnos en san
Ezequiel Moreno un acabado modelo de fidelidad al evangelio, un perfecto y
ardiente operario de tu viña y un Pastor según el Corazón de tu Hijo. Te pedimos
por su intercesión, nos concedas vivir con alegría nuestro testimonio cristiano e
imitar sobre todo, su ardiente amor a Ti y su plena disponibilidad al servicio de la
Iglesia y de los hombres.
9. En octubre el diagnóstico es claro: es cáncer y hay que operar. Me he puesto en
manos de Dios. Él hará su santa voluntad. Hay que descansar en lo que Èl quiera
hacer. ¡Qué consolador es todo esto!», exclama. Se le pide venir a España. En
Madrid es operado urgentemente. Es una operación muy dolorosa, que soporta
con paz absoluta. De vez en cuando exclama: Bendito sea Dios. Dios mío, dame
resignación para sufrir por Ti En la clínica decían: «Es un santo».
El 29 de marzo, es operado de nuevo. Todo resultó inútil. Ahora su decisión es
clara: Me voy a morir a los pies de mi Madre la Virgen de¡ Camino». En
Monteagudo elige una celda austera, con una pequeña tribuna que le permite ver
el sagrario y el camarín de la Virgen. Los dolores son atroces, pero no se le
observa un acto de impaciencia ni pierde su dulzura habitual. Y a las ocho y media
del 19 de agosto, a los 58 años, descansa en el Señor.