El documento define y describe varios tipos de parafilias y trastornos de identidad de género. Incluye secciones sobre la definición, tipos, origen, síntomas y tratamiento de las parafilias y el trastorno de identidad de género. También define y explica las causas, clasificación y tratamiento de las disfunciones sexuales.
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Presentación tema 6
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2. DEFINICIÓN
Es un patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante
de placer no necesariamente se encuentra en el coito, sino en alguna otra
cosa o actividad que lo acompaña. Suelen, aunque no necesariamente,
suceder principalmente porque la persona que las practica ya ha tenido una
cantidad muy elevada de placer sexual, que llega un momento, en que lo
poco no la satisface y quiere más y más de aquella actividad para sentir el
orgasmo o excitarse .
3. TIPOS
Agorafilia: Atracción por realizar practicas sexuales en lugares públicos.
Alorgasmia: Fantasear durante el acto sexual con otra persona que no sea la pareja.
Altocalcifilia: Atracción proveniente de los zapatos de tacones altos.
Anisonogamia: Atracción por una pareja sexual mucho más joven o mucho mayor.
Asfixiofilia: Estrangular, asfixiar o ahogar a la pareja durante el acto sexual, con su
consentimiento y sin llegar a matarla.
Clastomanía: Excitación por romper la ropa que la pareja lleva puesta.
Fetichismo: Fantasías y deseos a partir del uso de objetos o partes del cuerpo que
son el centro de su atención.
Necrofilia: Atracción sexual por los cadáveres o los muertos.
Pedofilia: Atracción hacia personas menores de edad.
Sadismo: Experimentar placer erótico al provocar dolor físico o humillación en la
pareja.
Zoofilia: Atracción sexual hacia animales.
4. ORIGEN DE LAS PARAFILIAS
No existe un consenso científico sobre el origen de las parafilias ya que no
se ha encontrado una verdadera asociación de causa-efecto entre ninguna
de ellas.
Sin embargo algunos estudios revelan datos que asemejan cierta relación,
por ejemplo aquellos que sufrieron del abuso de un pedófilo tienen un amplia
posibilidad de recaer en esta parafilia en su madurez. Por otro lado esto no
quiere decir que todos aquellos que hayan sido abusados serán abusadores,
ni que todos los abusadores hayan sido alguna vez abusados.
Bajo algunas concepciones científicas las parafilias son consideradas como
tan normales como la preferencia por personas rubias, morochas o pelirrojas.
Estos comportamientos sexuales suelen tener su origen, al igual que
la preferencia por el color del cabello, en la infancia.
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6. DEFINICIÓN
Es un conflicto entre el sexo físico real de una persona y el sexo con el que
ésta se identifica. Por ejemplo, una persona identificada como varón puede
realmente sentirse y actuar como una mujer. La persona está muy
incómoda con el sexo con el que nació.
7. CAUSAS
Las personas con problemas de identidad de género pueden actuar y presentarse como
miembros del sexo opuesto. El trastorno puede afectar:
- La elección de los compañeros sexuales
- Amaneramientos, comportamiento y vestuario
- La autoestima
El trastorno de identidad de género no es lo mismo que la homosexualidad.
Es necesario que los conflictos de identidad continúen con el tiempo para considerarse
un trastorno de identidad de género. La forma como ocurre el conflicto de género es
diferente en cada persona. Por ejemplo, algunas personas pueden vestirse al contrario,
mientras que otras desean una cirugía de cambio de sexo. Algunas personas de un
género en privado se identifican más con el otro sexo.
Las personas que nacen con genitales ambiguos, lo cual puede generar inquietudes
acerca de su sexo, pueden desarrollar un trastorno de identidad de género.
Se desconoce la causa, pero las hormonas en el útero, los genes y los factores sociales
y ambientales (como la crianza) pueden intervenir. Este raro trastorno puede ocurrir en
niños o en adultos.
8. SÍNTOMAS
Los síntomas pueden variar por edades y son afectados por el ambiente social de la persona. Pueden abarcar los siguientes:
Niños:
• Tienen desagrado por sus propios genitales
• Son rechazados por sus compañeros y se sienten aislados
• Creen que ellos crecerán y llegarán a ser del sexo opuesto
• Sufren depresión o ansiedad
• Dicen que desean pertenecer al sexo opuesto
Adultos:
• Se visten como si fueran del sexo opuesto
• Se sienten aislados
• Sufren depresión o ansiedad
• Desean vivir como una persona del sexo opuesto
• Desean deshacerse de sus propios genitales
Adultos o niños:
• Cambian la forma de vestir y muestran hábitos característicos del sexo opuesto
• Se alejan de la interacción social
9. TRATAMIENTO
Se recomienda terapia individual y familiar para los niños con el fin de crear
un ambiente de apoyo en casa y en el colegio. Igualmente se recomienda
terapia individual y, de ser apropiado, terapia de pareja para los adultos. El
cambio de sexo mediante la cirugía y la hormonoterapia son una opción,
pero los problemas de identidad pueden continuar después de este
tratamiento.
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11. DEFINICIÓN
El deseo sexual inhibido se refiere al bajo nivel de interés sexual que se
manifiesta en la dificultad para iniciar o responder al deseo de actividad sexual en
la pareja.
Dicha condición puede ser primaria, en la cual la persona nunca ha sentido mucho
interés o deseo sexual, o secundaria, en la cual la persona solía tener deseo
sexual, pero ya no lo tiene.
El deseo sexual inhibido puede ser ya sea situacional con relación a la pareja: él o
ella tiene interés hacia otras personas pero no hacia la pareja, o puede ser
general: él o ella carece de interés sexual hacia cualquier persona. En la forma
extrema de aversión sexual, la persona no sólo carece de deseo sexual, sino que
también puede encontrar el sexo repugnante, repulsivo y desagradable.
Algunas veces, más que presentarse un deseo inhibido, puede existir
simplemente una discrepancia en los niveles de interés sexual entre los dos
miembros de la pareja, quienes poseen niveles de interés dentro del límite normal.
A veces, alguien puede afirmar que su pareja presenta deseo sexual inhibido
cuando, en realidad, la misma persona puede tener un deseo sexual hiperactivo y
ser muy exigente sexualmente.
12. CAUSAS
El deseo sexual inhibido es una disfunción sexual muy común. Las causas más comunes parecen ser
los problemas de relación, en donde uno de los miembros de la pareja no se siente emocionalmente
íntimo o cercano a su compañero. Entre los factores comunes se encuentran: problemas de
comunicación, falta de afecto que no está asociada con la continuidad en la relación sexual, pugnas y
conflictos fuertes y la falta de tiempo para que la pareja pueda estar a solas. Por otra parte, el deseo
sexual inhibido también se puede asociar con una educación sexual muy restringida, actitudes
negativas hacia el sexo o experiencias sexuales traumáticas o negativas (como violación, incesto o
abuso sexual).
Las enfermedades físicas y algunos medicamentos también pueden contribuir a que se presente esta
disfunción, en particular cuando producen fatiga, dolor o sensación general de malestar. Las
deficiencias hormonales a veces pueden estar implicadas en ello, al igual que condiciones sicológicas
como la depresión y el estrés excesivo que pueden inhibir el interés sexual.
Comúnmente los factores dominantes son insomnio o períodos inadecuados de sueño que ocasionan
fatiga. Esta disfunción también puede estar asociada con otras disfunciones sexuales y algunas veces
puede ser causada por éstas. Por ejemplo, la mujer que no es capaz de tener un orgasmo o que
presenta dolor en el acto sexual, o el hombre que tiene problemas de erección (impotencia) o
eyaculación retardada, puede perder interés en el sexo porque comúnmente está asociado con fracaso
o con una actividad no muy placentera.
Se encuentran en particular riesgo de deseo sexual inhibido las personas que fueron víctimas de abuso
sexual o violación en la infancia y las personas cuyos matrimonios carecen de intimidad emocional.
13. TRATAMIENTO
El tratamiento se debe orientar en forma individual hacia los factores que pueden inhibir el interés
sexual y con frecuencia pueden existir diversos factores.
Algunas parejas necesitarán trabajo de mejoramiento de la relación o terapia de pareja antes de
centrarse directamente en el incremento de la actividad sexual. Algunas parejas necesitarán un poco
de instrucción sobre el desarrollo de destrezas en la resolución de conflictos y requerirán ayuda para
resolver las diferencias en aquellas áreas no relacionadas con el sexo.
El entrenamiento en la comunicación para hablar a nivel de sentimientos, mostrar comprensión,
resolver las diferencias de tal forma que refleje sensibilidad y respeto por los sentimientos de ambas
partes, aprender cómo expresar la ira de manera constructiva y reservar el tiempo para las actividades
de la pareja, el afecto y hablar tienden a estimular el deseo sexual.
Muchas parejas también necesitarán concentrarse directamente en la relación sexual, donde a través
de la educación y las tareas de pareja puedan expandir la variedad y el tiempo dedicados a la actividad
sexual. Es posible que algunas parejas necesiten concentrarse en las formas de poder acercarse
sexualmente a la otra persona de una manera más interesante y conveniente y en cómo rehusar una
invitación sexual de una forma suave y discreta.
Cuando los problemas en la excitación sexual o en la realización del acto sexual son factores que
disminuyen la lívido, se deben tratar estas disfunciones sexuales de manera directa.
Los trastornos de deseo sexual son con frecuencia los problemas sexuales más difíciles de tratar, en
especial si se presentan en los hombres. Por lo tanto, se debe buscar asesoría de un especialista en
sexo y terapia marital
14. ¿CÓMO SE PUEDE PREVENIR?
Una buena forma de prevenir el deseo sexual inhibido es reservar tiempo para la
intimidad no sexual con la pareja, ya que las parejas que semanalmente reservan
tiempo para hablar, salir solos a alguna parte y sin los hijos, mantendrán una
relación más estrecha y es más probable que sientan interés sexual.
Las parejas también deben separar el sexo del afecto, de tal manera que ninguno
sienta temor a ser cariñoso constantemente, temiendo que ello sea interpretado
como una invitación a tener un contacto sexual.
El hecho de leer libros, tomar cursos acerca de la comunicación de pareja o leer
libros sobre masajes también puede estimular los sentimientos de acercamiento.
Para algunas personas, la lectura de novelas o ver películas con contenido sexual
o romántico también les puede servir para estimular el deseo sexual.
El reservar un "tiempo preferencial" de manera regular antes de sucumbir al
agotamiento, tanto para hablar como para la intimidad sexual, estimulará la
cercanía y el deseo sexual.
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16. DEFINICIÓN
Dificultad durante cualquier etapa del acto sexual (que
incluye deseo, excitación, orgasmo y resolución) que evita al individuo o
pareja el disfrute de la actividad sexual.
Las disfunciones sexuales pueden manifestarse al comienzo de la vida
sexual de la persona o pueden desarrollarse más adelante. Algunas de ellas
pueden desarrollarse paulatinamente con el tiempo, y otras pueden aparecer
súbitamente como incapacidad total o parcial para participar de una o más
etapas del acto sexual. Las causas de las disfunciones sexuales pueden ser
físicas, psicológicas o ambas.
17. CAUSAS
Los factores emocionales que afectan a la vida sexual incluyen tanto
problemas interpersonales (como problemas de pareja o falta de confianza y
comunicación) como psicológicos del individuo (depresión, miedos y culpa,
traumas, entre otras).
Los factores físicos incluyen drogas (alcohol, nicotina, narcóticos, estimulantes,
antihipertensivos, antihistamínicos y algunos medicamentos
psicoterapéuticos), lesiones de espalda, hiperplasia prostática benigna,
problemas de riego sanguíneo, daños nerviosos (como heridas en la médula
espinal), diversas enfermedades (neuropatía diabética, esclerosis
múltiple, tumores y, raramente, sífilis terciaria), fallos en varios sistemas
orgánicos (como el corazón y los pulmones),
desórdenes endocrinos (problemas en tiroides, pituitaria o glándula
suprarrenal), deficiencias hormonales (déficit
de testosterona, estrógeno o andrógenos) y algunas enfermedades
congénitas.
18. CLASIFICACIÓN
Las disfunciones sexuales suelen clasificarse en cuatro categorías:
Trastornos del deseo sexual o anafrodisia. Puede deberse a una bajada del nivel normal de producción del estrógeno (en las
mujeres) o la testosterona (en los varones). Otras causas pueden ser la edad, la fatiga, el embarazo, la medicación (como
los ISRS) o enfermedades psiquiátricas, como depresión o ansiedad.
Trastornos de la excitación sexual, previamente llamados «impotencia» en los hombres y «frigidez» en las mujeres, aunque
ahora se usan términos menos críticos: para los hombres, se emplea el de «disfunción eréctil» y para las mujeres se utilizan
diferentes alusivos a los diversos problemas. Estos desórdenes se manifiestan como aversión o elusión del contacto sexual
con la pareja. Puede haber causas médicas para estos problemas, como insuficiente riego sanguíneo o falta de lubricación
vaginal. Las enfermedades crónicas también contribuyen, así como la naturaleza de la relación entre las partes.
Trastornos del orgasmo, como el retraso persistente o la ausencia de orgasmo tras una fase normal de excitación sexual. Estos
trastornos ocurren tanto en hombre como en mujeres. De nuevo, los antidepresivos ISRS son con frecuencia culpables.
Trastornos de dolor sexual, que afectan casi exclusivamente a las mujeres y se conocen como dispareunia (intercambio sexual
doloroso) y vaginismo (espasmo involuntarios de los músculos de la pared vaginal que dificultan o impiden el coito). La
dispareunia puede ser provocada en las mujeres por una lubricación insuficiente (sequedad vaginal).
La lubricación inadecuada puede deberse a una excitación o estimulación insuficiente, o bien a cambios hormonales provocados
por la menopausia, el embarazo o la lactancia. La irritación debida a cremas y espumas anticonceptivas puede también
provocar sequedad, así como también el miedo y la ansiedad por el acto sexual.
No están claras cuáles son las causas exactas del vaginismo, pero se cree que un trauma sexual anterior (como una violación o
abusos) pueden desempeñar un papel importante. Otro trastorno sexual femenino doloroso se
denomina vulvodinia o vestibulitis vulvar, que parece estar relacionado con problemas en la piel de las zonas vaginal y
vulvar. Se desconocen sus causas.