El documento proporciona una breve descripción de la villa romana de Andelos en Navarra, que alcanzó su mayor esplendor en los siglos I-II d.C. como un importante asentamiento mencionado por Plinio el Joven y en el "Anónimo de Rávena", con un desarrollado sistema de abastecimiento de agua incluyendo una presa, depósito y acueducto. Las excavaciones han permitido conocer la estructura del asentamiento con hallazgos de termas, viviendas y calles.