2. UBICACIÓN GEOGRÁFICA
Cerro Colorado es una localidad cordobesa
situada en el departamento Río Seco, provincia
de Córdoba (Argentina).
Está compuesta por 259 habitantes y se
encuentra situada a 160 km de la Ciudad de
Córdoba, sobre la ruta provincial Nº 21 (11 km de
la RN 9).
3. Principales especies animales
Mamíferos: gato montés, zorro gris, pecarí y
corzuela (actualmente escasos), zorrinos, hurones,
cuices, quirquincho y vizcachas.
Aves: congo o jote, jote cabeza negra, jote cabeza
colorada, águila escudada, gavilán chico, lipi (Búho
único en Cerro colorado)
Reptiles: culebra listada, culebra verdiamarilla,
yarará chica.
Anfibios: rana verde o del zarzal, sapito de colores.
zorzales, rey del bosque, picaflor cola roja, catita
serrana, perdiz silbona, quinti
Peces: mojarra cola roja, pejerrey, bagres,
palometas.
7. COMECHINGONES
UBICACIÓN Los comechingones vivían en las sierras de Córdoba, en la
región central de la Argentina; ocupando lo que hoy es la zona de
Calamuchita, San Javier y Los Molinos.
El término comechingón procede de "comi" serranía o sierra, "chin"
pueblo y el sufijo "gon" plural de la palabra pueblo, "pueblos de las
serranías".
Con la fundación de Córdoba en 1573, comenzó el lento pero inexorable
proceso de extinción ya fuere por encomienda, mestización,
enfermedades traídas por los blancos- europeos, combates contra los
españoles, todo lo cual fue menguando su número e influencia en la
región.
VIVIENDAS Las viviendas de piedra eran más bien bajas, porque la
mitad estaba por debajo del nivel del terreno. Por su forma, estas casas-
pozo mantenían el calor durante el invierno y eran frescas en verano. Para
entrar, había que bajar por una rampa.
En el centro de la habitación reinaba el fogón para cocinar y
calefaccionar.
También se establecieron en las concavidades montañosas como
refugio natural
8. ORGANIZACIÓN SOCIAL En cada casa vivían cuatro o
cinco matrimonios de la misma familia. Además de las
casas, había unas pequeñas construcciones
semienterradas donde tomaban baños de vapor.
Lindando con el poblado, poseían tierras que trabajaban
en forma comunitaria, realizando cultivos, pastoreo y allí
construyeron el jaguey (especie de pozo o zanja donde se
juntaba el agua para beber y regar).
USOS Y COSTUMBRES
A pesar de las pircas y los cercos, gente de las aldeas
vecinas solían cruzar las fronteras sin permiso, para cazar
y quizás invadir las tierras de cultivo. Así empezaban las
guerras.
Acostumbraban ir al combate con el rostro pintado,
mitad negro y mitad rojo.
Las armas eran de piedra. Con ellas hacían bolas de
boleadoras, cuchillos, cabezas de mazas, puntas de lanzas
y de flecha y proyectiles para honda.
9.
10. SANAVIRONES
UBICACIÓN GEOGRÁFICA: Ocupaban una
vasta región que iba desde el Río Salado, al
norte lindando con los Tonocotés hasta el
Río Tercero, al este, la tierra de los
Comechingones, quedando en medio, la
Laguna de Mar Chiquita.
Prefirieron las regiones de clima cálido y
de algarrobales, por este motivo habitaron
los departamentos Río Primero, Sobremonte,
Río Seco, entre otros.
VIVIENDA:
Construyeron ranchos o chozas apuntaladas por
cuatro horcones clavados en tierra. El techo, fabricado
con palos, ramas y pajas, estaba sostenido sobre estos
horcones. Para levantar las paredes usaban adobe crudo
o tierra apisonada. Cubrían las aberturas con puertas de
caña o cueros. Eran viviendas grandes agrupadas en
pequeños poblados, protegidos o rodeados por cardones
o arbustos espinosos.
11. ORGANIZACIÓN:
Se organizaron de la misma manera que los
comechingones. Las provincias sanavironas estaban
formadas por un conjunto de ‘’ayllus" o tribus del mismo
origen.
Su lengua era una de las más habladas y según algunos
investigadores tienen un tronco lingüístico con los
comechingones (vocablo de lengua sanavirona).
USOS Y COSTUMBRES:
Eran agricultores sedentarios, cuyos cultivos principales
fueron el maíz y los porotos. Su dieta se complementaba con
la recolección de la algarroba y el chañar, la pesca, la cría de
llamas y la caza del avestruz.
Su cerámica era de color negro grisácea, con motivos
geométricos e impresiones de telas y cestería. Este último
dato implicaría que los sanavirones conocían el hilado y el
tejido, además de haberse encontrado varias piezas de
rueca, propias de un telar rudimentario. Tanto para la caza
como para la guerra, sus armas fueron el arco y la flecha en
hueso y piedra, también, la macana, la maza y la boleadora.