Este documento propone que los consumidores dejen de comprar gasolina en las compañías Shell y BP durante el resto del año para presionar a estas empresas a reducir los precios de la gasolina. El documento argumenta que si millones de personas en todo el mundo adoptan esta acción coordinada, forzarán a estas grandes petroleras a bajar sus precios, lo que a su vez obligaría a otras compañías a hacer lo mismo.