1. Buscando un Líder “Con todo tu corazón… con toda tus fuerzas”
Por: Avdiel Ben Oved
En nuestra lectura semanal leemos como Iaaqov bendijo a sus hijos, y entre ellos se
resaltan dos: Iehudá e Iosef:
“A ti Iehudá, te alabarán tus hermanos; tu mano en la cerviz de tus enemigos; se inclinarán a ti
los hijos de tu padre… El cetro no se apartará de Iehudá, ni la vara de gobernante de entre sus
pies, hasta que venga Shiloh, y a él sea dada la obediencia de los pueblos.” (49.8,10)
“Las bendiciones de tu padre han sobrepasado las bendiciones de mis antepasados hasta el límite
de los collados eternos; sean ellas sobre la cabeza de Iosef, y sobre la cabeza del consagrado de
entre tus hermanos.” (49.26)
La Torá resalta el liderazgo por naturaleza de Iehudá durante los sucesos ocurridos en
la vida de los hijos de Iaaqov:
Cuando todos planeaban deshacerse de Iosef, todos desobedecen la idea de
R‟uven de depositar a Iosef en un hoyo, más obedecieron la idea de Iehudá de
no matar al muchacho sino venderlo. R‟uven mostró traición a sus hermanos,
pues este intentaba que pusiesen a Iosef en un hoyo para luego llevarlo a casa
de su padre lo cual traería un problema interno. Por otro lado Iehudá en forma
solidaria con el resto de sus hermanos (menos con Iosef) propone no solo que
no maten a Iosef, sino que propone venderlo. (B‟reshit 37.22).
Quien logró convencer a Iaaqov de que los dejase volver a Egipto, no fue la
propuesta de R‟uven, sino la de Iehudá quien prometió a su padre que él
garantizaría el regreso de Binyamin (B‟reshit 42.37). Cuando bajaron a Egipto
Iehudá en efecto cumplió su promesa ofreciéndose como esclavo en lugar de
Binyamin (B‟reshit 43.8-10; 33; 44.18-34).
Iehudá supo reconocer el error cuando el suceso de Tamar. (B‟reshit 38:26).
Iehudá, aunque incomparable con Iosef en relación a qedushá y tahará, tuvo virtudes las
cuales le dieron su posición de Líder ante sus hermanos.
A) ¿Por qué Iosef no fue aceptado como el líder por sus hermanos?
En el relato de la vida de Iosef la Torá resalta su liderazgo y lo muestra como por
orden divina, un decreto del Cielo; no solo en casa de su padre él es el hijo obediente,
sino también fuera de casa sigue permaneciendo como tzadiq y tahor; aún después de
pasar dificultades por „consecuencia‟ de la envidia de sus hermanos, él está por encima
de la percepción de ellos y no les guarda rencor, sino que ve la obra perfecta del Eterno
en cada circunstancia de su vida por muy mala o sin sentido que parezca. El papel de
líder de Iosef tal como la Torá nos lo muestra es como Manhig rujani (Líder Espiritual),
un ser humano con un nivel espiritual muy elevado gracias al cual percibe una
realidad que otros no ven, tuvo la capacidad de convertir cada suceso en su vida en un
hecho trascendental por la confianza total que tenía en el Omnipotente. Entonces, ¿por
qué Iosef no fue aceptado como el líder por sus hermanos a pesar de ser notable su
elección divina de ser el líder?
2. La Torá nos da la respuesta a nuestra pregunta enseñandonos que la tendencia del
ser humano es confiar en la fuerza física, en las obras, en lo que nuestros ojos físicos
ven, y aunque esto no esta „mal‟ del todo, debemos empezar de adentro para afuera; es
necesario un líder con las virtudes de Iehudá pero con el corazón (Mente) de Iosef. Los
hijos de Iaaqov debieron de seguir primeramente el liderazgo de Iosef y una vez que
Iosef hubiese cumplido su función como líder, o sea una vez que tuviesen sus
corazones (mentes) purificados, entonces y solo entonces pudiese Iehudá tomar las
riendas del liderazgo. Es este precisamente el mensaje de la Torá en nuestra sección
para esta semana, aprender que primero debemos educar nuestro interior para que
nuestro exterior (nuestras obras) sean adecuadas, y por esto nos enseña en el Shma que
debemos de Amar al Eterno primeramente con todo el corazón (mente) y luego con
toda las fuerzas. Un suceso similar ocurrió cuando Shmuel Ha-Navi fue a Ungir a
David, el Eterno le dijo que El ve “no como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia
exterior, pero el Eterno mira el corazón” (I Shmuel 16.7).
B) El liderazgo del Mashiaj
Tal como dijimos en comentarios anteriores el personaje de Iosef es una sombra
del Mashiaj por lo tanto podemos deducir que el Mashiaj primero desarrolla un papel
de Manhig rujani (Líder Espiritual) con la misión de transformar el interior del pueblo
de Israel, pues si primero no cambiamos nuestro interior en vano queremos la paz
mundial, volveríamos sin duda a construir una Torre de Babel, por esto dijo Iehoshúa
Ben Iosef: “limpia lo que está dentro para que lo que está por fuera esté puro” (Toldot
Iehoshúa Pereq 98). La historia se repite, así como Iosef no fue tomado como líder por
sus hermanos, tampoco el Mashiaj, Rabi Iehoshua Ben Iosef, fue tomado como líder,
seguimos cometiendo el mismo error, quisimos a alguien poderoso pero en el plano
físico que derrotase Roma, no recordamos que la fuerza de David al derrotar a Golyat
no residió en el físico sino en su alto grado de espiritualidad, preferimos a Bar Kojva y
eso nos trajo el exilio, tal y cual sucedió con Iaaqov los hermanos de Iosef cuando
fueron al Exilio de Egipto.
C) La Unión Final
La historia de Israel nos ha mostrado como esta „rivalidad‟ de liderazgo
continuó en tiempos posteriores, después de la muerte de Shlomo nos dividimos en
dos pueblos/reinos, Iehudá liderado por un descendiente de Iehudá, y Efraim liderado
por un descendiente de Iosef. Pero aún tenemos una esperanza, los Neviim dijeron que
en algún tiempo el Eterno juntará ambos reinos, Iehudá e Iosef (Ver Iejezqel 37.15-17) y
que David será Rey sobre todos ellos. El hecho de que un descendiente de Iehudá (el
Mashiaj Ben David) será rey sobre todos nosotros nos enseña que para aquel entonces
ya habremos purificado nuestros corazones bajo el liderazgo del Mashiaj Ben Iosef,
para entonces ya estaremos listos para que el Mashiaj Ben David nos lidere.
Que sea pronto en nuestros días donde Iehoshua Ben Iosef Ben David reine en la
Ierushalaim.
Shabat Shalom!