Un trabajador de Metro de Barcelona expresa su preocupación por la posible exposición al amianto durante años en su trabajo. Pide a la empresa transparencia sobre los riesgos de amianto, el tratamiento médico adecuado de los afectados, y la rápida eliminación del material con amianto en instalaciones y trenes para proteger la salud de los trabajadores.

1. Buenos días, yo soy otro de los trabajadores de Metro de Barcelona posiblemente afectado
por el amianto. Digo posiblemente porque nadie nos dice claramente si es así o no. Nos dicen
que puede ser una posibilidad, ya que han encontrado placas pleurales o fibrosis o inflamación
pleural, etc…, pero que podría ser alguna antigua lesión o se suaviza con alguna otra floritura.
Pero viendo la realidad del día a día y centrándonos en los hechos demostrados, el caso es que
hemos estado trabajando durante los últimos 10, 15 , 20 años en instalaciones y con trenes
que contienen amianto en muchas de sus partes y no teníamos conocimiento.
Puedo entender que en los años 60, 70 y 80 se trabajaba con amianto sin tomar ninguna
medida de protección y sin tener el conocimiento, tanto el empresario como el trabajador de
los riesgos y consecuencias. Aunque los profesionales en este sector comentan que el
conocimiento de la exposición se conoce desde muchos años atrás.
Pero los trabajadores actuales hemos tenido la formación suficiente, todos hemos estudiado
“seguridad e higiene” o “prevención de riesgos laborales” o similar, también recibimos cursos
de formación de PRL en nuestros puestos de trabajo habitualmente y además disponemos de
los EPI’s necesarios como para protegernos. Pero todo esto no sirve de nada si no sabes que
está ahí ese riesgo.
Nuestras valoraciones de riesgos en el puesto de trabajo no incluyen, ni han incluido nunca, la
exposición a sustancias con amianto y aquí es donde pienso que ha sido el gran fallo. Desde
que se prohibió el amianto, en España allá hacia el 2002, no se ha hecho el inventario
apropiado para detectar los sitios donde se encuentra, incluso sabiendo que las empresas
constructoras o fabricantes lo utilizaron, como es el caso de CAF o MACOSA, fabricantes de los
trenes actuales serie 3000 y 4000. Incluso el propio decreto ley 396/2006 recoge el
mantenimiento en los trenes como actividad con riesgo de amianto.
Bueno, ahora el mal ya está hecho y no podemos volver atrás para corregirlo.
Esto te cae como una jarra de agua fría, tu estas tranquilo, con tu vida, trabajo, familia,
aficiones, deporte, etc… y de repente un día te dicen que tienes que hacerte unas pruebas y
días después te comunican que “han encontrado algo”.
Lo que nos gustaría a los posibles afectados y a los futuros que pudieran salir es que ya que
tenemos este mal y nos incrementa el riesgo de padecer alguna enfermedad grave, como
cáncer de pulmón, mesoteliomas o asbestosis y estropear nuestra salud, es que se nos trate
como se debe. Suponiendo que es una empresa sería así lo esperamos.
Nombro algunas de las peticiones que creo importantes y no estrictamente en este orden .
Primero de todo y como TMB esta inscrita en el registro RERA (Registro Empresas con Riego de
Amianto) se debería inscribir en el RETEA a los trabajadores con afectaciones con el fin de
reconocer a los trabajadores como “trabajadores expuestos al amianto” para llegado el
momento se reconozca como enfermedad profesional.
Segundo, claridad, de momento en nota de prensa la empresa reconoce a 20 personas. Sería
conveniente una comunicación personal a cada uno de esos trabajadores para evitar

2. opacidades y que se estudie cada caso individualmente y tomar las soluciones oportunas, por
ejemplo si es necesario una adaptación o incluso un cambio de puesto de trabajo. Tenemos
que pensar que seguimos trabajando a diario junto al amianto, extremando las precauciones y
aunque ese amianto se encapsule, como sucede con la pintura de los bajos de los trenes,
siempre puede ocurrir que accidentalmente en circulación, como sucedió la semana pasada o
en tareas de mantenimiento se dé un golpe y se desprendan fibras al ambiente.
Tercero, la retirada acelerada de todo el material con amiantoen las instalaciones y trenes. La
alcaldesa aprobó el presupuesto para pedir 42 trenes nuevos y sustituir los de las series 3000 y
4000, pero los trenes no es como ir a comprar un coche al concesionario, hay que hacer un
proyecto, una licitación y una vez pedidos, fabricar 42 trenes se puede tardar 3 o 4 años
tranquilamente. Y mientras tanto tendremos que convivir con estos. En las instalaciones y
dependencias se debería acelerar y cambiar esos materiales inmediatamente.
Cuarto, incluir progresivamente a todo el personal en la realización de las pruebas médicas y
hacer seguimiento de los ya jubilados y preocuparse de exigir que las empresas
subcontratadas cuyos trabajadores hayan estado expuestos cumplan con el protocolo de
amianto con sus trabajadores.
En cuanto a las mediciones ambientales para la detección de fibras, se deben hacer los análisis
en condiciones “normales”, es decir medir en estaciones y túneles cuando se está ofreciendo
servicio y siempre junto a los delegados de prevención del comité de empresa, para que se
certifique que la forma es correcta. No se pueden tomar medidas cuando no hay servicio, ya
que entonces no es una medida real. El tren cuando circula mueve toneladas de aire y vuelan
todo tipo de partículas, en cambio si no hay circulación las partículas se depositan igual que el
polvo en los muebles en casa.
También se debería medir cuando la gente está trabajando, pongo como ejemplo cuando los
operarios de vía usan la bateadora (máquina que mueve el balastro (piedras)). Hace años los
frenos de los trenes llevaban amianto, cabe la posibilidad de que aquellas fibras estén
depositadas y al mover el balastro vuelvan a flotar en el ambiente, afectando tanto a
trabajadores como a usuarios.
Y como trabajadores nos tenemos que organizar para defender nuestros derechos. Queremos
crear una plataforma de afectados para centralizar la información y estudiar qué pasos
debemos seguir.
La empresa hasta el pasado mes de octubre negaba la presencia de amianto en metro de
Barcelona y cuantas más muestras se analizan más detecciones positivas salen a la luz. Lo
único que esperamos es que una vez hecho el mal se actué correctamente por parte de la
dirección, dándonos el apoyo y soporte que necesitemos.
Barcelona a 18 de febrero de 2019
V.M. Santiago