1. VÁMONOS QUE NOS VAMOS
Soy Henar, mi hermano murió el día 20 de Agosto de 2008 en el aeropuerto de Barajas en el despegue fallido del
avión de Spanair en el que viajaba.
Hoy se me heló el alma otra vez.
He estado recopilando firmas de apoyo a la petición que hemos presentado al parlamento europeo, en la que
pedimos que el Ministerio de Fomento revise el informe oficial y ponga los medios para que nada así le vuelva a suceder a
nadie.
-“Buenos días señor, quisiera pedirle su firma, me da 30 segundos para que le explique para qué la necesito”
- “Buenos días señora, hace frio ¿verdad?, podría explicarle por qué necesito su firma hoy?”
-“Hola! ¿Cómo va? Me echas una autógrafo aquí”
-“¿Qué tal? Sería tan amable de apoyar con su firma la petición que le hacemos Europa”
-“No, no le voy a firmar, que no se hubieran subido al avión”
-“Ay, niña, tendríamos que firmar por todo, porque el mundo cambiara, pero no voy a firmarte”
-“Sí, menuda panda de impresentables, abría que echarlos a todos, pero no sirve de nada lo pides, no voy a firmar”
-“No, chica no voy a darte mi firma, hace mucho tiempo ya de aquello”
-“No, de ninguna manera”
Las miradas esquivas, las carreras que huyen de mí, el desprecio en los ojos, las negativas vacías y excusas
inverosímiles, han sido la tónica de hoy.
Cuando he llegado a casa sólo he cerrado los ojos ...
Y al abrirlos horas después en mi mente revoloteaban las palabras que dijo mi hermano un minuto antes del
desastre:¡“Vámonos que nos vamos”!
Sí!, vámonos que nos vamos. Mañana me levantaré y cogeré aire y seguiré pidiendo firmas, porque es posible
cambiar. Sí, vámonos que nos vamos. Mañana pediré de nuevo que apoyen la petición porque es necesario hacerlo,
porque aprendí a cuestionar todo lo que me rodea y luchar contra lo que no es correcto. Sí, ¡vámonos que nos vamos!
Porque todos los días pequeños gestos hacen que merezca la pena. Sí, ¡vámonos que nos vamos! Porque es ahora o nunca
cuando tengo la llave para abrir puertas que me enseñen nuevos horizontes.
<<¿Por qué Juan, por qué? – Preguntaba su madre. - ¿Por qué resulta tan difícil ser como el resto de la
Bandada, Juan? ¿Por qué no dejas los vuelos rasantes a los pelícanos y a los albatros? ¿Por qué no comes? ¡Hijo, ya
no eres más que huesos y plumas! – No me importa ser sólo hueso y plumas, mamá. Sólo pretendo saber que puedo
hacer en el aire y que no. Nada más. Sólo deseo saberlo.>> (Juan Salvador Gaviota)
Sí, voy a descubrir hasta dónde puedo llegar. Voy a seguir hacia delante. Voy a mirar más allá y construir mi
horizonte.
VÁMONOS QUE NOS VAMOS, ¡GORDI!