El documento sugiere que las personas a menudo se excusan de pensar en Dios diciendo que son demasiado jóvenes, ocupadas, seguras de sí mismas, cansadas o felices, pero que es importante pensar en Dios porque nadie sabe cuándo será demasiado tarde, citando Mateo 27:42 que advierte vigilar porque no se sabe el día ni la hora.