2. La primera fuerza
motivante del hombre
es la lucha por
encontrarle sentido a
la propia vida, a la
vida tal cual es y toda
vida por más adversa
que sea siempre tiene
algún sentido.
El sentido está siempre
cambiando, pero jamás
falta.
3. Experimento crusis
Primera etapa.
Todos los presos se desprendían de sus
pertenencias. Se formaban en largas filas y
desfilaban lentamente ante el comandante del
campo quien fue el juez de vida o muerte.
1500 personas viajaron en el mismo tren que
Frankl y solo el 10% pasó la primera selección. A
continuación eran despojados de todas sus
pertenencias.
5. • La fortaleza y resistencia del organismo
humano es mayor que la enseñada y aprendida
en los manuales médicos. El ser humano se
adapta y se acostumbra a todo …¡pero a qué
precio!
6.
7. • El primer día prometió ante sí mismo que no se
lanzaría a la alambrada.
Significó el fin de su vida y muy pronto descubrió que
en el presente, más se trata de responder a las
preguntas que la vida le hace y no de hacerle
preguntas a la vida.
8. Segunda etapa.
Se caracterizó por la pérdida del sentido del
tiempo; la incomunicación con el mundo
exterior y la desesperanza producida por ignorar
cuándo terminará el recorrido de ese túnel.
Víctor lo describe como una lenta y progresiva
“muerte interior”. La apatía es un síntoma
característico que manifiesta que el prisionero
ha comenzado a matar una a una sus
sensaciones anímicas.
9. • Poco después descubre el asco y la náusea ante
lo que repugna a la propia sensibilidad.
Sensibilidad que ha de morir minuto a minuto:
El tercer momento .
Fue cuando el prisionero Frankl se dio cuenta
de que se quedaba insensible ante el dolor, la
humillación y la tortura. Insensibilidad
progresiva ante la vida y la muerte.
10. También se constató el descenso de la
vida anímica a un nivel de simplicidad
▫ Soñar con comida, mesa limpia, café,
un baño de agua caliente, fue frecuente.
11. Permitirse la posibilidad de retirarse al mundo
de la libertad interior, fue el momento
culminante donde algunos prisioneros
encontraban la presencia de un sentido que
iluminara su vida.
12. 1° La vivencia del amor.
“Concibo que el hombre, aun cuando nada le quede
en este mundo, puede ser bienaventurado –y aunque
no sea más que por unos instantes- al entregarse
intensamente a la figura del ser amado”
2° La vivencia del sentido del propio
pasado, no para quedarse exclusivamente
en él, sino para fortalecer la pobreza de
contenido espiritual del presente con la
riqueza de lo vivido anteriormente, que
ningún poder humano pueda arrebatarle
al prisionero.
13. 3° La vivencia profunda relacionada con la
naturaleza. La contemplación de la naturaleza
despierta en el alma del prisionero la añoranza
de la paz, el cese de la guerra y la esperanza de
un mundo mejor, reacciones espontáneas que el
prisionero, tiende a compartir con sus
compañeros.
4° La vivencia profunda relacionada con el arte
también estuvo presente en el campo aunque sus
manifestaciones abundaran más bien en lo
grotesco. Encontraban un canal de expansión, de
contacto humano y de relativización de sus
propias cargas y angustias
14. Cada paso en el camino de sobrevivencia es un
paso que se ha de decidir, las decisiones
fueron vividas como una tortura por muchos
prisioneros.
La libertad no fue vivida como especulación
sino como reto existencial.
15. «Pero la vivencia del hombre que regresa
al hogar esta coronada por la inefable
sensación de que, después de todo lo
sufrido, no necesita temer a nadie en este
mundo excepto a su Dios»