2. Fueron instalados en dependencias militares y
policiales, como así también en escuelas,
tribunales, fábricas,etc. Durante los años del
terrorismo de Estado el eje de la actividad
represiva dejó de centrarse en la detención y el
encierro en las cárceles –aunque esto seguía
existiendo– para pasar a estructurarse en torno
al sistema de desaparición de personas en los
distintos centros clandestinos.
3. Las víctimas eran secuestradas en plena vía
pública, en sus casas o en sus lugares de
trabajo. Antes de ingresar a los centros no
pasaban por ninguna forma previa de proceso
policial o judicial. Una vez adentro eran
sometidas a condiciones extremas de
detención: aislamiento, malos tratos, escasos
alimentos, poca agua, mínima higiene.
4. La tortura fue el principal método
represivo utilizado para obtener
información sobre la vida y las actividades
de los prisioneros o los conocidos de
éstos. Funcionó también como un primer
mecanismo de deshumanización que
permitió la administración de los
detenidos en los campos de
concentración.