El documento compara el comportamiento de tres animales (buitre, murciélago y abeja) cuando se encuentran en espacios cerrados sin salida aparente, y cómo las personas a veces actuamos de manera similar al enfrentar problemas sin mirar hacia arriba para encontrar soluciones. Alienta a levantar la cabeza y la frente en alto a pesar de las dificultades, y a utilizar nuestra imaginación y razonamiento para salir triunfantes de la adversidad.
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1. Casi todos los buitres son unas
aves de gran tamaño, con la
cabeza desnuda y el pico
ganchudo.
Sin embargo si lo colocas en un
cajón que mida 2 metros x 2
metros y que este
completamente abierto por la
parte superior, ésta ave, a pesar
de su habilidad para volar, será
un prisionero absoluto.
La razón es que el buitre siempre
comienza su vuelo desde el suelo
en una carrera de 3 a 4 metros.
Sin espacio para correr, como es
su hábito, ni siquiera intentará
volar sino que se quedará
prisionero de por vida en una
pequeña cárcel sin techo.
2. El murciélago ordinario,
que vuela por todos lados
durante la noche es una
criatura sumamente hábil
en el aire, pero no puede
elevarse desde un lugar a
nivel del suelo. Si se le
coloca en el suelo en un
lugar plano, todo lo que
puede hacer es arrastrarse
indefenso y, sin duda
dolorosamente, hasta que
alcanza algún sitio
ligeramente elevado del
cual se pueda lanzar a si
mismo hacia el aire.
Entonces inmediatamente
despega para volar.
3. La abeja al ser depositada en
un recipiente abierto,
permanecerá allí hasta que
muera, a menos que sea
sacada de allí. Nunca ve la
posibilidad de escapar, sin
embargo persiste tratando de
encontrar alguna forma de
escape por los laterales
cercanos al fondo. Seguirá
buscando - inútilmente – una
salida donde no existe, hasta
que completamente se
destruye a si misma.
4. Las personas, en ocasiones, somos como el buitre, el murciélago o la abeja obrera.
5. Lidiamos con nuestros problemas y frustraciones, sin
darnos cuenta que todo lo que tenemos que hacer es mirar
hacia arriba.
La ruta del escape y la solución a cualquier problema, está
en mirar hacia arriba; levantar la cabeza, levantar la frente
en alto a pesar de la dificultad, no mirar donde estamos
encerrados, sino como vamos a salir.
Tenemos capacidad de razonamiento a diferencia de los
animales y
un mundo de posibilidades para volar
nuestra imaginación
y salir triunfantes,
aún en la adversidad.
6. LA TRISTEZA MIRA HACIA ATRÁS,
LA PREOCUPACION MIRA ALREDEDOR,
LA DEPRESION MIRA HACIA ABAJO,
PERO LA FE Y LA PERSEVERANCIA
¡¡MIRAN HACIA ARRIBA!!!
7. Dios, que ordenó que la luz
resplandeciera en las tinieblas,
hizo brillar su luz en nuestro corazón
para que conociéramos la gloria de Dios
que resplandece en el rostro de Cristo.
2ª Corintios 4:6