Este poema extenso explora temas como la distancia, la soledad, el paso del tiempo y la búsqueda de la esperanza. A través de imágenes de olas, melodías, horas y distancias, el poema describe el alejamiento y la pérdida, pero también insinúa la esperanza a través del recuerdo y la naturaleza cíclica del tiempo.
1. Arri Etxin
LA
PENUMBRA
ENTRE LO SUTIL Y VACIADO
ALVARO KASILLAS
18/05/2010
Oda lanzada al aire, desde la costa al interior del perímetro que nos
contiene, haciéndonos sensacionales; únicos unidos entre lo que nos
define.
I
Que más te da
día a día la distancia
se escapa como una muralla.
Dicen los espacios,
la medida de lo inusual
y como un resorte se nos va.
Mucho más tiene
lo que se mece allí…
Quizás se desentiende
se retira y mide
2. si al instante se escapa
en el desorden confundiéndose.
Reinventando la risa
con unas pinzas
muy finas de depilar
el último vaso
se va escarbando.
He encontrado tú jaula.
Cama trenzada fina
que quiero agarrar
desde dentro de el alma.
Ni un murmullo
ni una sola lagrima
solo una calle mojada
a la luz de la misma luna
una taza vacía,
un escaparate,
y se te va la mirada.
Te ibas corriendo
tejiendo tus pasos
una trenza extraña.
Te escabullías
mientras yo combatía
y la noche se fugaba.
Más allá de el rincón
donde no se encuentra nada
dirimiéndose en el sopor
lo más concreto trasciende
como un encendedor
3. que no tiene piedra
y desea de la chispa
toda su pureza.
Cuando ya no queda nada
te siguen los mismos pasos
solo esperas alcanzar
la última esquina
dejando al doblar
todos los sucesos
que ahora te miran
un vino muy suave
que se llena de todo
lo que ahora te vacía.
Después, de lejos
encima de la misma
una idéntica nada
que camina despacio
como una mirada.
Esa pincelada
que anda muy despacio
despistando la calma,
como una cadena
muy larga y extraña
que se somete
entre los deseos
de amor y patria.
Camina la añoranza
atrapando las distancias.
Todo se desnuda
4. y mudas se quedan
las almas como las olas
que se quejan de aire.
Mucho más allá
donde se quejan
la última partícula
se desprende de el calor
se contiene de humedad
y se sumerge.
Esa pincelada
que anda muy despacio
llenando de música la calma
con una mirada
te llena de añoranza
atrapando las distancias,
dejando en el aire
extrañas melodías.
Se van…
caminando sin prisa
hacia ese rincón
donde se ocupa la nada.
Después, de lejos
como una cadena
se deslizan en sonrisas
y cálidas caricias,
y se van caminando sin prisa.
Qué tienen todas las olas
que se recogen a solas
que cuando vienen todas
5. se van llenando las horas.
Lentamente se van las horas
queriéndose encontrar.
Mucho más allá
donde las melodías
van llenando el alma
todas las notas
se van quedando quietas
con llagas en las orillas
que calientan las heridas
que su recorrido
va recortando.
Luego cuando llegan
sus tristes melodías
siempre allí se quejan.
Insinuando la esperanza
va acariciando tus grietas
lagrimas quietas a solas
que me mostraran tu silueta.
Qué tienen todas las olas
que se recogen a solas
que cuando vienen todas
se van llenando las horas.
Lentamente se van las olas
queriéndose atrapar.
Ya se deslizan
las sonrisas
con sus cálidas caricias;
sin ninguna prisa
6. llenan las hierbas
todos los campos.
Se van caminando
sin prisa…
dejando en el aire
extrañas melodías.
Vienen las olas despacio
recreándose en las distancias
se quejan y se alejan
mientras sus cantos
recortan las orillas.
Siempre vienen
desde algún rincón
muy lejano
con llagas en las orillas
que van dejando
paso a paso.
Escaleras arriba.
Escaleras abajo,
se ha parado
el ascensor de oro
que acariciabas tanto;
un extraño acontecimiento
a lo largo de tú brazo.
Ya no puedes escapar
tienes que seguir corriendo;
dentro de tu jaula de oro
un extraño recorrido
para olvidar el otro lado.
7. Ahora vienen
desde algún rincón
muy lejano.
Lentamente se van las horas
queriéndose encontrar
en el último resquicio
en todo lo que sea vestido
la base que se detiene
en los límites de la intensidad.
Lentamente van las horas
queriéndose atrapar
un hilo finísimo
que se enciende
y se pierde en la inmensidad.
Como una eclosión
en el cataclismo fino
que recorre la imperfección
una minúscula traza
que aprisiona el terror.
Una manzana recién caída
la marca de cera
de lo reconocido.
En la distancia
la partida de un barco.
Como un único hilo
el cataclismo puro
de ese jardín extraño
que tú has escogido.
8. Se iba la paloma
se marchan las esquinas
como una larga noche.
Se te olvido la noche
se te olvido el día.
Lenguas de fuego
se cansan al sol.
Perdida la palabra
en las crestas
las azoteas encuentran
todo su fulgor.
En ese mismo momento
se desnudan los recuerdos.
Cimas diamantadas
que coronan el asfalto.
Lentamente van las horas
queriéndose encontrar
en el último resquicio.
No temas el no
mendigando los perdones,
en las partes más sensibles
de esa filigrana
se visten las perlas
de agua dulce.
Aquella minúscula cima
se sumerge ensimismada
recreándose en su partitura
llenándose de mañana.
Adoquines y aceras
9. se hacinaban, pedían
de lejos los resquicios
en los que se encuentran
todas las mañanas.
Se te olvido la noche
se te olvido el día.
En ese momento
las noches venideras
visitaran la intensidad
deseando de las horas
todos los instantes
que se llenan de paz.
Lentamente van las horas
queriéndose reencontrarse,
cuanto tiempo perdido
se ha vertido en la taza
minúsculo adorno de lo imposible.
Cuantos rayos de sol
han rodeado el espíritu
acariciando lo más fino,
cuanto poco cabe en bastante
cuando todo quiere el cielo,
a instante…:
Pasado,
presente,
futuro,
desmenuzan su significado
amasando en la connotación
de la amargura lo que solo
10. se reconoce en la dulzura.
Lentamente se van las horas
deseando la tranquilidad
reteniéndose en si mismas.
De lo recién caído
una mano vacía,
reteniendo lo que es
un cristal sucio.
Partiendo en dos
un trozo de hierro
misterioso y raro
que ni pesa
ni llena vacios.
En el último hueco lo único
lo de siempre,
en la intensidad,
en lo que no has guardado
la idea, ideal perfecto.
Como cuando todo
está en si mismo
los ladrillos apilados
desean modelar
toda la traza futura
amándose con la arena
prometiéndose en el cemento
todo lo que atesora
el contenido de su espacio;
una masa acrisolada
que por dentro se desnuda.
11. Lentamente van las horas
queriéndose encontrar
una masa sinuosa y fina
que contiene la realidad.
Qué tienen todas las olas
que se recogen a solas
que cuando vienen todas
se van llenando las horas.
Mucho más allá
donde las melodías
ven llenando el alma
todas las notas
se van quedando quietas
con llagas en las orillas
que calientan las heridas
que su recorrido
va recortando
luego cuando llegan
sus tristes melodías
siempre allí se quejan.
Insinuando, la esperanza
acariciando tus grietas
lagrimas quietas a solas
que me insinuaran tú silueta.
Qué tienen todas las olas
que se recogen a solas
que cuando vienen todas
se van llenando las horas.
Lentamente se van las horas
12. queriéndose reencontrarse.
Ya no puedes escapar
tienes que seguir corriendo;
detrás de tu farola de oro
un extraño recorrido
para olvidar
el otro lado.
Ahora vienen
desde algún rincón
muy lejano.
Quien no ha visto nunca
aunque solo sea un poco
una sencilla flor.
Quien no ha soltado
una lagrima, o un lamento.
Mucho más allá
en todos los sentimientos
aunque no se hayan visto nunca
todos los momentos se contienen
en un extraño momento
desde dentro de una lagrima,
desde dentro de una flor,
cuando absolutamente todo
te llega desde el centro
de tú propio corazón.
Mucho más
como un lago
un trozo de hormigón
armado.
13. Duro, sucio
y opaco
el último trago.
Mucho más
un trozo de hormigón,
pesado.
Separando
los palacios
desde la hormigonera
a los tejados
como un lazo,
separando
el último trago,
se ha callado
la zapa.
Lentamente se van las horas
queriéndose atrapar.
Me he sentido oscuro
mojado y sucio
y en la oscuridad
me sentía negro
mojado y sucio
llenándome de arena
sentía algo retorcido
tenía mucho frio:
Qué tienen la estrellas
que cuando dan luz
inducen al deseo
mitigando la metamorfosis
14. clara y dinámica
que induce a lo que subyace
a sobre imponerse.
Se taladran las rocas,
se contiene en calma
parafraseando en el fulgor
la parte primigenia
que dio origen a la calma.
Camina estilizada
recreándose en la pregunta
una luz mortecina
que se recrea en la playa.
La no insistencia;
lo mismo que el abandono
un cheque sin fondos,
nada de esfuerzo.
Aquella silueta
la forma sinuosa
de la acera
que adormece tú mirada:
Un poco de espuma
nubes llenándose
sintiéndose cielo
recreándose de carcajadas
llenando de cosquillas
las arenas de las playas.
De las profundidades
surgen las olas
y las crestas que las coronan
15. se funden en el cielo
transformándose sordas;
solo el movimiento
que las modela
toca las fibras diáfanas
que mueren en el día
y solas las horas cantan.
Lentamente se van las horas
queriéndose encontrar.
Quien no ha ido
quien no ha dejado pasar
la quietud, la espera
para poder alcanzar
los soles y la primavera
como dos espejos singulares
que reducen en tú espíritu
la plenitud de tus sentimientos.
Dos espejos dos cristales
que nos llenan
y de la esperanza
nos atraen buscando;
cuando se recrean
en las ventanas
de nuestras casas
con la llegada de la esperanza.
Carne, liberada en silencio
tierra amasada, modelo…
lo más exclusivo
el pararrayos de lo imposible.
16. No se escapa el momento
ni se asemeja a la distancia
se divierte en ese estado
que las flores metamorfosean
llenando las praderas
de palabras imposibles
que se llenan en el agua
de miles de cascadas.
No tengo que contar.
No hay heridos,
las palabras son
un camino suave
un encuentro
una verdad.
Esa acidez
que dirimida no amarga
se pierde en ese lugar.
No hay que dejar a las lágrimas
que solas se llenen de humedad
todas las mañanas terminan
por tenderse a descansar.
Qué tienen los bolsillos
qué tienen la macetas
los árboles, las praderas
que tanta gente
las ha cantado
y nunca nos hemos enterado.
Se camina igual
por donde sea
17. si se tiene que andar.
Lo mismo da no olvidar
pero el que no se acuerda
que le ha pasado
todo le tiene, se siente
como una isla en el mar,
un punto que alcanzar.
De el discurso a la respuesta
de la vedad a la congoja
una piedra y un muro
una vela y el horizonte
esa misma pregunta
con la misma respuesta
como una cita a ciegas
que ni siquiera te llena;
como hablar de el desierto
si todo está lleno,
olvidando que has aprendido
que la continuidad
también es infinita
hagamos en el amor
un poco de espíritu
dando forma al fantasma
que nos llena el alma.
En la artesa
que se recrea de sensación
dirimiéndonos, como si nada
se pelean enlazados
el cariño y el amor
18. los reflejos mudos
que en la trasparencia
metamorfosean la luz.
No tengo nada que contar
ya he estado allí
se deja en la estantería
lo dispar, y poco a poco
las bibliotecas se llenan
de todo lo inusual;
adora las diferencias
es un disparate
repudiarlas coraje.
Que poco va quedando;
cuando todos se queda
tienes que seguir andando
cuando todavía…
ni siquiera has empezado.
Te reduces esperando
y no te has sentado
extraña sensación
que adorna el desencanto
cuando se siente
el espíritu taladrar
y en algún lugar
la cama te aguarda
un lecho de piedra
una escalera larga
y en la estancia
cuatro cuatros
19. nos llenaran de calma
más allá de el rincón
donde no se encuentra nada
dirimiéndose en el sopor
hemos dejado el vacio
un resquicio desconocido.
Hemos abandonado su camino
ahora tenemos lo atómico
pero necesitamos en la mano
el duro y pesado filo
de el acero limpio.
Se han marchado
como el tiempo
llenándose en silencio.
Tenemos que despertar
para alimentar la alegría,
mirando lo disoluto
buscando su diferencia.
Quizás se van
meciéndose preciosos
los segundos más amargos
espiándose en agonía,
se queda silencioso
ese vapor anodino
que envuelve los recuerdos.
Islas negras
que describen la silueta
que corona la esperanza.
Mudas se disuelven
20. intensificando la piedra
aquellos deseos largos
que anunciaban tu sonrisa.
Desde las estrellas al suelo
se precipitan los deseos,
una escalera larga
en un punto fijo.
Las coronas de los ángeles
son un destello
ellas emulan
lo que tú me enviabas
u faro estirado
que reproduce las esquinas.
Mucho más allá
de la distancia
la lejanía toda
se desnuda a solas
tejiendo en la trasparencia
las sonrisas opacas
que van llenándose
estirando sus tesoros.
En algún lugar
todo se ha quedado,
nada se mueve
y la impaciencia se llena
de destellos acrisolados
que reproducen
las orillas, las aceras.
En algún lugar…
21. todo ha salido
generando los umbrales
que separan los destinos.
Queriéndose encontrar
la mano se tiende;
en el silencio,
se extienden
palomas que aletean
sus finos contornos
entre la espuma.
Dos dardos van girando;
incidiendo en las dianas
las luces de las farolas
alimentan todos los pasos
que de la penumbra
van escurriendo
su balada.
Una ráfaga cálida
en una inmensa mañana
que se recrea en una sonrisa
de geranios y macetas.
Como una pesadilla
una vela encendida,
dividiendo en la distancia
las alas y las salas
en la mitad
como una… intensa
ese calor extraño
que se aprovecha
22. de los amantes
recreando todos
aquellos instantes.
Quizás…las alas
generaron de el contacto
todo su vacio;
paradas con sensaciones
que en silencio
alimentamos con el espíritu.
Te recreas en silencio
te calmas en ellos
como una postal
en un sello
que degenera el pasado
sin ningún destino.
Lentamente se van las horas
queriéndose encontrar.
De el ladrillo
a la pared
una hoja de papel.
La hormigonera
un piano
lo que tienes abajo
todo tú espacio
una sombra
largada que quieres
seguir tapando.
Ya caen despacio
no tienen prisa
23. ni siquiera espanto.
Van porque es así
se caen y allí están.
En ninguna parte
un ladrillo y un papel
cierran el camino.
Cuando ya se ha raseado
y todo está impreso
solo resta contemplarlo
una suave gasas
rizándose en el aire
llenándose de él.
El horizonte
una plancha
riza la gasas
la plancha,
se estira,
se alarga
se intercala.
Puerta
libre y limpia
que riza las miradas.
Cuando todo se quiere
demasiado, simplemente
se consiente todo;
se intercala con algo
que nos ha superado.
Si tienes que llorar
24. recógete ene el alma;
así… muy dentro
lo más deseado
nunca dejara
en su espacio
el rostro amargo
de los desesperados;
continua amando.
Por una sola causa
hay caídos; por nada
todo se llena de algo.
Se van marchando
sin alimento
en ese eterno llanto
que va con los ríos
desando el salto.
Vienen las aguas
un poco despacio,
quieren la risa
el canto, la piedra
y cuando llegan
allí, a lo alto…
estiran su silueta
discuten y gritan
y se ríen
después del salto.
Tiene los ríos
un mensaje
que se discurre liberando
25. libremente su equipaje
se llena mientras va
corriendo por su espacio
se retiene en las presas
y se libera en coros
y se llena en los remansos
que descubren sus discursos
regando todos los llanos.
Lo que se sobre impone
en el mismo acto
repercute, la acción
la causa, el dolor
y el llanto…
Cuando no se tiene
lo que se impone
te aclama;
cuando surgen
las palabras
desde el centro
del alma
y se aclama
todo se sobre impone.
Por esa causa
ese eterno llanto
por una sola causa
en el mismo acto
lo que va con los ríos,
te aclama.
Para no olvidar la brisa
26. todo el espacio
va por que es así,
una sombra alargada
desde dentro de sí.
Así… muy dentro
lo más deseado
en su espacio
se nos va marchando.
Un poco despacio
una hoja de papel
no tiene prisa
llenándose de arena.
No son refugio las lagrimas.
Un niño
rompe los juguetes
que han costado
tanto
y continua jugando.
Has ido tan despacio
que ahora quieres
correr.
La distancia es una plancha
que no se puede retener.
Hay personas que van
rompiendo las cabezas,
como la brisa
que acaricia el infierno
repercutiendo en las brasas
que alimentan su fuego.
27. Hay personas que hacen.
Hay ángeles
sin cabeza
que siguen velando
los destrozos de el infierno
en su lado más amargo
sin alas en la espalda
para seguirse arrastrando.
Hay diablos sin nada
que siguen envidiando
las brisas suaves y el cielo
y en su conato desesperado
continúan trabajando.
Que lentas se van las horas
queriéndose atrapar.
Se marchaba vaciado
despejando la claridad
aterrado se decía
que no quería
ni siquiera mirar
los clavos esparcidos
que infinitos
con sus puntas
encendidas
llenaban el infinito.
Con los pies descalzos
temblando
atormentado gritaba,
¡Nunca más!, ¡Nunca más!
28. Desde la diana
de sus conclusiones
se enfrentaba
como el último héroe
a la metáfora asesina
que incordiaba la lucidez
que en sus manos
blandía sesgando
punta a punta
la cantidad de clavos
que punta arriba
llenaba todos los campos
que su ingenio generaba.
Desparramaba los restos
a uno y otro lado
y con los pies descalzos
sin cejar
seguía trabajando.
No quedan héroes
todo se ha acabado.
De los callos de sus manos
se aclamaba a todos …
todos aquellos
que nos dejaron
sus legados,
una forma cotidiana
para seguir trabajando.
Iba llenándose la noche
de restos metálicos
29. que descalzo iba
amontonando.
Cuando todo era opaco
paso a paso
seguía trabajando.
Cuando creía
que había terminado
ante su estupor
se encontró desnudo
en la mitad de el campo,
a sus lados las rosas
que é había cortado
dejaban en los rosales
sus tallos limpios
y pelados.
Llorando su jardín
en su lado más amargo
se le habían escapado
sus sueños más extraños.
Atormentado esgrimía
las heridas
de sus manos.
Apesadumbrado
quería escurrir
su lado más amargo;
un sucedáneo de todo
lo que no hemos soñado
o algo parecido a aquello
que hemos temido tanto
30. que ni siquiera
lo hemos pensado.
De las rosas de el jardín
a la cama de faquir
que eran sus campos.
La sencillez desnuda
de los rosales
que había podado
despedía a la sangre
que recorrían sus manos.
Era el héroe
que asesinaba la metáfora
que mataba sus encantos.
En el centro de su bastión
su jardín amado
esparcía entre las nubes
los clavos y su espanto
desnudando en los campos
todos los brillos metálicos.
Tejía con sus manos
los surcos que se encajan
a los deseos más extraños.
De toda la rareza
en la mitad blandía
las rosas con frenesí.
Ni las hiervas,
ni los clavos
que llenaban
todos los campos
31. le sacarían del jardín
castillo alegórico
que el vestía
peleando como un paladín.
Ni Leónidas ni Lancelot
se habían comparado
a la simpleza de sus manos;
ajenas a todo
seguían sangrando.
De el sueño
a la realidad,
el estupor.
Miraba a uno
y a otro lado
desnudo de todo
quería desnudar
todo el espanto:
Podando su jardín
en el infinito
desde las rosas
todo su llanto.
Entre el marco
perfecto
lleno de calor
el látex aduce
mis ardientes deseos.
Un poco mejor
en rededor
ojos, palabras
32. y todas mis intenciones.
La panorámica
se desnuda
entre el motor
y el recuerdo.
Tras las mascaras
todo el recuerdo
perfecto alegato
de todos los deseos.
La arena…
el sueño
``la pesadilla´´.
Esos días que mañana
nunca quieres.
Subimos el camino
porque era así
hacia arriba.
Mañana será
distinto
una senda
una ola
o que se yo.
Aun así arriba.
Esa clase perdida
que riega las palmeras
para verlas distintas,
arriba de una vez
y los de las banderas
mudos blandiendo
33. en el aire
su mayor estupidez
un montón de muertes
y miles de porqués.
Se van llenando
como una una
las últimas colinas
entre pasos
que socaban
los jardines en los parques
porque sus flores
les piden agua
y ellos quieren pasar.
Todos quieren pasar
y ninguno entra,
todos quieren entrar
nadie sabe pasar.
Buscamos un diccionario
y las palabras
desaparecen despacio
superando en el escenario
los frutos que se llenan
en todos los trapos.
Ya no se
que tienen los colores
que cuando
vuelan en el aire
se erizan
en las nucas
34. todos los penachos.
Más allá
en el infinito
la pura verdad
esta desnuda
entre abriendo las piernas.
Se tejen las ideas
y luego se colorean
para que el viento
cuando las menee
deje con suavidad
toda su necesidad.
Vuelan en el aire
se van llenando
como una una
que quiere volar.
Miles de palomas
se quejan
mientras los pájaros trinan
sus cantos
sin ninguna libertad.
El mejor argumento
una postal,
todos miramos
un paisaje sin igual;
mucho más arriba
gritos de libertad
se echan a volar.
Cuando quieres
35. y dejas de querer,
lo último es
y lo primero
deja de ser.
Tienen los trapos
un uno
como una marca
que se enseña
y cuando subes
y sigues subiendo
todos los trapos
se quedan
en el viento
enseñando sus colores.
Se quejan las palomas
y los pájaros trinan.
Se echan a volar
todos los colores
y los campos
nos lloran.
En la distancia
un paisaje sin igual.
No hechas a volar
y las palomas se duermen
esperando con ansiedad.
La última
ráfaga en el aire
se tiñe de colores
porque los pájaros
36. cantaban trinos de libertad.
Se quejan las palomas
como una una
que quiere de verdad
una parcela
donde poder admirar
los colores
que anuncian
en tres minutos
su logotipo ideal.
Aller estaba dormido
y marchaba hacia atrás
como tejiendo despacio
lo que se desea
en toda su realidad
una porción de eso
que cuando se llena
en el aire
me identifica
con esa porción
en el espacio
que me llena
de esa realidad
que se despide
desde allá arriba
de la fantasía
que se contiene
en toda su simbología;
más abajo se le llama
37. se le mira
se le admira
como una única
que entre nosotros camina.
Entre el marco perfecto
lleno de color
el látex
aduce
mis ardientes deseos.
Un poco mejor
en rededor
ojos, palabras
y toda mi intención.
La panorámica
se desnuda
entre el motor
y el recuerdo.
Tras las mascaras
todo el recuerdo
perfecto alegato
de todos los deseos
la arena…
la pesadilla.
Los reflejos de látex
se despiden
en la línea
que circunda
los sueños.
El eterno dragón
38. esta dormido
sus escamas
mimetizan
el vicio.
La calle
se estrecha
llena de diagramas.
Palabras fuera
palabras dentro
de la habitación
que espera
una pena.
El último,
candidato
a pasar un rato
reconoce
el látex
dulce
de relax
y canto.
Aun es de día
y no hay actor
para pasar
un rato
con no hay
más látex
que el que late
durante un rato.
Dentro de el dragón
39. mis sueños degeneran
desde dentro del corazón
aprisionando
esos sucesos
que el látex
amortigua en un tlhox
intenso y puro.
Allí en el decorado
todo el escenario gira
con la boca abierta
llena de sed…
mucha sed.
Lentamente se van las olas
queriendo reencontrarse.
Ha dejado
las ganas
su espacio,
esa pequeña
porción
desde dentro
de le falta,
lo que no tienes
vagando
entre la espiral
que las luces
han ido recortando.
No sé que tienen las horas
que se recogen a solas
que cuando vienen todas
40. se van llenando las olas.
Lentamente se van las olas
buscando tranquilidad.
El último
en aquel lugar
sugiere el recodo
que ya dejo
el primero.
Había que llegar
el doble de espacio
delimitándonos
en esas escenas
que ya han ordenado
esos que siempre
serán los otros.
Las formas
que proporcionan
en el viaje
más deseado
serpentean
entre el dragón
y todas las ansías.
Igual ese mismo
espectro
delimita toda la red
un sucedáneo
que no tiene parecido
y el final
un espacio
41. que séllenla
de látex
y mucho amor.
Lentamente se van las olas
aclamando su plenitud.
Una cara oculta
una sombra extraña.
La última pregunta
la primera piedra.
El soportal
amplio, el umbral
la primera escalera
lo que es en esencia
y hemos ido equilibrando,
como una parte de el rellano
cuando la rima
desgastada en el viaje
ya no dice nada.
La isla oscura
recortada en el horizonte
todo lo que su forma ocupa,
la primera travesía.
El velero de siempre.
Todas las olas.
La misma marea.
El mismo atardecer.
La poesía…
toda su mentira.
La palabra más bonita
42. la forma de tus labios.
Cómo buscar
que las palabras
dejen en su nota
la melodía
caliente de acera
en ese conato
liberado que ensalza
el engarce
multicolor de la vida
discurriendo en la calzada.
Mucho antes
habríamos sido
amantes.
Después…
flores claras.
No sabias lo que querías
y le mirabas a la cara
otra forma de crear
tus deseos
en la persona amada.
En el paisaje ideal
en la figura soñada
desde el mismo marco
a la intensificación
tú idea cristalizada.
Esto es una parte
porque al final
de lo que nos queda
43. lo que tú crees
que creen
lo que estas
creyendo
que creen.
Mi, tu, su
como la cera
casi incluso excepto,
nada concreto.
Como la cera
tú, incluso…
nada concreto…
Las ventanas
de las casas
son diamantes
reteniendo la noche
para que se quede el tiempo.
Los barcos son una cama
los motores de los coches una cara
y los que tienen alma
ven como se van las montañas.
Campos secos viejos prados
para los desheredados.
Unos corren mucho
algunos no han empezado
y el camino se alarga
como un gusano.
Son las mariposas
hilos de fino campo.
44. Flores inusuales
verdes praderas
con hierbas de hierro
que arán los campos.
Melodía inusual
que se teje
para que se llene de cristal.
No tienes que correr
porque nunca has llegado
corres, y no ves
entre las mesas vacios
encajes de sol
que quieren alcanzar
en su iridiscencia
lo inusual…
Una diana única
que los aromas
desde el incienso
han evaporado.
No hay mañanas frescas
se han secado los rosales.
No hay días con lluvia
las nubes se han cansado.
Ya se van las notas
gustando el agua fresca
una partitura única
que redimirá el llanto
entre las paredes caídas
que dejaba el espanto.
45. La ventanas son
diamantes que rayan
toda la noche.
Luciérnagas hiperespaciales
que retienen su tiempo.
Ahora que parece
que me despido de todo
de la noche
nace el día y amanece
casi con melancolía.
He pensado demasiado
quebrando el otro lado
donde todo se contiene,
me he repetido
en el mismo movimiento
casi como un quejido
la luz de la farola
parpadeaba y me ha cogido
como esos ojos claros
que me han perdido.
Como una sinfonía
la experiencia
ese proceso futuro
que ahora procesas
una lista de recados
y las aceras llenas
de esas formas geométricas
que le discutirás
escuchando a la experiencia,
46. una sinfonía larga y extensa.
Tan fácil como pensar
que mañana es algo distinto
en el largo viaje
de las cosas ligeras.
Se escapan
desde el descanso
de las suposiciones concretas
rectos retazos de algo
que es mucho más largo
que las espumas sinuosas
de las nubes y las olas.
Después de todo
cuando ya no te alcanzas
se cabalgan los espacios
que se quedan
clareando el cielo
entre ola y ola.
Le he ganado al ángel
llenando las distancias
de lo que el aclama.
He llegado allí
llenándome de todo eso
que se llena de ti;
déjame sentir
en el aire
donde las palpitaciones
se esparcen
llenando de iridiscencias
47. las noches.
No te escapes
no te escondas
dirimiéndote en todo
como lo que no se disuelve
pero se marcha siempre
sin dejar en su espacio
sensación, extrañeza,
ni ningún espanto.
Como cada vez
que siempre quieres
en todo el resultado
el lado más amargo
de relatos parecidos
a todo lo innecesario;
déjate en los espacios
suave y recostado
no te aprietes demasiado
ni sientas que en los campos
las hierbas se asemejan
a las camas de faquir
que temes pisar descalzo.
Cuando descubras
que la hierba
es algo más extraño
deja que los martillazos
de tú espanto
como las plumas
de las águilas
48. dejen en los campos
clavos de verde puro
que cabalguen los vientos
que nos sugieren
lo más extraño.
La anatomía
de la sensación
dé a la pureza
toda su connotación
despejando en lo anómalo
conclusiones tardías
que vacían las sonrisas;
deja en la sensación
su estupor, realmente
toda connotación
se desparrama libre
sintiéndose lo que es.
Divaga en los parecidos
para extraer
de las plumas
de las águilas
rosales espaciales
que nos sugieren
de el sol
candiles minúsculos
de algún pequeño bureau.
Si sigues el rastro
de lo más extraño
especulando en lo anodino
49. intentando encontrar
lo más liviano
de la carga
más pesada
sugerirás el engaño.
Una farola oscura
en un callejón
muy bien iluminado.
Como un como
que en todo especula
en el bolsillo
un martillo y un clavo,
si sigues pensando
investigaras demasiado.
Todo relato
es un jardín liviano
que con el tiempo
se irá acabando
como cualquier espacio
que quiere encontrar
su propio lugar
los espacios hiperespaciales
diversifican sus secuencias
entre jardines especiales
alcanzando la diana
de todo el engaño.
Lo que se quiere
enmarcar
se descalabra muy despacio.
50. Si has rastreado bien
en las hierbas
encontraras miles de rastros
que de la metáfora
hemos ido adornando
el híper submundo
que reconoce
lo único que no has dado
aquello que se retuerce
esperando de el momento
su propio resultado.
Sigamos pensando
camas de faquir ideales
para taladrar los pies
y seguir caminando
así de lo más disparatado
eclosionamos haciéndonos
mucho más livianos
caminando desnudaremos
de los soles de el jardín
crepúsculos espaciales
que amanecerán distintos.
Desde lo anárquico
que se reconoce
en el propio infinito.
Cualquier lugar es bueno
cualquier lugar tiene algo
cualquier lugar está en una parte.
En todas partes hay algo.
51. En todas partes hay un lugar.
En todas partes se esconde algo.
Algún lugar esconde una parte
que se esconde en algún lugar
que es parte de alguna parte.