El texto discute las diferentes formas de amor según filósofos griegos como Platón y Aristóteles. Platón ve el amor (eros) como deseo por lo que no se tiene, mientras que Aristóteles ve el amor (philia) como alegría por lo que se comparte. Más tarde surgió la idea del amor al prójimo (agapé) sin esperar nada a cambio. Estos tres grados de amor son necesarios y están relacionados, con eros al principio, agapé como meta final y philia como disfrute en el camino. El autor
1. El amor, según André Comte-Sponville.
Por Paula Albuerne.
El amor es el tema más interesante, no solamente en sí mismo, pues no sólo promete o
compromete, sino porque también el resto de los temas sólo son interesantes en proporción
al amor que ponemos en ellos.
Hay que amar al amor o morir; y es por eso que en el texto se hace referencia a “el amor o el
suicidio”. ¿Vale la pena vivir la vida? Desde el suicidio, el problema se suprime; pero el amor
logra resolverlo. Nos mantiene vivos, pues juzgamos si vale o no vivir la pena en la medida
en la cantidad de amor de que seamos capaces; nos hace vivir porque nos torna la vida digna
de ser amada. Es el amor lo que nos salva; es, pues, el amor lo que debemos de salvar.
El amor es variado: se puede amar al dinero o el poder, pero también a cualquier persona.
También se puede amar a Dios, si se cree en él; y creer en nosotros mismos, si al menos nos
amamos un poco. Necesitaríamos palabras diferentes para nombrar amores diferentes. En
nuestra lengua tenemos varias: amistad, ternura, pasión… Nuestro único problema es elegir
entre ellas. Los griegos se sirvieron simplemente de tres palabras para expresar el
amor: éros, philia, agapè.
• Éros: Es la falta, y es la pasión amorosa. Es el amor según Platón, quien nos decía
“lo que no tenemos, lo que no somos, lo que nos falta, he aquí los objetos del deseo y
del amor”. Es el amor que quiere poseer y conservar. Necesita amar lo que no tiene,
y sufrir, o tener lo que ya no ama y aburrirse.
• Philia: Es el amor según Aristóteles “Amar es alegrase”. Amamos lo que no nos falta,
aquello que gozamos, y nuestro amor es este mismo gozo. Es el amor de
benevolencia y el secreto de las parejas felices. Amar es alegrarse y querer a quien
se ama.
• Agapè: Ni Platón, ni Aristóteles utilizaron esta palabra, sino que esta palabra
surgió tiempo después de mano de un judío que decía “Dios es amor… amar al
prójimo…”. Agapè significa caridad. Es el amor al prójimo, en la medida que
seamos capaces: el amor que no nos falta ni nos hace el bien. Es el amar sin pedir
nada a cambio.
Estos tres grados de amor son necesarios y están relacionados: Éros esta primero; agapè es
el fin (al menos podemos tender) y philia es el gozo como camino.
En mi opinión, el amor me parece necesario para la vida. No solamente en el sentido poético
de amar o ser amado, sino en el sentido de que somos seres sociales. Necesitamos
relacionarnos para vivir una vida plena, y en cierta manera es el amor quien nos da está arma.
Amamos a las personas en distintos grados o tipos de amor, como bien nos dice el texto, y
son estos grados los que nos ayudan a empatizar con el resto de personas que nos rodean;
dándonos unas “pistas” de cómo debemos actuar según a la persona con la que estemos
tratando. Y así poder otorgar de la misma manera que luego nosotros recibiremos. Estoy de
acuerdo con el capítulo, pues el amor también nos hace seguir viviendo una vida que tenga la
pena, nos encariñamos, y es ese sentimiento de no querer algo lo que nos lleva a seguir hacia
delante y disfrutar de ello todo el tiempo que nos sea posible.