El hombre es un ser totalmente depravado, incapaz de entender a Dios y trata de restablecer su comunión con EL por medio de ritos religiosos, esto lo ha llevado a tratar de ejercer su voluntad a través de sus propios medios, decidiendo seguir su propio camino, uno muy diferente a la verdad que encontramos en las escrituras. El hombre rechaza a Dios con tal de seguir sus propios consejos, metas y sueños, esto hace que se desvíe del camino. Precisamente por este último punto es que existen tantas filosofías en el mundo, porque cada quién busca su propio camino, la pregunta entonces es: ¿Cuál es la verdadera razón por la que una persona se desvía? La Biblia nos explica en Salmo 119:21 que el desconocimiento de la verdad nos lleva a vivir una mentira, nos desviamos del camino por que no seguimos la verdad, despreciamos la Palabra, y seguimos el camino malo, seguimos nuestra propia opinión. Prov. 3:7, desviándonos de la voluntad del Señor, Santiago 5:19-20, 2 Timoteo 2:16-18. Es necesario que el hombre regrese al camino de la Vida, ¿Pero cual es ese camino? No se trata de un concepto, sino que debemos regresar a la persona de Cristo, Juan 14:6, este es el deseo de Dios que todos regresemos de nuestros propios caminos al verdadero y vivamos, Ezequiel 33:11. ¿Como un ser humano puede dejar sus malos caminos? Aceptando el testimonio santo de la Palabra, es por esto que necesitamos regresar a la Palabra, debemos creer en el evangelio. De hecho en la iglesia primitiva, al evangelio se le conocía como “El Camino” ( Hechos 9:12, 16:17, 19:8-9, 19:23, 24:14). Escoger el camino de la vida es escoger a Cristo, pero ¿como la gente lo va a conocer si no hay quien les predique?, nuestra misión diaria como cristianos es predicar el evangelio, proclamar día a día la Palabra de Dios.