Este documento presenta una breve descripción de México en 3 párrafos. El primer párrafo describe la rica gastronomía mexicana más allá de los tacos y guacamole. El segundo párrafo habla sobre la diversidad geográfica de México, desde el desierto hasta la selva, y las antiguas civilizaciones. El tercer párrafo explica que aunque México es un país joven, su cultura y tradiciones tienen una larga historia reflejada en las pinturas de los aztecas, mayas y de la época
2. México es muy famoso por su gastronomía. Pero más allá de los tacos y el
guacamole, que gozan de renombre internacional, hay ricas y variadas
tradiciones culinarias a lo largo de todo el país. Los sabores, aromas y texturas
de la cocina tradicional mexicana son una grata sorpresa para los
sentidos, especialmente los productos exóticos como los gusanos de
maguey, hormigas y chapulines fritos. La inigualable fusión de sabores en
platillos como el mole y las tradicionales salsas mexicanas es un deleite para los
paladares más exigentes.
3. Sol, selva, desierto, tradiciones y rocas que cuentan viejas historias forman parte
del legado de México. ¿Lo mejor? ¡Estás invitado a compartirlo! De los áridos
horizontes de las montañas del norte, donde los laberintos de Paquimé y la
cerámica antigua recuerdan tiempos difíciles en un clima inhóspito, a las fértiles
tierras que cobijan los templos de Palenque y los tesoros sumergidos en los
cenotes yucatecos, México preserva viejos testimonios de grandes pueblos que
con su sabiduría descifraron los ciclos del cielo y la tierra.
4. México es un país joven en cuanto a su conformación como república. Sin
embargo, las tradiciones y cultura mexicanas tienen una larga historia. Las
pinturas murales de los aztecas y mayas dan una idea de su vida social y
religiosa, así como de su fascinante cosmogonía. Los retratos y pinturas
religiosas de Miguel Cabrera reflejan el carácter de la Nueva España, y la escuela
neoclásica de finales del siglo XIX destila una fuerte influencia europea.
5. Desde los tiempos precolombinos, las festividades religiosas han sido
una parte fundamental de la vida del mexicano. El catolicismo
encontró aquí una tierra fértil y un interesante sincretismo –a veces
imposible de entender– se convirtió en la quintaesencia de la
identidad mexicana