La hemofilia es un trastorno de la sangre que impide que la sangre se coagule normalmente, lo que puede causar hemorragias prolongadas o sangrados internos espontáneos después de pequeños golpes, cortes o moretones. Existen dos tipos principales de hemofilia, la A y la B, determinados por la proteína de coagulación deficiente. Los síntomas incluyen hematomas, hemorragias internas en las articulaciones o músculos que pueden ser dolorosas y dañinas.