Este capítulo presenta a Roberta y María Alejandra, quienes son novias de Eduardo Arturo. Ambas mujeres están tomando el mismo vuelo a Madrid sin saber que comparten al mismo hombre. Mientras tanto, Eduardo Arturo intenta evitar un encuentro entre ellas en el aeropuerto. Al final, Roberta y María Alejandra hacen conexión durante el proceso de embarque y descubren que comparten a un poeta como pareja.
1. RADIOCULEBRON
CAPITULO I
NARRADOR:
LUGAR: Caracas. Casa de Roberta del Carmen Aristiguieta (Apartamento de dos
pisos, lujosamente decorado, con balcón).
TIEMPO: Media mañana.
ROBERTA DEL CARMEN ARISTIGUIETA sale de su habitación, recién levantada. Se
va rascando el seno derecho, mientras camina despeinada y aún en pijama.
Enciende su ordenador para revisar una vez más, pues ya revisó su correo desde
su móvil antes de levantarse, si tiene algún mensaje de su poeta.
Desdichadamente se ha dado cuenta que no, que no tiene ninguna comunicación
nueva. Coloca una canción de despecho y se dirige a preparar un gran pozuelo de
café. Tararea una canción
Con su gran taza de café ya lista, ROBERTA DEL CARMEN ARISTIGUIETA se sienta
frente a su ordenador y comienza a escribir un post en su cuenta de facebook lo
siguiente:
ROBERTA DEL CARMEN:
“Hoy es el día. Hoy es el momento. Lo que no fue no será, lo que será no se sabe.
Soy la reina de mi destino y no más la prisionera de tu corazón. Se abre un
horizonte en la verticalidad del infinito”.
NARRADOR:
Mientras, en otro apartamento de la ciudad, se encuentran María Alejandra
Sepúlveda Castillete y Eduardo Arturo Torres terminando de desayunar.
MARIA ALEJANDRA:
No, puedo, no puedo más. No me pasa la comida. Estoy muy nerviosa
EDUARDO ARTURO:
Lo sé mi Poesía, lo sé, pero relájate. Todo va a salir bien
2. MARIA ALEJANDRA:
Me lo prometes
EDUARDO ARTURO:
Te lo juro (Música 1)
MARIA ALEJANDRA:
No sé que voy a hacer tanto tiempo sin ti
EDUARDO ARTURO:
Concentrarte en trabajar, para que estemos juntos lo más rápido posible y seguir
disfrutando de nuestro amor único y divino.
NARRADOR:
Eduardo Arturo le besa la mano a María Alejandra
MARIA ALEJANDRA:
Te amo
EDUARDO ARTURO:
Yo también. Pero se hace tarde. Ve sacando las maletas mientras yo termino de
comerme esta Reina Pepiada que dejaste sin probar
NARRADOR:
Ella emocionada busca sus maletas en la habitación y las lleva hacia el
estacionamiento para introducirlas en su automóvil, mientras Eduardo Arturo aprovecha
para realizar una llamada que le cambiará su destino
Suena Música de Suspenso) y seguidamente suena el móvil. Atiende el teléfono Roberta
del Carmen
ROBERTA DEL CARMEN:
¡Aló! Eduardo, por fin me llamas
EDUARDO ARTURO:
3. Mi Poesía he estado muy ocupado con mis cosas. Pero sin dejar un segundo de
pensar en ti. ¿Cómo estás? ¿Ya lista para mañana?
ROBERTA DEL CARMEN:
¿Para mañana?... Te avisé que me cambiaron el vuelo y me voy hoy. Pensé que me
iba a ir sin saber de ti. Ya debo salir al aeropuerto, estoy terminando de arreglarme. ¿Me
vienes a buscar?
EDUARDO ARTURO:
Ehhhh… Ehhhhh… Mi Poesía es que no recibí tu mensaje. Justo ahora voy yo al
aeropuerto, pero a… a llevar a un cliente
ROBERTA DEL CARMEN:
Bueno nos llamamos cuando estemos allá… no puedo permitir irme sin verte,
abrazarte y besarte
NARRADOR:
Eduardo Arturo sin saber qué hacer o decir, al darse cuenta que su novia y su
esposa seguramente viajaran en el mismo vuelo a la ciudad de Madrid
EDUARDO
Claro mi amor, mi Poesía, te llamo apenas llegue… aunque recuerda que solo serán
unas semanitas sin vernos, que pronto estaremos juntos, cuando consigas casa y empleo y
pueda ir yo
NARRADOR:
Eduardo Arturo y María Alejandra llegan al Aeropuerto. Él no puede disimular su
nerviosismo.
MARIA ALEJANDRA:
Mi amor, ¿qué te sucede? ¿A quién buscas?
EDUARDO ARTURO:
A mi nada, ¿cómo que a quién busco?
MARIA ALEJANDRA:
Estás mirando a todos lados como si buscaras a alguien, y te siento como muy
nervioso
4. EDUARDO ARTURO:
Mi amor, estoy es pendiente de los ladrones que hay aquí en el aeropuerto. Aquí
hay que andar guille… eso es todo
NARRADOR:
De momento, se abren las puertas corredizas del Aeropuerto y se ve entrar a
ROBERTA DEL CARMEN con sus dos maletas. A Eduardo Arturo casi le da un soponcio, un
yeyo, un infarto, un algo…
EDUARDO ARTURO:
Mi amor, Maria Alejandra, esto es muy muy duro para mí. No puedo quedarme
aquí y verte partir.
MARIA ALEJANDRA:
¿Pero me vas a dejar aquí sola? Tu mismo lo has dicho, solo será poco tiempo, y te
mandaré a buscar, cuando ya tenga todo
EDUARDO ARTURO:
Lo sé, pero es que TE AMO DEMASIADO y no quiero que me veas llorar.
NARRADOR:
Eduardo Arturo se aproxima a besar rápidamente a Maria Alejandra, y sin dejar
que ella hable se va ágilmente, escapándose a si de la situación. Ella queda
incrédula y sin saber qué hacer, se le observa un diluvio de lágrimas asomándose
a sus pupilas. En este momento suena una canción de despecho.
Eduardo Arturo, ya dentro de su coche. Toma, coge o agarra su teléfono y llama a
Roberta del Carmen, quién ya ha llegado a la fila de embarque y casualmente se
ha situado justo detrás de Maria Alejandra.
ROBERTA DEL CARMEN:
Aló mi amor, ¿Dónde estás? Ya estoy aquí en el aeropuerto haciendo la cola
EDUARDO ARTURO:
5. Mi poesía, mi amor, mi vida… Perdóname, pero no puedo ir a despedirte, llegué al
aeropuerto y me fui porque no puedo quedarme aquí y verte partir. Es que TE
AMO DEMASIADO y no quiero que me veas llorar
ROBERTA DEL CARMEN:
(Sollozando) Te entiendo mi amor… te juro que será por muy poco tiempo… te
amo y sé que dentro de muy muy poco, estaremos de nuevo juntos.
NARRADOR:
Eduardo Antonio se ha salido con la suya. Evitó un encuentro entre su mujer, su
novia y él. Pero el destino es intransigente, y ha hecho que de todas formas estas dos
mujeres se conozcan en la acongojada fila del aeropuerto.
MARIA ALEJANDRA:
Hola, voy para Madrid ¿y tú?
ROBERTA DEL CARMEN:
(Sollozando) También.
MARIA ALEJANDRA:
Tranquilízate, las despedidas son duras, pero hay que tener fe en el reencuentro.
ROBERTA DEL CARMEN:
Lo sé, pero es que mi novio, ay, lo amo tanto, el pobre no tuvo valor para venir a
despedirse, es un hombre muy sensible.
MARIA ALEJANDRA:
Mi marido tampoco quiso verme partir. Me dejó aquí y se fue. Quedan muy pocos
hombres sensibles, somos afortunadas entonces.
ROBERTA DEL CARMEN:
Mi novio es artista
MARIA ALEJANDRA:
El mío también, es poeta
6. ROBERTA DEL CARMEN:
Que casualidad. Eso es señal de que nos teníamos que conocer. Creo que la vamos
a pasar bien estas nueve horas de viaje. Mucho gusto, yo soy Roberta
MARIA ALEJANDRA:
Y yo María Alejandra. El placer el mío. Nos haremos buena compañía. Ojalá
nuestros asientos estén muy cerca
NARRADOR:
Y con esta música de fondo… (No suena nada) Ahora si… Y con esta música de
fondo, acaba, termina, concluye este primer capítulo de tu RADIONOVELA
Escrita por Clay Hernández