RESUMEN DE LA PELÍCULA DE CHERNOBYL ENFOCADO A MEDICINA DEL TRABAJO
Radioculebron 2
1. RADIO CULEBRÓN
CAPITULO II
NARRADOR:
En el capítulo anterior EDUARDO ARTURO TORRES, el poeta de la Urbina, estuvo
a punto de ser descubierto en su triangulo amoroso con MARIA ALEJANDRA
SEPULVEDA CASTILLETE, su amorosa esposa y ROBERTA DEL CARMEN
ARISTIGUIETA, su amante, quién inocentemente se cree su novia, cuando por una
ñinguita se encuentran los tres en el Aeropuerto de Maiquetía, ya que el destino
caprichoso y vengativo se encargó de unirlas a ambas en el mismo vuelo con
destino a la cuidad de Madrid.
Esta vez EDUARDO ARTURO TORRES se salvó, gracias a su vasta experiencia
como homosapiens infiel logró hacer una maniobra habilidosa que le salvó el
pellejo. Pero… Repito… ¡PERO! Ese mismo destino que lo sigue acechando con
más ansia que una abuela acecha el centro de mesa en unos quince años, hizo
que MARIA ALEJANDRA y ROBERTA DEL CARMEN se conocieran y empatizaran en
la cola, la fila de embarque del Aeropuerto.
En el capítulo de ambas mujeres están arribando a Madrid.
VOZ DE AEROMOZA EN OFF
Damas y caballeros, Vuela Vuela Airlines anuncia su llegada a la ciudad de Madrid.
Les agradecemos nos hayan escogido para su vuelo y también les recordamos que las
mantitas con las que se han arropado estas 9 horas nos pertenecen, así que por favor,
dejarla en sus asientos. Gracias.
NARRADOR:
Roberta del Carmen, decide ser la primera del avión en levantarse, y trata de
despertar a su vecina de asiento, una señora de 70 años, sigue roncando sin
percatarse del arribo a España.
ROBERTA DEL CARMEN:
Señora… señora… Doñita…
SEÑORA:
Ehhh… ¿quién se murió?
2. ROBERTA DEL CARMEN:
Nadie señora, nadie. Es que ya llegamos a Madrid
SEÑORA:
Ay Dios santo bendito gracias a Dios, gracias a la virgen santísima, a la virgen de la
Caridad, del Cobre, de la Coromoto y a José Gregorio Hernández. Dios bendice
ROBERTA DEL CARMEN
Amén, amén, le quería pedir que me diera un permisito para poder salir, que voy al
baño antes de bajar del avión a lavarme la cara y eso, no vaya a ser cosa que no haya agua
en Madrid
NARRADOR:
Roberta del Carmen comienza a caminar por el pasillo del avión, rumbo al baño,
cuando se consigue con María Alejandra
ROBERTA DEL CARMEN
¡Amiga! ¡Llegamos!
MARIA ALEJANDRA:
Si, amiga. Gracias a Dios. Oye que lástima que nos tocó tan separadas. Hubiésemos
venido hablandito y conociéndonos más
ROBERTA DEL CARMEN:
Bueno, no importa, ahora nos intercambiamos los teléfonos. Igual yo me dormí de
tanto llorar
MARIA ALEJANDRA:
¿Y cómo te sientes ahora? Ya más tranquila, verdad?
ROBERTA DEL CARMEN:
Más o menos amiga… ¿cómo es que es tu nombre?
MARIA ALEJANDRA:
Maria Alejandra
3. ROBERTA DEL CARMEN:
Ah, verdad. Bueno, más o menos Mariale… ya lo extraño tanto…
MARIA ALEJANDRA:
Yo también al mío. Pero ya verás que todo es para mejor, y que pronto estarás con
tu poeta, y yo con mi artista, y hasta brindando los cuatro juntos aquí en Madrid
ROBERTA DEL CARMEN:
Ay, si!! Amén… Bueno, me apuro, que voy al baño a lavarme, por si… tú sabes. Nos
vemos luego.
NARRADOR:
Poco a poco los pasajeros comienzan a salir del avión. Luego van a esperar con
ansia sus maletas para ya por fin entrar al país. En el transcurso, el Destino inexorable,
indetenible, inevitable y capricho sigue haciendo de las suyas, pues Roberta del Carmen
y Maria Alejandra se vuelven a encontrar y continúan haciendo buenas migas.
MARIA ALEJANDRA:
Ya por fin. Quiero salir de aquí y avisarle a mi esposo que llegué bien
ROBERTA DEL CARMEN:
Yo también. A mi poeta, quiero decir. Ya lo extraño tanto. A él, a mi Ávila, a mis
empanadas de carne molida, a mi malta, mis tequeños… (Alarido) ¡AY DIOS…!
MARIA ALEJANDRA:
¿Qué pasó?
ROBERTA DEL CARMEN:
¡!Me acabo de dar cuenta que con el corre corre no me traje mi bandera!!
MARIA ALEJANDRA:
Ay que susto mana…. Tranquila, que aquí hay de todo lo que ya extrañas. Lo sé por
una amiga que tiene tiempo aquí. Madrid está lleno de negocios venezolanos. Somos los
nuevos chinos. Y por lo de la bandera… pues que suerte tienes, porque yo me traje unas
cachuchas con la bandera para vender
ROBERTA DEL CARMEN:
4. Ay amiga!!! Que chévere. ¡Tu primera venta soy yo! Vamos a aprovechar y nos
damos el número
NARRADOR:
En ese momento un funcionario del Aeropuerto les pide a ambas la
documentación. Música de terror
FUNCIONARIO
Pasaporte por favor
MARIA ALEJANDRA:
Aquí tiene. Y mi carta de invitación, y la dirección de donde voy a quedarme y mi
dinero en efectivo. ¿Algo más?
FUNCIONARIO:
¿Y sus documentos?
ROBERTA DEL CARMEN:
Yo no tengo carta de invitación, pero tengo reserva de hotel. Y Aquí tiene todo lo
demás que piden
FUNCIONARIO:
¿Y ambas sois familia?
ROBERTA DEL CARMEN y MARIA ALEJANDRA:
¡No!
FUNCIONARIO:
¿Sois amigas?
ROBERTA DEL CARMEN y MARIA ALEJANDRA:
¡No!
ROBERTA DEL CARMEN:
5. Bueno, nos conocimos hoy
MARIA ALEJANDRA:
Realmente ayer, antes de subir al avión
FUNCIONARIO:
¿No tenéis ningún nexo en común?
ROBERTA DEL CARMEN y MARIA ALEJANDRA:
¡No!
FUNCIONARIO:
¿Venís ambas de turismo?
ROBERTA DEL CARMEN y MARIA ALEJANDRA:
¡Si! Por supuesto!
FUNCIONARIO:
Acompañadme… con vuestro equipaje
NARRADOR:
El funcionario las lleva al “cuartito” más temido por todos y comienza a registrar
el equipaje de ambas. Visualiza en ambas maletas una cadena con un dije idéntico en
forma de corazón
FUNCIONARIO:
Si no tenéis ningún nexo, ¿podéis explicar cómo es que ambas tienen el mismo
collar con el mismo dije?
MARIA ALEJANDRA:
Pues no lo sé señor. Es una gran casualidad. Como le dijimos antes, Ramona y yo
ROBERTA DEL CARMEN
6. Roberta, mi nombre es Roberta
MARIA ALEJANDRA:
Disculpa… (Al funcionario) Roberta y yo nos conocimos en el aeropuerto de
Venezuela
ROBERTA DEL CARMEN:
Y no tenemos nada en común… Bueno, sólo que nuestros hombres son artistas,
sólo eso
MARIA ALEJANDRA:
Este collar me lo regaló mi esposo, ¿y a ti Ruperta, quién te regaló el tuyo?
ROBERTA DEL CARMEN:
Roberta, mi nombre es Roberta
MARIA ALEJANDRA:
Ay, disculpa… Roberta…
ROBERTA DEL CARMEN:
Este collar me lo regaló mi poeta… Que casualidad… quizás de allí viene la
casualidad que son detalles de un hombre sensible
MARIA ALEJANDRA:
¡Claro!. Eso debe ser. No hay más… pero, ¿nos va a detener porque tenemos un
collar parecido?
FUNCIONARIO:
No. Por eso no… pero me gustaría saber un poco más… Dígame Ud. Señora Rafaela
del Carmen Aristiguieta, ¿cómo se llama su marido?
ROBERTA DEL CARMEN:
Roberta, Roberta del Carmen me llamo yo. Y mi marido, bueno, mi novio, o sea, mi
marinovio, se llama Eduardo Arturo
FUNCIONARIO:
7. ¿Y el suyo cómo se llama, Sra. Maria Alejandra?
MARIA ALEJANDRA:
El mío se llama… EDUARDO ARTURO
Suena una música de terror.
FUNCIONARIO:
¡Ay Papá! (Mutis) Perdón por la expresión. Es que mi cuñado es un maracucho
NARRADOR:
Ruperta del Carmen, perdón, Roberta del Carmen y María Alejandra están
impactadas, se ven entre sí, por ambas recorre un frío angustiante y revelador de que
tanta casualidad esconde un pasado, una verdad, una historia, un sinsabor.
¿Qué pasará de ahora en adelante? ¿Qué descubrirán ambas mujeres? ¿El funcionario
las dejará pasar o las deportará?
Escrito por Clay HErnandez