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Cuento la princesa y el garbanzo claudia mengarelli - 3º c

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Cuento la princesa y el garbanzo claudia mengarelli - 3º c

  1. 1. LA PRINCESA Y EL GARBANZO
  2. 2. Había una vez un príncipe que quería casarse con una princesa… de verdad. No alcanzaba con que dijera que era princesa ni con que lo pareciera. Tenía que ser una auténtica princesa, una completamente de verdad.
  3. 3. Como por casa no hallaba una esposa así, recorrió el mundo entero para encontrar a la verdadera.
  4. 4. Princesas había a montones, pero…¿lo eran realmente? Eso es lo que el príncipe nunca podía saber con certeza. Siempre le encontraba la quinta pata al gato o, mejor dicho, a la princesa de turno.
  5. 5. Ninguna lo convenció y se terminó volviendo a casa, más triste de lo que había partido, apenado con el asunto: ¡él de veras quería una princesa de verdad!
  6. 6. Tiempo después, una noche estalló una terrible tempestad, una tormenta con rayos y truenos de miedo. Caía el agua como si fuera una cortina y no se veía ni a un metro.
  7. 7. En eso se escuchó la aguda campanilla del timbre: llamaban a la puerta del palacio. El viejo rey, asombrado, acudió él mismo a abrir y se encontró con una muchacha ¡hecha sopa! ¡La joven daba pena, su aspecto era lamentable! Le chorreaba el pelo, tenía toda la ropa escurriendo agua, pero… aseguraba ser una verdadera princesa.
  8. 8. “Eso está por verse”, pensó la reina madre y, sin decir una palabra, se fue a preparar el dormitorio para la huésped. Levantó el colchón de la cama y puso un garbanzo sobre las maderas. Encima, puso veinte colchones y veinte cubrecamas de pluma.
  9. 9. Ahí iba a dormir la joven. A la mañana siguiente, con una sonrisa inocente, la reina le preguntó a la muchacha cómo había descansado.
  10. 10. - ¡Horrible! – dijo con total sinceridad la huésped -. ¡No sé qué había en esa cama, pero no pegué un ojo en toda la noche! ¡Tiene que haber sido algo muy duro, porque me dejó llena de moretones verdes azulados! ¡Un horror!
  11. 11. Así, supieron en la familia real que la joven era una verdadera princesa. ¿Quién podría haber quedado tan magullada con el garbanzo debajo de tanto colchón y tanto cubrecama, sino una auténtica y sensible princesa?
  12. 12. El príncipe estaba loco de contento con semejante prueba y, por supuesto, se casó con la joven.
  13. 13. El garbanzo, convertido en pieza histórica, fue a parar al museo, donde hasta hoy se lo puede ver… si es que nadie se lo robó todavía. Y si, esto es una historia auténtica como nuestra princesa. De Hans Christian Andersen. Versión de Ana Lucía Salgado.
  14. 14. Realizado por alumnos de 3º grado “C”, docente Claudia Mengarelli

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