La rosa más bella del jardín echó al sapo que siempre estaba a su lado porque creía que era la causa de que nadie se le acercara. Poco después, la rosa se marchitó sin hojas ni pétalos debido a que las hormigas la devoraron, ya que el sapo solía comérselas. El sapo le explicó a la rosa que gracias a él siempre había sido la más bella. El cuento enseña que no debemos despreciar a los demás porque cada quien cumple un rol importante y puede beneficiarnos de maneras que no not
1. LA LECCION DEL SAPO
“TODOS SOMOS IMPORTANTES”
Había una vez una rosa muy bella, se sentía de maravilla al saber que era la rosa más
bella del jardín. Sin embargo, la gente que la veía de lejos notó que a su lado siempre
había un sapo grande y oscuro y quizá por eso nadie se acercaba a verla de cerca.
Indignada ante lo descubierto le ordenó al sapo que se fuera de inmediato; el sapo muy
obediente dijo: “está bien, si así lo quieres”…
Poco tiempo después el sapo pasó por donde estaba la rosa y se sorprendió al verla
totalmente marchita sin hojas y sin pétalos. Entonces le dijo “¿qué te pasó?” la rosa
contestó: es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día a día y nunca pude
volver hacer igual”. El sapo agregó: “pues claro, cuando yo estaba aquí me comía esas
hormigas y por eso siempre eras las más bella del jardín…
Muchas veces despreciamos a los demás por creernos más
que ellos, más bellos o simplemente que no nos “sirven”.
Todos tenemos algo que aprender de los demás o algo que
enseñar y nadie debe despreciar a nadie, pues puede llegar a
ocurrir que precisamente esa persona nos haga un bien del
cual ni siquiera nos enteramos. En el mundo cada quién
ocupa su propio lugar.